VIDA Y PENSAMIENTO DE MÉXICO
OCTAVIO PAZ EN LA DERIVA
DE LA MODERNIDAD
Primera edición, 2013
Primera edición electrónica, 2013
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ISBN 978-607-16-1567-1
Hecho en México - Made in Mexico
Jacques Lafaye (1930), historiador y antropólogo francés, especialista en estudios hispánicos y de historia de la cultura. Cursó la licenciatura en antropología en el Institut d´Ethnologie de París y la maestría y el doctorado en humanidades en La Sorbona, Francia. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 2000 y ha ocupado prominentes cargos en diferentes instituciones relacionadas con los estudios sobre Hispanoamérica: secretario general de la Société des Américanistes de París, profesor de la Universidad de Estrasburgo, director del Institut d’Études Ibériques et Latinoaméricaines de La Sorbona y consultante de la UNESCO.
Preámbulo. Vuelta a un mundo
I. El parisino. La otra orilla: entre Rive Gauche y “España peregrina”
II. El peregrino. De Homero en Mixcoac a Ulises en Manhattan
III. El solitario. Un Teseo romántico en el laberinto de la modernidad
IV. El visionario. Un Tocqueville mexicano, ¿o chicano?
V. El rebelde. La Décima Musa y el príncipe de los genios
VI. La persona. Amor, libertad, y las trampas de Eros
VII. La mirada. Analogía, cuerpo, escritura
Octavio Paz, plural y singular. Final… “Regreso a la unidad” (O. P.)
Nota editorial
Índice de nombres y obras
Láminas
Contra el silencio y el bullicio invento la Palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día.
OCTAVIO PAZ
Desde Baudelaire se ha ido comprendiendo poco a poco que la poesía era uno de los medios más insolentes de decir la verdad.
JEAN COCTEAU
No se puede vivir con la verdad —“sabiendo”—, el que lo hace se separa de los otros hombres, ya no puede participar de la ilusión de ellos. Es un monstruo —y eso soy yo.
ALBERT CAMUS
Ofrenda
El olmo que ha dado estas peras es el fresno
del jardín de Elena
a Elena y a su fresno,
en el alma
¡gracias!
Adán y Eva son el comienzo y el fin de cada pareja. Viven en el paraíso, un lugar que no está más allá del tiempo sino en su principio.
El paraíso es lo que está antes; la historia es la degradación del tiempo primordial, la caída del eterno ahora en la sucesión.
OCTAVIO PAZ
Por boca del bufón y del poeta habla la voz inmemorial de las pasiones, los delirios, los deseos, los temores, los dioses y los diablos, las obsesiones y las distracciones, los deseos y las cóleras, la voz de todos los poderes que nos habitan y nos lanzan fuera de nosotros mismos.
OCTAVIO PAZ
Las páginas que siguen no son programáticas; nacieron de la circunstancia, la triste circunstancia de la pérdida de Octavio Paz. Sus caminos librescos, académicos y amistosos se han cruzado con frecuencia con mis propias lecturas, mis andanzas, mis amistades. Al releer recientemente sus ensayos, surgieron del fondo de mi memoria, donde quedaban ocultos, los años y los autores de mi juventud, y el París de la posguerra. No hay biografía que no sea en alguna medida autobiográfica, como vamos a averiguarlo en el caso de Octavio Paz y sor Juana Inés de la Cruz, no obstante el sexo y los siglos que los separan; a fortiori puede darse con mayor legitimidad esta relación entre los coetáneos que hemos sido Octavio Paz y yo (a pesar de nuestra diferencia de edad, no tan grande porque las generaciones se definen por su “circunstancia”, que es experiencia); fuimos coetáneos y también coterráneos de París, México, Madrid, San Francisco (Berkeley), Nueva York, Boston (Cambridge, Massachusetts) y Alcalá de Henares, patria chica de Cervantes.
