José Martí
Poemas
Barcelona 2022
linkgua-digital.com
Título original: Poemas.
© 2022, Red ediciones S.L.
e-mail: info@linkgua.com
Diseño de cubierta: Michel Mallard.
ISBN rústica: 978-84-9816-773-3.
ISBN ebook: 978-84-9897-879-7.
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Sumario
Créditos 4
Brevísima presentación 17
Poemas dispersos I 19
A mi madre 21
A Micaela 22
Carta de madrugada a sus hermanas Antonia y Amelia 24
Linda hermanita mía 25
¡10 de octubre! 26
A Fermín Valdés Domínguez 27
A Paulina 28
Aunque juzgue usted sin calma 29
La mujer ideal 30
El ángel 32
En ti encerré mis horas de alegría 33
A Fermín Valdés Domínguez 34
Brigada -113 35
A Fermín Valdés Domínguez 36
Poemas escritos en España (1871-1874) 37
Venid! venid;— mi sangre bullidora 39
¡Dolor! ¡dolor! eterna vida mía 43
Zenea 44
Mi madre,— el débil resplandor te baña 46
Fragmento 49
Fragmento 52
¡Las campanas! su fúnebre sonido 53
Noche en la tierra dormida 55
Cese, señora, el duelo... 56
Redención 57
A Emma 61
A mis hermanos muertos el 27 de noviembre 62
Síntesis 70
Poemas escritos en México y Guatemala (1875-1877) 73
Mis padres duermen 75
Sin amores 80
Magdalena 84
Muerto 91
Ni la enamoro yo para esta vida 94
Rosario 98
Alfredo 99
Sin amores 106
Síntesis 109
Haschisch 111
Amiga: yo esperaba 116
Sin amores 120
Dos honras 122
Flor blanca 123
Vida 129
Versos 131
La vi ayer: la vi hoy 135
Cartas de España 140
De noche, en la imprenta 144
Patria y mujer 147
A Enrique Guasp 151
A Enrique Guasp de Peris 153
Carmen 155
Aves inquietas 157
A Rosario Acuña 158
María 164
María 170
¡Hijo!— como las hojas de los árboles 172
El alma, como un ave, bate el ala 173
Mi tojosa adormecida 174
Dormida 176
Tiene el alma del poeta 179
Es verdad 180
Tamanaco, de plumas coronado 182
Leandro, es el hombre... 183
Va siendo la virtud entre la gente 184
El pecho lleno de lágrimas 185
Una virgen espléndida... 186
Dolora griega 187
A una mi amiga y señora 188
Cuando me puse a pensar 189
Yo quiero, Andrés, que hablemos 190
Baile agitado 191
Tengo que contarles 193
Que engaña una mujer: ya se sabía 194
Baile 195
Noche de baile 196
La copa envenenada 198
Guantes azules 199
Vino el amor... 201
Sé, mujer, para mí... 202
¿Qué me pides? ¿Lágrimas? 203
Mas ¡ay de mí! que en vano 204
En estas pálidas tierras 205
Virgen María 206
Ismaelillo 207
Príncipe enano 209
Sueño despierto 211
Brazos fragantes 212
Mi caballero 213
Musa traviesa 214
Mi reyecillo 220
Penachos vívidos 222
Hijo del alma 223
Amor errante 225
Sobre mi hombro 228
Tábanos fieros 229
Tórtola blanca 235
Valle lozano 237
Mi despensero 238
Rosilla nueva 239
Poemas dispersos II 241
Y a ti ¿qué te traeré? 243
Cesto de mimbre 244
Con la primavera 245
Je veux vous diré... 246
Yo lloro —es verdad que lloro 247
Decidido 248
En un dulce estupor... 250
Entre las flores del sueño 251
Y te busqué por pueblos 252
No me quites las canas 253
Cuando en la calle anchurosa 254
El pensamiento indignado 255
Con la primavera 256
Cual vierte las manos cuajadas de rosas 257
Poemas de La Edad de Oro (1889) 273
Dos milagros 275
Cada uno a su oficio 276
Los dos príncipes 277
La perla de la mora 279
Los zapaticos de rosa 280
Poemas de circunstancias 287
Cuba nos une... 289
A Mercedes Matamoros 290
Desde la cruz 292
A Virginia 294
Hay una flor más pura que la blanca 295
A Cocola, en sus natales 296
A Leonor García Vélez 298
Mis christmas 299
¿Qué quieres tú que te escriba? 300
A Isabel Esperanza Betancourt 301
