Crear condiciones
para la mejora del trabajo
en el aula
Manual para la formación
del profesorado
Mel Ainscow
John Beresford
Alma Harris
David Hopkins
Mel West
NARCEA, S.A. DE EDICIONES
MADRID
En esta misma colección MEL AINSCOW ha publicado:
•Desarrollo de escuelas inclusivas. Ideas, propuestas y experiencias para mejorar las instituciones escolares.
•Hacia escuelas eficaces para todos. Manual para la formación de equipos docentes.
•Mejorar las escuelas urbanas. Liderazgo y colaboración.
•Necesidades especiales en el aula. Guía para la formación del profesorado.
3ª edición
© NARCEA, S. A. DE EDICIONES, 2018
Paseo Imperial 53-55. 28005 Madrid. España
www.narceaediciones.es
© David Fulton Publishers. Londres
Título original: Creating the conditions for classroom improvement. A Handbook of Staff
Development Activities
Traducción: Pablo Manzano
Revisión de la edición española: Gerardo Echeita Sarrionandía
ISBN papel: 978-84-277-1366-6
ISBN ePdf: 978-84-277-2021-3
ISBN ePub: 978-84-277-0195-3
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Índice
PRÓLOGO a la edición española, de Gerardo Echeita
1. MEJORAR LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN PARA TODOS
Introducción
«Lanzarse» a la implantación. Condiciones para la mejora de la clase. ¿A quién se dirige este libro? ¿A qué se refiere? ¿Cómo debe utilizarse? ¿Cómo está organizado? ¿De dónde proceden las ideas?
2. CREAR CONDICIONES PARA MEJORAR LA CLASE
Introducción y fundamentos. Conceptualización original
Panorama de la investigación sobre las «condiciones de clase»
3. RELACIONES AUTÉNTICAS
Panorama general
Actividad 3.1. Manifestar una consideración positiva
Actividad 3.2. Demostrar coherencia y justicia
Actividad 3.3. Desarrollar destrezas de escucha
Actividad 3.4. Estimular las conductas de elección y de asunción de riesgos
4. LÍMITES Y EXPECTATIVAS
Panorama general
Actividad 4.1. Poner límites
Actividad 4.2. Utilizar la disciplina en sentido positivo
Actividad 4.3. Crear y mantener un ambiente de clase adecuado
Actividad 4.4. Coherencia, con flexibilidad, al responder a los alumnos y a los acontecimientos
5. PLANIFICAR PARA ENSEÑAR
Panorama general
Actividad 5.1. Planificar para atender a la diversidad
Actividad 5.2. Responder a la información que llega de los alumnos
Actividad 5.3. Dar significado a la experiencia
Actividad 5.4. Planificar las tareas para casa
6. REPERTORIO DOCENTE
Panorama general
Actividad 6.1. Destrezas docentes
Actividad 6.2. Estilos de enseñanza
Actividad 6.3. Modelos de enseñanza
Actividad 6.4. Reflexión
7. COLABORACIONES PEDAGÓGICAS
Panorama general
Actividad 7.1. Los docentes dialogan entre sí sobre la naturaleza de las estrategias de enseñanza y su aplicación a la práctica del aula
Actividad 7.2. Establecer especificaciones u orientaciones con respecto a las estrategias de enseñanza escogidas
Actividad 7.3. Acordar formas de evaluar el progreso de los alum-nos como consecuencia del empleo de un conjunto de métodos de enseñanza
Actividad 7.4. Observación mutua y enseñanza en colaboración en el aula
8. REFLEXIÓN SOBRE LA ENSEÑANZA
Panorama general
Actividad 8.1. Recogida y utilización sistemáticas de los datos del aula en la toma de decisiones
Actividad 8.2. Estrategias eficaces para revisar el progreso y el impacto en el aula de la innovación y el desarrollo
Actividad 8.3. Participación generalizada de compañeros en el proceso de recogida de datos
Actividad 8.4. Reglas claras y bien fundadas para la recogida, el control y la utilización de los datos de la escuela
9. HACIA LA MEJORA DE LA CLASE
Un marco de referencia para la mejora de la clase
Punto de partida: ¿Dónde estamos ahora?
