Presentación
Quienes escribimos sobre temas como los que muestra el título de este libro compartimos, en general, la preocupación por la obsolescencia de nuestros textos. Los acontecimientos en las revoluciones tecnológico/digitales que tienen Internet como centro transcurren con enorme celeridad. Para comprender la velocidad de los cambios y los riegos de caducidad precipitada, Facebook representa un excelente ejemplo. Escribimos estas líneas a principios de 2013. Facebook surgió en 2004 para estudiantes universitarios norteamericanos, y se abrió al público en 2005; en este momento alcanza mil millones de usuarios. Está en la cresta de la ola. Por eso, en lugar de hablar en abstracto en el Capítulo III que trata las redes sociales, hemos tomado Facebook como paradigma y nos referimos explícitamente a él. Con algún resquemor pues no sería en absoluto improbable que dentro de tres años Facebook estuviera anticuado, mientras otra red social, que seguramente sería otro tipo de red social, con rasgos diferenciales relevantes respecto a Facebook, fuera ‘la red social por antonomasia’. Con objeto de paliar este destino efímero hemos tratado de emplear un enfoque sociocultural amplio, que vaya más allá de la volatilidad que conlleva la constante innovación técnica, y recoja tanto los elementos de novedad como aquellos que imprimen continuidad a través de los cambios.
Es indudable que la fugacidad de los acontecimientos de nuestro tiempo —de ‘rabiosa’, pero muy breve, actualidad— dificulta la adquisición de perspectivas de análisis que no se vean arrasadas por la velocidad de las transformaciones y de sus consecuencias para sociedades humanas cada vez más interconectadas a escala global. El conjunto de todas las informaciones que la humanidad ha acumulado a lo largo de su existencia sobre el planeta, actualmente se duplica… ¡cada dos días! No hay vuelta atrás. Pierre Lévy, en una metáfora feliz, llamó “diluvio” de información a lo que sucede con los datos en nuestras sociedades hiperconectadas. Y, sin embargo, algunos de nosotros, nacidos a mediados del siglo XX, alfabetizados sin ordenadores, ni Internet, entre libros que no contenían hiperenlaces, intentamos que los hábitos intelectuales y la asimilación de la experiencias vitales que surgían de una reflexión sosegada propia de un tiempo sin ‘diluvios’ de información, continúen siéndonos útiles para la comprensión de lo que han cambiado nuestras vidas debido al uso de la Red, y serles de utilidad también a quienes llegaron a un mundo en el que Internet existía, sin haber conocido otro. “Nihil novum sub sole”, afirma la Vulgata. Tan cierto como que nunca nos bañamos en el mismo río. Sabiendo que en lo nuevo también está lo viejo, hagamos un esfuerzo para salvar lo que merece ser salvado del pasado e integrarlo en lo que merece ser abrazado del presente.
El cine y la televisión ya fueron tecnologías ‘aceleradas’ que transformaron la subjetividad humana produciendo efectos sociales que revolucionaron vidas, costumbres, mentalidades: desde el mobiliario de los hogares, nuevos procesos de identificación subjetiva y social con imágenes y personajes, cambios en la estructura de deseos y emociones, del sentir la propia identidad, hasta la importancia del instante presente, de la distracción perceptiva y de la gratificación inmediata como procesos psicosociales dominantes.
La llegada de Internet ha creado un mundo interconectado donde las fuentes de información y de conocimiento están desjerarquizadas en buena medida, ya que cualquier persona conectada puede incluir sus propias informaciones en el ciberespacio cuando y como quiera, dando lugar a procesos multiplicadores de enorme potencial comunicativo. Y cada ordenador tiene la capacidad técnica de copiar y modificar datos, con repercusiones hasta ahora desconocidas para las industrias culturales. Etc.
En estas páginas intentamos explicar algunos cambios socioculturales acaecidos, desde posiciones, enfoques, experiencias y estilos personales diferentes, imprescindibles para afrontar la diversidad que nos circunda y la multidisciplinariedad del propio objeto de estudio: las Sociedades de la Información y el Conocimiento contemporáneas. Nuestro objetivo se sitúa en los procesos de alfabetización digital.
