Aerodinámicamente, el abejorro no debería ser capaz de volar, pero el abejorro no lo sabe, por lo que vuela de todos modos.
Mary Kay Ash
Aléjate de la gente que trata de empequeñecer tus ambiciones. La gente pequeña siempre hace eso, pero la gente realmente grande, te hace sentir que tú también puedes ser grande.
Mark Twain
A punto de apagar el ordenador para irme a dormir un domingo por la noche, recibí un correo de Mauricio (nombre ficticio para respetar su privacidad). No iba a abrirlo, pues ya estaba cansado, pero las líneas que leí me hicieron recapacitar: No sé qué hacer, no tengo dinero y mi esposa está por abandonarme..., no se leía nada más, así que tuve que abrirlo para enterarme de qué pasaba con Mauricio.
No era el mismo correo que recibo constantemente, ese que dice ser escrito por un remitente desesperado por cambiar y por incrementar sus ingresos, pero que realmente no quiere hacer nada, ni tampoco invertir tiempo, dinero y esfuerzo para modificar sus programaciones mentales más arraigadas.
Mauricio reconocía sus errores y estaba dispuesto a dedicar tiempo, dinero y esfuerzo para eliminarlos de su vida.
A pesar de ser muy tarde, le dije que si realmente quería cambiar, teníamos que tener una video-llamada de inmediato, para mencionarle algunos detalles. También le explicaba claramente que no iba a perder tiempo, que lo tomaba o dejaba. No suelo impartir asesoría personal, uno a uno, pero iba a hacer una excepción con él, sólo si quería realmente cambiar.
Por una experiencia anterior, donde mi aprendiz hizo todo lo que le dije y así cambió radicalmente su vida, confiaba en que posiblemente Mauricio sería el siguiente aprendiz que consiguiera algo espectacular. No estaba equivocado.
Mauricio se conectó y hablamos durante unos veinte minutos. Cuando terminé la llamada, tenía un nuevo aprendiz.
Él no conocía mucho de negocios en internet, pero quería vender su experiencia en esta plataforma. Sólo navegaba en la red, pero nunca había ganado nada de dinero en ella. Pero iba a aprender bastante los siguientes tres meses.
Lo que aprendería iba a cambiar su vida de forma radical, pero debía poner todo de su parte. Mauricio lo sabía y estaba dispuesto a hacer todo lo posible por tener éxito.
Unos días después, comenzamos con la tutoría personal. Mauricio todo el tiempo hizo lo que le mencionaba, dedicándole el tiempo necesario para aprender y crear las plataformas para vender sus productos y servicios.
En un mes tenía todo montado... y llegó la primera venta... y la segunda... y la décima... y la número 100... ¡Y los más de 100.000 dólares!
Esto no es magia, es crear un sistema y ceñirse a él. Y eso es lo que aprenderás en este manuscrito.
Aprenderás a:
– Crear un sistema híbrido, a partir de cinco sistemas generadores de riqueza, que utilizamos a diario los que generamos muchos ingresos haciendo cosas diferentes que la mayoría.
– Aprovechar los recursos existentes para generar ingresos.
– Utilizar la filosofía del menor esfuerzo, para incrementar tus ingresos.
– Beneficiarte de los recursos de internet.
Este es un manuscrito dirigido a cualquier persona que desee ganar dinero construyendo un sistema en internet o fuera de ella, de cualquier edad u ocupación. Los resultados dependerán de tu dedicación y tipo de servicio o producto que ofrezcas.
No hay una promesa en este libro, hay herramientas, que si utilizas adecuadamente, te permitirán incrementar tus ingresos.
Encontrarás en él un sistema, general, que puedes aplicar de forma particular a tus actividades presentes o futuras, para generar más ingresos. Aquí no vas a encontrar el “negocio ideal”; encontrarás la forma para definirte y entonces construir un sistema que funciona con cualquier negocio.
Yo creo que no existe el “negocio ideal”, sólo existe la forma correcta de hacer las cosas. Esa forma, que yo denomino método, es la clave para acelerar los resultados.
La mayoría de personas quiere encontrar un negocio millonario, por eso es presa de embaucadores. El negocio millonario no existe como tal. Cada uno de nosotros podemos construir un método que nos permita incrementar nuestros ingresos de forma radical.
Las recetas infalibles para los negocios millonarios no existen, porque cada emprendedor es diferente. Lo que sí existe es una forma correcta de hacer las cosas, que cuando la descubres, todos tus emprendimientos tendrán éxito, pues es el atajo hacia la riqueza.
Te voy a enseñar ese atajo en este libro, pero debes ponerlo en práctica de inmediato; sólo de esa forma tendrás resultados.
El método es simple y comienza por definirte. No busques el negocio ideal, busca quién eres y cómo puedes monetizar los recursos que en este momento tienes.