Estudio del caso 1. Relaciones auténticas
Estudio del caso 2. Límites y expectativas
Estudio del caso 3. Planificar para enseñar
Estudio del caso 4. Repertorio docente
Estudio del caso 5. Colaboraciones pedagógicas
Estudio del caso 6. Reflexión sobre la enseñanza
10. UNA INVITACIÓN...
APÉNDICE
Escala de valoración de las condiciones de clase
BIBLIOGRAFÍA
Prólogo a la edición española
Hace tiempo leí un comentario, con ocasión de la desaparición de un periódico, que desde entonces he incorporado a mi acervo de criterios vitales: “Para cambiar la realidad que tenemos no es suficiente con imaginar una distinta”. Desde entonces y cuando me he enfrentado a tareas de “cambio”, en lo personal y en lo profesional, siempre me he preguntado si, además de tener una idea más o menos clara de la meta que persigo, dispongo de los conocimientos o procedimientos que me ayudarían a moverme o transitar de la situación actual a la deseada. Por esta razón, a la hora de valorar las aportaciones de los que pueden ayudarnos en la difícil tarea de innovar y mejorar la práctica educativa, aprecio, muy especialmente, las que hacen hincapié en estos conocimientos de carácter «procedimental». En este sentido, el trabajo que ahora se presenta Crear condiciones para la mejora del trabajo en el aula. Manual para la formación del profesorado, como el anterior con el que forma un excelente tándem Hacia escuelas eficaces para todos. Manual para la formación de equipos docentes, me parece una obra de gran utilidad y, por lo tanto, de indudable interés.
La lógica de ambos trabajos es proponer un conjunto de actividades de reflexión-información al profesorado para mejorar una serie de condiciones básicas que, tras años de investigación-acción en contacto cotidiano con muchos centros y equipos de profesores y profesoras, estos autores han considerado necesarias (aunque no suficientes) para sustentar los procesos de innovación y mejora, tanto a nivel de centro como de aula. Por lo tanto, no es un libro de propuestas concretas sobre innovaciones de tipo curricular u organizativo para llevar a la clase, pero no por ello deja de ser un texto eminentemente práctico.
Y lo puede ser, en primer lugar, para el conjunto de personas que se dedican a las tareas de asesoramiento educativo en los centros y, muy en particular, para los asesores de formación que trabajan en los distintos centros de formación permanente del profesorado que, con una u otra denominación, se encuentran en nuestro país. Pero, por supuesto, y como su propio subtítulo señala, también será de gran utilidad a aquellos profesores que se sientan comprometidos con su trabajo y que perciban la necesidad de estar inmersos en una dinámica de innovación y mejora ante la evidencia de una sociedad que cambia a un ritmo acelerado y que, en consecuencia, demanda a sus centros escolares nuevas respuestas a los nuevos desafíos de nuestro tiempo.
El lector tiene entre sus manos un libro «listo para usar» en la tarea de facilitar el desarrollo de una de las capacidades que más hay que cuidar y fomentar entre el profesorado, cual es la de indagar y reflexionar sobre las condiciones que pueden hacer de su clase un lugar para que todos los alumnos, sin exclusiones, aprendan. Es cierto que esa invitación supone que la tarea de reflexión sobre su propia práctica no se haga en solitario sino en un contexto de colaboración y apoyo mutuo. Quien haga uso de él no tardará en comprobar que está algo más cerca la meta de una enseñanza de calidad para todos.
Gerardo ECHEITA SARRIONANDIA
Universidad Autónoma de Madrid
I.N.I.C.O. Universidad de Salamanca
1
Mejorar la calidad
de la educación para todos
INTRODUCCIÓN
Durante los últimos siete años, aproximadamente, hemos estado trabajando en íntima relación con escuelas de East Anglia, norte de Londres, Yorkshire, Humberside, las East Midlands, así como con las de Islandia, Puerto Rico y Sudáfrica, en un proyecto de mejora y perfeccionamiento de la escuela conocido como Improving the Quality of Education for All (IQEA). El objetivo general del proyecto consiste en fortalecer la capacidad de las escuelas para facilitar una educación de calidad a todos sus alumnos, basándola en la buena práctica profesional que ya se lleva a cabo. De ese modo, también estamos creando y evaluando un modelo de perfeccionamiento de la escuela, aprovechando la oportunidad de colaborar con los centros de la red IQEA para llevar a cabo una investigación a largo plazo sobre los procesos de cambio de la escuela y el rendimiento de los alumnos.
