Todo el mundo vive de vender algo.
Robert Louis Stevenson
Nunca intentes enseñarle a cantar a un cerdo; perderías tu tiempo y molestarías al cerdo.
Paul Dickson
En 1994 navegué por primera vez en Internet. Asistía a la universidad y la institución era la primera en la ciudad en tener acceso a la red, estaba fascinado. Aún no existían muchas páginas y la mayoría eran de otras universidades en Estados Unidos, Alemania y Francia.
No me causaba extrañeza estar visitando sus sitios Webs plagados de artículos científicos, ya que como era un nerd, estaba acostumbrado a leer sus revistas, acceder a su base de datos por disco compacto y solicitar sus impresos mediante el fax, pero ahora era más fácil hacerlo, mediante un navegador podía ahorrarme tiempo y dinero.
Para leer un artículo debías solicitar en la biblioteca de la universidad el disco con la base de datos, elegir entre cientos de publicaciones y pagar para que te lo enviaran por fax, al aparecer Internet todo se reducía a entrar a su sitio, buscar su base de datos científica, guardar el documento e imprimirlo en tu casa, esto, como puedes darte cuenta, era más simple y económico.
Eran como cinco computadoras con acceso a la red que colocaron en la biblioteca para un total de 10.000 estudiantes. Los responsables intentaron llevar un control del uso de las mismas para aprovechar al máximo el tiempo en que se navegaba, pero nunca fue necesario; la razón era simple: sólo éramos diez personas las que asistíamos a esas terminales, los 9.990 estudiantes restantes seguían felices sin navegar. Por cierto, era una universidad de pago.
Desde que navegué la primera vez supe que ganaría dinero con esto; aún no sabía exactamente cómo lo haría, pero si una nueva herramienta me permitía ahorrar tiempo y dinero, debía utilizarla para generar recursos.
Mis profesores y compañeros de universidad no pensaban lo mismo, recuerdo cuando dije en el salón de clases que Internet cambiaría la forma de hacer terapia –sí, mi primera profesión es la psicología- y todos rieron. El profesor de turno dijo que sólo era una moda pasajera. Craso error.
Dejé pasar cuatro años desde esos primeros días navegando y en 1998 tomé en serio el trabajo en la red. Desde ese año no me he alejado de ella. Gracias a Internet gané mi primer millón, conocí a muchos amigos y he ayudado a miles de personas mediante conferencias, cursos, seminarios, libros digitales, audios terapéuticos y más herramientas. Nada mal para una moda pasajera.
Y sigo aprendiendo a diario. Aunque por las más de 10.000 horas destinadas a Internet (actualmente dedico más de seis horas a diario para navegar) ya puedo considerarme un experto, sigo aprendiendo, compro bastantes libros y asisto a cursos. He de confesar que a veces me regaño porque su contenido ya lo domino, pero quiero aprender un poco más.
He escrito cuatro libros sobre cómo ganar dinero en Internet y aún tengo muchos más “en el tintero” –como suelo llamar a los manuscritos que tengo en mi mente, sin escribir-; este es el segundo sobre redes sociales, una herramienta tan útil que hizo que mis utilidades se incrementaran en poco tiempo.
En todos describo el proceso para ganar dinero y evito las cuestiones técnicas; eso mismo haré con este texto. Puedes aprender cómo usar Facebook en diversos sitios, aquí descubrirás cómo ganar dinero con esta red social.
Así de simple.
Si no te gusta ganar dinero, no sigas leyéndolo, pues todo el manuscrito trata de cómo hacerlo.
Compartí mucho del contenido en su blog www.facemoney.biz ya que era mi intención que participaras en él y aprendieras todos mis secretos conforme se iba escribiendo.
¿Cómo no usar un blog cuando escribes un libro de redes sociales? Sería absurdo, como absurdo será si no compartes este libro con tus amigos, familiares y conocidos; estás leyendo un libro sobre redes sociales, repito: sobre redes sociales. Por ello tienes que hacer redes sociales, dentro y fuera de internet.
He aprendido mucho de Facebook, no sólo aprovechar sus herramientas, sino de sus procedimientos comerciales, que te enseñaré en este manuscrito.
Envíame tus comentarios o dudas a mi correo antonio@elmillonariointeligente.com y visita mi página www.elmillonariointeligente.com donde encontrarás más recursos para los negocios y la libertad financiera.
¿Estás listo para aprender?
Juan Antonio Guerrero Cañongo
Internet es una gran biblioteca desorganizada.
Umberto Eco
Que exista un medio de comunicación no significa que ayude a resolver los problemas existentes o nos permita ganar dinero, necesitamos organizar sus herramientas y aprovecharlas al máximo.
Desde que se popularizó Internet, son miles de personas las que suponen que colocando un blog, una tienda virtual o teniendo un perfil en Facebook lograrán ganar dinero de forma simple y rápida. No hay nada más errado. Por sí mismo un medio de comunicación no te dará dinero, una línea telefónica no te proporcionará ganancias si no tienes un sistema para ese fin. Ese es el proceso para ganar dinero en Internet, primero debes tener presencia, después enfocarte en crear un sistema, es decir, qué pasos darás, cuándo, dónde y cómo los llevarás a cabo.
Facebook no te dará dinero por sí mismo, debes crear una red social dentro de esa red social para obtenerlo.
Crear un sistema es simple:
La mayoría de personas que intenta ganar dinero en Internet no posee un producto o servicio, por eso espera que otros se lo otorguen; entonces caen en fraudes y sistemas piramidales, de esos que te invitan a traer a diez personas para que ellos te den dinero. No hay nada más absurdo que eso.
