El libro conciso de los puntos gatillo
Manual profesional y de autoayuda
Esta nueva edición de El libro conciso de los puntos gatillo: Manual profesional y de autoayuda ha sido patrocinada y publicada por la Society for the Study of Native Arts and Sciences (dba North Atlantic Books), una institución formativa sin ánimo de lucro de Berkeley, California, que trabaja con colaboradores para el desarrollo de perspectivas transculturales y holísticas del arte, la ciencia, las humanidades y la curación, así como para el fomento de la transformación personal y global publicando trabajos sobre la relación entre cuerpo, espíritu y naturaleza.
Copyright de la edición original: © 2005, 2008, 2014 Simeon Niel-Asher
Esta obra se ha publicado según el acuerdo con Lotus Publishing
© Todos los derechos reservados
Título original: The concise book of trigger points
Autor: Simeon Niel-Asher
Traducción: Ute Fischbach Sabel
Diseño de cubierta: Rafael Soria
Edición: M.ª Ángeles González Moreno
© 2017, Editorial Paidotribo
www.paidotribo.com
E-mail: paidotribo@paidotribo.com
Segunda edición revisada y aumentada
ISBN: 978-84-9910-603-8
ISBN EPUB: 978-84-9910-698-4
Fotocomposición: Editor Service, S.L.
Índice
Índice
Prefacio
Lista de abreviaturas
Introducción
Capítulo 1 Autocuración mediante técnicas de autoayuda
Una historia real
Breves comentarios antes de empezar
Autotratamiento
¿Cuál es mi punto?
Técnicas de autoayuda para la liberación de los puntos gatillo
Capítulo 2 Músculo esquelético, mecánica muscular y flexibilidad
Músculo esquelético
Fisiología de la contracción muscular
Mecánica musculoesquelética
Flexibilidad
Desarrollo embriológico de la fascia
Capítulo 3 Puntos gatillo y formaciónde los puntos gatillo
Definición de los puntos gatillo
Acupuntura o acupresión y puntos gatillo
Fibromialgia
Puntos reflejos de Chapman (puntos sensibles) frente a puntos gatillo
Factores nutricionales y bioquímicos
Implicación del sistema nervioso vegetativo (SNV) o autónomo
Diagnóstico diferencial
Puntos gatillo y tipo de fibra muscular
Formación de los puntos gatillo y postura
Puntos gatillo posturales y «patrones cruzados»
Puntos gatillo en sarcómeros
Fisiopatología de los puntos gatillo
Sensibilización periférica y central
Clasificación de los puntos gatillo
Síntomas de los puntos gatillo
Hallazgos físicos
Recomendaciones al paciente
Capítulo 4 Protocolos de técnicas terapéuticas
Palpación
Inyecciones y punción seca
Punción seca
Rociado y estiramiento
Protocolos de liberación de los puntos gatillo (LPG) con terapia manual
Técnicas manuales: detalles
Técnicas de estiramiento y relajación
Preguntas frecuentes (PF) de los profesionales
Capítulo 5 Estiramiento y ejercicio
Fitness y flexibilidad
Estiramiento
Fortalecimiento
Capítulo 6 Más allá de los puntos gatillo
Combinación de todos los elementos
Complejidad
Atractores caóticos
Superpuntos gatillo (SPG)
Meridianos miofasciales
Técnica de Niel Asher (NAT)
Liberación tridimensional (3D)
Capítulo 7 Músculos de la cara, cabeza y cuello
Epicráneo (occipitofrontal)
Orbicular del ojo
Masetero
Temporal
Pterigoideo externo o lateral
Pterigoideo interno o medial
Digástrico
Escalenos anterior, medio y posterior
Esternocleidomastoideo (ECM)
Articulación temporomandibular (ATM)
Síndrome de la articulación temporomandibular
Dolor de cabeza
Dolor cervical
Capítulo 8. Músculos del tronco y la columna
Erector de la columna
Músculos cervicales posteriores
Multífido/rotadores
Esplenio de la cabeza/esplenio del cuello
Oblicuo externo del abdomen
Transverso del abdomen
Recto abdominal
Cuadrado lumbar
Iliopsoas o psoas-ilíaco (psoas mayor/ilíaco)
Diafragma
Dolor en la columna lumbar
Capítulo 9 Músculos del hombro y del brazo
Trapecio
Elevador de la escápula
Romboides (mayor y menor)
Serrato anterior
Pectoral mayor
Dorsal ancho
Deltoides
Supraespinoso
Infraespinoso
Redondo menor
Subescapular
Redondo mayor
Bíceps braquial
Tríceps braquial
Dolor de hombro
Capítulo 10 Músculos del antebrazo y de la mano
Pronador redondo
Palmar largo
Flexores de la muñeca
Braquiorradial
Extensores de la muñeca
Extensor de los dedos
Supinador
Oponente del pulgar/aductor del pulgar
Músculos pequeños de la mano
Dolor en la muñeca
Capítulo 11 Músculos de la cadera y del muslo
Glúteo mayor
Tensor de la fascia lata
Glúteo medio
Glúteo menor o mínimo
Piriforme
Músculos isquiotibiales
Aductores
Pectíneo
Sartorio
Cuádriceps
Dolor pélvico
Dolor de rodilla
Capítulo 12 Músculos de la pierna y del pie
Tibial anterior
Extensor largo de los dedos/extensor largo del dedo gordo
Peroneo largo/corto/tercero
Gastrocnemio
Plantar
Sóleo
Poplíteo
Flexor largo de los dedos/flexor largo del dedo gordo
Tibial posterior
Músculos superficiales de los pies
Músculos profundos de los pies
Dolor en el tobillo
Dolor en el pie
Glosario de direcciones anatómicas
Bibliografía
Índice temático
Índice de músculos
Prefacio
Bienvenidos al comienzo de este apasionante viaje. Soy consciente de que se pueden encontrar muchos libros sobre los puntos gatillo y quiero agradeceros que leáis justamente este. En el año 2003 me solicitaron que escribiera la primera edición de El libro conciso de los puntos gatillo, y me alegra ver que desde entonces se ha traducido a más de 20 idiomas y se ha convertido en un best seller en todo el mundo. Ahora, más de 10 años después, he actualizado y renovado completamente el contenido. Me satisface poder compartir las actuales investigaciones, evidencias y técnicas avanzadas para los fisioterapeutas, así como los protocolos de autoayuda más simples, que se pueden ejecutar en casa.