Para el álbum de la señorita Victoria Smith 303
A José Joaquín Palma 305
A María Luisa Ponce de león 306
A Ana Rita Trujillo 309
A Ana Rita Trujillo 310
A Isabel Aróstegui de Quesada 311
A Panchita y Ubita Guerra 315
Para el varón, el caballo 316
A Angelina de Miranda 317
A Ana María Barranco 318
A Candita Carbonell 319
A María Luisa sánchez 320
¡A mi querido Corbett! 321
A María Entenza 322
En la vida desterrada 323
Para Tomasa Figueredo 324
A la señora Angelina María de Quesada 325
A Dolores Castellanos 326
A Adela Baralt y Zacharie 327
A Adelaida Baralt y Peoli 328
A Ubaldina Barranco 329
A Ubaldina Guerra 330
A Ubaldina Barranco y Benjamín J. Guerra 331
A Hortensia Lechuga 332
A Melitina Azpeitia 333
Al doctor Ulpiano Dellunde 335
Al doctor Juan Guiteras 336
A Nicolás Domínguez Cowan 337
A Margarita 338
En una casa de amores 339
Para Cecilia Gutiérrez Nájera y Maillefert 340
Un niño, de su cariño 342
Cocola: la tormenta 343
Al patriota Jesús Badín 344
Cartas rimadas 345
A Adelaida Baralt 347
A Adelaida Baralt 348
A Enrique estrázulas 349
A Néstor Ponce de León 354
A Juan Bonilla 358
A Juan Bonilla 359
A Serafín Bello 360
Poemas inconclusos 363
Viejo de la barba blanca 365
Mientras me quede un átomo de vida 367
Cuando en las limpias mañanas 368
Aquí tengo una copa magnífica labrada 371
Jadeaba; espantado 373
Es marzo... 374
Yo quiero una sortija de oro mate 377
¡Plaza al soldado!... 378
¡Cobarde! como un leño, en el camino 379
Orilla de palmeras 380
Así pasa la dicha por la vida 383
No debe el brazo 384
Noche solitaria —aciaga! 385
En tu cielo ¡oh mi América! presagió 387
Cuando el timón, cansado 388
¡Ea! ¿a dónde me llevas?— a tus parques 390
Los celos, despiertan sierpes 391
Patria! yo no te canto!— 392
¿A qué forzar la trabajada pluma? 393
Azuce el viento divino 394
Y se pinta en el rostro 395
Que así como esas hojas en el techo 396
Pues bien —la tierra es eso 397
Y suelo, en noche oscura 398
Las hojas desmayadas 399
Amor! oh: sí, tú eres 400
«¿Que no la has visto?— ¡vela!» 401
¡No, como el escorpión, de miedo...! 402
Como un puñal de acero retorcido 403
Puro azul de aguas de río 404
Yo conozco el terrible sentido 405
Yo fui bueno hace cien años 406
Y templar, con la dicha de verte 407
El trueno, de semillas coronado 408
Yo no envidio a los muertos 409
Solo como la llama desprendida 410
Kind Death has marked me for her own 411
Antes de morir quisiera 412
Los huesos de la frente 413
¡Café, padre del verso! esencia viva 414
Ni Cincinato, ni Catón fundara 415
Somos como la voz del viento vago 416
Cuando yo veo 417
Tiene mi cielo de América 418
Sé de un hogar, esmaltado 419
En estas noches de besos 420
No hay que temblar, señora acobardada 421
Con plata y timbalón el aire asorda 422
Como el teocalli de Xochicalco 423
En la paz de la noche junto al fuego 424
Donde el tibio laurel sin luz florece 425
Esto he visto, y no me digan 426
Cuando a la hora de harem, le llevo flores 427
A Ruth la comparé, como la espiga 428
Y cuando están de prisa 429
En un libro cubierto 430
Brotó como una perla desprendida 431
Es tiempo de ser viejo 432
Rey de mí mismo 433
¡Hermano! todo en tierra 435
¡Morir no es acabar! 436
Mis versos 437
Voz que se extingue 438
...Ved como un hombre 439
Oh, qué frío en los huesos... 440
Cual quien con tropa de gigantes cuenta 441
Y las ofrendas —cuan pobres 442
Versos sencillos 443
Yo soy un hombre sincero 445
Yo sé de Egipto y Nigricia 448
Odio la máscara y vicio 449
Yo visitaré anhelante 451
