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Akal / Básica de bolsillo / 279

Chester Himes

Plan B

Edición e introducción: Michael Fabre y Robert E. Skinner

Traducción: Axel Alonso Valle

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Nota a la traducción

La traducción de una obra de Chester Himes requiere siempre un esfuerzo especial. La comunidad negra o afroamericana de los Estados Unidos, a la cual pertenecía el autor, posee unos rasgos culturales propios respecto del conjunto mayoritario de la sociedad estadounidense blanca. Las novelas de Himes, al estar fuertemente enraizadas en sus experiencias vitales y el entorno en el que estas se desarrollaron, beben también en gran medida de ese trasfondo cultural, lo que dificulta su comprensión por parte de aquellos lectores que no estén familiarizados con él. Para conseguir trasladar con éxito el escenario novelesco del escritor a la cultura española y su idioma, se hace imprescindible llevar a cabo una serie de adaptaciones que creemos conveniente explicar.

En primer lugar, buena parte de los personajes de Himes pertenecientes a la comunidad negra no habla inglés americano estándar, sino una variante dialectal conocida como Black English, que probablemente tuvo su origen en una lengua criolla entroncada con el portugués y hablada por los esclavos negros que llegaron de África. Esta lengua, en contacto con el inglés, iría evolucionando y adaptándose hasta convertirse en lo que comporta hoy. No se trata, pues, de una versión degradada del inglés americano, sino de una lengua distinta que ha evolucionado de manera paralela a él y cuya mayor influencia en su forma actual comporta dicho idioma. Sin embargo, la percepción que la sociedad blanca estadounidense ha tenido tradicionalmente de este dialecto es que se trata de un inglés «mal hablado», repleto de errores gramaticales y con una pronunciación vulgar e incorrecta. El que la mayoría de sus hablantes haya vivido en la pobreza y la marginalidad durante siglos no ha contribuido naturalmente a que tal percepción cambiara hasta hace relativamente poco, cuando los lingüistas comenzaron a llevar a cabo estudios serios sobre el Black English y sus orígenes.

Dada la imposibilidad de trasladar directamente al castellano los rasgos lingüísticos del dialecto, entre los cuales se cuentan unas características gramaticales propias y un argot que sirve para reafirmar la identidad de la comunidad negra en una sociedad blanca, se ha optado por adaptarlo atendiendo a la impresión que su uso provoca en los personajes (blancos en su mayoría) hablantes de inglés estándar, la lengua considerada «de prestigio». Por tanto, los diálogos de los personajes negros de estrato social más bajo, que son aquellos en los que los rasgos del Black English se encuentran más patentes, se han traducido de modo que el lector tenga la impresión de que utilizan un lenguaje vulgar e inculto, recurriendo para ello a una escritura fonética que no se ajusta necesariamente al castellano normativo (truncamiento de palabras, utilización de apóstrofos para unir vocablos, uso de ciertos vulgarismos, etc.), pero que busca la comprensión del mensaje por parte del lector de manera rápida y sencilla. De este modo, al conservar en la traducción esa diferencia lingüística entre negros y blancos, que Himes quiso trasladar fielmente a sus historias, reproducimos la barrera invisible que separaba (y aún separa, hasta cierto punto) ambos grupos sociales.

Aquellos negros que han conseguido integrarse algo más en la sociedad blanca o poseen cierto nivel de estudios, como el célebre dúo de detectives protagonista de la Serie de Harlem o Tomsson Black, no utilizan este dialecto y hablan un inglés totalmente estándar (exceptuando coloquialismos, usos puntuales del argot o algún que otro rasgo vernáculo), razón por la cual sus diálogos han sido traducidos normalmente al castellano.

La jerga habitual utilizada por los hablantes del Black English más puro está relacionada con el entorno del gueto. No es de extrañar, por tanto, que gran parte de ese vocabulario del que se nutre haga referencia a conceptos pertenecientes al mundo del crimen, las drogas, el sexo y otros aspectos de la vida marginal. Abundan también los términos despreciativos referidos a los blancos, en un número tan amplio como los utilizados por estos para referirse a los negros. En la traducción de este argot negro se ha procurado buscar equivalentes en castellano que posean aproximadamente el mismo significado que los términos originales. No obstante, debido a la complejidad de estos últimos y a las diferencias culturales, es inevitable que parte de dicho significado se pierda en el proceso. En el caso de la jerga policial, criminal y de la calle en general, la correspondencia ha sido en muchos casos más sencilla, y se ha recurrido a la utilización de palabras españolas que denotan la misma realidad. No se ha creído necesaria la inclusión de un glosario ni de notas al pie que clarifiquen estos términos, pues se considera que el lector medio español está relativamente familiarizado con ellos o porque su sentido es fácilmente deducible del contexto. En lo relativo a la traducción de los insultos racistas, desgraciadamente (desde el punto de vista lingüístico), el castellano es mucho menos rico en ellos que el inglés, lo cual limita las posibilidades a la hora de trasladarlos a nuestro idioma.

Los personajes que aparecen también en la novela en representación de lo que en los EEUU se conoce como white trash, «basura blanca», los blancos sureños de clase baja, a los cuales se atribuye generalmente un escaso sentido de la ética y la moral, se expresan mediante un lenguaje basto e inculto que hemos querido respetar asimismo al traducir. Aunque las desviaciones de dicho lenguaje respecto del inglés estándar no son las mismas que las del Black English, es inevitable que esos matices se pierdan en la traducción, y que parezca simplemente que ambos grupos sociales, negros y blancos pobres, hablan de manera similar.

Por último, queremos justificar la decisión de no traducir los apodos y los nombres de pila con significado de los personajes de la novela. La razón que nos ha llevado a ello ha sido principalmente el deseo de mantener el «sabor» típicamente americano del escenario, además de la dificultad que entraña en ocasiones hallar un equivalente ajustado en castellano de algunos apodos, aunque, con objeto de facilitarle la comprensión de la narración al lector, ofrecemos aquí una lista de los apelativos que aparecen en ella junto con una traducción de sus significados:

Grave Digger Jones

Sepulturero (Digger) Jones

Coffin Ed Johnson

Ataúd Ed Johnson

T-bone

Chuleta de vacuno (con el hueso en forma de T)

Tang

Sabor fuerte

Hope

Esperanza

Lovely

Precioso, mono o encantador

Cotton Tail

Cola de algodón

Nookie

Rajita, chochito

Little

Pequeño

Fertile Myrtle

Myrtle la Fértil

Moss

Musgo

Piggy

Cerdito

Bible

Biblia

Pan

Sartén

Tomsson Black

Negro hijo de Tom

Gee

¡Pasallá! (orden para hacer que los animales de tiro o labranza giren a la derecha)

Haw

¡Güesque! (orden para hacer que los animales de tiro o labranza giren a la izquierda)

Se han introducido en el texto notas al pie que aclaran referencias culturales de la historia, aunque, en cualquier caso, se ha moderado la inserción de las mismas con el fin de no entorpecer en exceso la lectura.

Para más información sobre las características del Black English y consejos para su traducción, remitimos al artículo: M. Mateo Martínez-Bartolomé, «La traducción del Black English y el argot norteamericano», Revista Alicantina de Estudios Ingleses 3 (1990), pp. 97-106.