Muchos de los que leéis este libro sufrís de manera innecesaria dolores e incapacitaciones. Gran parte de ello se puede aliviar de forma rápida y eficiente con un simple tratamiento de los puntos gatillo. Mi máximo deseo es que en las páginas de este libro podáis encontrar alivio.
Simeon Niel-Asher
www.nielasher.com
Lista de abreviaturas
AC |
Acetilcolina |
ACG |
Arteritis de células gigantes (arteritis temporal) |
APEI |
Acortamiento primario de la extremidad inferior |
ATM |
Articulación temporomandibular |
ATP |
Adenosina trifosfato |
BC |
Bradicinina |
CAP |
Cadena anterior profunda |
CAS |
Cadena anterior sagital |
CL |
Cadena lateral |
CPS |
Cadena posterior sagital |
CRCA |
Contracción y relajación/contracción del |
|
antagonista |
CRMR |
Contracción y relajación/mantenimiento |
|
y relajación |
DLM |
Drenaje linfático manual |
ECM |
Esternocleidomastoideo |
EIAI |
Espina ilíaca anterior inferior |
EIAS |
Espina ilíaca anterior superior |
EIET |
Estimulación intramuscular con electroterapia |
EIM |
Estimulación intramuscular |
EIP |
Enfermedad inflamatoria pélvica |
EMG |
Electromiograma |
EPOC |
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica |
FNP |
Facilitación neuromuscular propioceptiva |
GI |
Gastrointestinal |
GTO |
Órgano tendinoso de Golgi |
HIPG |
Hipótesis integrada de los puntos gatillo |
HLA |
Human leukocyte antigen (antígeno leucocitario |
|
humano) |
IR |
Inhibición recíproca |
IT |
Iliotibial |
LES |
Lupus eritematoso sistémico |
LOP |
Línea oblicua posterior |
LPG |
Liberación de los puntos gatillo |
LTR |
Lesión por tensiones repetidas |
MMO |
Medicina de manipulación osteopática |
MRP |
Masaje de roce profundo |
MT |
Mioterapia |
MTC |
Medicina tradicional china |
NAT |
Niel-Asher technique (técnica de Niel Asher) |
NLP |
Programación neurolingüística |
NMDA |
N-metil-D-aspartato |
ORL |
Otorrinolaringología |
PGM |
Punto gatillo miofascial |
PMT |
Placa motora terminal |
PNSC |
Programación neurosomática cortical |
REL |
Respuesta de espasmo local |
RPI |
Relajación postisométrica |
RPM |
Receptor polimodal |
RS |
Retículo sarcoplásmico |
RTA |
Road traffic accident (accidente de tráfico) |
SNC |
Sistema nervioso central |
SNP |
Sistema nervioso periférico |
SNS |
Sistema nervioso simpático |
SNV |
Sistema nervioso vegetativo o autónomo |
SPG |
Superpuntos gatillo |
TATM |
Trastorno de la articulación temporomandibular |
TCI |
Técnica de compresión isquémica |
TCT |
Tensión-contratensión |
TEM |
Técnicas de energía muscular |
TFL |
Tensor de la fascia lata |
TLP |
Técnica de liberación posicional |
TNM |
Técnica neuromuscular |
Introducción
Sobre el autor
A los 14 años aprendí osteopatía con mi tío abuelo Sidney Roseneil, que en la década de 1960, una época con grandes cambios en la medicina moderna, trabajaba como osteópata, acupuntor y naturópata. Ya entonces creía firmemente en la capacidad de autocuración del organismo. La medicina de manipulación osteopática (MMO) hace hincapié en la capacidad innata del organismo de curarse a sí mismo y enseña técnicas para desencadenar esta respuesta «semiautomática». El organismo dispone de mecanismos autorreguladores y autocurativos que aventajan y superan a la medicina moderna. A través de mi trabajo como osteópata he aprendido a sentir y a comprender la potencia del «lenguaje preverbal del contacto». Cuando en mi segundo año de facultad conocí los puntos gatillo (PG), supe que había encontrado algo especial. En los siguientes dos años y medio, un grupo de amigos y yo nos pasamos los fines de semana visitando, escuchando y aprendiendo con el doctor en osteopatía David Warren, «el maestro» en acción.
Desde mi licenciatura en 1992, he estado trabajando activamente como osteópata, investigador, estudiante y profesor. Durante más de 22 años he tenido el privilegio de conocer y ayudar a miles de pacientes. Me siento afortunado por tener una familia excepcional, grandes amigos y una maravillosa carrera de proyección internacional. He podido conocer personas muy interesantes y formar parte de su camino a la curación. He viajado por todo el mundo y trabajado con estrellas del pop, actores de Hollywood, gurús, políticos y deportistas olímpicos. En 1999 desarrollé y promocioné la denominada técnica NAT (Niel-Asher technique). Todo ello gracias a que he conocido y aprendido uno de los secretos mejor guardados de la medicina del dolor: el tratamiento de los puntos gatillo.
Sobre nosotros
Los dolores agudos y crónicos son señales muy motivadoras. Cuando sentimos dolor, somos vulnerables, y a menudo intentamos hacer todo lo que nos proponen. Consultamos con un médico que nos hace una resonancia magnética y un análisis de sangre para después darnos un medicamento y enviarnos a casa diciendo que ¡no tenemos nada! O, peor aún, que todo está en nuestra mente. Quizá hayamos probado recurrir a la fisioterapia, nutrición y dietas, acupuntura, quiropráctica, osteopatía, masajes, técnica de Bowen o Pilates, etc., y todo en vano. En la era de la información, nos vemos cada vez más bombardeados por una sorprendente gama de medicamentos nuevos, dietas novedosas, terapias y terapeutas, todos «vendiendo su producto».
El tratamiento de los puntos gatillo es una propuesta auténtica: funciona con rapidez, es reproducible, está basado en evidencias y es fácil de controlar. La pregunta es: ¿por qué no lo aprenden y aplican todos los médicos y terapeutas manuales? La verdad es que con el tiempo todos lo harán. De una u otra manera, aun sin saberlo, muchos médicos utilizan los puntos gatillo cada día en su trabajo. Aprender a utilizarlos de manera adecuada aumentará la eficiencia, la rapidez y la eficacia del tratamiento.
Sobre el dolor
El dolor muscular (miogénico) y la disfunción pueden deberse a muchos factores, como los traumatismos, las posturas crónicas, las lesiones deportivas y las enfermedades sistémicas. El dolor muscular es una parte clave de nuestro mecanismo de protección y defensa. El dolor es una alarma valiosa que nos informa de que algo va mal.
Además, los puntos gatillo se han visto implicados en una serie de patologías y a menudo pueden imitar otras. Las patologías que con frecuencia tienen un punto gatillo en su origen van desde la cefalea, la otalgia y la odontalgia hasta el dolor de espalda, el codo de tenista (lateral) e incluso los mareos.
En este libro vamos a aprender a identificar el origen de nuestro dolor y a aplicar un alivio sencillo y eficaz en casa. Espero que los terapeutas que ya están trabajando con los puntos gatillo consideren este manual como una guía concisa, práctica, clínicamente útil y relevante. En los capítulos 4 y 5 he incluido las técnicas avanzadas, como la punción seca, la técnica de rociado y estrechamiento, la facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) y los protocolos NAT básicos.
Sobre este libro
Este libro se ha diseñado con un formato de referencia rápida para ofrecer información útil sobre los puntos gatillo relacionados con los principales músculos esqueléticos, que tienen una importancia central en el masaje, el trabajo corporal y la fisioterapia. La información sobre cada uno de los músculos se presenta en un estilo uniforme a lo largo de toda la obra. Más abajo se pone un ejemplo (figura 1) y se comentan los significados de los títulos en negrita (algunos músculos tendrán una versión abreviada de lo explicado en el ejemplo).
La X que marca el punto
Pese a que se hayan incluido los puntos/marcas en las regiones de los puntos gatillo más comunes, cabe destacar que la localización de los puntos gatillo no es exacta, sino aproximada. Existen una serie de factores que influyen en la localización exacta de un determinado punto gatillo. La miofascia es un continuo, en el que tendrán influencia en la localización y la formación de los puntos gatillo variaciones menores como, por ejemplo, la anatomía, la postura o el cargar peso. En la práctica habitual del «mundo real», vemos que la localización de los puntos gatillo varía ligeramente de los puntos determinados en los capítulos 7 a 12. La variación de dirección, amplitud y fuerza de aplicación tendrá influencia en la localización de los puntos gatillo.
Nota sobre la inervación periférica
El sistema nervioso comprende:
• Sistema nervioso central (es decir, encéfalo y médula espinal).
• Sistema nervioso periférico (incluido el sistema nervioso vegetativo o autónomo; es decir, todas las estructuras nerviosas fuera del encéfalo y la médula espinal).
El sistema nervioso periférico consiste en 12 pares de nervios craneales y 31 pares de nervios espinales (con sus correspondientes ramas). Los nervios espinales se enumeran conforme al nivel de la médula espinal del que salen (el nivel se conoce como segmento espinal).
Para quienes necesiten conocerla, en este libro se detalla la inervación periférica principal para cada uno de los músculos presentados. A menudo, dependiendo de las fuentes consultadas, los segmentos vertebrales* (figura 2) de los que emanan las fibras nerviosas difieren. Esto se debe a que a los anatomistas les es extremadamente complicado seguir las vías de un nervio individual a través del entramado con otras fibras nerviosas cuando pasa por su plexo (plexus,‘trenza’ en latín = red de nervios). Por ello, este tipo de información ha derivado principalmente de la observación clínica empírica más que de la disección del cuerpo.
Para dar la información más exacta posible, he replicado el método utilizado por Florence Peterson Kendall y Elizabeth Kendall McCreary. Kendall y McCreary (1983) integran la información de seis textos de referencia de anatomía de renombre, a saber: los escritos por Cunningham, deJong, Foerster y Bumke; Gray, Haymaker y Woodhall, y Spalteholz. Nosotros hemos aplicado el mismo procedimiento y después hemos cruzado nuestros datos con los resultados de Kendall y McCreary, con lo que en este libro hemos adoptado el siguiente sistema para reflejar la relevancia de las raíces nerviosas más importantes de cada músculo.
Para la explicación nos basaremos en el ejemplo del músculo supinador. Está inervado por el ramo profundo del nervio radial, C5, C6, C(7). Se indica el segmento vertebral relevante con la letra [C] y los números [5, 6, (7)]. Las cifras en negrita [p. ej., C 6] indican que la mayor parte de las fuentes (al menos cinco) coinciden. Las cifras que no están en negrita [p. ej., C5] reflejan una coincidencia de tres o cuatro fuentes. Las cifras sin negrita y entre paréntesis [C(7)] reflejan coincidencia de sólo dos fuentes o, en caso de más de dos fuentes, éstas lo consideran como de poca importancia. Si un segmento vertebral sólo es mencionado por una fuente, no se considera. En consecuencia, el tipo en negrita indica la inervación principal; si no va en negrita, indica inervación menor, y si va entre paréntesis, sugiere inervación posible o infrecuente.
* Un segmento vertebral es la parte de la médula espinal que da su salida a cada par de nervios espinales (un par consiste en un nervio en el lado izquierdo y otro en el lado derecho del cuerpo). Cada nervio espinal contiene fibras motoras y fibras sensitivas. Inmediatamente después de su salida a través de los agujeros (apertura entre vértebras adyacentes), los nervios espinales se dividen en el ramo primario dorsal (dirigido hacia atrás) y el ramo primario ventral (dirigido hacia delante o el lateral). Las fibras de los ramos dorsales inervan la piel y los músculos extensores de nuca y tronco. Los ramos ventrales inervan las extremidades y la superficie lateral y anterior del tronco.
1 Autocuración mediante técnicas de autoayuda
Una historia real
Breves comentarios antes de empezar
Autotratamiento
¿Cuál es mi punto?
Técnicas de autoayuda para la liberación de los puntos gatillo
Una historia real
Vamos a empezar con una historia real. La madre de John F. Kennedy contaba que él había sido un niño muy enfermizo. Estuvo a punto de morir por la escarlatina poco antes de su tercer cumpleaños. A los cinco años tuvo la tosferina y la varicela, que le dejaron con una salud muy precaria. En la adolescencia, pese a practicar mucho deporte e intentar mantenerse sano, John desarrolló problemas digestivos y a los 14 años sólo pesaba 43 kilogramos. Finalmente se le diagnosticó una colitis y una celiaquía. También sufría de dolores de espalda. A los 17 años su padre estaba tan preocupado que le envió a la clínica Mayo en Rochester (Minnesota), donde le diagnosticaron la enfermedad de Addison de las glándulas suprarrenales (hipotiroidismo).
Con el tiempo, John desarrolló dolores musculares. Sus problemas empezaron después de que durante el servicio militar sufriera un accidente en la columna, a consecuencia del cual tuvo que someterse a cirugía mayor. Dado que la intervención fue sólo parcialmente exitosa, tuvo que recibir un tratamiento medico y llevar un corsé ortopédico, pero sus dolores iban de mal en peor; según su hermano, la espalda era «una fuente constante de dificultades». Conforme avanzaba el tiempo, ya no podía tocarse los dedos de los pies y ni siquiera podía atarse los cordones de los zapatos. En ocasiones tenía que utilizar muletas, y debía tomar medicación de manera permanente. Estos medicamentos le ayudaron durante un tiempo, pero dejaron efectos secundarios indeseados, como depresión, osteoporosis, dolor muscular crónico y espasmos musculares.
Janet y John
Cuando ya se encontraba en la treintena, un amigo le presentó a una médica «controvertida, pero brillante», la doctora Janet Travell, pionera en un nuevo tipo de tratamiento denominado terapia miofascial de los puntos gatillo. Le trató con regularidad y le recomendó utilizar taloneras y una mecedora para aliviar su dolor. Después de unas pocas semanas, John empezó a encontrarse mejor; por primera vez en su vida podía controlar y reducir el dolor. De hecho, el tratamiento de la doctora tuvo un «éxito tan profundo» que ayudó a John a conseguir y a mantener su maravillosa carrera: ¡una carrera que cambió el mundo!
Finalmente, John logró aliviar su dolor, que se había resistido a los médicos más eminentes; sus problemas eran mecánicos: sus músculos habían desarrollado puntos gatillo. El tratamiento de la doctora Travell era «natural», mecánico y simple; había sabido encontrar la forma de liberar los códigos ocultos del dolor dentro del sistema muscular. John agradeció públicamente el trabajo de la doctora Travell. Poco tiempo después de que se convirtiera en el presidente de Estados Unidos, nombró a Janet su «médica personal», la primera mujer y una de los pocos civiles que han ostentado este puesto. Hasta su muerte en 1987, a la edad de 95 años, la doctora Travell continuó explorando y desarrollando sus teorías y la ciencia en la que se basan los puntos gatillo. A lo largo del tiempo, su legado se ha ido investigando, perfeccionando y validando. Ahora ha llegado el momento de que nosotros podamos beneficiarnos de estas técnicas tan simples, pero tan potentes.
Breves comentarios antes de empezar
Puede haber muchos motivos por los cuales tenemos puntos gatillo, por lo que es importante considerar nuestros puntos gatillo en el contexto del resto del organismo. Hay que destacar que las técnicas presentadas en esta obra no sustituyen el tratamiento de un médico cualificado; pese a que las molestias y los dolores de los puntos gatillo son comunes, en ocasiones puede haber una patología subyacente. Siempre es recomendable que un médico cualificado o un fisioterapeuta con experiencia establezcan un diagnóstico correcto de la patología.
Dolor agudo y crónico
Los expertos estiman que los puntos gatillo miofasciales son la causa principal ¡en el 75-95 por ciento de los casos de dolor muscular! Por ello, si sabemos lo que significan los puntos gatillo y aprendemos a «apagarlos», es muy probable que podamos superar el dolor.
Los puntos gatillo se presentan por diferentes motivos; algunos de los factores más comunes que hay que tener en cuenta son:
• Postura con la cabeza en anteversión (patrón cruzado superior).
• Hombros redondeados (patrón cruzado superior).
• Ladear la cabeza (postura cuando hablamos por teléfono).
• Estrés por factores ocupacionales/ergonómicos.
• Estar de pie encorvado (patrón cruzado inferior).
• Sentarse encorvado (p. ej., delante de la pantalla del ordenador/ergonomía).
• Sentarse con las piernas cruzadas.
• Postura habitual y/o hábitos.
• Postura al conducir.
• Escoliosis.
• Hipermovilidad articular.
• Levantar/cargar pesos.
• Síndrome de la ATM.
• Síndrome del latigazo cervical.
• Acortamiento primario de la extremidad inferior (APEI).
• Actividad o deporte repetidos.
• Deficiencia crónica de vitaminas y/o minerales.
• Deficiencia de hierro e hipotiroidismo.
• Factores iatrogénicos (inducidos por la medicación).
En caso de dolor crónico o de larga duración se producirán compensaciones y adaptaciones en una serie de músculos de forma local e incluso en zonas alejadas de donde se localiza el dolor.
Los puntos gatillo pueden ser activos (dolorosos) o inactivos (latentes). También se pueden manifestar en músculos secundarios o como satélites en y alrededor de la vecindad del dolor primario. Pueden imitar patologías como angina, bursitis, prostatitis, apendicitis, cistitis, artritis, esofagitis, síndrome del túnel carpiano, enfermedad inflamatoria pélvica, diverticulosis, costocondritis, ciática y dolor por ataque cardíaco o biliar.
Puntos gatillo 101
El término punto gatillo fue acuñado en 1942 por la doctora Janet Travell para describir zonas o nódulos dolorosos que se sienten como bandas tensas en el músculo. Todos los puntos gatillo parecen tener las siguientes características:
• Dolor, a menudo especial, presente en un determinado punto.
• Nódulo sumergido en una banda tensa en el músculo.
• La presión reproduce los síntomas de dolor, con irradiaciones en una distribución específica y reproducible (mapa).
• El dolor no puede explicarse con los hallazgos obtenidos en un examen neurológico.
Una de las características más importantes de los puntos gatillo es que pueden encontrarse sumergidos en los músculos alejados de donde se siente el dolor. En parte, éste es el motivo del fracaso de muchos tratamientos. Con mucha frecuencia, en lugar de buscar el origen del dolor, los terapeutas y los médicos consideran el lugar donde duele. El punto gatillo acorta y engrosa el músculo que lo alberga y reduce su eficacia; esto puede dar lugar a una presión sobre nervios y vasos sanguíneos. Conocer los puntos gatillo y sus mapas nos ayudará a encontrar la fuente del dolor.
¿Cuáles son las características físicas de los puntos gatillo?
Nuestro idioma no es suficientemente sofisticado como para describir las sensaciones: lamentablemente, todavía no hemos desarrollado un vocabulario idóneo para clasificar lo que sentimos con nuestras manos. Teniendo en cuenta esta limitación, intentaremos clasificar los puntos gatillo según lo que sentimos:
• Nódulos pequeños del tamaño de una cabeza de alfiler.
• Nódulos del tamaño de un guisante.
• Bultos grandes.
• Varios bultos grandes unos cerca de los otros.
• Puntos sensibles sumergidos en bandas tensas de un músculo semiduro que sentimos como una cuerda.
• Bandas como cuerdas situadas una cerca de la otra como espaguetis parcialmente cocidos.
• La piel por encima de un punto gatillo está ligeramente más caliente que la piel circundante (debido a un aumento de la actividad metabólica/autonómica).
Miofascia
Imaginemos que somos una naranja. Nuestra piel es la fascia (superficial), repleta de pelos y receptores; la parte blanca y dura debajo de la piel es la fascia; las bolsas que rodean cada segmento son fascias (profundas), y si miramos muy detenidamente, el zumo de la naranja se engloba en bolsas de fascias incluso más pequeñas. En cierta medida, algo similar ocurre en nosotros: nuestra fascia está por todas partes. Envuelve y soporta los órganos, los huesos y los tendones. Cuando rodea los músculos, se denomina miofascia o fascia muscular. La fascia es un tejido vivo y tiene memoria; también contribuye al transporte y desplazamiento de productos químicos y de otras sustancias por el organismo. Cuando hablamos de «puntos gatillo miofasciales», nos referimos a un punto gatillo en un músculo específico y su fascia envolvente. Las miofascias conectan muchas zonas del organismo, por lo que, en ocasiones, se denomina tejido conectivo.
¿Qué es el tratamiento de los puntos gatillo?
El tratamiento de los puntos gatillo cubre una serie de técnicas destinadas a desactivar estos nódulos dolorosos. Muchos métodos son manuales y prácticos; pueden realizarse en casa con un compañero, o cuando estamos solos, utilizando «herramientas» para los puntos gatillo. En combinación con algunos cambios sencillos, mediante el tratamiento de los puntos gatillo es posible obtener resultados drásticos, inmediatos y sostenidos. Los objetivos de este tratamiento son simples:
• Identificar el(los) punto(s) gatillo correcto(s).
• Determinar cómo o por qué se manifiestan.
• Utilizar las técnicas apropiadas para desactivar el (los) punto(s).
• Desarrollar estrategias para prevenir que se reproduzcan.
La presión en los puntos gatillo:
• entumece y alivia el dolor en la zona tratada y en la zona del dolor percibido;
• atenúa las vías de retroalimentación del dolor;
• interrumpe el ciclo vicioso de dolor y espasmo;
• estira las estructuras tensas, lo que tendrá un efecto directo en otros tejidos;
• abre la bolsa miofascial que es como una envoltura de plástico que rodea, reviste y soporta los músculos;
• estimula el suministro de sangre y elimina el detritus y las toxinas;
• incrementa la liberación de los potentes agentes analgésicos, las denominadas endorfinas;
• afecta el sistema nervioso vegetativo/autónomo.
¿Qué es un mapa de dolor referido?
¡Atención! El dolor referido del punto gatillo no es lo mismo que un dolor referido al hombro por apendicitis o el dolor en maxilar/brazo asociado a un ataque cardíaco. Cuando mantenemos la presión en un punto gatillo doloroso durante 5-6 segundos, debe activarse parte del mapa o todo el mapa: de este modo, se deben reproducir nuestros síntomas (a menudo, en un lugar remoto a la zona presionada).
¿Qué es el sistema nervioso vegetativo (SNV)?
Nuestro SNV se ocupa de las funciones vegetativas, como el sudor, la digestión y la respiración. Los puntos gatillo pueden causar o contribuir a muchos síntomas desconcertantes del SNV como sudor, palidez de la piel, frialdad, piel de gallina, enrojecimiento, hipersudoración, mareo, dismenorrea, disfunción de la evacuación, otalgia (dolor de oído), congestión nasal y dificultades respiratorias.
Autotratamiento
El simple hecho de conocer lo que son los puntos gatillo y cómo pueden desencadenar el dolor resulta terapéutico. La reproducción de nuestro dolor en el contexto terapéutico prueba que no estamos «locos» y nos procura una poderosa herramienta de autoayuda. En mi opinión, es esencial reforzar a mis pacientes para que mejoren por sus propios recursos, ya que «el conocimiento es poder». Antes de empezar, debemos estudiar los músculos, conocer el proceso terapéutico y orientarnos.
El autotratamiento nos ayudará a conocer, gestionar y controlar nuestro propio dolor, en casa y sin terapeuta. Una vez que empezamos a familiarizarnos con el trabajo en los puntos gatillo, incluso podemos encontrar amigos, familiares o vecinos que quieran tratarse. ¡Quién sabe, algún día quizá llegamos a convertirnos en terapeutas!
A lo largo de este libro, basándome en mis largos años de experiencia, he ido indicando las técnicas de autoayuda y los estiramientos más eficaces.
¿Qué equipo necesitamos?
Debemos disponer de una cama (o camilla), aunque a veces es suficiente una tabla acolchada. Necesitaremos una crema o loción para la técnica de masaje de roce. También precisaremos algunas «herramientas de presión» para proteger dedos y manos.
¿Cómo sabremos que se trata de un punto gatillo?
Debemos buscar:
• Rigidez en el músculo afectado/huésped.
• Sensibilidad puntual (dolor preciso).
• Nódulo o banda tensa palpable.
• Presencia de dolor referido.
• Reproducción (precisa) de los síntomas.
• Posible pérdida de la elasticidad cutánea en la región del punto gatillo.
La zona afectada puede ser más húmeda o más caliente (o más fría) que los tejidos circundantes y puede asemejarse un poco al papel de lija.
¿Qué procedimiento debemos utilizar para la palpación? (véase la figura 4.1 en el capítulo 4)
• Yema de los dedos: no olvidar tener las uñas cortadas (cuanto más cortas, mejor).