Internet es un medio de comunicación, aunque ya no lo consideraría así, sino como una plataforma de comercio, información y comunicación, pero sigue siendo un medio y un escaparate al mismo tiempo.
Como todo escaparate, necesitas tener algo que mostrar, pero no sólo eso, también interactuar (más adelante abordaré la interacción), por eso deberé insistir, debes tener un producto o servicio que ofrecer.
Internet te sirve para aumentar la exposición, sólo si sabes cómo.
Una herramienta para esto es Facebook, ya que es un enorme club social, donde se reúnen a charlar, jugar y compartir información. Ganarás dinero con ella, pero sólo si sabes utilizarla.
Después de tener qué vender, debes conocer quién es tu cliente ideal, ya que no todos lo serán; responde esto:
Estas y otras preguntas que deberás formularte, te ayudarán a reconocer quién es tu cliente ideal y entonces adecuarás tu contenido para que él te encuentre (o suponga que te encontró). “Más moscas se atraen con miel que con vinagre”, dice el refrán y tiene razón; sólo si ofreces lo adecuado llegarán las personas adecuadas, por eso debes conocer a quién quieres atraer.
Después debes construir una comunidad, no te preocupes, te explicaré cómo a lo largo de este libro y por supuesto con lo que aprendas, lograrás hacerlos tus apóstoles y seguirles vendiendo.
Un tonto nunca se repone de un éxito.
Oscar Wilde
Cuando las empresas y particulares descubrieron que Internet era una plataforma de comercio, comenzaron a colocar sus páginas, muchos supusieron que tenían que llamar la atención del visitante a toda costa, por lo que ponían animaciones en flash1, gifs2 animados y más elementos visuales o sonoros.
Las páginas gratuitas surgieron, fue el tiempo de Homestead y Geocities, donde muchos, incluyéndome, abrimos nuestros sitios. La única interacción que tenías con tus clientes era el correo electrónico y los salones de chat, este último era usado más por personas que deseaban conocer a su pareja que por comerciantes.
Yo realizaba una sesión grupal por semana en mi sala de chat. Aunque era sólo de texto, satisfacía las necesidades de comunicación de mis clientes. Gracias a su uso, se sentían confiados y me daban mucha información para mejorar mis productos y servicios, debido a esto, mis empresas tuvieron un crecimiento increíble.
Pero la mayoría de sitios no tenían esta herramienta, sólo eran una página que informaba de sus productos o servicios y les daba un teléfono de contacto, a veces el correo electrónico. Muchos por eso comenzaron a desesperarse y olvidaron su página, creían que era mejor seguir haciendo lo mismo de siempre y no tener presencia en el mundo digital.
Por mi incursión temprana en la red, descubrí que el usuario no deseaba visitar páginas estáticas, quería comunicarse con otros, por eso amplíe mi oferta de herramientas online; ya no sólo tenía un chat, sino un foro y una lista de correos. En esta última, cualquiera podía enviar un correo para ser leído por los usuarios de la lista, creando una interacción increíble.
El foro era muy solicitado, se colocaban discusiones muy interesantes que todos seguían con interés; tuve que abrir varios foros porque su capacidad siempre se sobrepasaba. Eran años donde las empresas que los ofertaban proporcionaban pocos bytes de almacenamiento.
Las redes sociales no existían pero estaban a punto de aparecer. Entonces vino el estallido de la burbuja punto com, muchas empresas que me ofrecían los servicios de comunicación quebraron o fueron adquiridas por otras. Como soy muy obstinado, seguí buscando quién me proveyera esos servicios que tanto gustaban a mis clientes.
El blog llegó y pocos se dieron cuenta de su importancia. Creé mi primer blog donde coloqué un periódico online –mi segunda carrera es ciencias de la comunicación-, la plataforma fue Movable Type, que era difícil de configurar y de utilizar.
Pocos eran dueños de un blog, pero los que lo teníamos estábamos comprobando su eficacia.
Con Movable Type llegó el sistema gestor de contenidos. Ya eran tiempos del código libre y comencé a aprender algo de programación para aprovecharlo.
Mambo fue de los primeros gestores, pero sus programadores tuvieron problemas en esa empresa, por lo que decidieron crear Joomla!, un sistema que me pareció más estable. Tuve muchas páginas con ese gestor, incluso hasta la fecha tengo un sitio funcionando con Joomla!
Todos estos cambios trajeron los primeros intentos de redes sociales; el Internet ya no era un lugar donde se colocaba información, era una plataforma de comunicación. La época de la Web 2.0 había llegado.
¿Qué características tiene esta Web 2.0? Varias, entre ellas:
Con la Web 2.0 nacen los sitios de almacenamiento de fotos, los directorios de noticias, los programas peer to peer3 (P2P), los wikis y por supuesto las redes sociales.
El objetivo era compartir lo que sabías con los demás, hacer una comunidad tan fuerte que se construyeran pequeñas ciudades digitales (llamadas aldeas digitales). Esto ya lo había hecho antes, pero con las redes sociales todo se volvió más simple.
Por cierto, uno de los objetivos de este libro es enseñarte cómo crear tu propia aldea digital con Facebook como centro de operaciones.
1 Software de producción de contenido interactivo.
2 Extensiones de archivos gráficos que no son estáticos, sino con movimiento.
3 Programas que te permiten la descarga de archivos de computadora a computadora (de ordenador a ordenador).
El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas.
William George Ward