© Juan Hdez. Vigueras, 2015
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ISBN: 978-84-945281-9-4
Diseño de cubierta: Lucía Bajos
Portadilla
Créditos
Índice
Cita
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1. LOS FONDOS BUITRE Y EL NEGOCIO DE LA DEUDA SOBERANA
Fondos buitre y fondos inversores en deuda deprimida
La especulación de los fondos de inversiones en deuda en apuros
El desarrollo de los fondos buitre en acción
El mercado secundario de la deuda soberana, una innovación de Wall Street
Los préstamos bancarios se convirtieron en bonos soberanos
Financiarización y repercusiones sistémicas: oferta y demanda
Dependencia de los mercados financieros y endeudamiento
El mercado interconectado de los CDS: la prima de riesgo
Reestructuración de la deuda soberana y fondos buitre
¿Reestructurar o no reestructurar?
El oportunismo de los fondos buitre
Los CDS, un negocio adicional
Los litigios de acreedores discrepantes
La búsqueda de rentabilidad mediante litigios
Nueva York y Londres, centros financieros y de litigios internacionales
Rasgos básicos de los pleitos promovidos por los fondos buitre
La litigiosidad contra Estados deudores, una cuestión política actual
CAPÍTULO 2. LA DEUDA LATINOAMERICANA, NEGOCIO DE FONDOS BUITRE
La crisis de la deuda latinoamericana, una oportunidad para Wall Street
El Plan Brady para salvar los bancos estadounidenses
Las deudas soberanas, valores bursátiles
Todo un plan de reformas económicas y políticas
Financiarización y fondos buitre
El declive histórico de la inmunidad soberana vía litigios
El abandono del principio de cortesía internacional: Costa Rica
La deuda soberana es actividad comercial de los Estados: Argentina
La litigiosidad como negocio financiero: los Dart contra Brasil
La familia Dart de Florida
Con qué deuda que me quedo
Brasil se defiende de los Dart
CIBC Bank and Trust Co. (Cayman) Ltd. versus Banco Central do Brasil
Perú, una presa de los fondos buitre
Endeudamiento y reestructuración de deudas: el Plan Brady
El caso Pravin Banker Associates versus Perú
Elliot Associates inicia una nueva línea de negocio financiero
Paul Singer y su equipo de depredadores financieros
Paul Singer, un personaje de la plutocracia estadounidense
Depredadores profesionales asociados con Elliot
De Water Street Bank a Red Mountain Finance Company
La estrategia de negocio de un fondo buitre
Demandas contra Panamá
«Perú pagará íntegramente o será demandado»
El abandono de la doctrina Champerty
El actual entorno de la litigiosidad financiera: a la caza de activos
Litigios de Paul Singer para embargar activos peruanos
Los intentos de embargo de activos de Ecuador
El acoso de Nicaragua por el fondo LNC Investments
NLC Investment versus República de Nicaragua
El bloqueo de los flujos de pagos internacionales
La defensa de los activos de los bancos centrales
CAPÍTULO 3. ARGENTINA AFRONTA EL ACOSO DE LOS FONDOS BUITRE
El endeudamiento infinito de la etapa neoliberal y del Plan Brady
Por qué Argentina se declaró en suspensión de pagos en 2001
La influencia de los factores externos
La crisis económica e institucional: el corralito
¿Deuda ilegítima?
La complicada reestructuración de 2005 y de 2010
El problema de los «holdouts»
Las políticas del FMI y el reembolso de sus créditos
Los fondos buitre de Paul Singer y Kenneth Dart
La Elliot Management Corporation de Paul Singer
El fondo buitre NML Capital Limited
Los fondos Dart Management y EM Limited
Kenneth Dart, apátrida voluntario
El error estratégico de Argentina
Por qué Argentina acusa a los fondos buitre
El liderazgo de Paul Singer
Especuladores con influencia política
Beneficios sin contrapartidas
Efectos dañinos para el país
La agencia ATFA y el lobismo entre los legisladores
Una agencia profesional de lobby
Campañas de opinión y de presión internacional
Los fondos buitre actúan en las cámaras legislativas de los EE.UU.
