1 Antropóloga. Ph.D en Antropología de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca (España). Profesora Titular de la Universidad de Caldas, Manizales-Colombia. Departamento de Estudios de Familia. Programa de pregrado en Desarrollo Familiar y Maestría en Estudios de Familia y Desarrollo.
2 El término‘familial’ es de uso corriente en buena parte de la literatura sobre familia; se utiliza para diferenciarlo de lo ‘familiar’ que da una idea de lo cercano. ‘Familial’ es usado aquí como connotación de lo pertinente a familia y a todo aquello que hace parte de ella en forma amplia; también en un sentido de lo relativo a familia como objeto de estudio académico.
3 Ciencia de Familia es el nombre que el Consejo Nacional de Relaciones Familiares de Norteamérica dio en la década de los 80 al cuerpo organizado de conocimiento disciplinario e interdisciplinario sobre familia. Sin embargo, el estudio de familia data aproximadamente de mediados del siglo XVIII. Un mayor conocimiento sobre los desarrollos históricos de la Ciencia de Familia pueden encontrarse en artículos de revistas internacionales como Family Science Review, Journal of Marriage and the Family y libros relacionados.
4 Sobre la disciplina del Desarrollo Familiar que surgió en la Universidad de Caldas en 1983, escribí en coautoría varios artículos: “El otro Desarrollo Familiar:Una experiencia colombiana de Restrepo y Cebotarev, publicado en 1996 en Family Science Review, Vol. 9 (N3/4), 153-169. “Una estrategia para la participación de la familia en el desarrollo” de Restrepo y Giraldo, publicado en el 2000 en la Revista Universidad de Caldas, Vol. 19 (1); y el más reciente “Teoría y práctica del Desarrollo Familiar en Colombia” de Suárez y Restrepo, publicado en el 2005 en la Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. Vol. 3 (1). Estos y otros trabajos se publicaron en el libro “Tres Décadas de Desarrollo Familiar en Colombia”, Noviembre 2014.
5 Además de pregrado en Desarrollo Familiar, hay varios programas de posgrado: Maestría en Estudios de Familia y Desarrollo, Especialización y Maestría en Intervención en Relaciones Familiares. En inicio se encuentra una propuesta de Doctorado en Familia.
6 El libro Desigualdad de género: privilegios y derechos culturales en familias de Caldas fue publicado por el ICFES en 1999.
7 El término hogar, hace referencia a la consideración de familia como unidad cuyos integrantes, en común, enfrentan la satisfacción de sus necesidades básicas y que a la vez comparten una unidad de residencia. También puede referirse a la morada o la vivienda donde habitan los integrantes de un grupo y donde se desarrollan tareas necesarias para la sobrevivencia del grupo (Rodríguez & Weinstein, 1994). También es una unidad social de reproducción, donde ocurre producción, reproducción y consumo, en la cual la gente trabaja y aúna recursos para asegurar la subsistencia y las necesidades emocionales propias y las de las personas dependientes (Fox & Luxton, 2001).
8 Los términos matrimonio y familia se han usado de manera intercambiada en gran parte de la literatura de familia y de la ciencia social que trata el tema. Si bien ambos términos tienen relación, cada uno tiene su especificidad y deben tratarse separadamente dadas las implicaciones conceptuales, metodológicas y políticas que tienen.
9 El término caring se utiliza aquí más bien que el de ética del cuidado, que es la traducción al español. La palabra significa una serie de conceptos que, en conjunto, componen lo que se entiende por caring: afecto, cuidado físico y material, preocupación genuina y constante por las otras personas, independientemente de su género, edad y condición.
10 Para mayor conocimiento acerca del lenguaje y su importancia en la construcción de lo humano, consultar a P. Berger y T. Luckman (1992), La construcción Social de la Realidad. Argentina: Amorrortu (Ed.); R. Echeverría (2002), Ontología del Lenguaje. Caracas: Dolmen Ediciones.
11 Este trabajo fue publicado en 1992 por la Universidad de Caldas, Facultad de Desarrollo Familiar. Serie Documentos de Familia No.5 Texto original en inglés, traducido por la autora.
12 La palabra inglesa es “entitlement”. En español puede significar título, titulación, derecho a algo. El verbo sería intitular, otorgar, atribuir. Para este trabajo y a falta de una palabra más apropiada para designar este concepto, utilizo intercambiadamente las palabras, atribuciones, privilegios y derechos.
13 Este trabajo fue publicado en 1999 en la Revista Investigación y Desarrollo, (10) 78-99. Es una síntesis de la investigación realizada para optar al título de Doctorado en Relaciones de Familia y Desarrollo Humano en la Universidad de Guelph, Canadá. La investigación fue realizada en Colombia y terminada en 1995. El texto completo de la misma se encuentra publicado en el libro Desigualdad de Género: Privilegios y derechos culturales en familias de Caldas publicado por el ICFES en 1999. Recibió la primera mención de Honor del premio de ensayo académico Alberto Lleras Camargo, primera convocatoria 1997. Con apoyo de Colciencias y de la Universidad de Caldas se amplió la investigación a tres departamentos del Eje Cafetero; se terminó en el 2003.
14 Dalia Restrepo Ramírez. 1993 Candidata a Ph.D Trabajo aceptado para promoción a la categoría de docente Titular en la Universidad de Caldas.