Como trabajamos con escuelas en el marco de un plan de reforma nacional, adoptamos un enfoque del cambio educativo que se centra en el rendimiento del alumno y en la capacidad de la escuela para afrontar el cambio. Denominamos a este enfoque concreto mejora de la escuela; consideramos la mejora como un enfoque definido del cambio educativo que destaca los resultados del alumno así como la capacidad de la escuela para dirigir iniciativas de mejora. En este sentido, la mejora de la escuela se refiere a la elevación del rendimiento del alumno, centrándose en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en las condiciones que lo respaldan.
El proyecto IQEA de mejora de la escuela parte de la base de que es mayor la probabilidad de que las escuelas refuercen su capacidad de lograr unos resultados mejores para todos los alumnos, si adoptan unas formas de trabajo que sean coherentes tanto con sus propias aspiraciones como comunidad escolar como con el plan de reforma vigente. De hecho, las escuelas con las que estamos trabajando utilizan el impulso de la reforma externa con fines internos cuando navegan a través de los cambios sistémicos de los últimos años.
Al principio de IQEA, tratamos de destacar nuestra propia visión de la mejora escolar articulando un conjunto de principios que nos proporcionaran un punto de partida teórico y práctico. Presentamos a las escuelas estos principios como bases de la colaboración con el proyecto IQEA. En pocas palabras, las invitamos a que señalaran y trabajaran de acuerdo con sus propios proyectos y prioridades, pero de tal manera que hicieran suyo un conjunto de valores “troncales” sobre la mejora. Estos principios representan las expectativas que tenemos acerca del modo en que las escuelas utilizan sus proyectos para lograr mejoras. Sirven de aviso para las escuelas y para nosotros mismos.
Principios de Improving the Quality of Education for All (IQEA)
•La mejora de la escuela es un proceso que se centra en reforzar la calidad del aprendizaje de los alumnos.
•La visión de la escuela debe contemplar a todos los miembros de la comunidad escolar, tanto a los aprendices como a quienes aporten algo.
•La escuela verá en las presiones externas a favor del cambio, oportunidades para asegurar sus prioridades internas.
•La escuela tratará de desarrollar estructuras y de crear condiciones que estimulen la colaboración y conduzcan a la potenciación de individuos y grupos.
•La escuela tratará de promover la idea de que la investigación y la calidad de la supervisión y la evaluación es una responsabilidad que comparte todo el claustro.
Aunque pensemos que la puesta en práctica de estos principios puede crear sinergias en torno al cambio (es decir, el conjunto hace más que la suma de sus partes), sin embargo caracterizan un enfoque global más que prescriben un curso de acción. Se pretende que informen el pensamiento y la actuación de los docentes durante los trabajos de mejora escolar, y constituyen una piedra de toque para las estrategias que preparen y los comportamientos que adopten.
Los principios enfatizan lo que sabemos por experiencia, así como por las investigaciones sobre el rendimiento de los alumnos y la eficacia de la escuela: que la mayor influencia en el progreso de los estudiantes se consigue con aquellas innovaciones o adaptaciones de la práctica que intervienen en el proceso de aprendizaje o lo modifican. Los cambios en el currículo, en los métodos de enseñanza, en las formas de agrupar a los alumnos y en los procedimientos de evaluación encierran el máximo impacto potencial en el rendimiento del alumnado, por lo que constituyen un centro clave de atención para los trabajos de mejora de la escuela.
Por desgracia, es muy difícil conseguir la implantación de estos cambios que afectan positivamente al aprendizaje de los estudiantes. Como ha señalado Michael Fullan (1991), esto se debe a que los cambios educativos que influyen directamente en el aprendizaje de los alumnos suelen involucrar a los docentes no sólo en cuanto a la adopción de materiales de enseñanza nuevos o adicionales, sino también en:
•adquirir nuevos conocimientos;
•adoptar nuevos comportamientos;
•a veces, modificar sus creencias o valores.
