UNIVERSIDAD PILOTO DE COLOMBIA
Presidente
José María Cifuentes Páez
Rectora
Patricia Piedrahíta Castillo
Director de Publicaciones y Comunicación Gráfica
Rodrigo Lobo-Guerrero Sarmiento
Director de Investigaciones
Mauricio Hernández Tascón
Coordinador de Publicaciones
Diego Ramírez Bernal
Directora Maestría en Gestión Urbana
Mayerly Rosa Villar Lozano
LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES:
TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN ©
MAESTRÍA EN GESTIÓN URBANA
Compilador
Pablo Páramo Bernal Ph. D.
ISBN: 978-958-97976-4-8
1ª reimpresión - 2017
Diseño de portada y Diagramación
Daniela Martínez Díaz
Departamento de Publicaciones y comunicación gráfica de la UPC
Corrección de estilo
Cristian Vega
Fotografías Portada
Stock.XCHNG
FreeDigitalPhotos.net
PhotoXpress
Desarrollo ePub
Lápiz Blanco S.A.S
La obra literaria publicada expresa exclusivamente la opinión de sus respectivos autores, de manera que no representa el pensamiento de la Universidad Piloto de Colombia. Cada uno de los autores, suscribió con la Universidad una autorización o contrato de cesión de derechos y una carta de originalidad sobre su aporte, por tanto, los autores asumen la responsabilidad sobre el contenido de esta publicación.
La investigación en ciencias sociales : tecnicas de recolección de información
La investigación en ciencias sociales : técnicas de recolección de Información
/ Pablo Paramo Bernal Ph. D (compilador)
Bogotá : Universidad Piloto de Colombia, 2017
272 páginas : ilustraciones
Incluye referencias bibliográficas (página 272)
ISBN : 9789589797648
CDD 300.72
1. CIENCIAS SOCIALES – INVESTIGACIONES
2. METODOLOGIA EN CIENCIAS SOCIALES
Tabla de contenido
COLABORADORES
LAS TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN DENTRO DEL PROCESO DE LA INVESTIGACIÓN
Pablo Páramo Bernal
PRIMERA PARTE: CUESTIONAMIENTOS A LA OBSERVACIÓN
EPISTEMOLOGÍA DE LAS PRÁCTICAS DE OBSERVACIÓN
Rafael Ávila Penagos
ASPECTOS ÉTICOS EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL
Pablo Páramo Bernal, Ximena Ortega y Leidy Rodríguez
CONFIABILIDAD Y VALIDEZ
Pablo Páramo Bernal y Manuela Gómez Hurtado
SEGUNDA PARTE: LAS TÉCNICAS
CUESTIONARIOS
Pablo Páramo Bernal y Mauricio Arango
ELABORACIÓN DE CUESTIONARIOS A PARTIR DE LA TEORÍA DE FACETAS
Pablo Páramo Bernal y Cesar Arturo Dueñas Pava
EVALUACIÓN DE CALIDAD AMBIENTAL PERCIBIDA
David Alexander Bobadilla Rey
MUESTREO TEMPORAL DE EXPERIENCIAS EN VIVO
Pablo Páramo Bernal
LA ENTREVISTA
Pablo Páramo Bernal
LA ENTREVISTA CONDUCTUAL: UNA GUÍA PRÁCTICA DE IMPLEMENTACIÓN PARA INVESTIGAR Y EVALUAR
Luz Helena Duarte Mateus
GRUPOS FOCALES
Pablo Páramo Bernal
LA CLASIFICACIÓN MÚLTIPLE DE ÍTEMS (CMI)
Pablo Páramo Bernal
OBSERVACIÓN PARTICIPANTE
Pablo Páramo Bernal y Gloria Elizabeth Duque Olarte
OBSERVACIÓN CONDUCTUAL
Yaneth Urrego Betancourt
RASTROS DEL COMPORTAMIENTO
Claudia Rodríguez Ferreira
ANÁLISIS DE CONTENIDO: UN EJERCICIO EXPLICATIVO
Bernardo Antonio Ocampo Ramos
LA IMAGEN EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL
Mónica Eliana García Gil
LA CARTOGRAFÍA SOCIAL
Carolina Mendoza Peñuela
CÓMO UTILIZAR HERRAMIENTAS GEOGRÁFICAS (SIG Y GPS) PARA VISUALIZAR LA UBICACIÓN DE FENÓMENOS DE INTERÉS EN EL ESPACIO
Andrés Ernesto Guhl Corpas
MAPA CONDUCTUAL
Andrea Milena Burbano Arroyo
MAPAS MENTALES: LA REPRESENTACIÓN COGNITIVA DEL ESPACIO COMO MÉTODO DE INVESTIGACIÓN SOCIAL
Oscar Eduardo Navarro Carrascal, Natalia Lozano y Ubaldo Enrique Rodríguez De Ávila
Pablo Paramo Bernal
(Compilador)
Obtuvo su Ph.D en Psicología del Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de New York. Es profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional, donde se desempeña como profesor-investigador del Doctorado en Educación. Investigador de la Universidad Piloto de Colombia y catedrático en la Universidad de los Andes. Su reciente actividad académica se ha desarrollado en la filosofía de la ciencia y la investigación sobre cultura ciudadana, espacio público y ambiente natural. Con sus aportes ha contribuido a la formación científica de profesionales de las ciencias sociales. Coordina el grupo de Pedagogía Urbana y Ambiental acreditado por COLCIENCIAS.
