Título original: 22 minutos: Tibicenas

 

 

© 2018, primera edición: Carlinga Ediciones SL.

www.carlingaediciones.com

 

 

Autor: Álvaro Loman

Editor: José Núñez

Corrector: Factoría de Autores

Ilustraciones: Sophia Isome

 

ISBN: 978-84-942225-8-0

 

 

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma o medio sea electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabación o cualquier sistema de almacenamiento, sin previo permiso escrito de la editorial.

 

 

 

22 minutos: Tibicenas es un librojuego. Como cualquier otro librojuego, el objetivo no es leerse todas las páginas una detrás de otra, sino ir tomando decisiones que vayan llevando al personaje protagonista por aquellos caminos que más te interesen para contar la historia que quieres.

 

Jugar es muy sencillo. Empieza a leer la página 2 y, tras leerla, tendrás que decidir qué acciones debe realizar el protagonista de entre las opciones que se te ofrecen al final. Para saber qué pasa a continuación, ve a la página que te dice el texto. Continúa hasta que llegues al minuto veintidós o mueras.

 

Hay nueve finales distintos, intenta jugarlo todas las veces necesarias hasta que consigas descubrir todos esos finales. Y luego continúa en la página LOGROS para ver los logros que puedes ir desbloqueando. Colecciónalos todos y twittea con el hashtag #22Minutos tus impresiones sobre el juego.

 

Aunque no sea lo habitual en los librojuegos, 22 minutos: Tibicenas está pensado para ser jugado en tiempo real. Es decir, cada partida que eches durará exactamente el tiempo que el personaje protagonista utilice en la historia. Cada página es un minuto de historia y la trama, para ser completada, llevará un máximo de 22 minutos.

 

¡Disfrútalo!

 

13:31

20 de septiembre de 2017. Tejeda, Gran Canaria.

Conduces a toda velocidad por las carreteras de montaña que conoces como la palma de tu mano. Un giro, otro, tocar el claxon, seguir... Como suele ser costumbre, has salido tarde del trabajo y tienes que llegar a casa, comer y volver para el turno de la tarde.

Por fin llegas a la única recta de toda la carretera. Aceleras a fondo para ganar esos preciosos segundos que harán que puedas descansar antes de volver. Pero algo salta la barrera y entra en la carretera. Alguien. Sale de entre el bosque agitando los brazos, corriendo en tu dirección.

Reduces la velocidad intentando descubrir qué ocurre. Es una mujer joven, morena, con la ropa rasgada y heridas en el rostro y los brazos. Te hace señales para que pares.

 

Si quieres frenar y analizar la situación desde lejos, haz click aquí.

Si prefieres continuar sin más, evitando problemas, haz click aquí.

Si, en cambio, quieres acercarte lo máximo posible para preguntar, haz click aquí.

 

13:32

La mujer se acerca corriendo al coche. Está intentando decirte algo, pero es obvio que le falta el aliento por la carrera.

Simplemente señala al bosque, por donde ella ha salido. Ves algo moverse allí, pero no alcanzas a ver el qué.

La mujer se acerca, intentando llenar sus pulmones de oxígeno. Casi tambaleándose.

 

Si quieres abrir la puerta del copiloto para que la mujer entre, haz click aquí.

Si te da malas vibraciones y prefieres continuar dejando a la mujer a su suerte, haz click aquí.

 

13:32

Aceleras y la mujer empieza a acercarse a tu coche. Ves la desesperación en su rostro mientras pasas a su lado. Intenta abrir la puerta del copiloto, pero no lo consigue.

Golpea el coche y te maldice, al borde del llanto. Incluso intenta perseguirte, aunque es obvio que no puede alcanzarte. Miras por el retrovisor mientras te alejas, ves claramente cómo se intenta agarrar al parachoques trasero.

En ese momento te parece ver algo entre los árboles, pero no sabes decir de qué se trata.

 

Si quieres frenar para ayudar a la mujer, haz click aquí.

Si prefieres acelerar y dejar a la mujer a su suerte, haz click aquí.