Si ves un monte de espumas 453
Si quieren que de este mundo 454
Para Aragón, en España 455
Yo tengo un amigo muerto 457
María García Granados 458
El alma trémula y sola 460
Mueve despacio el pie ardiente. 461
Yo tengo un paje muy fiel 462
En el bote iba remando 463
Por donde abunda la malva 464
Yo no puedo olvidar nunca 465
Vino el médico amarillo 466
En el alféizar calado 467
Es rubia: el cabello suelto 468
El alfiler de Eva loca 469
Por tus ojos encendidos 470
Mi amor del aire se azora; 471
Ayer la vi en el salón 472
Estoy en el baile extraño 473
Yo quiero salir del mundo 474
Sé de un pintor atrevido 475
Yo pienso, cuando me alegro 476
Yo que vivo, aunque me he muerto, 477
El enemigo brutal 478
Por la tumba del cortijo 479
La imagen del rey, por ley 480
El rayo surca, sangriento 481
Para modelo de un dios 482
En el negro callejón 483
De mi desdicha espantosa 484
¡Penas! ¿quién osa decir 485
¿Qué importa que tu puñal 486
Ya sé: de carne se puede 487
Aquí está el pecho, mujer, 488
¿Del tirano? del tirano 489
Cultivo una rosa blanca, 490
Pinta mi amigo el pintor 491
Cuando me vino el honor 492
En el extraño bazar 493
Mucho, señora, daría 494
Tiene el leopardo un abrigo 495
Sueño con claustros de mármol 496
Vierte, corazón, tu pena 499
Versos libres 501
Mis versos 503
Académica 504
Águila blanca 505
El buen Pedro 506
A los espacios... 507
A mi alma 508
Amor de ciudad grande 509
Árbol de mi alma 512
Astro puro 513
Banquete de tiranos 515
Canto de otoño 517
Canto religioso 521
Con letras de astros 522
Copa ciclópea 523
Copa con alas 524
Crin hirsuta 525
Cuentan que antaño... 526
El padre suizo 527
En torno al mármol rojo 529
Estrofa nueva 531
Flor de hielo 534
Flores del cielo 538
He vivido: me he muerto 539
Hierro 541
Homagno 545
Isla famosa 547
La poesía es sagrada 548
Luz de Luna 549
Mantilla andaluza 551
Media noche 552
Mi poesía 554
Mis versos son revueltos... 558
Mujeres 559
Noche de mayo 562
No, música tenaz, me hables del cielo! 563
Odio el mar 564
¡Oh, Margarita! 566
Poeta 567
Poética 569
Pollice verso 570
Pomona 573
Pórtico 574
Sed de belleza 575
Yo sacaré lo que en el pecho tengo 577
Yugo y estrella 580
Libros a la carta 583
José Martí (La Habana, 1853-Dos Ríos, 1898), Cuba.
Era hijo de Mariano Martí Navarro, valenciano, y Leonor Pérez Cabrera, de Santa Cruz de Tenerife.
Martí empezó su formación en El Colegio de San Anacleto, y luego estudió en la Escuela Municipal de Varones. En 1868 empezó a colaborar en un periódico independentista, lo que provocó su ingreso en prisión y más tarde su destierro a España. Vivió en Madrid y en 1871 publicó El presidio político en Cuba, su primer libro en prosa.
En 1873 se fue a Zaragoza y se licenció en derecho, y en filosofía y letras. Al año siguiente viajó a París, donde conoció a personajes como Víctor Hugo y Augusto Bacquerie.
Tras su estancia en Europa vivió dos años en México. Por esa época se casó con Carmen Zayas Bazán, aunque estaba enamorado de María García Granados, fuente de inspiración en sus poemas.
En 1878 regresó a La Habana y tuvo un hijo con Carmen. Un año después fue deportado otra vez a España (1879). Hacia 1880 vivió en Nueva York y organizó la Guerra de Independencia de su país. Fue cónsul de Argentina, Uruguay y Paraguay en esa ciudad norteamericana; dio discursos, escribió artículos y versos, conspiró, fundó el Partido Revolucionario Cubano y redactó sus Bases. En 1895, al iniciarse la Guerra de Independencia, se fue a Cuba y murió en combate.