Correo electrónico: pdeparamo@gmail.com
Mauricio Arango
Magíster en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional y Candidato a Magíster en Administración de la Universidad del Valle. Especialista en Gerencia Financiera y Administrador de Empresas de la Universidad de La Salle. Docente en áreas de Administración de Empresas en diferentes universidades. Actualmente, docente-investigador de la Facultad de Ciencias Contables y Administrativas y de la Especialización en Talento Humano de la Universidad de La Amazonía en Florencia, Caquetá. Asesor y consultor Empresarial.
Correo electrónico: marango@uniamazonia.edu.co
Rafael Avila Penagos
Profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional. Doctor en Sociología, Universidad Católica de Lovaina. Magister en Dirección Universitaria de la Universidad de los Andes, Bogotá. Profesor de la Maestría y del Doctorado en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional. Investigador del Centro de investigaciones de la UPN (CIUP). Investigador de metodologías sobre la reflexión acción en las prácticas de maestros.
Correo electrónico: losavila@yahoo.fr
David Alexander Bobadilla Rey
Candidato a Magíster en Gestión Urbana de la Universidad Piloto. Ingeniero ambiental, Universidad Libre. Actualmente, Director HSE SEARCA S.A. Auditor Interno normas ISO 9001/2000,150 14001/2000 y OHSAS 18001/1998. Consultor ambiental en proyectos de infraestructura urbana y gestión con la comunidad.
Correo electrónico: daalbore@gmail.com
Andrea Milena Burbano Arroyo
Magíster en Gestión Urbana de la Universidad Piloto de Colombia. Arquitecta de la Universidad de la Salle. Profesora de la Maestría en Educación, Universidad Pedagógica Nacional. Consultora en asuntos de gestión urbana. Sus intereses investigativos se centran en temas urbanos, en particular sobre espacio público, género e informalidad.
Correo electrónico: arqmilenaburbano@gmail.com
Luz Helena Duarte Mateus
Magíster en Gestión Urbana, Universidad Piloto de Colombia. Especialista en Medición y Evaluación en Ciencias Sociales, Universidad Iberoamericana y en Docencia de la Universidad El Bosque. Psicóloga. Docente e investigadora en el área de diseño y validación de instrumentos de evaluación, diseños experimentales y estadística. Asesora y consultora en proyectos de investigación y gestión. Docente de pregrado y postgrado de varias universidades.
Correo electrónico: Iduartemateus@gmail.com.
Cesar Arturo Dueñas Pava
Especialista en Docencia Universitaria, Universidad Piloto de Colombia. Estadístico de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente, docente del Departamento de Ciencias Básicas de la Fundación Universitaria Agraria de Colombia, Uniagraria.
Correo electrónico: csrduenas@yahoo.com
Gloria Elizabeth Duque Olarte
Especialista en Innovación y Pedagogía Universitaria, Universidad La Gran Colombia. Candidata a Magíster en Ciencias Políticas y Licenciada en Educación de la Universidad Javeriana. Directora de Unidad Académica en Ciencias de la Educación y Directora de la Especialización en Docencia Universitaria de la misma universidad.
Correo electrónico: geduque@unipiloto.edu.co
Mónica Eliana Garcia Gil
Magíster en Comunicación Televisiva, Universidad Pontificia Bolivariana y Candidata a Magíster en Comunicación, Universidad Javeriana. Comunicadora Social-Periodista. Docente del Área Audiovisual en distintas universidades de Bogotá. Actualmente, docente-investigadora de la Facultad de Comunicación Social para la Paz de la Universidad Santo Tomás de Bogotá. Productora, guionista y realizadora de videos institucionales y educativos.
Correo electrónico: monigarciagil@yahoo.com.
Manuela Gómez Hurtado
Candidata a Magíster en Docencia, Universidad de la Salle. Especialista en Docencia Universitaria, Universidad Piloto de Colombia. Administradora de Empresas, Universidad Nacional de Colombia. Docente del Programa de Ingeniería Financiera de la Universidad Piloto de Colombia.
Correo electrónico: manuelagh@hotmail.com
Andres Ernesto Guhl Corpas
Ph.D. en Geografía, University of Florida. M.Sc. en Geografía, University of Illinois at Urbana-Champaign. Ingeniero Civil de la Universidad de los Andes. Docente e investigador en temas ambientales y geográficos asociados a la relación entre naturaleza y sociedad. Actualmente, Profesor Asistente del CIDER de la Universidad de los Andes en el área de Medio ambiente y Desarrollo.
Correo electrónico: aguhl@uniandes.edu.co
Natalia Lozano
Psicóloga de la Universidad de Antioquia.
Correo electrónico: natalialozano@gmail.com
Carolina Mendoza Peñuela
Candidata a la Maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional. Geógrafa, Universidad Nacional de Colombia y Docente Catedrática en Licenciatura en Ciencias Sociales y en Ingeniería Topográfica. Actualmente, Consultora independiente.