 

13:32

Aparcas lo más cerca que puedes de la mujer y abres la puerta. Ella salta dentro y, entre bocanadas de aire, te grita:

—¡¡¡Arranca!!!

Miras al bosque situado en los bordes de la carretera. No sabes qué hay ahí, pero la mujer no para de mirar hacia la maleza. Hay algo ahí que se mueve, peligrosamente cerca.

—¡Sigue, joder! ¿A qué esperas?

 

Si le pides explicaciones a la mujer antes de arrancar, haz click aquí.

Si, en cambio, aceleras sin importarte nada más, haz click aquí.

 

13:33

La mujer salta dentro del coche y está a punto de hablar cuando algo la agarra.

Grita de dolor. Algo negro, inmenso, tira de ella. Gruñe. La mujer se aferra a tu ropa, pero te bloquea el terror. Nunca habías sentido tanto miedo en tu vida.

La criatura negra tira de ella, que te suelta. Notas como se le rompen dos uñas, del esfuerzo que hace para que no la arrastre. Intentas hacer algo, balbuceas.

La mole te mira. Te gruñe. Sus ojos están vacíos y en su interior unas llamas se clavan en ti, como si fueran sus ojos. Su piel parece ébano, incluso brilla un poco, refleja el fuego que se ve en su boca y en sus ojos. Pero tiene pelo. Al menos parece que lo tiene. Es un lobo inmenso. Y te mira.

Aprieta con fuerza las mandíbulas y la mujer deja de gritar.

 

Si te bajas del coche para huir a pie, haz click aquí.

Si aceleras al máximo, dejando al lobo a tu espalda, haz click aquí.

 

13:33

La mujer se agarra al maletero del coche. Se aferra con todas sus fuerzas y golpea la luna trasera, suplicándote que continúes con los pies sobre el parachoques. Que aceleres.

Entonces ves a su perseguidor saliendo de entre los árboles. Es un lobo inmenso. Tan alto como una persona. Negro y terrorífico como una noche en un cementerio. Por si eso fuera poco, sus ojos están hechos de fuego. Y te miran.

Aceleras a toda velocidad y la increíble criatura empieza a correr detrás. Va a alcanzar tu coche.

La mujer te pide ayuda. Está a punto de caerse, de resbalarse y terminar en unas fauces de las que también sale fuego.

 

Si mantienes la velocidad para que la mujer no caiga, haz click aquí.

Si prefieres acelerar al máximo, ignorando las necesidades de la mujer, haz click aquí.

 

13:33

Miras por el retrovisor y puedes ver el momento exacto en el que la mujer se rinde. Deja de correr, deja de seguirte. Simplemente se para, cierra los ojos y ¡una bestia inmensa la tira al suelo!

Parece un lobo, pero es mucho más grande que los lobos. Más grande incluso que la mujer. La está mordiendo en el cuello, intentando asfixiarla. Te parece ver algo de fuego saliendo de su boca, pero eso es imposible.

No ha sido una lucha. Ha sido una caza. Ahora la mujer yace en el suelo sin moverse. El inmenso lobo empieza a comérsela.

 

Si quieres frenar e intentar entender algo de lo que está pasando, haz click aquí.

Si prefieres acelerar al máximo y perder de vista tan horroroso acontecimiento, haz click aquí.

 

13:33

Todo transcurre muy rápido. Ella va a contestarte cuando algo la agarra por el cuello. Es un lobo inmenso, gigantesco, que ha atravesado la ventana haciéndola estallar en mil pedazos. Huele a azufre y exuda calor.

La mujer intenta gritar, pero unos terribles colmillos negros se clavan en su cuello. Escupe sangre cuando intenta hablar, pero no necesita pronunciar ninguna palabra. Su mirada suplica.

Intentas golpear a la criatura, decirle que se vaya. Pero al empujarla te das cuenta de que no está cubierta de pelo. Parece pelo, pero su tacto recuerda más a la cerámica. Es completamente negro y, al notar tu contacto, te mira. Sus ojos están vacíos y puedes ver su interior. Hay fuego. Un fuego inmenso, estremecedor.