15 Trabajo inédito, (1993).
16 Artículo publicado en 1998. Revista Universidad de Caldas, 17 (1-3), 37-59. (ISNN 0120-1492.
17 Trabajo inédito. 1995.
18 Artículo publicado en Revista Akademos, (5) 50-83, 1998.
19 Ponencia presentada en la Conferencia Internacional “Familias y Globalización”, convocada por la Red Mundial de las familias, FAMILIS, en Montreal, Canadá, Julio 9-11, 1998. Publicada en internet por la red Familis; en el año 2000 se publicó en la Revista Akademos, 5 (1) 129-146.
20 Publicado en AKADEMOS 1 (2) 24-46. 1994.
Contenido
Prólogo
Introducción
PRIMERA PARTE
Familia: una mirada a su indefinición y especificidad
Conceptualización sobre familia: desarrollo histórico
Clasificación de las definiciones de familia
Nuevas miradas sobre familia
Ciudadanía familiar
Prácticas familiares
Enfoque minimalista
Familia y su singularidad
Arreglos o formas de familia
SEGUNDA PARTE
Fundamentos de teoría de familia
Consideraciones iniciales sobre el conocimiento, la teoría y la teorización de familia
Los paradigmas de la ciencia y el estudio de las familias
El paradigma positivista
El paradigma interpretativo
El paradigma crítico
Fundamentación epistemológica de las teorías
El construccionismo social
Conceptualización sobre teoría
Elementos componentes de una teoría
Objetivos y criterios de evaluación de las teorías
Usos de las teorías
Las teorías sobre la familia
Prospectiva de la teorización sobre familia
TERCERA PARTE
Nuevos temas teóricos e investigativos
Los derechos socioculturales y sus implicaciones para la socialización y otros contextos
Introducción
Perspectivas disciplinarias e interdisciplinarias de los derechos socioculturales
Filosofía Política: la existencia de un Estado mínimo
Economía: el análisis del hambre
Sociología: socialización para la desigualdad
Sicología social: la vivencia de los derechos
Temas disciplinarios fundamentales en el enfoque de derechos: Un Sumario
Una redefinición de los derechos sociales y culturales
Justificación
Una precaución: evitando confusión
Recursos materiales y comportamiento
Derechos y poder
Socialización y derechos socio-culturales
Perspectivas de la socialización
Agentes socializadores
Socialización e intencionalidad
Socialización, discurso y género
El discurso padres-hijos
Socialización diferencial de género
Los derechos en la socialización
Los derechos de los niños y las niñas en la sociedad machista
Implicaciones del concepto de derechos socioculturales
Implicaciones para la socialización de género
Implicaciones para el desarrollo de las familias
Implicaciones para contextos más amplios
Conclusiones
Atribuciones y derechos socioculturales de género en familias de Caldas
Introducción
Perspectivas disciplinarias e interdisciplinarias de los derechos socioculturales
Síntesis interdisciplinaria
La investigación
Metodología
Resultados
Conclusiones
Desarrollo de la conciencia feminista
Introducción
Marco teórico
La investigación
Historia de la conciencia feminista
El estadio de pre conciencia
Resocialización
Disparadores (puntos críticos)
Redefiniendo su vida
Compromiso con el cambio y la acción
Conclusiones
CUARTA PARTE
Aplicación de conceptos, teorías y metodologías para el estudio y trabajo de familia
Construyendo el ‘caring’ en familia
Introducción
El concepto actual de ‘caring’
‘Caring’ a los padres/madres ancianos
El quién y el porqué del ‘caring’
Compartir la casa o vivir solo/a
‘Caring’ en acción
Una empresa costosa
Una crítica al ‘caring’
Hacia un ‘caring’ ético
Cómo hacerlo: algunas alternativas
Una mirada a la teoría de intercambio en la vejez
Introducción
Teoría de intercambio: un nuevo paradigma en el comportamiento social
Las personas ancianas en la teoría de intercambio
Lo que la teoría de intercambio deja por fuera
Conclusiones
Negociación constructiva en familia: un enfoque en desarrollo familiar
La necesidad de negociación en las relaciones familiares
Cómo resuelven las familias sus conflictos
Dos lados en la negociación: gana-pierde y gana-gana
Quién tiene el poder
Negociación constructiva: solución gana-gana
La negociación constructiva en el desarrollo familiar
Como aplicar la negociación como herramienta metodológica
Grupos objetivo
El programa de entrenamiento y seguimiento
Tópicos a ser trabajados
Metodología para el programa de entrenamiento
QUINTA PARTE
Familia: políticas, democracia, ecología e historia
Las políticas y las familias: un caso de abandono del desarrollo
Introducción
Lo público y lo privado
El lugar de las familias en el desarrollo
Visiones sobre familia
Las estrategias de desarrollo y las familias
Criterios para una crítica de las políticas de desarrollo
Hacia una nueva teoría y práctica del desarrollo
Hacia una vida familiar ecológica y democrática
Familias, medio ambiente y desigualdad
Papel del Estado: un asunto de derecho
Hacia un desarrollo familiar ecológico y democrático
Los profesionales de familia y el medio ambiente
La familia latinoamericana en contexto histórico
Introducción
Un marco de referencia para análisis histórico
La familia en latinoamérica
Algunas características de la historia de la familia en las últimas décadas
Investigación en los 50 y 60
Historia de familia en los 70
Investigación en los 80
Bibliografía
© Universidad de Caldas, 2017
-Comité Editorial-
TÍTULO: FAMILIA, TEORÍA Y DESARROLLO FAMILIAR. UNA ANTOLOGÍA
COLECCIÓN: LIBROS DE TEXTO. FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
Autora: Dalia Restrepo Ramírez
E-mail: dalia1@une.net.co
Primera edición
Manizales, diciembre de 2017
Derechos reservados por la Universidad de Caldas para la primera edición
ISBN: 978-958-759-154-5
Editor: Luis Miguel Gallego Sepúlveda
Coordinación editorial: Jorge Iván Escobar Castro
Diagramación: Natalia Aguirre Henao
Diseño de portada: Luis Osorio Tejada
Editorial Universidad de Caldas
E-mail: produccion.editorial@ucaldas.edu.co
Apartado aéreo: 275
Teléfono: (57+6) 8781500 Ext. 11106
Manizales —Colombia
Catalogación en la fuente, Biblioteca Universidad de Caldas
Restrepo Ramírez, Dalia
Familia, teoría y desarrollo familiar. Una antología / Dalia Restrepo Ramírez; coordinación académica Luz María López Montaño. – Manizales: Universidad de Caldas, 2017.