Correo electrónico: carolmendozap@yahoo.es
Oscar Eduardo Navarro Carrascal
Doctor en Psicología con especialidad en Psicología Social y Ambiental de la Universidad de Paris Descartes. Magíster en Psicología Social de la misma universidad. Magíster en Proyectos de Desarrollo Social de la Universidad del Norte. Especialista en Ciencias de la Educación de la Universidad de Paris 12, Valde-Marne y Psicólogo de la Universidad Metropolitana. Profesor invitado de la Universidad de Antioquia. Actualmente, Investigador del CERDAP, Universidad Pierre Mendes France, Francia.
Correo electrónico: osedna2001@yahoo.com
Bernardo Antonio Ocampo Ramos
Especialista en Docencia Universitaria de la Universidad Piloto de Colombia. Ingeniero Electricista de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales. Actualmente, docente del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Manizales.
Correo electrónico: bernaocampo@hotmail.com
Claudia Rodriguez Ferreira
Magíster en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional. Especialista en Didáctica del Inglés de la Universidad Surcolombiana. Licenciada en Filología e Idiomas de la Universidad Nacional de Colombia. Docente del programa de Licenciatura en Inglés de la Universidad de la Amazonia. Orientadora de Prácticas de Formación Profesional Docente con investigaciones en el campo de la enseñanza y aprendizaje de lenguas. Asesora pedagógica de la Corporación Educativa Amigos, Instituto Jean Piaget, Florencia, Caquetá.
Correo electrónico: claudiar9@yahoo.es.
Ubaldo Enrique Rodriguez De Avila
Candidato a Magister en. Educación de la Universidad del Magdalena - SUE Caribe. Psicólogo de la Universidad del Magdalena. Actualmente, Director Ejecutivo de la Fundación Oasis de Amor, ONG de acción social dirigida a la vulnerabilidad. Vinculado como contratista en convenio con la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad del Magdalena.
Correo electrónico: rodriguez.ubaldo@gmail.com
Yaneth Urrego Betancourt
Especialista en Psicología de la Salud de la Universidad Nacional. Especialista en Gerencia y Administración de proyectos hospitalarios (CEADS). Especialista en Docencia Universitaria, Universidad Piloto de Colombia. Psicóloga de la Universidad Católica de Colombia. Docente del área de neurociencias en distintas universidades y del diplomado de pruebas psicológicas en la Universidad Piloto de Colombia. Actualmente, docente de Neuropsicología, Psicoterapia con énfasis cognitivo conductual y Entrevista Psicológica en la Universidad Piloto de Colombia. Jefe de Diseño Curricular en la Fundación Universitaria San Martín en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Correo electrónico: yurregob@yahoo.com.
Las tecnicas de recolección de información dentro del proceso de la investigación
Pablo Páramo Bernal
El propósito de este libro es ofrecer a los estudiantes de posgrado, especialización, maestría y doctorado, y a los estudiantes de pregrado de nivel avanzado, un conjunto de técnicas de recolección de información que puedan ser usadas en la exploración de diferentes aspectos, y objeto de estudio en las Ciencias Sociales.
Muchas veces, la tarea del investigador de las ciencias sociales (economía, psicología, pedagogía, antropología, sociología, etc.), parte de la descripción de algún fenómeno de interés de carácter interpersonal o social que involucra relaciones con el ambiente de los individuos o grupos. Tal diversidad de objetos de estudio requiere de una multiplicidad de métodos de estudio y de diversas técnicas de recolección de información para su análisis. Este libro se ha diseñado para suministrar elementos conceptuales e instrumentales a aquellos investigadores que, habiendo elegido una estrategia de investigación, requieran hacer uso de alguna o algunas técnicas de recolección de información en el proceso de la investigación.
Al presentar estas herramientas tratamos de ser neutrales y no promover el empleo de unas más que de otras. Las ventajas que otorgue su uso dependerán de qué tan ajustada esté la técnica al problema de investigación que se quiera resolver. Es más, se asume que cualquiera de estas técnicas tiene sus debilidades y limitaciones y, por lo tanto, lo más conveniente es valerse de más de una de ellas en una forma integral.
Por otra parte, la tesis de la cual parte este trabajo establece que las técnicas de recolección de información no están necesariamente ligadas a un tipo de suposiciones sobre la filosofía de la ciencia; es decir, carece de sentido recurrir a ellas para distinguir entre diversas formas de investigar, como cuando se clasifica la investigación en cuantitativa y cualitativa. La diferencia entre los modelos o paradigmas que guían la investigación radica más en sus supuestos epistemológicos y en las consecuencias que de ello derivan en la noción de realidad y sujeto, que en las técnicas de recolección y análisis de información que se emplean. Si bien es cierto que muchas de las herramientas de recolección de información pudieron surgir de las visiones que tenemos del mundo o posturas epistemológicas —como el positivismo, el postpositivismo, el feminismo, la teoría crítica, el construccionismo social, etc.—, las técnicas en sí mismas no tienen un compromiso ineludible con la perspectiva de investigación que se tiene hoy día. Su diseño, forma de empleo y la interpretación de los datos que de allí se deriven dependen, eso sí, de la posición epistemológica del investigador. Aunque el empleo de cuestionarios con preguntas estructuradas y escalas numéricas tuvieron su origen en el deseo por cuantificar las observaciones de sociólogos, antropólogos, economistas y psicólogos durante la hegemonía del positivismo en buena parte del siglo XX. Hoy, el empleo de cuestionarios no los liga a las suposiciones del positivismo por encontrar la verdad absoluta o apodíctica, pueden diseñarse dentro de cualquiera de las posturas que orientan la investigación.