Te apartas y el lobo tira hacia afuera, llevándose el cadáver de la mujer por la ventanilla.

Aceleras.

 

Si intentas ver qué hace el lobo con el cuerpo de la mujer, haz click aquí.

Si prefieres acelerar, intentando salvar tu vida, haz click aquí.

 

13:33

Aceleras a tiempo para ver cómo una inmensa criatura negra golpea el lateral del coche. Todo el vehículo se tambalea y luchas por mantener el control mientras un gigantesco lobo tan alto como una persona os persigue.

Es una criatura de un color negro completamente antinatural. Brilla a la luz, pero como lo haría la carrocería de un coche, no el pelo animal. Y sus ojos no existen. En vez de ello, dos llamas anaranjadas te observan con furia mientras corre detrás.

Salta.

No le ves caer, pero notas cómo impacta contra el techo del vehículo. Una de sus patas rompe el cristal del copiloto. Sus garras son del tamaño de tu cabeza. La mujer grita y tú tienes el corazón a punto de salirse de tu boca.

 

Si empiezas a dar bandazos con el coche, intentando que la criatura se caiga, haz click aquí.

Si, por el contrario, prefieres frenar con la esperanza de que el lobo salga despedido, haz click aquí.

Si prefieres acelerar y pensar en lo demás luego, haz click aquí.

 

13:34

Sin dejar de mirar al lobo que está devorando a la mujer junto a ti, tanteas la puerta del vehículo y la abres. Te quitas el cinturón de seguridad. Caes en mitad de la carretera. Te arrastras para alejarte de la inmensa bestia. Afortunadamente, parece no interesarse por ti.

Sigue devorando el cuerpo sin vida de la mujer, que cuelga en una posición imposible de tu coche.

Tú continúas tambaleándote, huyendo a tientas sin poder dejar de mirar la terrible escena. Pasas por debajo del quitamiedos de la carretera, suplicando en silencio que ese lobo no te mire. Que no te siga.

Entonces notas el calor. Oyes los chasquidos y hueles el humo. Sabes lo que está pasando: hay fuego cerca.

 

Si consigues tener la mente lo suficientemente fría como para examinar de dónde viene el fuego antes de actuar, haz click aquí.

Si prefieres correr, huir de este lugar y orientarte después, haz click aquí.

 

13:34

Pisas el acelerador al máximo y las ruedas chirrían. El lobo empieza a caer del coche y se agarra con sus patas al salpicadero y el asiento, hundiéndolos.

Sigues acelerando. El cuerpo sin vida de la mujer cae fuera del coche, pero la gigantesca criatura te mira y gruñe.

No se cae.

Consigue poner las patas traseras en el interior del vehículo. Giras el volante frenéticamente, intentando tirarle, pero es demasiado tarde.

Abres la puerta y tratas de saltar, pero tienes el cinturón de seguridad puesto. Notas sus fauces en tu espalda.

 

Pasa a la página muerte #1.

LOGRO CONSEGUIDO: Muere en menos de 5 minutos. Márcalo en la página de logros (LOGROS).

 

13:34

La mujer consigue subirse al coche escalando hasta el techo. Se agarra como puede, intentando no mirar a la criatura que os persigue.

Pero tú no puedes evitar mirarla. Cada vez está más cerca del retrovisor, cada vez va más rápido. Vuelves la vista hacia adelante.

Hay otro lobo. Igual de grande. Igual de grotesco. Giras. Lo esquivas.

Pero el primer lobo os alcanza. Salta y oyes el peor alarido que hayas escuchado en tu vida. Empieza a caer sangre a borbotones por los laterales del coche. Las lunas traseras se tiñen de rojo y lo único que alcanzas a ver es a esa criatura cayendo otra vez fuera. Pero esta vez tiene una pierna humana entre los dientes.

Los alaridos de dolor se convierten en llantos de súplica.