Mauricio primero se definió, después eligió qué vender, a quiénes venderles y cómo aprovechar todas las herramientas disponibles en internet (muchas de ellas, gratuitas), entre otros pasos simples pero poderosos. Mauricio, por desarrollar un sistema, consiguió esa cantidad rápidamente.
¡Ahora es momento de que construyas tu propio sistema generador de ingresos!
Te mostraré lo que hicimos con Mauricio, para que tú uses lo que consideres pertinente para tu negocio o emprendimiento.
Tal como te mencioné, cambié el nombre de la persona por uno ficticio (Mauricio), también su profesión y detalles personales, para respetar su privacidad y su negocio actual. Sólo la forma de hacerlo está intacta, el método es el que te muestro para que lo imites.
Insisto, el método es el que nos interesa y no el negocio de Mauricio.
Por eso te enseñaré lo que hizo y cómo consiguió esto que para muchos podría ser inalcanzable. Mauricio no ha sido el único que lo consiguió, ya van muchos más, que han sido entrenados en un mismo método, disponible en un curso en vídeo. Y como agradecimiento por haber adquirido este libro, quiero regalarte un cupón del 50% de descuento para ese curso. Visita esta página para obtenerlo: www.cienmildolares.com
También, para seguir aprendiendo, te recomiendo visitar mi blog, en él encontrarás más recursos que complementan lo aprendido en este libro. Hazlo en www.elmillonariointeligente.com Mi correo electrónico está disponible para que me envíes tus comentarios y dudas, no dudes en ponerte en contacto conmigo: antonio@elmillonariointeligente.com
Gracias por leerme y espero que en un futuro próximo podamos tomarnos un café para que me puedas contar tus logros, como los lectores que lo hacen cuando nos encontramos en un evento en vivo.
Juan Antonio Guerrero Cañongo
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
Proverbio chino
Mauricio estudió psicología y se especializó en psicología clínica. En su época de estudiante, siempre escuchó que la única forma de ganar dinero con su profesión, era montando un consultorio y atendiendo a las personas ahí.
Él tenía su consultorio, que atendía cinco horas diarias. Aunque tenía muchos pacientes a la semana, nunca tenía dinero. Entre pagar la renta del consultorio, los servicios de éste y sus gastos personales, terminaba sin dinero cada mes. No es el único con ese problema, muchos autoempleados o freelances tienen ese problema mes tras mes.
Incrementar el número de pacientes no era lo ideal, pues le faltaría tiempo para atenderlos. Tomando en cuenta que requiere dedicarle una hora a cada paciente, sólo podría atender cinco pacientes diarios, que regresarían quince días después, es decir, sólo podría atender 50 pacientes por mes.
Éste es el porqué:
Podrías suponer que 50 pacientes al mes son un excelente número, pero si tienes un amigo psicólogo o tú lo eres, te darás cuenta que es muy poco probable que los consiga. En la mayoría de los casos, serán menos.
Con Mauricio hicimos algunos cálculos, para que se diera cuenta de sus errores, entre ellos, calculamos cuánto podría ganar si consiguiera tener esos 50 pacientes.
Si él tuviera ese número, cobrando 30 dólares por su servicio, tendría 3.000 dólares mensuales, lo cual no es nada despreciable. El único inconveniente, es que atender 50 pacientes al mes sería muy cansado, además de que la tasa de deserción en la terapia es muy alta, por lo que tendría pérdidas constantemente.
En los siguientes capítulos irás descubriendo cómo multiplicamos esos posibles 3.000 dólares mensuales. Mientras, sigamos con sus errores:
Mauricio, como muchos, repetía lo mismo que otros, por eso no ganaba lo suficiente. Posiblemente hayas observado que pocos tienen un sistema propio para ganar dinero, la mayoría copia (o intenta copiar) los sistemas de los demás.
En toda ciudad hay cientos de cafeterías, muchas de ellas obteniendo dinero de forma similar, y cientos de consultorios de psicólogos que hacen lo mismo. Esto es lógico, pues en las escuelas no se enfatiza la importancia de tener un sistema generador de ingresos.
Al no saber qué hacer, lo más sencillo es copiar lo que hacen otros.
Lo primero que teníamos que hacer con Mauricio era crear un sistema propio, que le ayudara a generar ingresos sin demasiado esfuerzo y en poco tiempo, utilizando las herramientas existentes.
Al no seleccionar a sus clientes y servicios, estaba perdiendo tiempo, dinero y esfuerzo. Por eso lo ayudé a concentrarse en aquello que le iba a generar dinero. Uno de los cambios inmediatos que realizamos, fue crear sus propios productos y dejar de ofrecer los servicios que tenía.
Muchos suponen que si son profesionales egresados de una universidad, sólo deben vender sus servicios. No es así.