Esta sección introductoria tiene como propósito llamar la atención sobre la manera como pueden usarse estos procedimientos, ajustándolos a partir de la visión epistemológica del investigador, la cual deberá guiarlo en la manera de enfrentar al sujeto que pretende estudiar y la manera de analizar la información que recoja. Por ejemplo, el construccionismo social sostiene que el investigador crea a través de la interacción las realidades que constituyen los lugares donde se recogen los materiales empíricos, son estas prácticas las que producen dichos materiales y las interpretaciones teóricas del mundo. Así mismo, una entrevista orientada por una postura feminista requiere apertura, compromiso emocional y una relación de confianza entre el entrevistador y el participante, aspectos sociales que no se buscan comprometer dentro de las visiones más tradicionales de hacer entrevistas.
Para el investigador es importante reconocer que las técnicas tanto cualitativas como cuantitativas, como las que aquí presentamos, pueden usarse conjuntamente. El uso combinado de técnicas de recolección y análisis de información aumenta su validez y contribuye, como lo señalan Bonilla y Cruz (1997) y Cook y Reichardt (1986), a la solución de problemas cuando se trata de investigación orientada a la transformación de la realidad. No se puede desconocer que toda existencia tiene atributos tanto cuantitativos como cualitativos; toda interpretación de datos implica consideraciones cualitativas porque expresa juicios y valoraciones del investigador.
Por consiguiente, la postura epistemológica que se adopte es la que debe entrar a determinar el uso que hagamos de las técnicas y la interpretación de la información recogida. No es la técnica de recolección de información la que define el carácter de la práctica investigativa, sino la postura desde la cual se problematiza el objeto de investigación, la manera como se recoja la información y la subsiguiente interpretación que se haga de los datos.
La ambiguedad del termino Metodos
La ambigüedad del término Métodos
Quizás el término más ambiguo en los textos de metodología sea precisamente el de métodos en sí mismo, ya que se pueden observar diferentes significados. En algunos textos se usa para hacer referencia a la estrategia o a los instrumentos que se implementan en la recolección de la información central del estudio, para describir el tratamiento estadístico de los datos como la manera de explorar algunos asuntos de investigación, el diseño de la investigación e incluso, se utiliza el término para distinguir entre posturas ideológicas o epistemológicas al decir métodos positivistas, feministas, construccionistas o postmodernos. En lo que sigue trataré de clarificar estas ambigüedades.
La estructura del proceso de investigación
En el proceso para llevar a cabo una investigación intervienen cinco aspectos clave: el epistemológico, el teórico, el método, el interpretativo y el tecnológico.
Con el ánimo de unificar en este escrito la definición de estos conceptos y ubicar nuestro trabajo en este proceso, se entiende por postura epistemológica o paradigma el conjunto de suposiciones de carácter filosófico de las que nos valemos para aproximarnos a la búsqueda del conocimiento, la noción que compartimos de realidad y de verdad, y el papel que cumple el investigador en esta búsqueda del conocimiento, al igual que la manera como asumimos al sujeto estudiado. Así, es posible hablar de posturas epistemológicas o visiones del mundo como: el positivismo, el postpositivismo, la teoría crítica, el feminismo, el convencionalismo o construccionismo social, etc. El método incluye la estrategia y el diseño de investigación. La primera, la estrategia, entendida como el enfoque general de la investigación, ya sea tradicional (experimental o correlacional) o la que hemos dado en llamar alternativa, referida a otras formas de orientar la investigación, distintas a las de la investigación tradicional como la etnografía, la investigación-acción, el estudio de caso, la investigación de programas, el estudio biográfico o análisis histórico y la investigación documental, que responden en gran medida, aunque no necesariamente, a suposiciones epistemológicas diferentes (Páramo y Otálvaro, 2006). Por el segundo o diseño, se debe entender el plan de realización de la investigación o su delimitación, en el que se especifican los participantes, la forma de identificarlos o asignarlos a grupos, las fases de exploración y las técnicas que se utilizan para capturar la información, tales como: los diarios de campo, las entrevistas, cuestionarios, los mapas cognoscitivos, etc. Éstas deben dar lugar al diseño de instrumentos o formatos, en los que se debe identificar la institución que adelanta el estudio, el propósito que se persigue con el estudio, el instructivo para su diligenciamiento, las preguntas o afirmaciones que lo componen y los datos demográficos del participante. Por interpretación, entendemos la manera como se analiza la información recogida, a través de análisis estadísticos para el caso de la información cuantitativa, o de contenido cuando la información es cualitativa. Para esto, los investigadores se valen muchas veces de programas de cómputo especializados para el tratamiento de la información cuantitativa o cualitativa como el SPSS, SAS, Atlas. ti., NVIVO, etc. Y por el aspecto tecnológico, entendemos el uso o aplicación que damos al conocimiento científico. De esta forma, el concepto de método lo usamos para referirnos a una lógica procedimental que guía el proceso de construcción del conocimiento y, por consiguiente, la metodología sería la parte de la epistemología que estudia las lógicas de producción del conocimiento.