324 páginas. – (Libros de Texto)
ISBN: 978-958-759-154-5
Desarrollo familiar – historia – investigaciones / Relaciones familiares – Colombia - investigaciones / Programa de desarrollo familiar Universidad de Caldas - historia / Título /
CDD 306.85/R436
Luisa Fernanda Giraldo Zuluaga1
Es indudable que el tema de familia cobra importancia para las ciencias sociales en la actualidad y su vigencia se deriva, entre otros, de la importancia de analizar los diferentes tipos de arreglos familiares que se configuran y coexisten y al mismo tiempo trazan líneas porosas entre lo que se puede o no considerar como familia. Sin duda en el centro de este debate subyacen visiones y posturas teóricas que la autora expone y desarrolla con solidez argumentativa para alimentar el análisis y puntualizar aspectos nodales de la reflexión epistemológica, teórica y metodológica en torno a familia. A continuación señalaré los más importantes:
La ruptura con la visión monolítica y heteronormativa de la familia
La autora plantea que el modelo monolítico y heteronormativo que ha caracterizado a la familia deviene de una visión patriarcal y hegemónica que la concibe como un grupo conformado por una pareja heterosexual, casada legalmente y con hijos que se fundamenta en un único modelo de vida familiar y sexual. A tono con las posturas más críticas y contemporáneas en las ciencias sociales la autora abre un nuevo horizonte a partir de considerar familia como cualquier grupo que puede asumir “responsabilidades familiales” sean estas personas o no del mismo sexo, parientes o no, con hijos e hijas biológicos o adoptivos entre otras.
Es precisamente la perspectiva relacional la que permite otorgarle un lugar protagónico a los sujetos y a la construcción de interacciones como dimensiones significativas de la vida familiar más que a características tradicionales y funcionales que remiten a formas, tipos y estructuras. Reconocer la importancia de los lazos y las interconexiones señala la incorporación de dimensiones afectivas, íntimas y personales, no por ello menos importantes y trascendentes, en el proceso de construir y reconocer diversas formas de agrupación no normalizadas desde lo legal y sacramental pero que, sin lugar a duda son el fundamento de múltiples arreglos y el armazón de los lazos e interacciones que dan lugar a un amplio y complejo horizonte de flujos, intercambios y reciprocidades de diverso tipo. De allí que los lazos materiales, emocionales y simbólicos aunados a otros configuran una matriz de sentido e identidad.
De la definición a la indefinición de Familia
La autora, consecuente con el enfoque construccionista comparte un presupuesto fundamental: la imposibilidad de definir el concepto familia. De un lado señala la existencia de distintas conceptualizaciones y definiciones en respuesta a visiones y perspectivas epistemológicas y teóricas diferentes y, del otro los distintos significados que sus integrantes, en razón de la edad, generación, raza, orientación sexual, clase y otro tipo de diferenciadores- a los que se agregarían diferentes memorias y experiencias de vida familiar- le otorgan a ésta.
De lo anterior se desprende que tanto el concepto como los significados de familia son construcciones socioculturales e históricas que varían de acuerdo al contexto, la localización geohistórica en las que también convergen dimensiones sociales, familiales e individuales tradicionalmente fragmentadas. Ahora bien, plantear la indefinición de familia no implica negar su existencia sino más bien reconocer la variedad de significados y con estos de formas, estructuras, arreglos y relaciones.
Pero también la familia es discurso y lenguaje porque brinda y construye significados. Además como aparato semiótico y sistema de significación permite construir y representar relaciones de parentesco que se establecen en el espacio doméstico y fuera de éste. En este sentido la familia y el parentesco como lenguaje asigna significado a las relaciones interpersonales, al mismo tiempo que define un campo de actitudes y comportamientos en un marco de deberes y derechos. No sólo se construyen discursos sino que también se organizan significados que contribuyen a configurar conceptos, definiciones, interpretaciones y representaciones.
El concepto de prácticas familiares es otra de las nociones que propone la autora para destacar el papel de agencia de sus actores y la utilidad que reviste para mostrar como las personas construyen y hacen familia en su diario vivir. Este enfoque en el que convergen prácticas y estrategias es el más adecuado para articular intereses y sentimientos, aspectos objetivos y subjetivos en un horizonte en donde las personas en su relación aportan fluidez a sus dinámicas. Esta aproximación representa un avance significativo en el camino de superar tradicionales dicotomías y en reconocer el juego de categorías que clasifican y ordenan de una manera jerárquica las actividades humanas y nutren el significado que las personas le otorgan a las relaciones familiares que viven o practican.