“LANZARSE” A LA IMPLANTACIÓN
Precisamente porque el cambio es un proceso en el que las personas tienen que “alterar sus formas de pensar y de hacer”, la mayoría de los cambios no consigue ir mucho más allá de su precoz implantación. A este fenómeno alude gráficamente Fullan (1991) cuando habla de “lanzarse” a la implantación. Esto lleva consigo esa constelación de factores que crea la sensación de ansiedad y los sentimientos de incompetencia asociados con mucha frecuencia al reaprendizaje y al cambio significativo. ésta es la fase de disonancia, de “turbulencia interna”, que es tan predecible como incómoda. Muchos trabajos de investigación han puesto de manifiesto que, sin un período de desestabilización, es improbable que se produzca un cambio satisfactorio y duradero. La consecuencia para la mejora de la escuela es que han de crearse en ella unas condiciones que aseguren el apoyo a los individuos a través de este proceso inevitable, aunque difícil y desafiante.
CONDICIONES PARA LA MEJORA DE LA CLASE
Por eso, en el proyecto IQEA, hemos descubierto que la mejora de la escuela funciona de manera óptima cuando se establece un objetivo de innovación, claro y práctico, que está ligado al trabajo simultáneo sobre las condiciones internas de la escuela. Las condiciones son las características internas de la escuela, las “estructuras” que permiten que se realice el trabajo. Sin un enfoque igualmente centrado en las condiciones, incluso las prioridades de mejora que afectan directamente a la práctica de clase, quedan rápidamente marginadas. He aquí algunos ejemplos de las condiciones que apoyan la mejora de la escuela: planificación en colaboración, formación permanente y desarrollo profesional del profesorado, investigación y reflexión y participación de los alumnos. La experiencia del proyecto IQEA indica que el trabajo realizado sobre estas condiciones se traduce en la creación de ocasiones para que los docentes se sientan más fuertes y confiados con respecto al cambio.
El enfoque de IQEA de la mejora escolar se basa en nuestra experiencia de que las estrategias eficaces de cambio no sólo se centran en la implementación de proyectos educativos seleccionados por la escuela, sino también en la creación de las condiciones que sostengan el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de las escuelas. Un libro anterior de esta misma colección, Hacia escuelas eficaces para todos. Manual para la formación de equipos docentes, se centraba ante todo en la creación de las condiciones de la mejora en la escuela (Ainscow y cols., 2001).
A medida que nuestro trabajo fue progresando, hemos visto la necesidad de establecer ciertas condiciones en el aula al lado de las del centro. En los últimos años, hemos estado elaborando ese conjunto de condiciones del aula, pensado para ayudar a los docentes a que faciliten el aprendizaje de todos los alumnos. En este libro, presentamos nuestra conceptuación inicial de las condiciones de clase necesarias para una mejora sostenible de la escuela.
¿A QUIÉN SE DIRIGE ESTE LIBRO?
Al escribir este libro, hemos tenido presente al maestro o profesor pero, sobre todo, a equipos docentes, interesados por el cambio y la mejora en la clase. En algunos casos, esas personas habrán asumido la responsabilidad del trabajo de mejora en su centro. Puede tratarse de un director o un subdirector, el jefe de estudios, la persona encargada de la formación permanente del profesorado o de diseñar el plan de mejora de la escuela. Puede tratarse, incluso, de un director de departamento o un docente que tenga una idea muy clara de la enseñanza eficaz y desee divulgar esta idea trabajando con sus compañeros. En pocas palabras, este libro se dirige a cualquier persona de la escuela que asuma la responsabilidad de alguna forma, de la actividad de mejora.
¿A QUÉ SE REFIERE?
Este libro no se refiere a los cambios que deban introducirse en una escuela, sino que se centra en la creación de unas condiciones que apoyen los cambios que lleven a la mejora de la clase y de la escuela. Para ser eficaces a la hora de efectuar el cambio, las escuelas y los docentes tienen que modificar las condiciones internas de la clase al mismo tiempo que introducen los cambios en la enseñanza o en el currículo. En consecuencia, este libro proporciona ideas y materiales que ayuden a los compañeros de la escuela a crear esas condiciones en las aulas, al tiempo que presenta un enfoque estratégico de la formación permanente del profesorado.