En consecuencia, con lo que vengo planteando, deberá existir una coherencia interna entre lo epistemológico y el método. La práctica investigativa debe corresponder lógicamente al planteamiento epistemológico; es decir, la manera como asumimos la realidad, al sujeto, la manera como diseñamos las herramientas de recolección de información y el papel que le damos a los datos para interpretar nuestras teorías, todo debe ser coherente con la postura epistemológica que adoptemos.
Es en el aspecto del método que se centra el presente libro, particularmente, en la búsqueda de información, la cual se vale de técnicas que dan lugar al diseño de instrumentos que permiten la recolección de información y que buscan responder a las preguntas del investigador. Para ello, es indispensable que el investigador tenga una visión clara de los propósitos de su proyecto, el tipo de preguntas que espera resolver, la manera como piensa recoger la información y analizarla, antes de decidirse por una técnica y proceder al diseño de los instrumentos. También es necesario hacer una prueba piloto de la aplicación del instrumento, a partir de la cual haga los ajustes dependiendo de los propósitos del estudio y de lo que arroje la prueba después de su aplicación. Algunas preguntas pueden resultar incomprensibles para la población estudiada, o insuficientes para los propósitos del estudio; de ahí su importancia.
La conveniencia de usar conjuntamente la información cuantitativa y cualitativa
La conveniencia de usar conjuntamente la información cuantitativa y cualitativa
Todos los datos cuantitativos se basan en juicios cualitativos, y cualquier dato cualitativo puede describirse y manipularse matemáticamente. La información cualitativa puede convertirse, además, en cuantitativa, y al hacerlo mejoramos el análisis de la información. Los dos tipos de técnicas se necesitan mutuamente en la mayoría de las veces, aunque, también se reconoce que las técnicas cualitativas son apropiadas para responder ciertas preguntas y las cuantitativas para otras.
Por otra parte, la interpretación de los datos es siempre cualitativa, así se tengan datos numéricos o estadísticos, y lo que llamamos cualitativo, igualmente, debe ser categorizado de alguna manera para su interpretación. De allí, que la separación entre hechos y juicios valorativos resulta un artificio simplista.
Finalmente, el proceso de recolección de información y el análisis de los datos se dan de forma simultánea en las estrategias de investigación alternativas como la investigación acción participativa (IAP) y la etnografía. Por ejemplo, en trabajos de tipo etnográfico, el proceso de sistematización de información va ligado a la categorización, lo cual supone ya un análisis de la información. En la investigación tradicional, de tipo experimental, la recolección se da de forma independiente al análisis.
La estructura del libro
La estructura del libro
El libro está dividido en dos secciones principales que incluyen diferentes capítulos. En la primera, los autores recogen la discusión y formulan sus puntos de vista sobre los aspectos que condicionan las observaciones que se hacen dentro del proceso de hacer investigación en el campo de las ciencias sociales. Rafael Ávila reflexiona sobre el papel que cumple la observación en la construcción del conocimiento y cuestiona el carácter de verdad absoluta que se recoge mediante cualquier técnica. Asumir que la realidad no está dada y que no es independiente del sujeto, nos hace reflexionar si lo que registramos como dato no lo es, sino más bien como afirman Latour y Woolgar (1986), constructos que capturamos a partir de nuestras elaboraciones de lo que creemos o esperamos sea la realidad, la cual no puede ser reconocida sin la existencia de los instrumentos que la registran y las mentes que la interpretan. El lector deberá hacer su propia valoración de estos planteamientos. En el capítulo escrito con la colaboración de Ximena Ortega y Leidy Rodríguez, advertimos sobre los aspectos éticos a tener en cuenta en el proceso de recolección de información, y sobre cierto grado de voyerismo en el que caen las ciencias sociales cuando muestran su interés en observar a los demás invadiendo lo personal y los espacios privados de los otros. Para terminar esta sección, el capítulo con Manuela Gómez destaca la importancia de la confiabilidad y la validez de la información que se recoge en el proceso de investigar, advirtiendo desde ya que se adoptan significados diferentes para estas dos categorías dentro de la investigación tradicional y en la alternativa.