Familia más allá del parentesco y la domesticidad
Una de las características del concepto moderno de familia es su reducción a su referente biológico que gira en torno a la idea de sangre y domesticidad; esta última sinónimo de afectividad y espacio de corresidencia de la pareja y sus hijos. En este orden de ideas familia nuclear y conyugalidad constituyen una dupla que se cimienta en la noción liberal de individuo, de libertad y con ella de realización personal. En el plano ideológico su correlato es el amor romántico que sentó, entre otros aspectos, las bases de un modelo de familia patriarcal que otorga poder a los hombres y les define a las mujeres una posición o lugar de subordinación. Desde una perspectiva más amplia la sociedad patriarcal de acuerdo con su basamento heteronormativo erige, a partir de los datos de la fisiología masculina y femenina, identidades y comportamientos fijos que se corresponden unívocamente con el sistema sexo-género.
De otra parte, cuestionar las bases biológicas del parentesco y del dominio doméstico como espacio asociado a la mujer significa confrontar su separación de la esfera pública pero también reconocer la existencia de dos dominios a los cuales se han asociado determinados roles, contextos y actividades que como variantes de una misma dicotomía, naturalizan las relaciones entre los hombres y las mujeres, pero sobre todo desconocen la interconexión entre ambos dominios, su especificidad histórica y variabilidad cultural. Sin embargo, reconocer el dualismo no es suficiente, lo más importante en palabras de la autora radica en explicar en qué consisten las desigualdades, cómo se organizan, cómo se producen y reproducen a través de las prácticas de los actores y cómo estos las interpretan y las transforman.
La familia un asunto político
La familia conjuga fuerzas sociales que dan lugar a diferentes dinámicas, relaciones y efectos de poder y es en este campo de lucha que se le otorga capacidad de agencia y transformación. El concepto de ciudadanía familiar que la autora utiliza, propuesto por el sociólogo inglés Bernades (1997, 1999) destaca no sólo el papel político de las familias en la perspectiva de cómo estas habilitan a los individuos para ejercer derechos y deberes, sino también el reconocimiento que le otorga a las familias en el debate civil, político y social. Adicionalmente, se incluye una dimensión bien importante: la práctica de los derechos y responsabilidades de sus integrantes entendida como reconocimiento e incremento de la ciudadanía individual, especialmente de los más vulnerables: niños, mujeres y ancianos entre otros, en el contexto del vivir en familia.
Por lo tanto la ciudadanía familiar implica reconocer los derechos, deberes y obligaciones que corresponden a los individuos en las familias y comprender que la distribución de los bienes materiales y no materiales en este sistema obedece a la posición y el estatus de cada integrante, en los cuales se interceptan el género, la edad e incluso el orden de nacimiento y develar las tensiones entre individuo y familia. El reto consistiría en replantear la ciudadanía individual en su variante tradicional-liberal la cual recae en la noción de individuo, por la ciudadanía familiar que la incluye a partir del reconocimiento de las necesidades de todas las categorías de personas sin prioridad, lo cual podría constituirse en el principal propósito valorativo y ético.
Los aportes de la teoría feminista
La teoría feminista ha nutrido y enriquecido la reflexión crítica sobre la familia y el discurso ideologizado de la misma, campo que por lo menos hasta la década de los 80 estuvo marcado por la corriente estructural-funcionalista que acentuaba el papel de la familia monogámica mínima, su rol afectivo y la justificada división del trabajo construida a partir de las diferencias biológicas entre los sexos, la cual sirvió para estructurar un modelo de familia que respondía a los requerimientos de la sociedad moderna e industrial pero que paradójicamente desconocía la coexistencia de distintas estructuras y formas de organización de la familia.
Si bien la autora inscribe su argumentación en los principales desarrollos de la teoría feminista anglosajona, toma distancia de las corrientes ortodoxas del feminismo que critican y cuestionan la familia como una institución patriarcal per se en la que persisten jerarquías de poder y relaciones de dominación y opresión de las mujeres. Su visión renovada desarrolla una perspectiva que permite abordarla como “fuente de fortaleza, solidaridad y habilidad para sobrevivir” que no niega la permanencia de tradicionales estructuras pero no cierra las opciones de cambio y sobre todo la emergencia de formas y estructuras familiares democráticas.
De allí la permanente insistencia de la autora en desafiar la mirada tradicional de familia; su acento está puesto en ampliar la visión y reflexionar en torno al tema y sobre todo en entregar a las nuevas generaciones el rico legado que compartió con sus estudiantes y con todas aquellas personas que tuvimos la oportunidad de aprender a su lado.
Es innegable que el tema de familia es de gran interés en la actualidad para estudiosos e investigadores de todas las ciencias sociales, para juristas, legisladores, planificadores de políticas, sectores políticos y hasta para la generalidad de la gente. El debate alrededor de los asuntos familiales2 tiene sentido debido no sólo por la diversidad de formas familiares que coexisten y las que vienen surgiendo recientemente, sino también por la necesidad de los Estados y los gobiernos de legislar sobre lo que se considera familia desde lo jurídico y lo legal, así como en todos los asuntos de la vida social; como por ejemplo: a quiénes se incluye como familia y a quiénes no, a quiénes se brinda apoyo gubernamental, a quiénes se les otorgan y garantizan derechos reproductivos, sociales, culturales, económicos, políticos, etc. Esto es imperativo debido, en parte, a los reclamos y peticiones de grupos minoritarios -por ejemplo la comunidad homosexual y otros- que abogan y luchan por el reconocimiento legal, social y político de los grupos familiares que conforman.
Las circunstancias y condiciones que rodean lo familial obligan a ampliar el conocimiento, la indagación y el análisis de nuevas visiones que surgen desde las familias y desde sus estudiosos; también es importante analizar los diversos tipos de arreglos familiares que existen y/o conviven en un espacio y tiempo determinados, así como los que van apareciendo, con el fin de establecer y definir criterios y trazar las líneas fronterizas de lo que se puede y se debe reconocer y aceptar como familia y las relaciones diversas que establecen.