La presente antología, que reúne la totalidad de la obra poética de José Martí conocida hasta la fecha —incluidos algunos poemas inéditos en vida del poeta cubano y esbozos inconclusos— comprende las siguientes obras: Poemas dispersos I; Poemas escritos en España (1871-1874); Poemas escritos en México y Guatemala (1875-1877); Ismaelillo; Poemas dispersos II; Poemas de la edad de oro (1889); Poemas de circunstancias; Cartas rimadas; Poemas inconclusos; Versos sencillos; y Versos libres.
Madre del alma, madre querida,
Son tus natales, quiero cantar;
Porque mi alma, de amor henchida,
Aunque muy Joven, nunca se olvida
De la que vida me hubo de dar.
Pasan los años, vuelven las horas
Que yo a tu lado no siento ir,
Por tus caricias arrobadoras
Y las miradas tan seductoras
Que hacen mi pecho fuerte latir.
A Dios yo pido constantemente
Para mis padres vida inmortal;
Porque es muy grato, sobre la frente
Sentir el roce de un beso ardiente
Que de otra boca nunca es igual.
I
Cuando en la noche del duelo
Llora el alma sus pesares,
Y lamenta su desgracia,
Y recuerda sus afanes,
Tristes lágrimas se escapan
Como perlas de los mares;
Y por eso, Micaela,
Triste lloras sin que nadie
Tu dolor consolar pueda
Y tus sollozos acalle;
Y por eso, Micaela,
Triste en tu dolor de madre,
Lloras siempre, siempre gimes
La muerte de Miguel Ángel.
II
Allí está! Cual fresca rosa,
Blanco lirio de la tarde,
Sentado en el verde musgo,
Yace tu Miguel, tu ángel,
La imagen de tus delirios;
La noche de tus afanes,
El alma de tus amores,
Consuelo de tus pesares,
Pura gota de rocío
Que al blando beso del aire
Casta brotó de tu seno
Convertida en Miguel Ángel.
III
Allí está! Lágrimas tristes
Anublan tu faz de madre,
Porque les falta a tus ojos
Algo bello, algo tan suave
Como las nubes de oro,
Rosa y grana de la tarde;
Y en el aire que respiras,
Y en las hojas de los árboles
Ves cruzar cual misteriosa
Sombra, de tu amor imagen,
A la perla de tus Sueños,
Al precioso Miguel Ángel.
IV
¿Pero no ves, Micaela,
Esa nube y esos ángeles?
Mira! No ves cómo suben?
¿Los ves? ¿Los ves? ¡Triste madre,
Ya se llevan a tu hijo
De tus delirios la imagen;
El alma de tus amores,
La noche de tus afanes,
Pura gota de rocío,
Linda perla de los mares!...
¡Llora! llora, Micaela,
Porque se fue Miguel Ángel!
Abril de 1868
Me han dicho que hay dos ángeles
Estremecidos,
Que habitan de pasada
Un pobre nido.
Me han dicho que a la puerta
Del caserío,
Asoman los lobeznos
De los caminos.
Me han dicho que los ángeles,
Desfallecidos,
Tristes de no ver cielo,
Lloran impíos.
¡No se corten las alas
Los angelillos,
Que cuando el cielo luzca
No podrían ya volar del pobre nido!
1868?
Linda hermanita mía:
Feliz es el momento en que recibo
Carta tuya; feliz es este día
Porque en ti pienso y de mi amor te escribo.
Versos esperas tú que te anunciaba
Allá por la pasada noche buena:
En el revuelto mar de mis papeles
No se sabe posar la paz serena
Y, pues que soy doncel, obro sin pena
Como obran desde antaño los donceles:
Escribo, guardo, pierdo,
Te quiero mucho, y luego me perdonas,
Y, si a mi loco juicio, fuera cuerdo
Pensar un triste ornarse con coronas,
Las más bellas serían
Las que tus lindas manos me darían,
Los más consoladores tus laureles
Al perdonarme por haber perdido
Aquel que, por ser tuyo, hubiera sido
El más bello papel de mis papeles.