La segunda sección ocupa la mayor parte del libro y se centra en las distintas maneras de generar datos o material empírico, técnicas de recolección de información que se pueden agrupar de acuerdo con el tipo de participación o formas de actuar del individuo o grupo en el proceso de suministrar o recoger la información. En primer lugar, se presentan las herramientas por las cuales el individuo o individuos suministran información mediante diversos tipos de cuestionarios. Así describimos, con Mauricio Arango, el uso de distintos tipos de cuestionarios y la manera de construirlos a partir de un modelo metateórico conocido como teoría de facetas, ejercicio que desarrollamos con Cesar Dueñas. En seguida, se describe una aplicación de un tipo particular de cuestionario para evaluar las actitudes hacia el medio ambiente, trabajo desarrollado por David Bobadilla. Y, terminamos esta presentación de cuestionarios con la descripción y la aplicación del muestreo temporal de experiencias en vivo. A continuación, se revisan las técnicas que recogen información mediante entrevistas, como es el caso de las entrevistas individuales, capítulo del Compilador de este libro, de tipo conductual, capítulo de Luz Helena Duarte, de grupo focal y las entrevistas apoyadas por mecanismos de clasificación de elementos o tarjetas, explicadas por el Compilador de este libro. Posteriormente, se presentan algunas técnicas que recogen información de forma indirecta, es decir, sin la participación consciente o deliberada de quien aporta la información, como en el caso de la observación participante, capítulo del Compilador con colaboración de Gloria Elizabeth Duque. La observación conductual, capítulo de Yaneth Urrego. Los rastros del comportamiento, capítulo de Claudia Rodríguez. Y el análisis de contenido, capítulo escrito por Bernardo Ocampo. La sección termina con una descripción y ejemplificación de técnicas que se basan en el uso de imágenes o representaciones gráficas. Después de hacer un breve rastreo del uso de la imagen en la investigación social y mostrar las distintas interpretaciones de la información así recolectada, Mónica García da recomendaciones acerca de cómo realizar estos registros cuando se toman como fuentes principales en procesos de investigación. Carolina Mendoza presenta la técnica de cartografía social, herramienta de tipo participativo, relativamente reciente, y de mayor novedad gracias al desarrollo tecnológico. Andrés Guhl explica los sistemas de información geográfica y el sistema de posicionamiento global, los cuales se constituyen en un gran potencial para el análisis de información una vez se ha representado en mapas de diversos tipos. Andrea Burbano da cuenta del empleo de los mapas conductuales a través de ejemplos, al igual que el equipo integrado por Oscar Navarro, Natalia Lozano y Ubaldo Rodríguez, quienes ilustran el uso de los mapas cognoscitivos, a través de su empleo en investigaciones.
Si bien, los textos de metodología de la investigación abordan el asunto de las técnicas de recolección de información presentando en algunos casos las entrevistas, el diseño de cuestionarios y el análisis de contenido; son pocos los que en nuestro medio describen la variedad de herramientas que recogemos en este libro, razón por la cual, se ha emprendido esta tarea. Se reconoce que son múltiples las herramientas de las que nos podemos valer para recoger información, pero las que aquí se describen constituyen las más usadas actualmente en la investigación en ciencias sociales. Futuras ediciones deberán incluir el diseño de instrumentos para recoger información de forma virtual, por ejemplo. La mayor parte de los capítulos que conforman esta sección están fundamentados en un ejercicio de investigación, con el fin de ilustrar de manera clara el empleo de cada una de las herramientas que se describen. Confiamos en que los lectores encuentren en este material guías útiles que les ayuden a planificar sus instrumentos de recolección de información y, por consiguiente, a la exploración de sus problemas de estudio.
Agradecimientos
Agradecimientos
Este libro no podría haberse logrado sin la participación de sus autores, profesores de diferentes disciplinas y universidades del país, quienes dispusieron de su tiempo para escribir los distintos capítulos en los que buscan compartir con el lector su experiencia formativa y de investigación. Estoy en deuda con ellos por su valioso aporte. En segundo lugar, mis agradecimientos a Cristhian Ortega, director del Instituto de Investigaciones de la Universidad Piloto de Colombia y a Gabriel Pabón, editor de la misma universidad, por su confianza en la producción de este material. Finalmente, mis agradecimientos a la Universidad Pedagógica Nacional, por apoyar mi formación y trabajo intelectual todos estos años.
Pablo Páramo
Bogotá, abril, 2008
Referencias
Referencias
Epistemologia de las practicas de observación
Rafael Ávila Penagos
El estatus de la observación
El estatus de la observación
La preeminencia de la observación, lograda por el lugar de privilegio que se le ha asignado al acto de observar en las ciencias naturales y socioculturales, requiere de una epistemología de la observación que pueda reconstruir y resignificar el sentido y el uso de los procesos de observación en las prácticas de investigación.
Son muchas las razones para decidirnos a poner “bajo la lupa” nuestra manera de observar o de mirar. Una manera de mirar nos revela una manera de ser en el mundo de la vida y en el mundo del conocimiento que tiene sus consecuencias inevitables en la construcción del orden social. Más que un imperativo o una necesidad, la invitación a observar la observación es una opción que nos introduce en la aventura de la resignificación de nuestros modos de ver y de actuar en el mundo. Una aventura que nos invita a cuestionar los “lugares comunes” y a iniciar rupturas con nuestros modos de mirar, aprender, conocer y reconocer el mundo, comenzando por nosotros mismos. De modo que la epistemología de la observación involucra no sólo nuestra manera de relacionarnos con el conocimiento sino, también y principalmente, nuestros hábitos de relación con el mundo de la vida cotidiana, lugar donde habitan esos que llamamos los otros, semejantes a nosotros.
Las rutas posibles son múltiples y han comenzado ya a correrse y recorrerse. Basta señalar los caminos iniciados por autores como Heinz von Foerster, Ernst von Glasersfeld, Paul Watzlawick, Peter Grieg, Mauro Cerrruti, Niklas Luhman, Edgar Morin, etc. Todos ellos preocupados por iniciar el camino de observar la observación u observación de segundo orden.