Hay quienes argumentan desde las políticas, que el debate sobre familia se centra en dos posiciones opuestas: la de los patriarcalistas o aquellos que sostienen que familia es un grupo compuesto por una pareja heterosexual, casada legalmente y con hijos, y la de aquellos más modernos, igualitarios y diversos, que consideran que familia puede ser un grupo que asume responsabilidades familiales por otras personas, sean o no del mismo sexo, que están o no unidas legalmente o que juegan roles parentales, ya sea de hijos biológicos o no (Eichler, 1988). Cada posición tiene criterios acerca de quién o qué debe ser considerado y reconocido como familia y alrededor de estos se configuran sus derechos biológicos, reproductivos, sociales, económicos, culturales, civiles, políticos y ecológicos; se definen las responsabilidades y obligaciones de sus integrantes así como también las condiciones para el acceso al apoyo del Estado y de las instituciones.
Además, existen diversidad de visiones y de formas de tratar los temas de familia y vida familiar: el saber científico, los estudios históricos, literarios y costumbristas; el conocimiento popular y de sentido común, incluyendo el saber experiencial de actores reales –que son personas de diferente sexo/género, edad/generación, orientación e identidad sexual, origen racial y étnico, procedencia geográfica y otros factores-. Muchos de estos saberes han servido para fundamentar los desarrollos y avances teóricos, investigativos y de intervención en las ciencias sociales, en particular en lo que se conoce como la Ciencia de Familia3, que incluye diversas disciplinas y programas de formación profesional y posgraduada, a nivel internacional y nacional, como el caso del Desarrollo Familiar Colombiano.
Los temas que desarrollo en este libro hacen parte del bagaje teórico, conceptual y metodológico de la nueva disciplina del Desarrollo Familiar que surgió en la Universidad de Caldas como una opción alternativa y crítica a las visiones teóricas, prácticas y políticas convencionales de familia; alternativa que trabaja la relación familia-desarrollo en una perspectiva de cambio4.
Para el estudio y reflexión que propongo aquí, retomo algunas premisas de las planteadas por Gallego (2006) en su libro Comunicación Familiar: Un Mundo de Construcciones Simbólicas y Relacionales (pp. 21-22). En primer lugar, no puede negarse la existencia de una agrupación de personas con ciertas cualidades, objetivos, estructuras, formas y estilos de vida, que la diferencian de otros grupos sociales. Esta agrupación, conocida como familia, constituye un sistema humano creado por gente común, lo cual implica que existen muchas familias y en consecuencia pueden coexistir muchas maneras de ser, de hacer y de vivir familia, de acuerdo con el tipo y calidad de experiencias que la gente tiene de ella; a su vez, existe una gran variación en las familias y en sus modos de vivir y de hacer familia, de acuerdo con el momento histórico, las condiciones sociales, económicas, religiosas, políticas, culturales, regionales, tecnológicas y ambientales donde se encuentren.
En segundo lugar, cada familia construye y desarrolla una identidad propia y lucha por mantenerla a medida que vive su experiencia de vida común, con variaciones en un continuum interactivo en el que sus integrantes vivencian y evalúan los sucesos cotidianos, de acuerdo con expectativas y percepciones autodefinidas, que pueden oscilar desde vivencias agradables, gratificantes, positivas hasta experiencias difíciles, a veces, dolorosas. La identidad familiar se evidencia en los mitos, metáforas, narrativas, rituales y reglas que las familias practican y transmiten por tradición y costumbre, y muchas veces sin cuestionar.
Tercero, la vida familiar es tan diversa como la clase y tipos de personas que crean las familias, diversidad que permite que en una sociedad coexistan simultáneamente diferentes estructuras, formas y tipologías de familia, al igual que numerosos estilos de vida familiar. De esta manera, la idea de la existencia de una familia ideal es un error que implícita o explícitamente se mantiene en las políticas, programas y acciones, al equiparar familia con una tipología nuclear, cuando no es que se omite considerar familia como un imperativo social. No es correcto hablar de una familia ideal como tampoco de una manera correcta y única de ser, hacer y vivir la vida familiar.
Finalmente, todas las familias están influenciadas por un contexto sociocultural, económico, político, tecnológico y ecológico más amplio, así como por sus propias circunstancias, las cuales afectan su forma, los estilos de vida y comportamiento que desarrollan y mantienen a lo largo de su ciclo de vida. A su vez, las familias influyen en el contexto mayor, llámese este barrio, comunidad, región o sociedad.
El presente libro constituye una antología de diversos trabajos teórico-conceptuales, metodológicos e investigativos elaborados entre la década del 90 y la primera de este siglo -durante parte de mis estudios de doctorado y de mi actividad como docente e investigadora del Departamento de Estudios de Familia de la Universidad de Caldas-. Están fundamentados en los desarrollos epistemológicos, teóricos, conceptuales y metodológicos de la disciplina del Desarrollo Familiar, de la cual fui proponente y co-fundadora en 1983. Las bases y avances de esta nueva disciplina -con varios trabajos en autoría y coautoría- aparecieron recientemente en el libro Tres décadas de Desarrollo Familiar en Colombia en conmemoración de los treinta años de creación y existencia de esta área de conocimiento, así como de los programas de formación en pre y posgrado que se han derivado de ella5.