Las características que presentan las actuales Sociedades de la Información y del Conocimiento se examinan en el Capítulo primero: Sociedad del Conocimiento, escrito por Ana SACRISTÁN. Las tecnologías propias de cada una, coetáneas en la realidad, han tenido repercusiones socioculturales y económicas diferentes. Sobre todo, la aparición de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), ocasionó profundos cambios en los antiguos roles de emisores y receptores, sustituidos ahora por las posibilidades abiertas de expresión pública, así como por la multidireccionalidad de las relaciones informativas y comunicativas creadoras de conocimiento y relación sociales. Procesos de gran impacto que han dado lugar a lo que se ha denominado “sociedad red” e “inteligencia colectiva”.
El Capítulo II: Alfabetismos antiguos y nuevos, cuya autora es Ana SACRISTÁN, adopta el ‘texto’ como elemento central de análisis de las Sociedades de la Información y el Conocimiento. Se emplea una noción muy amplia de texto, que incluye, por ejemplo, la comunicación audiovisual.
Entendiendo la actividad cultural de Internet como la producción, distribución y consumo de una inmensa cantidad y variedad de objetos textuales, cabe comprender el aprendizaje de uso de la Red como una alfabetización, que, en esencia, no difiere de las prácticas alfabetizadoras habituales en la educación formal. Con esta premisa, el capítulo estudia las particularidades del alfabetismo ‘digital’, propio de una cultura mediada por las TIC, en tanto que buenas prácticas adquiridas para la elaboración y recepción, para la ‘lectoescritura’, de los textos digitales utilizados en Internet.
La producción cultural en las sociedades conectadas se realiza en el espacio propio de Internet, el ciberespacio, cuyas características se explicitan en el Capítulo III: Ciberespacio, producción de cultura y redes, escrito por Ana SACRISTÁN. Los internautas tienen acceso a muchos bienes culturales digitalizados (lectura) y, también, la libertad de elaborar sus propios textos, convirtiéndose en autores (escritura). Una nueva cultura de lo “común” va sedimentándose en Internet, con enormes repercusiones sobre el ‘copyright’ y los procesos de autoría. La vertiente comunicativa y la socialización en el mundo Internet, por su parte, claves para entender cómo es la vida en la ‘sociedad red’, son tratadas a través de las redes sociales, tema al que se concede bastante espacio y donde destaca el tratamiento transversal de lo considerado ‘real’ y ‘virtual’.
De modo general, en estos tres primeros capítulos del libro se introduce una pluralidad de voces remarcadas en cuadros, que remiten a las huellas, impresiones, recuerdos, ecos, resonancias que han dejado otras lecturas en la autora. La escritura es deliberadamente polifónica; esto es, un diálogo abierto que incorpora a pensadores pasados y presentes que conversan entre sí ante los lectores a través de sus textos. Introducir polifonías permite también que esos tres primeros capítulos tengan rupturas, cambios de ritmo, resquicios imprevistos en relación con las líneas argumentales principales.
En el Capítulo IV: Identidades digitales: límites poco claros, Dolors REIG y Gabriela FRETES exponen cómo se representa la identidad digital en Internet; lo que compartimos públicamente sobre nosotros mismos en las redes sociales, dando lugar a una realidad “extendida”. Las autoras defienden que cada vez se comunican imágenes más verdaderas del sí mismo en los perfiles propios creados en Internet, y que las identidades ‘idealizadas’, o falsas, van reduciéndose según avanza el proceso de maduración de los internautas. No olvidan la necesidad de proteger las identidades digitales.
Genís ROCA, en el Capítulo V: ¿Qué dice la Red de ti?, aborda también el tema de la identidad en Internet, de lo que hacemos y declaramos y las consecuencias que de ello se derivan, ya que los datos sobre nosotros mismos que facilitamos de modo libre, en particular en las redes sociales, son de gran interés para quienes desean conocer mejor quiénes somos y qué nos interesa. Como Genís Roca afirma, “ya hay quien valora a las empresas de acuerdo con los datos” que manejan. La identidad digital pública ha adquirido tal relevancia que se hace imprescindible aprender a gestionarla desde la consciencia y la eficacia.