¿CÓMO DEBE UTILIZARSE?
Este libro no es una guía paso a paso para la mejora de la clase. Por nuestra experiencia, esos enfoques tipo “recetas”, aunque sean atractivos a primera vista, no suelen servir en la práctica. Aunque las escuelas puedan utilizar unos enfoques y unas estrategias similares, no existe una fórmula única que vaya bien en todos los centros. En consecuencia, el libro presenta distintos puntos de partida y estrategias para los maestros y profesores en diversos contextos y situaciones. Por otra parte, estos recursos para la formación permanente están pensados para que se utilicen en el contexto de las propias aspiraciones de la escuela. Una tarea clave de quienes utilicen las sugerencias y materiales aquí presentados consistirá en decidir cuáles les parecen más adecuados y con qué fines.
¿CÓMO ESTÁ ORGANIZADO?
Uno de los elementos de nuestro trabajo con las escuelas ha consistido en descubrir seis condiciones clave, necesarias para la efectiva mejora de la clase. El núcleo básico del libro está formado por la descripción, por capítulos, de esas condiciones y de los ejercicios de formación a través de los cuales pueden fomentarse. Antes de este análisis profundo de las condiciones del aula, presentamos una breve descripción de nuestros actuales trabajos de mejora de la escuela y la fundamentación del enfoque de las “condiciones”. Al final del libro, hacemos algunas sugerencias acerca de cómo puede elaborar una escuela su propia estrategia de mejora de centro y de aula.
A algunas personas les resultará útil leerlo de punta a cabo, como introducción a la mejora de la clase. Otras, que tengan una idea clara del objetivo al que se dirigen, quizá prefieran entrar directamente a saco en las actividades. Ambas posturas nos parecen buenas; esperamos que el libro esté organizado de manera suficientemente clara, permitiendo ambos enfoques, así como todos los intermedios posibles.
¿DE DÓNDE PROCEDEN LAS IDEAS?
Este libro se basa en el trabajo de mejora de la escuela que hemos realizado de diversas maneras y con diferentes tipos de colaboración desde finales de la década de 1980. Aunque seamos, durante parte de nuestra vida, profesores universitarios, también trabajamos de forma intensiva con las escuelas, en calidad de facilitadores de los procesos de cambio; en nuestra red hay, en la actualidad, casi cien escuelas. En consecuencia, el libro está basado en la práctica, aunque también haya pasado la prueba de su confrontación con los resultados de investigación disponibles. Quienes estén interesados por el desarrollo de esas ideas, pueden consultar otros textos nuestros sobre esta materia, p. ej.: School Improvement in an Era of Change (Hopkins y cols., 1994) e Improving the Quality of Education for All (Hopkins y cols., 1996), que presentan una perspectiva más teórica, aunque también albergan muchas descripciones de profesionales acerca del trabajo desarrollado en escuelas acerca de las condiciones para la mejora.
Parece conveniente, por tanto, que este segundo manual práctico se refiera a “crear las condiciones para la mejora de la clase”. A pesar de la abundancia de iniciativas políticas y de esfuerzos de cambio, muy poco es lo que llega a afectar de forma positiva la práctica de clase. Esperamos que este libro ayude de alguna manera a hacer útiles y valiosos esos cambios al otro lado de la puerta del aula.
AGRADECIMIENTOS
Durante los últimos siete años, hemos tenido el privilegio de trabajar en íntima relación con las 60 escuelas, más o menos, que han participado en el proyecto de mejora escolar Improving the Quality of Education for All (IQEA), Mejorar la calidad de la educación para todos. Aunque nuestro objetivo ha consistido en ayudarles a dirigir el proceso de cambio, hemos aprendido mucho más de ellas que lo que pudiéramos haber contribuido a su progreso. Todas las bondades que tenga nuestro trabajo son únicamente el resultado de la perspicacia, el compromiso, la tolerancia y el buen humor de nuestros amigos de la red IQEA. Muchas gracias.
También tenemos que agradecer su apoyo continuado al proyecto IQEA a nuestros colegas de la Universidad de Nottingham, la Facultad de Educación de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Manchester. En particular, agradecemos a Carol Mee y a Avril Rathbone el apoyo administrativo prestado durante la preparación de este libro.