Como parte de los actos conmemorativos fui invitada por la dirección del programa de Desarrollo Familiar y del Departamento de Estudios de Familia para compilar en un libro parte de mi producción académica que se encuentra dispersa, con el objeto de difundirla y facilitar la consulta y estudio por parte de estudiantes de pre y posgrado, docentes, profesionales del área social y de otras ramas interesados en los asuntos de familia y de desarrollo. En atención a este ofrecimiento propuse la publicación de 11 trabajos, cinco inéditos y el resto, que se encuentran en diversas publicaciones académicas.
A pesar de que la mayoría de los ensayos fueron escritos hace algunos años, siguen siendo pertinentes y actuales, no sólo por lo novedoso de los planteamientos que desarrollo en ellos sino también por el abordaje que se hace del tema desde diferentes aristas -con apoyo de una amplia bibliografía-. Esto, a mi modo de ver, es garantía de suficiencia académica y práctica, que en concepto de una de las personas que evaluó el material para su publicación “resulta un libro clave en las discusiones sobre la familia y lo familial, discusiones que no sólo se circunscriben a la docencia y la investigación universitaria, sino también al diálogo y la reflexión sobre el tema, en ámbitos tan disímiles como por ejemplo la discusión diaria y la discusión parlamentaria relacionada con la implementación y ejecución de leyes”.
La necesidad de nuevos abordajes teóricos que contribuyan a la comprensión de las realidades familiares colombianas y latinoamericanas en permanente movimiento y cambio, así como el deseo de propiciar que estas comprensiones vayan más mas allá de lo alcanzado hasta la fecha y logren impactar los sectores que tienen que ver con familia, convoca a leer este libro, así como las demás publicaciones que sobre familia y Desarrollo Familiar se han producido en la Universidad de Caldas.
He organizado el libro en cinco capítulos, que tienen relación entre sí, aunque son independientes por sí solos. El primero titulado “Una mirada a la indefinición de familia y a su especificidad” discute la dificultad de definir familia, el desarrollo histórico del concepto y las nuevas miradas que en la actualidad permean los debates políticos y académicos sobre esta área de conocimiento y praxis. Igualmente se describen algunas características que según algunos teóricos, definen la singularidad de lo que llamamos familia y los diferentes arreglos familiares que se reconocen actualmente.
En el segundo capítulo “Fundamentos de teoría de Familia” hago una revisión de las bases que sustentan la teoría, partiendo de los paradigmas de la ciencia social y su fundamentación epistemológica; los elementos básicos de construcción de teoría y las diferentes teorías de familia que se han propuesto por parte de teóricos e investigadores en este campo. Igualmente se presenta una prospectiva sobre la teorización de familia.
En los siguientes tres capítulos se presentan nueve trabajos de carácter teórico-conceptual, metodológico e investigativo -desde el Desarrollo Familiar colombiano-, que abordan temas novedosos y de vigencia actual en diversos contextos: académicos, aplicados y de políticas. El orden de presentación obedece a una decisión personal de enfatizar en temas claves en el proceso de construcción y consolidación del campo disciplinar.
El tercer capítulo, titulado “Nuevos temas teóricos e investigativos” consta de tres trabajos y desarrolla dos temas importantes; por un lado, una revisión teórica y crítica al concepto de entitlements o derechos socioculturales, originalmente propuesto por varios autores que trabajaron el tema desde la filosofía política, la economía, la sicología social, respectivamente. Desde la perspectiva de género y de familia propuse una redefinición al concepto para incluir comportamientos sociales. Así:
Derechos socioculturales son aquellos derechos y privilegios, social y culturalmente reconocidos y legitimados de categorías específicas de persona a porciones específicas de recursos materiales y no materiales, así como a ciertos comportamientos y actuaciones sociales dentro de la estructura social de una sociedad. (Restrepo, 1992, p.21)
Esta nueva conceptualización me permitió hacer un análisis de sus implicaciones para los procesos de socialización de género en la sociedad machista colombiana, para el desarrollo de las familias y para contextos más amplios. El siguiente artículo es una síntesis del primer trabajo investigativo que realicé sobre el tema de los derechos socio-culturales, con un grupo de familias de zona urbana y rural del departamento de Caldas, trabajo que presenté a la Universidad de Guelph de Canadá como requisito para optar para al título de Doctorado en Relaciones de Familia y Desarrollo Humano en 1995. La investigación obtuvo Mención de Honor y publicación de la misma en la Primera Convocatoria del ICFES al premio Nacional de Ensayo Académico Alberto Lleras Camargo, en 19976.
La investigación fue posteriormente ampliada al Eje Cafetero (Caldas, Risaralda y Quindío) con apoyo de Colciencias y la Universidad de Caldas y realizada con seis co-investigadoras del Departamento de Estudios de Familia.
El último artículo, es una investigación cualitativa que trata una temática que poco se ha investigado empíricamente: el desarrollo de la conciencia de género. Analizo el proceso por el que atraviesan las mujeres que han llegado a convertirse en feministas: estadio de pre conciencia, resocialización, redefinición de la vida y compromiso con el cambio (1993).
El cuarto capítulo lo he llamado “Aplicación de conceptos, teorías y metodologías en el estudio y trabajo de familia”. Se trabajan tres temas: un ensayo que trata el concepto de caring,- ética del cuidado o cuidado -propuesto y desarrollado en los 80 por filósofas y teóricas de Norte América- y su aplicación al cuidado de personas de edad en sus familias; igualmente se hace una crítica a la forma como se ha manejado el concepto y una propuesta de un cuidado ético a nivel de las familias y de la sociedad en general. El segundo ensayo presenta una mirada crítica a las teorías de familia -en particular la teoría de intercambio social-; se esbozan los elementos conceptuales y en este marco se analiza cómo opera esta teoría en el período de la vejez; la crítica se orienta hacia las limitaciones que tiene para el estudio de familia. El siguiente trabajo explora y propone el concepto de la negociación constructiva, como una herramienta metodológica, -desde el Desarrollo Familiar- para el trabajo con grupos familiares. Se plantean algunos elementos para su implementación.
