Seis estampas de una vida a la deriva
Traducción de Ricard Vela
Título original Fu Sheng Liu Ji
Primera edición en esta colección: noviembre de 2012
© de la traducción (del inglés), Ricard Vela, 2012
© de la presente edición: Plataforma Editorial, 2012
Plataforma Editorial
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ISBN: 978-84-16820-02-3
Diseño de cubierta: Lola Rodríguez
Composición: Grafime
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Nuestra vida a la deriva es inestable como un sueño;
¿por cuánto tiempo podremos disfrutar?
LI BAI
«Nota sobre el festín en una noche de primavera, en el jardín de melocotoneros y ciruelos»
El autor de este libro, Shen Fu, nació en Suzhou en el último tercio del siglo XVIII, durante el apogeo de la dinastía Qing, la última antes de la proclamación de la República de China en 1912. Fue secretario y asistente privado de altos cargos de la administración, un comerciante ocasional fracasado y un amante trágico, y a la mitad de su cuarentena dejó constancia de su vida en seis emotivas «estampas» que han hecho, y siguen haciendo, las delicias de los lectores chinos desde que salieron a la luz en el siglo XIX.
Pese a que son mucho más que eso, las Seis estampas son conocidas entre los chinos como una historia de amor. Como tal, desde un punto de vista occidental constituyen un caso único. Porque, aunque se trata realmente de una historia de amor entre Shen Fu y su esposa Yun, es una historia de amor ambientada en una sociedad china tradicional, y así este amor coexiste y se entremezcla con los affaires de Shen Fu con cortesanas e incluso con los intentos de su esposa por conseguirle una concubina. Pero, aun así, con todo eso, no es menos amor, menos historia de amor.
De esta forma, además de sus muchos valores narrativos y líricos, esta obra constituye un valioso documento social e histórico, especialmente para los occidentales interesados. En él descubrimos las distintas percepciones y presunciones chinas, que a menudo nos parecen sorprendentes, sobre cuestiones sexuales o económicas; sobre los matrimonios concertados, una tradición aún presente hoy en día; sobre la concepción tradicional china de la «familia grande», que ha pugnado por sobrevivir frente a la concepción de la «familia pequeña» impuesta por la revolución comunista; sobre el rol de las cortesanas y de las concubinas; sobre las prácticas administrativas de un régimen antiguo, en el que los altos funcionarios tenían que ser primero letrados y sólo después burócratas (es decir, que sabían más de poesía de hacía mil años que de impuestos); sobre su concepto del honor o de la amistad, o sobre criterios estéticos, espirituales y aspiracionales que nos resultan a ratos tan atractivos como peculiares.
Además, por ser una obra privada y no destinada a publicarse, el libro es doblemente excepcional por su franqueza y por su falta de convencionalismos, lo que lo convierte también en una singularidad en la propia literatura china. Este pequeño volumen nos cuenta mucho más sobre la vida cotidiana de los chinos corrientes, y sobre los problemas y las emociones reales de esa larga época imperial, que la mayor parte de la literatura oficial de ese período, y a la vez está mejor escrito, es más claro y más detallado que cierta literatura popular habitualmente oscura y llena de circunloquios. Esta excepcionalidad de la obra se refleja también en su peculiar estructura. Ya que se trataba de una especie de diario íntimo que no estaba sujeto a las normas compositivas de rigor, Seis estampas no se organiza estructurado cronológicamente, sino que sigue determinados temas y los examina a lo largo de toda su vida, pero uno cada vez, con lo que se producen ciertas variantes al referirse al mismo hecho que le confieren un nuevo encanto.
El texto original del libro, tal como lo conocemos hoy, está incompleto. Las dos últimas de las Seis estampas se perdieron en algún momento anterior a que se descubriera un manuscrito de la obra en una librería de viejo y a que fuera publicado por primera vez en 1877 por parte de Yang Yichuan. A finales de la década de los treinta del siglo pasado, la World Book Company de Shanghái publicó la que pretendía ser la edición completa de la obra, descubierta por un tal Wang Chun-ching en Suzhou. Esta misma versión se ha reeditado unas cuantas veces en Taiwán, incluso no hace demasiado tiempo. Sin embargo, los dos últimos capítulos del libro se sabe positivamente que son falsos y que fueron copiados de obras de otros autores (véase el apéndice final). Aparte de esos dos apócrifos, la única información adicional que parece fidedigna es el testimonio del propio autor de que estaba trabajando en él en 1809.
Habría resultado extraño que una obra tan atractiva e inusual no hubiera llamado la atención de lectores y traductores extranjeros. Además de las muchas versiones en otras lenguas asiáticas (empezando por el japonés, el coreano y el malayo), la obra cuenta con un mínimo de cinco traducciones al inglés, por mencionar sólo las que son accesibles en la actualidad. También ha sido publicada en Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Holanda, Suecia, Israel, la República Checa, Rusia y ahora, finalmente, en España. La primera de todas ellas, al inglés, la debemos precisamente al célebre escritor Lin Yutang (autor, entre otras obras, del famoso ensayo La importancia de vivir), que la tradujo en 1935 para publicarla por entregas en formato bilingüe en un par de publicaciones del Shanghái cosmopolita de la época. Esta traducción todavía puede adquirirse hoy en forma de libro. En ella, justo antes de la aparición de la apócrifa versión completa, y quizá como detonante de la falsificación, Lin Yutang se hace eco en su introducción del testimonio de un viejo erudito de Suzhou, el señor Wang Tao, cuñado del primer editor de la obra, que recordaba haber visto el libro durante su niñez; es decir, durante la segunda o tercera década del siglo XIX. Ese dato le da las esperanzas necesarias para concluir su prólogo especulando con la posibilidad de que aún fuera posible hallar algún ejemplar completo en alguna biblioteca privada o librería anticuaria de Suzhou, circunstancia que no se ha producido todavía.
SEIS ESTAMPAS DE UNA VIDA A LA DERIVA