Impaciente y estúpido el correo,
Lucha y vence mi amor y mi deseo.
Corta es mi carta, mas si bien la peso,
Me une a tu imagen tan estrecho lazo,
Que es cada frase para ti, un abrazo
Y cada letra que te escribo, un beso.
No es un sueño, es verdad: grito de guerra
Lanza el cubano pueblo, enfurecido;
El pueblo que tres siglos ha sufrido
Cuanto de negro la opresión encierra.
Del ancho Cauto a la Escambraica sierra,
Ruge el cañón y al bélico estampido,
El bárbaro opresor, estremecido,
Gime, solloza, y tímido se aterra.
De su fuerza y heroica valentía
Tumbas los campos son, y su grandeza
Degrada y mancha horrible cobardía.
Gracias a Dios que ¡al fin con entereza
Rompe Cuba el dogal que la oprimía
Y altiva y libre yergue su cabeza!
En mis desgracias, noble amigo, viste
¡Ay! mi llanto brotar;— si mi tirano
Las arrancó de mi alma, tú supiste
Noble enjugarlas con tu amiga mano,
Y en mis horas de lágrimas, tú fuiste
El amigo mejor, el buen hermano:—
Recibe, pues, con el afecto mío,
Este pobre retrato que te envío.
12 junio de 1869
Si es un símbolo el nombre de Paulina
De paz y de ventura,
De religión divina,
De amor filial y de la fe más pura,
Como un testigo a su virtud le envío
Mi pobre canto y el retrato mío.
12 junio de 1869
I
Aunque juzgue usted sin calma
Que no es nada para mí,
Esta ofrenda baladí,
Luisa, me sale del alma.
II
En ese horrible cliché
Que vea usted solo deseo
Si bien un mozo muy feo,
Un buen amigo de usted.
III
Y en escribir no me ensancho
Ni pretendo hacer el oso:
Como soy... respetuoso
Le tengo... respeto... a Pancho.
Yo vi, cuando era muy niño,
En un camino desierto,
Una niña junto a un muerto
Orando al cielo por él:
Y la vi cómo en su angustia
La pobre niña decía,
«Ámalo, Virgen María,
Tanto como yo lo amé».
Pasó un año y en la Iglesia
Meditabundo entré un día,
Y vi que la Iglesia decía
¡Téngala en paz el Señor!
Pregunté por qué lloraba
Aquel pueblo del desierto
Y me dijeron: «ha muerto
Nuestra Virgen, nuestro Sol».
Y al pie del féretro triste
En que a una mujer veía
En una imagen había
La Virgen de la Salud.
Pero nada eternizaba
Del muerto la augusta calma:
No había en el templo ni un alma
Ni una rosa en su ataúd.
Hoy hace ya mucho tiempo
Que murió la niña hermosa,
Y en su tumba hay una rosa
Rebosando siempre amor.
Y es que la adoran ya muerta
Como la adoraron viva,
Y un alma caRitativa
Cuida siempre de la flor!
1869?
Ayer una voz del cielo
en mi pecho resonó:
—«¿Viste algún ángel en el triste suelo?»
y respondí que no.
Mas tarde te he conocido,
y al conocerte, te amé,
y en raudales de amor se han embebido
mi esperanza y mi fe.
También una voz del cielo
hoy ha resonado en mí:
—«¿Viste algún ángel en el triste suelo?»
¡y respondí que sí!
En ti encerré mis horas de alegría
Y de amargo dolor;
Permite al menos que en tus horas deje
Mi alma con mi adiós.
Voy a una casa inmensa en que me han dicho
Que es la vida expirar.
La patria allí me lleva. Por la patria,
Morir es gozar más.
4 de abril de 1870
Si en un retrato el corazón se envía
Toma mi corazón, y cuando llores
Lágrimas de dolor, con ellas moja
La copia fiel de tu doliente amigo.
Presidio, 9 junio de 1870
Mírame, madre, y por tu amor no llores:
Si esclavo de mi edad y mis doctrinas,
Tu mártir corazón llené de espinas,
Piensa que nacen entre espinas flores.
Presidio, 28 de agosto de 1870
Hermano de dolor,— no mires nunca
En mí al esclavo que cobarde llora;—
Ve la imagen robusta de mi alma
Y la página bella de mi historia.
Presidio, 28 de agosto de 1870