El último capítulo “Políticas, democracia, ecología e historia” trata dos temas relacionados con las políticas de desarrollo y con la ecología familiar. En el primero planteo una crítica a las teorías y políticas de desarrollo existentes por su olvido en considerar a las familias; esbozo la necesidad de construir una nueva teoría y una nueva práctica del desarrollo, un nuevo discurso público en el que las relaciones entre lo público y lo privado sean el centro de análisis y de intervención.
La idea de promover y practicar un desarrollo familiar ecológico y democrático tanto al interior de las familias como en el entorno cercano y societal es el centro de análisis y discusión en el segundo artículo. El último artículo de corte histórico propone un marco de referencia para el estudio de la historia de familia: analizar las relaciones entre hombres y mujeres, entre público y privado y los procesos de cambio que han ocurrido a lo largo de la historia. Algunas características de la historia de la familia latinoamericana en varias décadas del siglo XX sirven para sustentar la propuesta.
Estos temas y muchos otros que tienen un desarrollo muy incipiente deben ser trabajados por docentes, investigadores, profesionales del Desarrollo Familiar y de otras áreas, con miras a avanzar en lo que podría llegar a ser una nueva teoría de familia en la perspectiva del cambio y del desarrollo humano individual, familiar y societal. Para impactar las políticas y los programas de desarrollo a niveles local, regional y nacional es fundamental proponer y lograr la implementación de políticas, programas y proyectos de familia que realmente atiendan a las necesidades, intereses y aspiraciones de todos los grupos familiares que existan o puedan existir en el futuro, sin discriminación alguna en razón de género, orientación e identidad sexual, raza/grupo étnico, edad/generación, nacionalidad, religión, orientación política, grupo socioeconómico, condiciones físicas y socioemocionales y cualquier otra distinción que surja como producto de la construcción de lo humano, en comunidad y convivencia con diferentes grupos humanos.
Temas como el de agencia familiar, indeterminación familiar, ciudadanía y democracia familiar, relaciones familiares igualitarias, resocialización, el caring familiar, la economía del dar o economía del regalo, desarrollo de conciencia de género, el proyecto familiar y muchos otros que están esbozados en las diferentes áreas de formación y las líneas de investigación y de trabajo con familia deben alimentar los desarrollos logrados hasta la fecha. Por ahora, sobrepasan los alcances y propósitos de este trabajo. Invito a la comunidad académica y profesional de Desarrollo Familiar a continuar avanzando en ampliar, profundizar, consolidar y difundir lo que hace más de treinta años -quienes estuvimos en su gestación, creación y primeros avances- considerábamos como una utopía que paulatinamente se fue haciendo realidad y que ha venido ganando espacio, reconocimiento y aceptación en los ámbitos académico, profesional, institucional y de los grupos familiares, a nivel local y nacional. Sería la mejor recompensa al esfuerzo de quienes creímos en la posibilidad de proponer algo nuevo, desde Latinoamérica con la esperanza de lograr el cambio familiar que necesita nuestra sociedad. Es una tarea ineludible para esta y futuras generaciones.
Por último, quiero agradecer a la Universidad de Caldas por la publicación de este libro; en especial a la profesora Luz María López Montaño por su interés y compromiso en gestionar lo pertinente para hacerlo realidad. Lo asumo como un reconocimiento al trabajo que desarrollé durante los treinta años de vida académica en esa institución.
Igualmente agradezco a la Doctora Luisa Fernanda Giraldo Zuluaga, colega y amiga, por el prólogo a este trabajo. Desde 1985 ella ha participado y aportado sus conocimientos y experiencia en el proceso de construcción de esta nueva disciplina. También agradezco a mi hermano, Doctor Darío Restrepo Ramírez (q.e.p.d.), por su trabajo de revisión y edición al texto. Siento mucho que por su prematuro fallecimiento no pueda compartir conmigo la publicación. Su recuerdo estará siempre presente en mi corazón.
Dalia Restrepo Ramírez
Abril, 2016
Familia ha sido, es y seguirá siendo una constante en la experiencia de vida para la gran mayoría de gente en el mundo; para académicos, profesionales, investigadores y otras personas interesadas en su estudio; es vista de muy diversas maneras, por ejemplo, como constructo ideológico, como una realidad concreta y universal, como un ideal o simplemente como una utopía. Cada una de estas y otras miradas potenciales posibles, al igual que sus interpretaciones, tienen consecuencias teóricas y metodológicas al igual que prácticas y políticas. Como se ha planteado recientemente, familia se ha convertido en un asunto político y hay necesidad de reconocer este carácter, por las implicaciones que tiene para las familias mismas y para la sociedad como un todo.
Este capítulo hace una aproximación a la indefinición de familia así como a su especificidad. Para ello desarrollo varios temas, que sin ser exhaustivos proporcionan a quienes lean el texto, una visión general acerca del desarrollo histórico del concepto, la clasificación de las definiciones de familia, los elementos que señalan su singularidad, las nuevas miradas que se han propuesto y las formas de familia que se reconocen. Quiero aclarar que si bien esta parte fue escrita hace unos años, tiene total vigencia, dado que los desarrollos de la ciencia de familia mantienen muchos de los elementos conceptuales y teóricos, los que a su vez, iluminan los avances metodológicos e investigativos.