Re-corremos y re-cogemos críticamente sus contribuciones, y aspiramos a seguir adelante con nuestra decisión de abrir una ventana para observar la observación (meta-observación), desde una perspectiva epistemológica (Ávila, 2004; Ávila, 2005). Para empatar con ese primer trabajo y, también, para situar al lector, quiero iniciar con un resumen de las principales tesis que esbocé allá, a modo de introducción.
Las tesis que nos sirven de punto de partida
Las tesis que nos sirven de punto de partida
El contexto: crisis de la ciencia convencional
El contexto: crisis de la ciencia convencional
La ciencia clásica se inaugura con un acto de exclusión: la exclusión del sujeto. Nada más pero tampoco nada menos. El científico positivista alimentó la ilusión de que allí donde se incluía al sujeto sólo había filosofía, metafísica, especulación o literatura. Para garantizar la objetividad era necesario, según él, excluir al observador de su observación. La subjetividad fue considerada como una fuente de ruido y de distorsión; que esto haya ocurrido en el ámbito de las ciencias naturales, preocupadas por la naturaleza, es comprensible. Lo que suena extraño es que el sujeto también haya sido excluido de las ciencias que surgieron para intentar aproximarse a la complejidad del sujeto y de las relaciones intersubjetivas. Ciencias como la psicología, la historia, la antropología, la sociología, la economía e, incluso, las ciencias políticas se inscribieron en corrientes estructuralistas que terminaron difuminando la presencia del sujeto.
Hoy en día estamos recuperando la presencia del sujeto y de la subjetividad en el proceso de observación. Rechazamos la posibilidad de una epistemología sin sujeto, reconocemos la implicación del sujeto en la observación, y en la modificación que el observador opera sobre lo que observa por el sólo hecho de observarlo. Hablamos también de una observación de segundo orden, según la cual los sujetos que observan pueden también ser observados, o bien por ellos mismos: auto-observación; o bien por otros sujetos: hetero-observación.
Este regreso a una epistemología con sujeto ha conllevado al cuestionamiento a otras creencias de la dogmática positivista. Durante el siglo XIX, la ciencia acarició el ideal de la unidad. Se suponía que no había diferencias lógicas fundamentales entre las prácticas y los procedimientos de las ciencias naturales y los de las ciencias socioculturales. La ciencia privilegió la unidad sobre la diversidad, supuso que la realidad estudiada era una (universo), que el modo de estudiarla debía ser uno (unidad metodológica) y que la institución en donde se estudiaba era una (universidad).
El universo, sin embargo, se ha fragmentado, y con él la unidad de la ciencia se ha disuelto. Hoy comenzamos a privilegiar la pluralidad. Pensamos el cosmos como una realidad en extremo compleja (pluri-verso), rechazamos la pretensión de un único “método científico” (pluralismo metodológico) y visualizamos la institución que convoca todos los proyectos de saber como una pluriversidad. Las ciencias socioculturales han proclamado y argumentado su especificidad y sus diferencias con respecto a las ciencias naturales, en la naturaleza de sus objetos de estudio, en sus procedimientos metodológicos, en sus perspectivas teóricas y en los horizontes que motivan su dinámica social. Y le han disputado a las ciencias naturales el monopolio de la práctica científica.
La unidad de método, o monismo metodológico, expresada en el dogma de “el método científico” ha sido ampliamente cuestionada por múltiples autores, entre los cuales se destaca la figura señera de Feyerabend, autor de Against Method; tildado inicialmente de anarquismo metodológico, hoy se reconoce que su obra es, fundamentalmente, la expresión de una rebelión contra la dictadura del monismo metodológico y la falta de imaginación. Actualmente, se impone el pluralismo metodológico y se reconoce que lo fundamental de un proceso metodológico es la adecuación a la naturaleza de su objeto de estudio. Entonces, se necesita la imaginación y la creatividad.
La concepción del conocimiento como correspondencia entre entendimiento (intellectus) y realidad (res), supuesta garantía de la verdad y de la objetividad, es ampliamente cuestionada por las diferentes versiones del constructivismo. No podernos estar seguros, dice Maturana (1995), de que aquellos referentes del lenguaje que utilizamos tengan o no una realidad ontológica, independiente a la que tienen en el lenguaje como significados. Hoy comienza a pensarse que el conocimiento es un proceso de construcción, traducción e interpretación, y se comienza a superar esa concepción del conocimiento como simple reflejo pasivo de un mundo supuestamente externo.
La neutralidad de la ciencia ha sido ampliamente cuestionada por la escuela de Frankfurt; más específicamente por Habermas, quien ha puesto en evidencia los diferentes tipos de interés que subyacen, permean y, finalmente, inundan la investigación empírico-analítica, la investigación hermenéutica y la investigación crítica. La práctica científica obedece a intereses que forman parte constitutiva de su dinámica social.
La marcación de fronteras entre la doxa y la episteme, tiende a reconocerse como lo que es: una estrategia de distinción (Bourdieu, 1979), por medio de la cual hemos pretendido construir la diferencia entre nosotros (los científicos sociales) y ellos (la gente común y corriente). La idea es demoler los muros y comenzar a construir puentes entre los saberes de los unos y los saberes de los otros. Entre otras cosas, porque es muy difícil, por no decir imposible, que los “científicos sociales” nos articulemos con los movimientos sociales (sujetos políticos), si nos empecinamos en mantener la actitud y la estrategia de la distinción.