Todos pueden crear productos que les den a ganar mucho dinero, productos que surgen de sus servicios. Varios productos surgen de los servicios que ofrece cualquier profesional y le van a dar más dinero.
La gran ventaja de ofrecer productos en lugar de servicios, es que se pueden replicar de forma infinita: trabajas una vez, pero cobras miles de veces. El que ofrece servicios, no puede hacer eso, pues no tiene tiempo para ofrecerlo miles de veces.
Un ejemplo… un entrenador físico que ofrece sus servicios individuales, no puede atender a miles de personas al mes. Por eso debe crear un producto que se venda por miles. Un servicio puede proporcionar un producto (o varios), que le harán ganar miles.
Mauricio estaba proporcionando servicios, por eso no podía generar mucho dinero. Cuando le ayudé a crear sus productos, comenzó a ganar mucho dinero… ¡y sin hacer mucho!
Mauricio suponía que todos podían ser sus clientes, lo cual es un error. Las personas de éxito, nos enfocamos en tener los clientes adecuados y nunca buscar los clientes en cualquier lugar. Somos muy selectivos, aunque las demás personas no se den cuenta de que lo somos.
Los clientes tienen ciertas características que buscamos, y quienes no las tengan, no pueden ser nuestros clientes.
Ser selectivos nos ahorra tiempo, dinero y esfuerzo. Y somos selectivos hasta con los productos o servicios que otorgamos. No ofrecemos cualquiera, sólo los que nos proporcionan dinero y nos implican poco tiempo y esfuerzo.
Somos administradores de nuestros recursos.
Mauricio aprendió a ser administrador de recursos y facilitador de soluciones. Si quieres tener 100.000 dólares o más, también tienes que serlo.
A Mauricio no le enseñaron a ser administrador, mucho menos a ser facilitador. Simplemente aprendió que debía cambiar tiempo por dinero, por eso era autoempleado.
Con mi ayuda, construyó un sistema que le permite tener tiempo de sobra para seguir ganando dinero, además de tenerlo para disfrutar de su familia y amigos.
No se trata de trabajar más para ganar más, así nunca tendrás mucho dinero. Tienes que trabajar menos, para ganar más.
Y eso no te lo enseñan en la escuela.
No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad.
José Mújica
Posees tres recursos de los que probablemente no te hayas percatado: tiempo, dinero y esfuerzo. Los tres son recursos limitados, por eso, si quieres conseguir 100.000 dólares, tienes que hacerlos ilimitados.
Son limitados porque:
Es una queja muy común la de “necesito más tiempo para hacer más cosas”, pero así no conseguirás mucho, en lugar de más tiempo, busca más personas a quien comprarles su tiempo, para que te ayuden a llegar más rápido a dónde quieres llegar.
Esto es importante: si quieres ganar más de 100.000 dólares, tienes que hacer las cosas de forma diferente. Y eso tiene que ver con tus recursos, los que son limitados, pero tienes que hacer ilimitados. Esa es tu misión y tu reto: ¿cómo puedes tener recursos ilimitados?
Una forma de tenerlos, es mediante el apalancamiento. Ya leerás sobre él más adelante.
Mauricio dejó de hacer las cosas de la misma forma, pues no podía tener tiempo para atender a cien personas al mes, pero sí podía vender cien productos para ayudar a la misma cantidad de personas. ¿Te das cuenta?, un pequeño cambio hace grandes cosas.
Si no tienes los resultados que deseas, probablemente sea porque no estás administrando adecuadamente tus recursos. Descansa un momento de las actividades que realizas y reflexiona sobre cómo puedes volverte un mejor administrador de tus recursos.
Hacer menos es una excelente herramienta y es lo que hizo Mauricio. Menos es más, es lo que le menciono a mis clientes, porque así funcionan los negocios. Cuanto más te compliques, menos conseguirás; cuanto más simple se haga, más dinero obtendrás.
Mauricio se dedicó a hacerlo cada vez más simple, por eso consiguió su meta rápidamente.
La mayoría de personas complica su existencia y comienza a perder su tiempo buscando mejorar económicamente. No se dan cuenta que haciendo pequeños cambios pueden conseguir mucho más.
El tiempo es para mí, y para otros empresarios, el más importante de los recursos que poseemos, por eso tienes que buscar cómo trabajar menos, para tener más tiempo para otras actividades.
Eso que realizas para llevar dinero a tu casa, no debe quitarte tiempo, al contrario, debe dártelo. Toda actividad económica, tiene que darte tiempo, no quitártelo. Tu esfuerzo también tiene que darte tiempo, no quitártelo.
Hay muchos autoengaños en el camino de ser emprendedor, uno de ellos es convertirnos en empleados de nosotros mismos mientras buscamos ser independientes. No conseguirás la independencia económica si eres empleado, aunque lo seas de ti mismo.
Busca la autonomía para ser libre, no te conviertas en empleado de nadie, ni de ti mismo.