Nadie sabe lo que es una familia ni hay posibilidad de definirla debido a que las visiones y perspectivas que se tienen sobre ella varían grandemente, tanto que, según David Trost (1990) “el reclamar que sabemos qué es familia muestra una falta de conocimiento” (p.442). Dado que las personas -hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes y personas mayores-, otorgan diferentes significados al término familia, la tarea de la ciencia de familia es estudiar cómo los actores generan y mantienen tales significados (Bernades, 1999).
Así, hablar de familia es entrar en un terreno sensible en el que nos creemos muy conocedores. Esto se debe a que, en general, nacemos y crecemos en el seno de una familia y esta representa no sólo un atributo de la condición humana, sino también una de las experiencias más significativas -en cualquier sentido- de la gran mayoría de las mujeres y de los hombres en casi todas las sociedades conocidas.
Para quienes incursionamos y desarrollamos nuestro quehacer académico, profesional, investigativo o político en el campo de familia, el estudio y análisis debe iniciarse con el conocimiento de elementos históricos básicos acerca del tema, las discusiones recientes relacionadas con la definición e indefinición de familia, así como los diferentes significados que se proponen en la actualidad, resultado de realidades cambiantes, a veces contradictorias y difíciles de comprender. No pretendo aquí hacer una discusión exhaustiva del concepto y los significados de familia; más bien quiero señalar que se trata de construcciones socioculturales e históricas que varían de acuerdo con múltiples factores que, además, están sujetas a procesos constantes de negociación y redefinición y que, por lo tanto, no puede hablarse, por lo menos en la era posmoderna, de una noción y una definición de familia única, universal y más aceptable.
La utilización que se hace a lo largo de este texto de los términos familia o familias en lugar de la familia, se debe al reconocimiento de que ya no puede hablarse de una sola forma o modelo como ha sido la tradición; hoy, con la variedad de estructuras familiares existentes y con las miradas posmodernas que se perfilan en el campo de familia, el artículo la, que ha dominado la literatura y la praxis de familia ha dejado de ser pertinente. Ahora se habla más bien de las familias o de familia, simplemente.
¿Cuál es el significado de la palabra familia? Desde el punto de vista humano -para distinguirlo del mismo término en las Ciencias Naturales-, familia es una palabra que usamos diariamente a lo largo de nuestras vidas. Todo el mundo habla de familia, pero no existe un acuerdo acerca de su naturaleza y significado y el lograr este acuerdo es una empresa difícil, por no decir imposible. Esto se debe a que en la gran mayoría de casos, vivimos y hacemos parte de una familia o de un grupo que se considera como tal y en consecuencia actuamos bajo la creencia que al hablar de ella, estamos pensando y queriendo decir lo mismo, que entendemos lo que es y lo que significa, hasta el punto de que muchas veces hablamos acerca de su deber ser, sin realmente comprehender lo que es.
Para demostrar estas creencias pretendidas, simplemente basta preguntarse e indagar a diferentes personas ¿Qué es familia?, ¿Quién o quiénes son su familia?, ¿A quiénes considera su familia? Estas preguntas pueden generar sorpresa -como de hecho lo hacen-, por su aparente simpleza y obviedad, sin embargo, la gente tiene dificultad para responderlas. Nadie da una respuesta que sea igual a la de otra persona; por el contrario, se obtiene una variedad inmensa de definiciones y de conceptos, dependiendo de quién las responde, de la edad y posición que ocupa en la estructura social, de su experiencia familiar, de las imágenes y representaciones de familia que han sido transmitidas por generaciones anteriores, por la ciencia, la literatura, los medios y las instituciones, incluyendo la Iglesia y el Estado; al igual que de las experiencias que la gente tiene como integrante de una o de varias familias y/o grupos familiares.
De acuerdo con los sociólogos norteamericanos Jaber Gubrium y James Holstein (1990) el término familia hace parte de un “discurso que se utiliza para describir las relaciones humanas que ocurren dentro y fuera del espacio que denominamos hogar”7. Estamos acostumbrados a pensar y actuar con la idea de que La Familia es la piedra angular de la sociedad, lo más importante que se tiene en la vida. Desde lo discursivo, esta concepción es la que hemos aprendido y la que con mayor frecuencia planteamos cuando se nos indaga acerca de ella.
Desde el punto de vista histórico, familia ha sido una realidad que se materializa en recuentos y narrativas relacionados con su origen y evolución en diferentes sociedades. El concepto de familia, según algunos historiadores, es una invención de reciente data. En la cultura romana por ejemplo, familia incluía a los criados, a los sirvientes que constituían parte de la organización y una vivienda común, con un núcleo parental que implicaba relaciones de poder. En Grecia, el oikos era equivalente a la familia romana. La palabra y el sentido de familia provienen del latín antiguo familial, a su vez derivada de la raíz indo-germánica famulus -sirviente o esclavo-, cuyo significado básico: casa, está referido a las personas que cohabitan en un espacio y que incluyen la parentela, los esclavos y los sirvientes, todos bajo un jefe, conocido como el jefe de hogar. El concepto de familia patriarcal que se desprende de lo anterior, implicaba relaciones de propiedad y de autoridad. Gubrium & Holstein (1990) sostienen que “aunque siempre hemos tenido madres biológicas, padres y niños, el sentido público de su configuración interpersonal ha cambiado drásticamente con el tiempo”(p.17).
El desarrollo y trayectoria del significado de la palabra familiafamilia