Proyectos de ley contra Argentina en el Congreso estadounidense
Proyectos de ley contra Argentina en la Legislatura del Estado de Nueva York
Presión internacional: el secuestro de la fragata Libertad y los embargos
La fragata Libertad, secuestrada por los fondos buitre
Las batallas de los embargos
Demandas de arbitraje
De la sentencia del juez Griesa al «default selectivo o restrictivo»
Decisiones judiciales antisistema
La interpretación novedosa de la cláusula pari passu
Una sentencia de imposible cumplimiento
Repercusión en el sistema financiero
Una decisión judicial más que polémica
Los problemas político-financieros provocados
La difícil posición del Banco de NY Mellon y la inquietud del mundo financiero
El apoyo político de la OEA para Argentina y del IIIF para la negociación
Las respuestas del Gobierno argentino
El negocio con los CDS soberanos argentinos
La decisión adoptada por la ISDA
La intervención desde Argentina
CAPÍTULO 4. ÁFRICA, PRESA DE LOS BUITRES FINANCIEROS
La explotación financiera de la pobreza africana
Las políticas de liberalización y desregulación en África
Las ayudas internacionales contra la pobreza: los PPME
El mercado secundario de deuda soberana africana
Las ayudas internacionales contra la pobreza: los PPME
El mercado secundario de deuda soberana africana
El extraño comercio de las deudas de Liberia
Los efectos devastadores de los litigios internacionales
Cuatro fondos buitre sobre Camerún
Elliot Associates y la corrupción del Congo-Brazaville
Los fondos buitre sobre la cleptocracia del Congo-Kinshasa
Los fondos Themis y Des Moines
El fondo FG Hemisphere de Peter Grossman
La autoimagen del depredador financiero Peter Grossman
Cómo Peter Grossman «combatió» la corrupción en Zaire
Los sucesivos intentos de embargo
El fondo Red Mountain Finance y otros buitres
El escándalo de Zambia llegó al G-8
La repercusión internacional
CAPÍTULO 5. LOS FONDOS BUITRE REBUSCAN BENEFICIOS EN LA CRISIS EUROPEA
Fondos buitre también sobre Europa
Por qué a los fondos buitre les atrae la deuda en apuros
Los fondos especializados ojean la deuda europea
Objetivos: los bancos, las grandes empresas y la deuda soberana
Los fondos buitre rentabilizan las deudas de Grecia Y Chipre
El endeudamiento público griego tuvo otros responsables
La deuda griega devaluada, oportunidad para buitres financieros
La reestructuración de la deuda, gran negocio para la gran banca
Los tratados bilaterales de inversiones, fuente de ganancias privadas
Especuladores a cuenta de un país en bancarrota: Pôstovà
Los fondos buitre Dart Management y Elliot Associates
La crisis de Chipre de rebote de la reestructuración griega
El Laiki Bank: el grupo financiero Marfin contra el gobierno chipriota
Demandas actuales: sólo la punta del iceberg
La Banca financiera-especulativa socializa las pérdidas
Irlanda: el fondo Fir Tree se lucró con el Anglo Irish Bank
La nacionalización y venta del Anglo Irish Bank
La venta del banco nacionalizado
La venta del banco nacionalizado
El negocio del fondo buitre Fir Tree Partners
El fondo Fir Tree Fund hizo caja con los bonos del Anglo Irish Bank
Los negocios de los fondos buitre en España
Elliot Management y otros fondos buitre de rebajas por España
El negocio de las viviendas sociales protegidas
Los activos seleccionados de la SAREB
Bancos y plataformas inmobiliarias
Los fondos especulativos se posicionan en el mercado inmobiliario
Los litigios internacionales por las energías renovables
De la especulación a los pleitos de los inversores
Los inversores demandantes
La factura la pagarán los contribuyentes españoles
CAPÍTULO 6. MEDIDAS PREVENTIVAS Y REGULACIÓN MULTILATERAL CONTRA LOS FONDOS BUITRE
Las iniciativas legislativas contra los fondos buitre
El proyecto de ley francés ignorado
La ley belga contra los fondos buitre
El desinterés del Congreso de EE.UU. por la regulación
La ley británica de 2010 y 2011 sobre reducción de la deuda
Medidas contractuales preventivas contra los fondos buitre
La interpretación polémica de la cláusula pari passu
Las dos interpretaciones de la cláusula pari passu
Las recomendaciones del FMI
Las cláusulas pari passu, instrumento de los fondos buitre
Reestructuraciones vinculantes: las cláusulas de acción colectiva (CAC)
No son la panacea para la reestructuración de la deuda soberana
Acreedores discrepantes, oportunistas y fondos buitre
¿Serán eficaces las Euro-CAC para prevenir litigios de acreedores?
La regulación multilateral pendiente
El fallido proyecto de reestructuración de la deuda soberana
La ONU aboga por la regulación multilateral de las quiebras de Estados
Hacia un verdadero régimen de reestructuración de la deuda
La ONU asume el problema y la solución impulsada por los países deudores
Notas
«Tengo la esperanza de que la política pueda recuperar la primacía sobre la economía y la ética sobre ambas,
y a través de foros continentales
y mundiales encontrar respuestas para atender la explosión demográfica, la carestía de recursos, el deterioro ambiental (que ha llevado al cambio climático),
la pobreza, la violencia y las migraciones, mediante acuerdos para:
1) Crear un ordenamiento internacional de competencia que garantice la seguridad jurídica
y un ordenamiento político gobernable.
