HANNAH ARENDT
Pensadora alemana, judía
ADOLF EICHMANN
Criminal nazi, teniente coronel de las Waffen-SS. Responsable de las deportaciones masivas de judíos en Europa
GERSCHOM SCHOLEM
Escritor y pensador judío
DOCTOR ROBERT SERVATIUS
Abogado alemán, defensor de Adolf Eichmann
STORFER
Miembro del Consejo Judío de Viena
MARTIN HEIDEGGER
Filósofo alemán
SARAH
Mujer judía, superviviente del Holocausto
VOZ EN OFF de un funcionario israelí
Luis Agius (Madrid, 1969) es compositor, concertista de piano y escritor. Comenzó sus estudios musicales en 1981 y compuso su primera obra musical en 1990. Ha publicado dos discos de piano, «Doce Klavierstücke» e «Interiores» (2001). Ha grabado con el patrocinio de la Fundación Autor su primera Opera «Monsalvat» (2005) y ofrecido recitales-concierto de poesía y piano en diversas capitales españolas desde 2001 (Madrid, Pamplona, Alicante,etc.) y en el extranjero en Bratislava (2002) y Bruselas (2005 y 2009, este último en el Concert Noble, organizado por la Unión Europea y el Gobierno de España).
Desde el año 2000 escribe en publicaciones especializadas sobre música y desde 2004, relatos breves. En el 2009 ha resultado premiado su relato Una cuestión de honor, y publicado en la revista «Abril» de Luxemburgo. También ha escrito su primera obra de teatro Todos somos Albert Camus publicada en 2010 por Ediciones Antígona.
En la actualidad, prepara su primer libro de relatos Músicos ante el abismo. Ha grabado un recital con piezas de Chopin y ha compuesto una pieza homenaje a las víctimas del tsunami y terremoto de Japón de 2011 Tsunami en Sendai y Amanecer en Tokio. Su última grabación comprende varias sonatas para piano de Beethoven procedentes del «Manuscrito Sileski».
www.luisagius.com
© Luis López-Hermoso Agius, 2013
© para todos los países en lengua española:
Ediciones Antígona, S. L.
C/ Prim 15, local - 28004 (Madrid)
Tel: 91.119.17.32
info@edicionesantigona.com
www.edicionesantigona.com
Primera edición, 2013
Directora de la colección: Concha López Piña
Diseño de cubierta: Ediciones Antígona
Editor: Ignacio Pajón Leyra
ISBN: 978-84-15906-11-7
ISBN digital: 978-84-15906-12-4
Depósito legal: M-15557-2013
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).
Jerusalén, 1961. La gran pensadora alemana de origen judío, Hannah Arendt asiste, como cronista del semanario New Yorker, a las sesiones del controvertido proceso judicial contra el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, uno de los principales ejecutores de la denominada «Solución Final» consistente en la deportación y el exterminio masivo de los judíos en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Una vez que el proceso ha finalizado, le es concedido a Hannah Arendt un permiso para entrevistarse con Eichmann y reflexionar sobre el papel del teniente coronel de las Waffen SS en el Holocausto. En ese «cara a cara» (¿sueño o realidad?) Hannah Arendt y Adolf Eichmann discutirán, junto a otros importantes personajes (Scholem, Heidegger,etc.) , sobre cuestiones tales como la culpabilidad y la responsabilidad de los criminales de guerra nazis y de la sociedad alemana, el nacionalsocialismo como totalitarismo, la cooperación de los dirigentes judíos en la ejecución del Holocausto, así como sobre la teoría de la gran pensadora acerca de «la banalidad del mal», del que Eichmann, en palabras de Hannah Arendt, se erigió en máximo exponente, al calificarlo como «burócrata de la muerte».
Luis Agius
MI NOMBRE ES SARAH
El sueño de Hannah Arendt
Ejecución de Adolf Eichmann, 31 de Mayo de 1962. Jerusalén. Sala de Ejecución. Luz focal sobre un hombre de mediana edad, calvo y con gafas. ADOLF EICHMANN, camina erguido hacia el patíbulo con las manos atadas a la espalda.Viste camisa blanca y pantalón negro.