Cuando el gerente editorial del Fondo de Cultura Económica me pidió poner por escrito mis recuerdos y mis reflexiones sobre Octavio Paz, su obra y su persona, para publicarse en un número especial de La Gaceta, de homenaje póstumo, yo no pensé en escribir un libro.[1] Posteriormente, la Fundación Octavio Paz también me solicitó una conferencia sobre la obra del poeta, en el marco del Festival Cervantino de Guanajuato, dedicado a la memoria del escritor (se le pidió otra a Elena Poniatowska), y se me encargaron dos conferencias más en la Cátedra Extraordinaria Octavio Paz de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Como no me gusta repetir, he variado los temas y los enfoques. De tal modo que, poco a poco, estos trabajos por encargo se han convertido en el placer de la lectura, o relectura, de gran parte de los escritos de Octavio Paz. Ha sido un gozo y un enriquecimiento, a fin de cuentas, escribir para evocar a un hombre recordado y vivo, y redescubrir la riqueza y la coherencia de su obra actual y plural.
Lo que van a a leer a continuación fue hecho originalmente a partir de estas sucesivas conferencias, ampliadas para convertirse en otros tantos capítulos de un libro único; libro “consistente”, usando la palabra predilecta de Octavio Paz, no obstante ser en un principio membra disjecta. El lector no va a encontrar muchas referencias a la cuantiosa literatura crítica dedicada a la obra de Octavio Paz; con poquísimas excepciones no la he leído, no por desdén sino por situarse estos ensayos en otro plan y por no empañar mis recuerdos ni complicar mi propia lectura que es mirada retrospectiva. Lo que sé de la trayectoria intelectual de Octavio Paz en muchos casos es por experiencia personal o por tradición oral; a ratos me ha fallado la memoria; no tengo a la mano toda mi biblioteca ni mi archivo (que se encuentran en París) para hacer ciertas averiguaciones; con todo, creo que en esto no radica lo esencial.
¡Ojalá haya sido capaz, cosechando frutos del árbol de mi memoria, de mostrar cómo un joven poeta mexicano, de nombre Octavio Paz, se convirtió, hace medio siglo, en Nueva York y Berkeley primero, pero sobre todo después en París, en un espíritu universal!
Al dar la última mano a estos ensayos, he tomado conciencia de que, debido a la variedad de los intereses y las amistades, las lecturas y los escritos de Octavio Paz, la coherencia de su pensamiento y la constancia de sus compromisos, el presente libro va a parecer como un bosquejo de los avatares de la modernidad, de la civilización de Occidente, con la irreversible incursión de Paz en el Extremo Oriente. Poesía, historia, filosofía, política, antropología, crítica de arte y otros tantos aspectos de la obra de Octavio Paz que no se podrían entender sin una visión de conjunto de las sucesivas “circunstancias” políticas y espirituales, desde la revuelta romántica contra el racionalismo de las Luces hasta la revuelta libertaria contra el dogmatismo de los Estados totalitarios: la presente crisis de la modernidad, que todavía busca salida entre el corsé del mercado planetario y la enajenación por los mass media. Desorientada en este moderno laberinto de telecomunicaciones, la humanidad anhela un nuevo Teseo. ¿Será poeta, como soñaron Novalis y Heidegger? ¿O ingeniero informático, como Bill Gates? ¿O economista, como Keynes? ¿O más bien destructor de ídolos, como Nietzsche, Rimbaud y Paz?
Me sería imposible acabar este preámbulo sin dar constancia de mi deuda de gratitud para con mi mujer, Elena, quien me ha proporcionado, además de ideales condiciones de trabajo, la mayoría de los muchos libros que he necesitado leer, o más bien releer. Reconocimiento particular merece también mi hijo Olivier, quien ha hecho en París una intensa búsqueda de documentos fotográficos, hasta constituir un álbum que se podría publicar como complemento de mis ensayos si no fuera por su costo prohibitivo. Mi gratitud va asimismo para Teresa Guillén de Gilman, entrañable amiga que se parece tanto a don Jorge Guillén, en lo físico y lo espiritual, y, last but not least, a Marie José Paz, pues ambas han confirmado (rectificado, o infirmado en algunos casos) mis recuerdos y mis intuiciones, gracias al tesoro de su memoria, sus documentos y su generosidad.
J. L.
México, diciembre de 1998
[1] La Gaceta, núm. 330-331, junio-julio de 1998.