Las formas y estrategias de validación del conocimiento, por medio de las cuales intentamos legitimar nuestros “sistemas de creencias”, ante nuestros pares, ante el resto de las comunidades científicas y ante los aparatos de gestión del conocimiento, toman una prudente distancia de la creencia ciega en objetividad absoluta. Si las ciencias experimentales tienen el recurso de la experimentación para verificar o refutar, las ciencias socioculturales tienen el recurso de la contrastación entre las diferentes versiones de los sujetos. Aunque parezca paradójico, la “objetividad en las ciencias socioculturales nace de la confrontación de subjetividades” (De Ketele y Postic, 1988).
En conclusión, todas las creencias de la dogmática positivista han sido colocadas en el banquillo de los acusados y puestas en tela de juicio. Sus pilares fundamentales han sido sistemáticamente desmantelados. Están en jaque, por no decir en jaque mate.
Ser y sentido de las ciencias socioculturales
Ser y sentido de las ciencias socioculturales
Las ciencias socioculturales contribuyeron a este desmantelamiento por múltiples caminos, entre los cuales se destacan:
i) Su reacción contra la absolutización de los métodos cuantitativos que producían muchos datos, pero poco relevantes para la comprensión de los problemas sociales.
ii) La denuncia de la exageración y, en ocasiones, manipulación de las encuestas como instrumento privilegiado del análisis social.
iii) El señalamiento del desconocimiento de la especificidad, profundidad y complejidad del orden simbólico, propio de los sistemas de interacción entre seres humanos (sistemas de signos, formas lingüísticas, discursos sociales, etc.), (Aguado y Rogel, 2004).
“La ciencia social es fundamentalmente diferente a la ciencia natural” (Giddens y Turner, 1987). Cada una de ellas tiene sus propios ámbitos de análisis. Diferentes objetos de estudio, diferentes métodos, diferentes perspectivas y diferentes horizontes. Los científicos sociales nos dedicamos a construir mapas y representaciones de la sociedad en que vivimos.
Asistimos a un giro en el modo de hacer ciencia y en los procedimientos. Existe mayor consenso entre las comunidades epistémicas sobre la especificidad del objeto de estudio de las ciencias socio-culturales, y sobre su condición de ciencias interpretativas. Por la naturaleza de su objeto, trata con sujetos, con interacciones entre sujetos; interacciones que están mediadas por sistemas de signos, con producción de significación, con textos producidos por sujetos, con lenguaje, con cultura, con comunicación, con producción de subjetividades, de identidades, etc.
De ahí, la distinción que hemos trazado entre los procesos de comprender y de explicar. Los procesos de comprensión tratan de “capturar” significados y sentidos. Los procesos de explicación tratan de demostrar relaciones necesarias (no contingentes) entre las diferentes variables.
Pero, además, los “científicos sociales” formamos parte de comunidades epistémicas o disciplinarias que tienen sus propias tradiciones, sus lenguajes específicos, sus procedimientos consagrados, sus reglas de juego para entrar y salir, su forma de articularse con la universidad y con la sociedad, en general.
Como indicadores de esta redefinición epistemológica podemos señalar los siguientes:
Diferencia entre métodos cualitativos y cuantitativos
Diferencia entre métodos cualitativos y cuantitativos
La traducción de información al lenguaje matemático, que otros llaman modelación matemática de los fenómenos, ha sido considerada por la tradición cuantitativa como una garantía de precisión, exactitud y confiabilidad. Los investigadores de la línea tradicional que utilizan métodos cuantitativos asignan números a observaciones cualitativas, es decir: producen datos al codificar los hechos, en el lenguaje matemático (contar y medir).
Los investigadores que se valen de estrategias alternativas, por su parte, también producen datos encodificando los hechos, pero no en un lenguaje artificial, como lo es la matemática, sino en el lenguaje natural; es decir: traducen sus observaciones al lenguaje natural, el que se habla en el mundo de la vida cotidiana de cada cultura.
Vale la pena señalar que el verbo “transducir” tiene la misma estructura semántica que la palabra “metáfora”, que significa transportar, de un nivel a otro, de un ámbito a otro, de una dimensión a otra. En ambos casos, se trata de transportar o de transducir una experiencia a un lenguaje. ¿En qué se diferencian? En que cada una de esas traducciones acude a un sistema de notación diferente.
Obviamente, en ambos casos es el sujeto el que interviene en el proceso de transportación o transducción, haciendo un uso inteligente de un código para (re) estructurar la información. Pero, atención: lo que el sujeto transporta o transduce al lenguaje no es el objeto, sino la experiencia del objeto. Digámoslo aún más claramente: no transportamos el objeto al lenguaje, sino la experiencia que el sujeto tiene del objeto, o lo que es lo mismo: sólo transportamos al lenguaje la experiencia subjetiva del objeto.
Abordaje epistemológico versus abordaje tecnico
Abordaje epistemológico versus abordaje técnico
En este trabajo me propongo avanzar un paso más, quiero entrar en la discusión sobre la construcción del dato, desde la perspectiva epistemológica que he venido esbozando. A diferencia de aquellas corrientes de pensamiento que tratan el problema de la generación de “datos” como un asunto meramente técnico, yo intento abordarlo como una construcción analítica que plantea un problema de orden epistemológico.
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