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Radamés Molina

El libro de las parodias
Naranjas o libros

Créditos

ISBN rústica: 978-84-9816-543-2.

ISBN ebook: 978-84-9953-106-9.

Sumario

Créditos 4

Dedicatoria 9

El personaje 13

El espía 15

El picapedrero 17

Paisaje después de los sucesos 19

La historia 21

Otro cuento chino... 23

El silencio 25

Un breve diálogo 27

El sarcófago 29

Soneto 31

El genio y el autista 33

Retrato de Claudia 35

El aprendiz de mago 37

Los apologistas 39

La metáfora 41

El árbol de la historia 43

La trama 45

Página cuarenta y cinco 47

Los dos laberintos 49

El advenimiento de la virgen 51

El inicio 53

Algunas afirmaciones 55

Hamlet 57

El lector de matrices 59

Siempre barrocos 61

El cambista y su mujer 65

La máquina 67

El viaje 69

El suceso 71

El muro 73

Dedicatoria

a Sonia

• • •

El primer día el maestro les empezó a hablar a mis hijos de matemáticas no les gustó la lección porque él les hablaba de que «una naranja más una naranja es igual a dos naranjas» y ellos querían algo más serio que «simples naranjas». Más adelante, se alegraron porque en la lección siguiente el maestro dijo: «Dos libros más dos libros es igual a cuatro libros». Ellos comentaron: «¡Ahora sí resulta interesante; habla de libros!».

El personaje

La historia es el mero resultado de un consenso. El personaje aparece en una biblioteca y encuentra de repente una mancha de sangre entre los anaqueles atestados de libros. Se cree imprescindible incluir un detective.

El personaje fija su atención en el título más próximo: «Hombre y universo» y la historia toma un cariz metafísico.

Unos instantes después se ve una mujer, el hombre toma el libro, la sigue entre los pasillos, la alcanza y pretende besarla. El beso daría a la historia un destino amoroso. Sin embargo, ése es un recurso manido y la escena más bien parece insinuar que el hombre tiene un deseo erótico frustrado.

No se sabe en realidad si el hombre tiene algún desvío erótico o una patología.

En un segundo se derrumba un estante, se descubre un voyeur o quizás el detective que investiga el origen de la mancha de sangre.

El personaje y la mujer ignoraban su presencia, el narrador es omnisciente y da a los miembros de su historia una visión fragmentaria en su juego.

El espía

Hume es enviado como diplomático desde Inglaterra para que espíe a los franceses. En breve tiempo es considerado un simpatizante de Francia. Con sus informes salva a los suyos de las ofensivas francesas que él mismo alienta y organiza; y entre los franceses nadie sospecha que un ferviente defensor y cronista de la Revolución pueda ser un espía. Los informes son enviados con puntualidad hasta que Hume recibe la orden de regresar a Londres. De vuelta los suyos le preguntan cómo hizo para llevar las cosas a ese extremo. Hume responde que le resultaba imposible delimitar en qué medida era un espía y en qué medida un agitador revolucionario.

Los franceses envían un grupo de hombres con el propósito de rescatar a Hume; irrumpen en su mansión inglesa, no hay sobrevivientes entre sus guardaespaldas y criados; Hume, el gran defensor de las ideas revolucionarias, es conducido otra vez a París en medio del clamor popular de los franceses.1


1 Otra versión: