BIBLIOTECA AMERICANA
Proyectada por Pedro Henríquez Ureña
y publicada en memoria suya
Serie
VIAJES AL SIGLO XIX
Asesoría
JOSÉ EMILIO PACHECO
VICENTE QUIRARTE
Coordinación académica
EDITH NEGRÍN
LA PATRIA COMO OFICIO
Selección, cronología y estudio preliminar
Vicente Quirarte
Ensayos críticos
Carlos Monsiváis
Miguel Ángel Castro
Luis Fernando Granados
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
FUNDACIÓN PARA LAS LETRAS MEXICANAS
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Primera edición FCE/FLM/UNAM, 2009
Primera edición electrónica, 2016
Enlace editorial: Eduardo Langagne
Diseño de portada: Luis Rodríguez / Mayanín Ángeles
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ISBN 978-607-16-4354-4 (ePub-FCE)
ISBN 978-607-02-8418-2 (ePub-UNAM)
Hecho en México - Made in Mexico
La fecunda existencia de Guillermo Prieto cubre prácticamente todos los escenarios del siglo XIX. Al transformar el más nimio de sus actos en escritura, y ser un profesional de los cinco sentidos, logró pintar el gran mural de sus tiempos —de acuerdo con el título de su obra más celebrada—, que fueron muchos y variados. Dedicó su pluma tanto a nombres consagrados de la historia como a la de aquellos que no alcanzaban a tenerla. Elegir textos para una antología suya, aunque sea amplia, como la presente, no significa necesariamente elegir sus mejores páginas. En él, hasta la más efímera nota periodísitica es una contribución al conocimiento del México que construyó. He procurado que estos textos constituyan el retrato de Prieto con su México y hasta cierto punto una biografía de México a través de la vida y la obra —la obra-vida, como quiere Alain Borer—, de uno de sus más intensos protagonistas.
De sus memorias se elige la narración de sus primeros años hasta la precoz adolescencia, cuando a los quince años de su vida ya se ha relacionado con las figuras políticas y literarias que habrán de forjar su educación sentimental. De los innumerables versos con los que llenó billetes, álbumes, hojas volantes, periódicos de combate y algunos libros, se incluye la selección que de Musa callejera hizo Francisco Monterde para la Biblioteca del Estudiante Universitario, y la cual recoge, atinadamente, lo más representativo y agudo de su producción.
Pocos mexicanos de todos los tiempos viajaron tanto como Guillermo Prieto y nadie supo transformar cada minuto de su nomadía en textos memorables. He sacrificado el Viaje a los Estados Unidos, publicado en tres volúmenes, y cuando Prieto estaba en la plenitud de su capacidad creadora, porque los trayectos realizados en territorio nacional tienen la plenitud de una novela de aventuras, desde la explicación preliminar a Viajes de orden suprema, frase precisa y preciosa por él acuñada, hasta el diario apócrifo de un zuavo que es una obra maestra de la sátira, a la manera de Jonathan Swift y otros ingleses en los que se formó nuestro escritor.
Prieto cultivó prácticamente toda su vida el cuadro de costumbres. Leer cada uno de ellos es abordar una máquina del tiempo y compartir con el autor los olores y sabores de la vida cotidiana de México. No se ha hecho aquí una selección cronológica, que debería necesariamente incluir algunos de los “San Lunes de Fidel”, escritos durante la República restaurada. En cambio, la atención se ha concentrado en aquellos de la primera época, cuando Prieto explora su espacio natal con la avidez y curiosidad de su juventud y la vertiginosa transformación de la sociedad.
Parecería una redundancia hablar del literato Guillermo Prieto. Sin embargo, al igual que los otros liberales de su tiempo, nuestro autor puso su pluma al servicio de la causa republicana. El utilitarismo de sus letras explica su carácter híbrido y la imposibilidad de practicar una literatura “pura”. No obstante, en los textos incluidos en este apartado es posible reconocer la cultura y la sensibilidad que poseía como crítico literario y conocedor tanto de las obras que surgían en su propio país como de aquellas escritas en otras lenguas, particularmente la francesa y la inglesa.
No fue Fidel un orador que alcanzara la altura emotiva de Ignacio Manuel Altamirano, el rigor conceptual de Francisco Zarco o Ignacio Ramírez. Famosas fueron las arengas improvisadas que lanzó, una de las cuales salvó la vida del presidente Juárez. Antonia Pi-Suñer Llorens fue la encargada de reunir sus Discursos parlamentarios y cívicos. Por lo que los segundos tienen de personal, es que se han elegido algunos de los más representativos.
Como un apartado que intenta justificar el carácter fragmentario de este retrato de Guillermo Prieto, incluyo tres textos sobre un mismo tema, escritos en diferentes momentos de su vida. La invasión estadunidense de 1846 y 1847, cuya más grave consecuencia fue la pérdida de la mitad del territorio nacional, encontró a Prieto en su joven madurez. Actor y testigo de los acontecimientos, como poeta, profesor del Colego Militar y cronista, Prieto dedicó numerosas líneas a ese periodo doloroso y ejemplar de nuestra historia. Los poemas del Romancero nacional rescatan las acciones heroicas de los sin nombre, y son un homenaje al buen humor en medio del desastre; las Lecciones de historia patria representan la tarea de Prieto en la formación de nuevas generaciones. Por último, el cronista, bajo el seudónimo Zapatilla, logra la objetividad necesaria para ser la voz de los otros, como lo explica Luis Fernando Granados en su ensayo incluido en este volumen.
La presente selección, en parte, se basó en las Obras completas, de Guillermo Prieto, publicadas por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, cuya edición, compilación y notas estuvieron a cargo de Boris Rosen Jélomer. En los casos en que se han tomado textos de alguno de los volúmenes de dicha edición, se han conservado las notas por considerarse de gran valía para la mejor comprensión de los textos.