• Dedos planos: utilizar la punta de los dedos para desplazarlas por encima de la piel sobre las fibras musculares.
• Palpación en pinza: pinzado del cuerpo del músculo entre el pulgar y los restantes dedos, haciendo rodar las fibras musculares hacia delante y hacia atrás.
• Palpación con mano plana: útil en la región abdominal (vísceras).
• Codo: permite una palanca más potente y más corta, lo que puede ser una ventaja clara.
¿Cómo debemos presionar/autotratar un punto gatillo?
Aquellos que ya han trabajado antes con los puntos gatillo, conocerán estas técnicas a la perfección. Los demás deben saber que hay dos técnicas muy sencillas, seguras y eficaces: 1) técnica de compresión isquémica (TCI), y 2) masaje de roce profundo (MRP).
¿Cuánta presión debemos aplicar?
Esto es algo que averiguaremos con la experiencia, pero como regla principal, cuanto más doloroso sea el tejido, más lenta y más profunda deberá ser la presión. En cualquier caso, las palabras clave son trabajar lentamente y a fondo. El masaje de roce profundo debe ser como apretar con suavidad un tubo de dentífrico para extraer la pasta.
Otro factor que determina la cantidad de fuerza que debemos aplicar es el tipo de musculatura (fibras fásicas tipo I/tónicas tipo II) y nuestra morfología. Estos aspectos influirán en la profundidad del tratamiento. Si nuestra constitución es «fuerte», debemos trabajar con bastante vigor, sobre todo en los músculos posturales. Si es más delgada, no necesitaremos aplicar tanta fuerza para provocar cambios en los tejidos (véase el capítulo 2).
¿Cuál es la dirección de la presión o la fuerza?
Es deseable aplicar una presión directa, constante y profunda en el nódulo o el punto gatillo tipo guisante. He intentado representar esto con la idea de una zona caliente; el núcleo del punto gatillo se encuentra en algún lugar dentro de esta zona. Siempre que sea posible, debemos encontrar la dirección de la presión que reproduzca el dolor exacto del que se queja el paciente. A menudo me sorprendo de que un leve cambio en la dirección de la presión cause un dolor totalmente diferente en otro lugar. Tenemos que indicar al paciente que nos avise cuando hayamos «llegado».
¿Cómo podemos saber que hemos aplicado presión suficiente?
Hay que mantener el punto gatillo durante 6 segundos:
• Si el dolor disminuye con rapidez, continuar hasta que el punto gatillo se ablande o se evapore debajo de la presión.
• Si el dolor se mantiene o empeora, retirar la presión durante 15 segundos y volver a intentar.
• Repetir tres veces si es necesario.
• Si tras la tercera repetición no se desactiva el punto gatillo, tomamos nota de ello, dado que puede ser un punto secundario o satélite.
¿Qué debemos hacer después de haber liberado el punto?
Todo trabajo profundo debe seguirse de un masaje de roce superficial generalizado y suave. La zona en la que realizamos el trabajo profundo todavía puede seguir siendo dolorosa, pero no debemos evitarla. Esto ayuda a eliminar las toxinas inductoras del dolor de la zona y a estimular la reparación de la fascia.
¿Los puntos gatillo y los patrones de dolor referido son iguales en todas las personas?
Por lo general, sí. Sin embargo, alguna vez se desplazan en función del tamaño, la forma, el peso, etc. Estos factores modificarán la relación de grasa/músculo y moverán la posición de los puntos gatillo. Asimismo, tendrán un efecto en los planos de la fascia y, en consecuencia, en la localización de los puntos gatillo. De forma similar, los tejidos cicatriciales o queloides pueden provocar una desviación del patrón de tensiones miofasciales y, por ende, de la localización del punto gatillo.
¿Qué ocurre con el tipo de fibra muscular o su orientación?
Dependiendo de cuál es su localización en el cuerpo y cuál es su función, las fibras musculares se disponen en diferentes estructuras (véase la figura 2.4, capítulo 2). Esto permite que el músculo genere más fuerza o una fuerza más específica. Por ello, la localización de un punto gatillo central variará en función de la disposición de las fibras musculares en un determinado músculo. Por ejemplo, en el caso de una disposición multipennada de las fibras musculares, puede haber varios puntos gatillo en el centro de cada uno de los componentes funcionales.
¿Qué cremas o lociones podemos utilizar?
En general, es mejor evitar el uso de aceites que pueden hacernos resbalar una vez que hemos encontrado el punto de presión. Yo utilizo la crema clásica del recipiente azul de Nivea. Alternativamente, es suficiente utilizar crema de árnica o cremas acuosas naturales mezcladas con esencia de vitamina E (con cuchara de madera). También se pueden utilizar geles de Petroleum, polvos de talco o esencias para masaje si el paciente tiene alergia a la lanolina.
¿Cuál es la frecuencia del tratamiento?
En mi experiencia, la terapia manual de autoayuda debe efectuarse en tres sesiones suaves no más de una vez al día y preferiblemente con un intervalo de tres a cuatro días. Las pelotas, los rodillos o los ganchos deben utilizarse hasta 10 minutos por sesión y hasta seis veces al día.
Herramientas
Pese a que los dedos, los codos y los pulgares siguen siendo los instrumentos terapéuticos más utilizados, se han desarrollado una serie de herramientas de autoayuda para la manipulación de los puntos gatillo, como:
• Pelotas.
