Con un pie en el Este y otro en el Oeste, la capital de Finlandia ha ido absorbiendo influencias y estilos de sus vecinos. Quien recorra sus calles por primera vez se encontrará con retazos de San Petersburgo y rincones de Estocolmo, lo que ha contribuido a conformar una ciudad abierta, cosmopolita y orgullosa de los 450 años de historia con que recibió el año 2000.
Helsinki es una de las ciudades más modernas y vanguardistas del mundo. En el área metropolitana viven más de un millón de personas, lo que la convierte en la zona más densamente poblada del país. El área abarca cuatro ciudades, Helsinki (capital), Espoo, Vantaa y Kauniainen. Sin embargo, solamente la mitad de su superficie corresponde a zonas habitadas, ya que el resto lo ocupan parques, bosques, zonas litorales y lacustres que otorgan a la ciudad una personalidad muy definida. Si Finlandia es el país de los lagos, Helsinki es la ciudad de las islas, ya que su litoral está rodeado por un archipiélago de más de 300 islas, de las que algunas, como Suomenlinna o Pihlajasaari, son lugares preferidos para picnics y fiestas veraniegas.
A pesar de las latitudes, Helsinki es también una ciudad de arte y vida al aire libre. Durante buena parte del año y antes de que llegue el frío y la oscuridad invernal, la energía del sol parece dar una dosis extra de vitalidad a sus habitantes. La plaza y la avenida Esplanadi, así como sus calles aledañas, se convierten en un centro cultural al aire libre pleno de color, espectáculos y conciertos callejeros, donde propios y extraños ocupan las terrazas y parques en un rito de adoración al astro rey.
La mejor forma de recorrer Helsinki es desde el antiguo centro imperial de la ciudad ubicado en la plaza del Senado, donde la estatua del zar Alejandro II se levanta ante la imponente catedral luterana. Esta iglesia de traza neoclásica, junto con la mayor parte de los edificios que la rodean, data del siglo XIX y fue concebida por el arquitecto berlinés Carl Ludvig Engel, artífice de buena parte de la ciudad de Tallinn, en la vecina Estonia, y de San Petersburgo, en Rusia. En la cripta de la Catedral (Kirkkokatu 8) se organizan exposiciones y conciertos. Entre los edificios que rodean la plaza destacan la Universidad de Helsinki al oeste, con una biblioteca que vale la pena visitar, y el Consejo de Estado al este, antigua sede del Senado Imperial del Gran Ducado.
Unioninkatu 29. Horario: a diario de 9 a 18 h, junio a agosto de 9 a 24 h. Entrada libre.
Desde la plaza del Senado la calle Aleksanterinkatu, una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad, conduce hasta la plaza del Mercado, que se extiende a orillas del mar Báltico junto al puerto de Helsinki. Está presidida por una columna que culmina en el águila bicéfala, símbolo de los poderes inmutables de los Romanov, es decir, la iglesia ortodoxa y los zares. A su alrededor, mucho más prosaicos los puestos del mercado despliegan un batiburrillo de salmones, arenques, frutas y verduras, especias, flores multicolores, muñecas laponas, kuksas o tazas de madera para beber vodka, gorros de piel, calcetines de lana y gran variedad de artesanías. Desde el embarcadero de la plaza se puede subir a bordo de los barcos turísticos que recorren el archipiélago.