Nacho Labarga
Obra ganadora del I Certamen Un Libro en Ruta
Primera edición: febrero 2015
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© 2015, Libros de Ruta Ediciones, S.L., de la edición española © 2015, Nacho Labarga, del texto original
Autor: Nacho Labarga Correcciones: Javier Brizuela
Edición: David García Fotografías: Ciclismo a Fondo, Rodolfo Espinosa, Juan Echeverría, Iraia Calvo, Wikipedia Commons, Fundación Euskadi, BMC Racing Team,Archivo La Nueva España. Resto de fotos no citadas: archivo personal de Samuel Sánchez Foto portada: Ciclismo a Fondo Foto contraportada: Ciclismo a Fondo Foto solapa delantera: Rodolfo Espinosa Foto guarda delantera: chare.irrthum, CC-BY Foto guarda trasera: Matthieu Riegler, CC-BY
ISBN: 978-84-941287-5-2 Depósito legal: BI-349-2015 Impreso en España por GZ Printek
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual.
Prólogo
Por José Enrique Cima *
amuel Sánchez representa a la perfección la capacidad de evolución en el ciclismo y el sacrificio necesario para mejorar cada día en una profesión tan exigente. Con el tiempo, ha pasado de ser un sprinter ambicioso en categoría infantil –y en todas las etapas formativas que atravesó antes de convertirse en profesional– a un escalador y corredor de fondo capacitado para subir al podio en una gran vuelta por etapas.
Samu, en su condición inicial de sprinter, era insaciable, valiente y tácticamente bueno. Estas cualidades le valieron para circular por la senda del triunfo en infantiles, juveniles y aficionados. A José Manuel Fuente, entonces director deportivo del CLAS, se le hacía la boca agua cuando veía correr en el equipo Deportes Fuente-Colloto a aquel rubio chavalín que luchaba siempre por el primer puesto y que acumulaba una racha de victorias que parecía no tener fin.
Cuando finalizó su etapa juvenil, El Tarangu le aconsejó que se fuera al País Vasco a aprender bien el oficio de ciclista. En esa región, varios corredores asturianos, como el propio Fuente, habían pasado su verdadera prueba de fuego. Así, Samu entró en el equipo Olarra-Ercoreca, dependiente del Euskaltel-Euskadi. En tierras vascas empezó otra carrera.Tenía que prepararse para dar el salto a la máxima categoría. Aceptó el reto y lo superó con nota. Siguió cosechando triunfos, esta vez en las mejores carreras nacionales.Además, ganó el Trofeo Lehendakari, la challenge que premiaba al mejor sub20 en el País Vasco. Este éxito fue el gran trampolín para culminar su ascensión al profesionalismo. En aquella época, Samu era una esponja. En su cabeza recogía todo lo bueno que observaba en la preparación de los campeones más veteranos. Un aprendizaje que aplicaba a su progresión con inteligencia.
Pero no todo fueron buenas noticias en los primeros escarceos ciclistas.Amparo, su madre, enfermó de cáncer y falleció en una tragedia personal que afectó sobremanera a su desempeño sobre la bicicleta.
Pasó de ser un corredor inteligente a convertirse en un ciclista temperamental. Se volvió demasiado impulsivo, una mutación que le alejó de su perfil táctico y reflexivo en carretera. Comenzó a lanzar ataques imprudentes y a confundirse con las distancias cuando llegaba la hora de esprintar. Estaba obsesionado por lograr el primer triunfo para dedicárselo a su madre. Por más méritos que acumulase sobre el asfalto, la ansiedad le llevaba a la precipitación, a los errores de cálculo y hacían muy complicada la llegada de esa anhelada victoria.
Pero una vez inaugurado el casillero de éxitos, la tranquilidad se abrió poco a poco paso en su cabeza. Inició su mayor transformación al darse cuenta de que en el ciclismo español brillaban con más fuerza los corredores de fondo. Con este convencimiento, se marcó una línea de trabajo muy exigente. El objetivo era dejar algo de lado su potente físico de hombre rápido para empezar a perder peso. Era el primer paso para convertirse en un ciclista orientado a las competiciones por etapas; en un corredor con potencial para rendir cuando la carretera se empinaba.
En el equipo Euskaltel-Euskadi contaba con el entorno perfecto para desarrollar sus aptitudes. Estaba rodeado de compañeros con gran experiencia y contaba con los consejos de directores con un buen palmarés.También en sus estancias en Asturias se fijaba en cómo trabajaban y evolucionaban los ciclistas profesionales. Se centraba sobre todo en Rubiera. Durante años, Chechu le cuidó y le enseñó los secretos de la profesión en cada día de entrenamiento. Fue un auténtico maestro.
Sobrado de espíritu de trabajo y capacidad de sacrificio, Samu iba subiendo los peldaños hacia la gloria a un ritmo constante. Fruto de esta dedicación, consiguió importantes triunfos. El antiguo sprinter se había convertido en un corredor de fondo que tampoco temía a la contrarreloj.Ya era uno de los grandes. Los resultados en las rondas más célebres eran sólo cuestión de tiempo.
El protagonista de este libro siempre tuvo una facilidad especial para analizar a sus rivales en la carretera. Con el tiempo, algunos de esos adversarios serían sus amigos fuera de la competición. Es el caso de campeones como Alberto Contador, Purito Rodríguez o Alejandro Valverde. De ellos también aprendió técnicas de entrenamiento para ser cada día mejor ciclista. Una evolución impulsada por su inteligencia competitiva.
En las filas de Euskaltel-Euskadi se acostumbró a prepararse dividiendo la temporada en dos fases. La primera estaba compuesta por las clásicas y la Vuelta al País Vasco; la segunda venía encabezada por las carreras de fondo más prestigiosas, como la Vuelta a España y el Tour de Francia. Samuel ha sabido batallar en todos los frentes. Ha peleado en pruebas de un día y ha luchado por las primeras posiciones en las mejores rondas por etapas.
Su padre, Cándido, trabajaba como mecánico de motos de competición, así que la velocidad nunca fue un problema para él. Jamás sintió miedo mientras buscaba una buena posición en las llegadas masivas. De no haber sido ciclista, a Samu le hubiera gustado ser piloto. Ha probado en circuitos oficiales con las motos –siente verdadera pasión por ellas– y los karts.
Con toda una carrera a las espaldas, puede presumir de un gran palmarés. Sólo le falta el campeonato mundial, que probablemente mereció en alguna ocasión.A cambio, consiguió salir de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 con una medalla de oro al cuello. Un año después, se subió al segundo cajón del podio en la Vuelta a España, y en 2010 fue segundo en el Tour tras las descalificaciones de Contador y Menchov.Aquellos hitos brillan en el conjunto de una trayectoria ejemplar. A principios de 2014, una vez consumada la desaparición de Euskaltel y tras meses de incertidumbre, fichó por el poderoso BMC de Evans y Gilbert, donde ejerce de escudero de lujo para sus líderes.
Samu es el ejemplo de cómo un ciclista puede evolucionar en su día a día hasta transformarse en un corredor de grandes citas, igual que hicieron en su día Jalabert o Rominger.
Samuel Sánchez es un deportista enorme. Un lujo para el ciclismo moderno.
* Asturiano, de Lugones, José Enrique Cima (1950) fue ciclista profesional entre 1976 y 1982 y se labró un destacado palmarés que incluye dos victorias de etapa en la Vuelta a España.Tras ser director deportivo del CLAS-Cajastur comenzó su carrera como periodista deportivo –en el diario La Nueva España–, una faceta que le ha permitido seguir al detalle la trayectoria de Samuel Sánchez desde su época cadete.