• Bastones o cañas.
• Knobbles.
• Sistema TOLA.
• Rodillos (espuma).
Cada una de estas herramientas tiene efectos terapéuticos diferentes. En general, están diseñados para aplicar presión sobre un punto gatillo específico o para el estiramiento de los músculos después del tratamiento. Se comercializan muchas herramientas y cada una de ellas tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
En lugar de las manos o los codos, podemos utilizar herramientas como las pelotas y el knobble para aumentar la presión y reducir el estrés de los dedos. Otras herramientas, como el Theracane y el sistema TOLA, nos permiten llegar a puntos de difícil acceso.
Las herramientas se pueden utilizar de pie, sentados, acostados o acostados lateralmente. Dado que es fácil sobreestimular un punto gatillo activo, debemos presionar con lentitud y suavidad hasta encontrar la presión correcta. Debemos mantener el punto hasta que se ablande o hasta que el dolor remita. Las herramientas de presión pueden utilizarse hasta seis veces al día, en función de en dónde se localiza el problema crónico.
Para más información, visita la página web: www.nielasher.com.
¿Con qué frecuencia debemos tratar un punto gatillo con pelotas o ganchos?
Esto depende de lo agudo o crónico que sea el problema. En un punto gatillo crónico, podemos trabajar hasta seis veces al día: la constancia se verá recompensada. Un problema agudo puede requerir menos trabajo que uno crónico. Si consultamos con un médico experimentado, esto cambia. Sin embargo, quiero destacar que debido a una serie de factores, la frecuencia puede variar de un caso a otro.
¿Nos podemos lesionar?
Si identificamos el punto correcto y lo desactivamos con cuidado, la respuesta es: probablemente no. Puede haber cierto dolorimiento hasta 48 horas tras el tratamiento. Si el dolorimiento se mantiene o empeora, hay que interrumpir de inmediato el tratamiento y consultar con el médico.
¿Pueden producirse hematomas?
Si seguimos las instrucciones, no deben producirse hematomas, aunque si estamos en tratamiento con anticoagulantes, sí pueden presentarse. Con el tiempo y la experiencia, los hematomas son cada vez más raros. En mi experiencia, no es la profundidad (fuerza) del tratamiento lo que provoca hematomas, sino trabajar con demasiada rapidez (velocidad). Debemos intentar sentir los músculos y los nódulos dolorosos debajo de la piel. Las cremas y los comprimidos de árnica pueden reducir la incidencia y gravedad de los hematomas. Lamentablemente, hay personas que tienden más que otras a desarrollar hematomas.
Recomendación
Debemos intentar sentir los músculos y los nódulos dolorosos debajo de la piel e ir aumentando con lentitud la presión; no proceder con demasiada celeridad.
¿Pueden presentarse dolores o efectos secundarios después del tratamiento?
No es raro que durante 24 a 36 horas después del tratamiento sintamos dolores o molestias, aunque no está claro si esto se debe a los efectos del tratamiento o a efectos secundarios. Las reacciones al tratamiento son frecuentes y más fuertes tras la manipulación cervical. Si bien es bastante controvertido, estas reacciones están proporcionalmente relacionadas con la eficacia del tratamiento. Dichas reacciones pueden incluir otros síntomas asociados, como fatiga o sensación de «gripe», aumento de la micción, letargo y aumento de la somnolencia.
Estiramiento
Es recomendable efectuar estiramientos en el momento, cada hora, en el día del tratamiento y después tres veces al día durante varias semanas a varios meses. En donde corresponde, se presentan los diagramas de estiramientos de cada músculo.
Estilo de vida y dieta
Los estudios han demostrado que existen temas de salud subyacentes (como la deficiencia de ácido fólico, hierro, vitaminas y/o minerales) que pueden contribuir y perpetuar la actividad de los puntos gatillo. Cabe destacar que en presencia de nicotina los tendones no se reparan. Además, los estudios recientes han indicado que el estilo de vida moderno tiende a «infracargar» los músculos y los tendones, dando lugar a cambios grasos internos y a un aumento de la vulnerabilidad a lesiones. También hay otros factores, como los alimentos grasos y la exposición a radicales libres, que pueden tener un efecto nocivo en los tejidos blandos. La recuperación puede acelerarse con suplementos como, por ejemplo, omega-3, zinc, magnesio, hierro y las vitaminas K, B12 y C, así como el ácido fólico.
Protocolos NAT de autoayuda
Al final de cada sección muscular (capítulos 7-12) he incluido mis protocolos NAT estándar y añadido los «superpuntos gatillo». Si bien no hay un «modelo único» que sirva para todas las zonas del cuerpo, he incorporado los protocolos que han ayudado a miles de pacientes a lo largo de los años. Para más información sobre los superpuntos gatillo y sobre NAT, véase el capítulo 6.
¿Cuál es mi punto?
Al principio de cada una de las secciones musculares con sus correspondientes códigos de colores (capítulos 7 a 12), encontraremos una lista de control de los puntos gatillo regionales. Debemos leer con detenimiento estas páginas musculares (véase el índice en la página 239 para localizar los músculos indicados en la siguiente tabla) para comprobar si alguno de los mapas de dolor resultan familiares. La lista de síntomas de la tabla 1.1 (abajo) debe ayudarnos a delimitar la búsqueda.