El Capítulo VI: Remix: la nueva escritura popular, se centra en el estudio de las nuevas formas de alfabetización populares utilizadas en Internet, basadas en el “remix”, la remezcla digital. Los autores del capítulo, LANKSHEAR y KNOBEL, han dicho lo siguiente en su propio resúmen de este texto: “Para muchos jóvenes, escribir con textos es sólo una forma de expresar ideas. Poco a poco están descubriendo que escribir con una mezcla de imágenes digitales, sonido y vídeo es mucho más interesante y atractivo. Este tipo de remezcla digital es un proceso que implica tomar artefactos culturales y manipularlos y combinarlos en nuevos tipos de mezclas creativas. Este capítulo describe cómo la remezcla en sí es un elemento clave en cualquier cultura sólida y democrática. También explora el estatus de la remezcla digital como norma nueva para la escritura popular mediante el análisis de una serie de prácticas de remezcla, como el photoshopping, el remix musical, la machinima, la fanfiction, los vídeos de música de anime, y las aplicaciones web híbridas o mashups. Nos centramos sobre todo en el arte y en el oficio de remezclar para poner de relieve la complejidad y la sofisticación de muchas de estas nuevas formas de escritura popular”.
Daniel CASSANY en los Capítulos VII y VIII: Recursos para leer y Recursos para escribir, revisa de manera crítica y práctica las principales aplicaciones, bases de datos y fuentes que usamos los internautas para procesar comprensivamente textos escritos en la red. Ambos capítulos incluyen numerosos ejemplos, propuestas prácticas de tareas y recomendaciones para utilizar estos recursos de manera más eficaz, además de las palabras clave para encontrarlos en la Red.
En Recursos para leer, Capítulo VII, CASSANY explora las posibilidades que ofrecen los motores de búsqueda para buscar y encontrar datos, analiza las características de la enciclopedia digital más popular (Wikipedia), o de los diccionarios y bases de datos léxicas que usamos para encontrar el significado de las palabras desconocidas de un texto. También revisa el uso de los traductores automáticos para comprender escritos en segundas lenguas y ofrece una selección de vínculos útiles para facilitar la enseñanza de la comprensión lectora de manera digital.
En Recursos para escribir, Capítulo VIII, Daniel CASSANY analiza las tecnologías de la lengua más corrientes para producir textos con ordenador y “en línea”, como el procesador de textos, el verificador ortográfico, los traductores automáticos, los enormes corpus de textos para buscar concordancias u otras herramientas gramaticales sofisticadas, ejemplos de los cuales son los conjugadores o los analizadores morfosintácticos. También selecciona y comenta las webs más adecuadas en español para mejorar la redacción, o algunos recursos para practicar la corrección “en línea”, además de hacer algunas recomendaciones para escribir textos más idóneos para la Red.
El Capítulo IX versa sobre la Sociedad conectada en la blogosfera, escrito por Sonia SANTOVEÑA. La blogosfera es considerada una de las manifestaciones fundamentales de la cibercultura, dentro de la Web 2.0 (llamada también “web social”). La autora concibe el universo social, cognitivo y cultural de los blogs como un nuevo alfabetismo donde se mezclan e integran diferentes elementos digitales. En el estudio de la blogosfera aborda conceptos esenciales como los de construcción de la identidad, creación de cultura y participación social en el ámbito del ciberespacio, así como algunos nuevos modos de aprendizaje que están desarrollándose en nuestros días.
En el X y último Capítulo, TIC e innovación en la educación escolar española. Estado y perspectivas, Carles SIGALÉS, Josep MOMINÓ y Julio MENESES revisan las principales características del proceso de introducción de las TIC en la educación primaria y secundaria española, que generó grandes expectativas en el medio escolar. Los responsables políticos pusieron en marcha diversos planes y programas con el objetivo de digitalizar los centros educativos, así como acciones específicas destinadas a la formación del profesorado. ¿Han dado los frutos previstos? ¿Se cumplieron las expectativas? Las respuestas a estas preguntas están fundamentadas en una investigación a gran escala que los autores realizaron a partir de una muestra representativa de escuelas e institutos de España y que llevan a cabo desde 2007.
Ana SACRISTÁN
Facultad de Educación.
UNED.