 

Si abres la puerta en marcha para intentar salvar a la mujer, haz click aquí.

Si prefieres acelerar y confiar en que la mujer se conseguirá agarrar, haz click aquí.

 

13:34

La mujer cae a la carretera.

Se intenta levantar, pero es demasiado tarde. El inmenso lobo está ahí para recibirla. La cabeza aterrorizada de la mujer desaparece por completo dentro de las terribles fauces llenas de fuego.

Aceleras intentando dejar de mirar el retrovisor. Pero es demasiado tarde. Hay otro de esos gigantescos lobos delante.

El coche impacta contra el lobo y ves cómo explota en pedazos de algo negro y afilado. La explosión destruye luna delantera y algunos de esos pedazos se clavan en ti. Te queman. Todo el capó está en llamas y tú no ves nada.

 

Si aceleras confiando en tu conocimiento de la carretera, haz click aquí.

Si prefieres salir del coche, huyendo del fuego, haz click aquí.

LOGRO CONSEGUIDO: Mata a un tibicena. Márcalo en la página de logros (LOGROS).

 

13:34

Miras por el retrovisor. El lobo está comiéndose con deleite el cadáver de la mujer cuando aparecen otras criaturas iguales. Una manada de lobos gigantescos que empiezan a comerse los restos del cadáver.

Una baba espesa y naranja cae de las comisuras de sus labios. Cae al suelo y sale un humo candente. Es terrible mirarlo.

Otro lobo salta encima del capó que se dobla por su peso. Gritas, pero el lobo te ignora. Simplemente está pasando por encima de tu coche. Ves el techo doblarse allí donde pone sus gargantuescas patas. Una garra atraviesa el acero de la carrocería sin esfuerzo, como un gato sobre la tela del sofá.

El animal pasa de largo. Salta sobre el cadáver de la mujer y la empieza a devorar junto a sus congéneres. Aceleras.

 

Si te concentras en la carretera, intentando ignorar el terror que está ocurriendo a tu espalda, haz click aquí.

Si quieres seguir mirando, intentando comprender qué está ocurriendo, haz click aquí.

 

13:34

Impactas contra el gigantesco lobo que ocupa la mitad de la carretera, pero la criatura se resiste. No cae. Gruñe de dolor y ese gruñido parece salido del mismo infierno, pero no muere.

Aceleras, pero el vehículo no avanza. Solo ves la carrocería cediendo ante el cuerpo del monstruoso ser. Un humo denso y terrible empieza a salir del capó y pronto el motor hace un gorjeo y muere. El coche se para.

El lobo salta encima del capó. Sus patas están fracturadas, resquebrajadas como una pieza de cerámica después de un martillazo, pero no parece que le importe lo más mínimo. A través de las rendijas, ves un fuego, como una especie de lava que mana hacia el exterior. Se apoya en la luna del coche y esta se rompe por el peso.

Antes de que puedas hacer nada, ya tienes sus fauces en la cara.

 

Pasa a la página muerte #1.

LOGRO CONSEGUIDO: Muere en menos de 5 minutos. Márcalo en la página de logros (LOGROS).

 

13:34

Giras a la derecha y chocas contra la barrera lateral. Todo se tambalea, pero el lobo continúa aferrado al techo. Sus garras atraviesan el chasis y una de ellas te roza la cabeza.

Giras a la izquierda. Notas como el cuerpo del lobo se inclina sobre el coche. La carrocería cede y una parte del techo desaparece. La mujer empieza a golpear una de las garras, sin resultados.

Vuelves a girar a la derecha. Otra vez chocas contra la barrera. Esta vez, el lobo sale disparado. Lo ves caer entre los árboles. Hay fuego a lo lejos.

Maldices para tus adentros, pero no tienes tiempo de pensarlo mucho porque has perdido el control y el coche está empezando a girar sobre sí mismo. Las ruedas no responden.

 

Si frenas para intentar parar el coche, haz click aquí.

Si sueltas el acelerador para intentar controlar el coche sin frenar, haz click aquí.