2) Vincular los flujos financieros internacionales a objetivos económicos reales de crecimiento
y ocupación y no de especulación….»
HANS KÜNG, sacerdote suizo católico y teólogo,
Ética mundial en América Latina (2008)
«Tan grande era la maldad de señores ricos y poderosos que compraban reclamaciones de deudas y que por intermedio de sus altas e influyentes posiciones, infundían temor en los tribunales y con ello garantizaban sentencias injustas y sin fundamento, que se hizo necesario, tempranamente en Inglaterra, promulgar leyes para impedir tales prácticas».
Con esta cita de un caso judicial ocurrido en el siglo XVI, el juez Sweet de Nueva York apoyaba su fallo en la sentencia del caso Elliot Associates contra Perú, denegándole a este fondo buitre la petición de que le reembolsaran por su valor íntegro los bonos soberanos adquiridos con descuento; luego, este fallo fue anulado por el tribunal de apelación. Sin embargo, recientemente en el caso del fondo NML Capital frente a Argentina, la decisión del juez federal de Nueva York ratificada por el Tribunal Supremo, concedía a este otro fondo buitre estadounidense un beneficio del 1.600 por ciento sobre la inversión que hizo en devaluados bonos viejos de Argentina y que se había negado a canjear en años anteriores.
Desde que la política de los EE.UU., siguiendo los dictados de Wall Street, convirtió los préstamos de los bancos a los Estados en productos financieros comercializables, las entidades de financieros pocos escrupulosos encontraron una línea de negocio en el endeudamiento de los países en desarrollo, aprovechando la compra de deuda soberana con descuento para reclamar ante los tribunales el cobro del valor nominal íntegro, aunque el país se quedara sin recursos económicos para atender las necesidades básicas de sus gentes.
Esta es la actividad que ha caracterizado a los fondos dedicados a ese negocio y les ha valido el apelativo de buitre. Y desde los años noventa, a medida que el Estado se vio privado de la inmunidad jurídica histórica ante tribunales extranjeros, se han sucedido los litigios internacionales promovidos por los fondos de inversión especulativa contra países endeudados de América Latina y de África, con la pretensión de conseguir ante los tribunales la rentabilidad que los mercados no les daban (capítulos 2 y 4). El problema es que, como demuestran recientes investigaciones, se ha producido un importante crecimiento de los litigios promovidos por estos fondos en la década de 2000.
Argentina es el caso paradigmático, porque desde su salida del pozo de endeudamiento en que le dejó la cruenta dictadura militar, sigue afrontando desde hace más de trece años el acoso de un potente grupo de fondos buitre que, además de plantear continuos litigios, dispone de una agencia de lobby propia para, entre otras cosas, degradar internacionalmente la imagen del país del Cono Sur (capítulo 3). Y este caso inacabable ha demostrado cuán vulnerables son los países que toman decisiones soberanas para afrontar una crisis grave de la deuda; porque la sentencia de los tribunales estadounidenses a favor de estos fondos y contra Argentina, como admitía recientemente el FMI, «podría tener consecuencias generalizadas para futuras reestructuraciones de deuda soberana mediante el aumento de influencia de los acreedores discrepantes».
Este es uno de los problemas que preocupan en Europa ante la posibilidad de reestructuraciones de la deuda soberana.
Porque, además, la estrategia depredadora de estos fondos calificados como buitres, se ha generalizado actualmente con la expansión de los mercados de deuda en las economías europeas más vulnerables. En especial, los casos de Grecia, Chipre o España, muestran que los gobiernos están siendo demandados por inversores especuladores extranjeros en razón de decisiones que no han tomado libremente sino bajo el imperio de la Troika (FMI, BCE y Comisión Europea). Estos fondos especulativos ignoran también la prerrogativa de cualquier Estado soberano para decidir, por razones de superior interés general en tiempos de crisis, medidas que no pudieron preverse con antelación, independientemente de si son discriminatorias para los inversores extranjeros.
Con la fuerza de sus posiciones minoritarias de bloqueo, los fondos buitre no aceptaron la reestructuración con quita de la deuda griega y Grecia les ha seguido pagando el 100 por cien del valor nominal de sus bonos. Irlanda ha sido otro terreno para los depredadores financieros internacionales, como muestra el caso del fondo buitre Fir Tree Partners; porque aunque no fuera el país más afectado por la crisis en la periferia de la zona euro, para muchos fondos de inversiones especulativas ofrecía oportunidades de inversión rentables, gracias a la combinación de un grave desastre financiero, un gobierno neoliberal puro y duro, leyes de reestructuración propicias y otros factores favorables.