VOZ EN OFF DE UN FUNCIONARIO
El Estado de Israel, de acuerdo con el fallo inapelable de su Tribunal Supremo, encuentra al acusado, Adolf Eichmann, teniente coronel de las Waffen-SS, responsable directo e inequívoco de la detención y deportación de cientos de miles de hombres, mujeres y niños inocentes a los campos de exterminio nazis en toda Europa y en particular le declara responsable de la deportación de 400.000 judíos de Hungría al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau para su aniquilación. Por tanto, el Tribunal Supremo del Estado de Israel declara al acusado Adolf Eichmann culpable de crímenes de lesa humanidad contra el pueblo judío y, en consecuencia y de acuerdo con las Leyes penales de Israel, le condena a morir en la horca. Sea cumplida la sentencia.
Luz focal sobre EICHMANN, que sube al patíbulo lentamente. Se coloca frente al público. Con un gesto de cabeza, solicita permiso para hablar. Una vez concedido el permiso, asiente, en señal de agradecimiento, y esbozando una sonrisa muy forzada, casi como una mueca, se dirige al público.
ADOLF EICHMANN
Quiero decir mis últimas palabras. No creo en el más allá, pero es nuestro destino, judíos y no judíos, volver a encontrarnos. ¡Viva Alemania! ¡Viva Argentina! ¡Viva Austria! Nunca las olvidaré.
EICHMANN permanece completamente solo ante la horca, contemplándola fijamente.
Oscuro
1961. Sala del Tribunal Supremo de Israel, completamente vacía. Estrado, banquillo, asientos para el público y en el centro una cabina de cristal para el procesado. En su interior, sentado ante una mesa con un micrófono, un hombre de mediana edad con gafas de pasta negra y casi calvo, vestido con un anodino traje gris. Frente a la cabina de cristal, una mujer, también de mediana edad, cabello negro rizado, vestida con un sobrio traje de chaqueta azul, pasea por la sala.
HANNAH ARENDT
Todo ha terminado. El veredicto del Tribunal se conocerá pronto.
ADOLF EICHMANN
Todo se ha cumplido.
HANNAH ARENDT
¿Está satisfecho? ¿Defraudado? ¿Cómo se siente, señor Eichmann?
ADOLF EICHMANN
En cierta medida, me siento aliviado.
HANNAH ARENDT
¿Cree que si le hubieran juzgado en Alemania la sentencia hubiera sido diferente? Muchos de sus camaradas nazis han escapado de la horca y se han enfrentado a penas relativamente leves.
ADOLF EICHMANN
Básicamente, no. Como es lógico, al no existir la pena de muerte en Alemania se me hubiera condenado a trabajos forzados, cadena perpetua… En fin, no perdería la vida. Pero esto en realidad no tiene importancia…
HANNAH ARENDT
(Pensativa, se detiene. De espaldas a ADOLF EICHMANN le pregunta con voz ronca.) ¿Se arrepiente de sus actos, señor Eichmann?
ADOLF EICHMANN
¿Es que vamos a empezar de nuevo, señora Arendt? Ya lo he afirmado en el juicio: no me siento culpable ni responsable de los actos que condujeron a los judíos a los campos de concentración, ni de su exterminio. Yo cumplía órdenes, como los demás. Mis actos son los típicos por los que se te condecora si se gana una guerra o por los que se te condena a muerte si se pierde. En todo caso, ha quedado demostrado que yo no he matado a ningún judío con mis propias manos. Jamás he matado, ni dado semejante orden. Sin embargo, volvería a hacer mi trabajo, sin vacilar ni un instante.
HANNAH ARENDT
(Con energía.) Es monstruoso lo que afirma, señor Eichmann. No debería eludir la gravedad de sus actuaciones…, aunque en verdad, pienso que no es usted más que un burócrata, un siniestro burócrata. Un burócrata de la muerte. Un probo funcionario al servicio de un Estado totalitario y criminal, exterminador de seres humanos y productor de cadáveres. Nada más. Y esto es lo terrible.
ADOLF EICHMANN