A lo largo de muchos siglos, con mucha ceremonia,
se había ido repitiendo la entrada y salida de las cuatro estaciones.
Siempre en el mismo lugar y en el momento adecuado.
A lo largo de muchos siglos, con mucha ceremonia,
se había ido repitiendo la entrada y salida de las cuatro estaciones.
Siempre en el mismo lugar y en el momento adecuado.
Año tras año, el señor Invierno saludaba educadamente
a la señorita Primavera
Y le dejaba libre el espacio que a ella le tocaba