Y en España, Elliott Management Corporation, un fondo especulador del multimillonario estadounidense Paul Singer, al que nos referiremos en varios de los casos que hemos analizado en este libro, se ha embolsado ya mil millones de euros de créditos morosos de Bankia y 300 millones de euros del Grupo Santander. En todos estos casos, como ha sucedido en Irlanda, las estrategias de fondos buitre de las firmas de Goldman Sachs y de Blackstone les lleva, incluso, a buscar la rentabilidad de operaciones inmobiliarias no ya por la vía de la venta posterior, cuando la coyuntura haya mejorado, sino como oportunidades de negocios financieros, empeorando de hecho las condiciones contractuales en perjuicio de los inquilinos de las viviendas sociales adquiridas de Comunidades y Ayuntamientos. Y es que en la Eurozona, la aplicación de la opción europea en favor de la gran banca, la denominada consolidación fiscal y la llamada austeridad o empobrecimiento de las poblaciones y del nivel de actividad económica real, han atraído a numerosos fondos de inversión especulativa hacia los países más tocados por la recesión económica y sometidos a la dictadura de la Troika. Y esto se ha producido a medida que ha ido aflorando la devaluación generalizada de toda clase activos, generados por situaciones de gran endeudamiento e insolvencia que, a su vez, dan lugar a nichos rentables para los grandes fondos de inversión especulativa, calificados como fondos buitre, que la ortodoxia financiera prefiere denominar fondos de inversión en deuda deprimida o en apuros. A esos nichos privados se suman las acumulaciones de deuda de los países soberanos más endeudados y vulnerables. Y estos países europeos se han convertido en mercados atractivos para los fondos especulativos con gran capacidad financiera, que están en disposición de acudir allá donde haya coyunturalmente disponibles activos en venta a precios de saldo o necesidad de liquidez, sean de bancos o empresas o hasta de los Estados, porque la comercialización de las deudas privadas o públicas se integran también en los mercados financieros globales (capítulo 5).
La visión económica dominante la expresa muy bien un analista del Financial Times: «estos fondos no picotean en los cadáveres de las empresas que han muerto sino que tratan de devolverles a la vida… A pesar de que sitúen ante todo sus rendimientos, y a veces se pierdan puestos de trabajo, proporcionan liquidez valiosa cuando otros no lo harán.» Pero esta visión de la doctrina neoliberal dominante, que contempla a los fondos buitre como sanadores de las economías, ignora los costes totales y los efectos sociales nocivos de las experiencias de las últimas décadas y de los casos que analizamos en este libro.
Todas estas prácticas financieras depredadoras, que se cubren bajo la expresión de fondos buitre, representan la expansión a las áreas más vulnerables de las economías de la estrategia refinada practicada en la reestructuración de la deuda externa impuesta a Grecia por la Troika, de la que han salido ganando Elliot Associates y Dart Management, fondos acreditados como buitres familiares para latinoamericanos y africanos. Y frente al problema actual de estos fondos, que buscan obtener ganancias litigando en las crisis de endeudamiento soberano, tras la crisis del euro y el rescate de Grecia, la Unión Europea acordó la inserción obligatoria de cláusulas contractuales para los nuevos bonos de la Eurozona que hagan posibles las reestructuraciones vinculantes de la deuda. Y el FMI, que abandonó el proyecto de acuerdo multilateral de regulación, recomienda asimismo cláusulas contractuales en las emisiones de bonos que permitan, llegado el caso, un acuerdo de reestructuración por mayoría de los acreedores que prevenga de los acreedores discrepantes (capítulo 6). Son las denominadas soluciones de mercado, basadas en la voluntad de los acreedores, sin abordar la desregulación vigente para las finanzas.
Aunque los países de la Unión Europea mostraron posiciones divergentes, hemos de esperar que se cumpla la resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2014, con el apoyo abrumador del voto de 124 países miembros para la creación de un mecanismo regulador de la reestructuración de la deuda soberana de los países. Una regulación multilateral necesaria que facilite una salida ordenada y justa a las quiebras de los Estados; y que habrá de impedir la obstrucción de los fondos buitre, que pretenden beneficiarse mediante litigios contra el Estado deudor. Un asunto sobre el que los países en desarrollo habían venido abogando durante mucho tiempo con el fin de impedir las acciones de fondos especuladores, que «erosionan las ganancias derivadas de la condonación de la deuda para los países más pobres y hacen peligrar el cumplimiento de las obligaciones de derechos humanos de estos países», como se denunciaba hace pocos años desde África; y que hoy contemplamos que también afecta a Europa.