 

13:34

Con el frenazo notas cómo el cinturón de seguridad se bloquea y cómo te falta el aliento, pero estás bien. No se puede decir lo mismo a la mujer, que sale disparada contra el cristal y lo atraviesa. Se queda incrustada ahí, con medio cuerpo dentro del coche y el otro medio fuera.

El lobo no pierde ni un segundo y la agarra del cuello. Empieza a tirar con todas sus fuerzas. La mujer suelta unos alaridos que hielan la sangre. Los gritos duran poco porque el cuerpo se secciona en dos y la mitad inferior cae dentro del coche, a tus pies. Los intestinos mantienen las dos mitades unidas. Mana tanta sangre que por un momento piensas que no va a acabar nunca.

El lobo devora la otra mitad en el capó del coche, ajeno a tu mirada de terror.

 

Si sales a luchar contra el lobo para vengar la muerte de la mujer, haz click aquí.

Si sales del coche para intentar huir campo a través, haz click aquí.

 

13:34

El lobo se queda agarrado al techo. Tú aumentas la velocidad al máximo, pero no es suficiente. No consigues que se caiga.

Sus garras se clavan al techo y asoman por debajo. Está avanzando, posicionándose encima de vosotros.

—¡No se cae!grita ella. ¡Haz algo!

Pero no sabes qué hacer. Acabas de llegar a una curva y no puedes frenar sin perder el control del coche. Te concentras en la conducción sin éxito y entonces la mujer, murmurando algo para sí, abre la ventanilla y saca medio cuerpo por ella. Empieza a golpear al lobo.

Oyes los gruñidos del animal. Los sonidos de lucha. Las garras empiezan a alejarse de ti, empiezan a acercarse a la mujer.

 

Si ayudas a la mujer en la pelea, haz click aquí.

Si prefieres concentrarte en la carretera, haz click aquí.

 

13:35

El fuego ha empezado al otro lado de la carretera, por donde venía la mujer corriendo. Puedes ver cómo el fuego lame algunos troncos lejanos. Por ahora está lejos, pero las llamas son rápidas y, sobre todo, altas. Además, hace mucho viento y eso no va a ayudarte en lo más mínimo.

De entre el incendio, como si no sintiera el calor, ves aparecer la figura de un lobo. Dos. Tres. Por otros lados aparecen más de esas criaturas gigantescas. Se unen al festín en el coche, comiéndose lo que queda de la pobre mujer. Lamen la sangre como si fuera un delicioso refresco.

Pero parece que te siguen ignorando. De hecho, son figuras imponentes. Temibles, sí, pero imponentes. Bellas incluso, con ese pelaje negro que refleja las llamas, como si fuera metal pulido.

 

Si te intentas arrastrar campo a través, alejándote del fuego y de los lobos, haz click aquí.

Si prefieres quedarte quieto, seguir contemplando la situación confiando en que no te verán si te quedas quieto, haz click aquí.

 

13:35

Corres entre los árboles del bosque. Corres en zigzag buscando siempre los árboles más cercanos entre sí, intentando perder a un perseguidor que no te molestas en comprobar si te está siguiendo.

Continúas la carrera hasta que no puedes más y entonces, con los pulmones a punto de estallar, te escondes detrás del árbol más grueso que encuentras. Esperas unos segundos intentando escuchar a lo que sea que te estuviera persiguiendo, pero no hay ningún ruido.

Entonces, cuando te crees a salvo, miras hacia atrás y ves la cabeza de uno de esos inmensos lobos. Está al otro lado del árbol.

De un zarpazo te lanza al suelo. Te duele muchísimo. Sientes la carne de tu brazo abriéndose, manando lo que sabes que es demasiada sangre. Intentas arrastrarte, pero el lobo posa su inmensa pata sobre ti. Empieza a babear, pensando en comerte. Esa baba parece una especie de lava que, al caer a tu lado sobre el follaje, comienza un pequeño incendio.

No puedes pensar mucho en ello porque el lobo te empieza a comer.

Pasa a la página muerte #1.