En primer lugar quiero expresar mi gratitud a los miles de estudiantes que han contribuido con la ascensión chamánica y otros tipos de experiencias a los archivos del Conservatorio de Conocimiento Chamánico (CCC) de la Fundación de Estudios Chamánicos. Este libro habría sido imposible sin su ayuda. Quiero transmitir un especial agradecimiento a aquellos cuyas experiencias se extrajeron de los archivos CCC para el Estudio Celestia en años recientes.
Una vida entera de agradecimientos que prácticamente cubrirían un libro se explica por la multitud de personas y pueblos que me han ayudado en el largo camino que conduce a La cueva y el cosmos. No obstante, por fines prácticos, y a regañadientes, me limito a agradecer la asistencia recibida de la Fundación durante los últimos cinco años en varios proyectos, entre los que se cuenta la dotación de personal, la ayuda indígena, el CCC y el trabajo en este libro.
De inmensa importancia ha sido la generosa ayuda de mis ya antiguos amigos y colaboradores, el doctor Baron A.M.F. y la doctora Melinda C. Maxfield (Fundación Maxfield), sin los cuales este libro no habría sido posible. Igualmente importante ha sido la generosidad de Betsy Gordon, la doctora Angeles Arrien y las fundaciones que llevan sus nombres; mi más sincero agradecimiento para ellas. También doy las gracias a la junta de administradores de la Fundación por su firme apoyo, su tiempo y su sabio asesoramiento. En los últimos años han incluido al doctor Maxfield, Robert Lee Morris, el doctor Frances E. Vaughan, Ralph M. Field, Heather Burch y al doctor Jeffrey David Ehrenreich, además de a los tres directivos de la Fundación: Susan Mokelke, Sandra Harner y yo mismo.
Otros grandes patrocinadores de la Fundación y su trabajo en estos años han sido Bokara Legendre y la Fundación Tara, Elizabeth Marshall, Edgar Brown, Della Clark, Don Ensslin, la Hacienda Margaret Cohan, el Instituto Fetzer, la Fundación Frank Pace Jr., Alicia L. Gates, la Fundación Conmemorativa John Fetzer, Susan Mokelke, Robert Lee Morris, Claudia Kuntze, la Fundación Caritativa Visión Compartida, la Fundación Sterling, la Fundación Comunitaria Greater Atlanta, John y Jessica Schairer, la Fundación Seatle y el Círculo Flow Fund. Otros muchos –demasiado numerosos como para citarlos– también contribuyeron con sus donativos, su apoyo como profesores o miembros del Círculo de la Fundación o en otras actividades. Les testimonio mi más profunda gratitud.
Hay que expresar el debido reconocimiento a dos personas muy notables. Una de ellas es la vicepresidenta de la Fundación, Sandra Harner –mi esposa, consejera, editora, animadora, crítica y compañera en nuestras aventuras chamánicas durante medio siglo–, que me ha apoyado y participado en esta aventura con una paciencia y modestia que he admirado desde siempre. Este libro no existiría sin ella. La otra es Susan Mokelke, cuya sofisticación eléctrica, generosidad, creatividad y trabajo incansable como directora ejecutiva de la Fundación de Estudios Chamánicos han resultado esenciales a la hora de brindarme el tiempo necesario para completar este libro. También contribuyó en los numerosos detalles implicados en la preparación final de su publicación.
Doy inmensamente las gracias a Noelle Burch, que durante años ha realizado el esfuerzo vital de al menos dos personas en la oficina central de la Fundación con una eficacia y elegancia notables. Durante una serie de años, la investigadora asociada Gizelle Rhyon Berry llevó a cabo un trabajo excelente y fundamental a la hora de organizar los archivos del CCC para el proyecto de Mapeo de Realidad No Ordinaria (MRNO). Durante un tiempo, Coleen Judson siguió su trabajo. También expreso mi agradecimiento a Louis G. Leeburg, James Harner y Carolyn Fee por sus esfuerzos en pro de la Fundación.
Expreso mi gran aprecio por los excelentes profesores de la Fundación, todos ellos practicantes chamánicos experimentados, así como enseñantes, hoy liderados por Susan Mokelke. Son demasiados para nombrarlos a todos aquí, pero quiero expresar mi gratitud hacia el colega antropólogo Bill Brunton, editor emérito de nuestra revista, Shamanism, que hasta su jubilación estuvo siempre dispuesto a asumir importantes misiones internacionales para la Fundación a pesar del riesgo para su salud.
También debo honrar a otro profesor y antropólogo, el inimitable Heimo Lappalainen, por su trabajo pionero en pro de la Fundación en Siberia y Asia Central, y especialmente por su papel en el éxito de la expedición de la FEC a Tuva en 1993.
Honro a ese pilar de fuerza, generosidad, destreza y modestia: Paul Uccusic, director de la FEC para Europa, responsable, con ayuda de su esposa, Roswitha Uccusic, de la evolución de una notable facultad internacional. Su trabajo, en el que se incluye la labor realizada en la República de Tuvá, en Asia Central, ha reforzado a la Fundación en ambos continentes. Otras personas que merecen ser reconocidas por su labor educativa de ultramar en beneficio de la FEC son Alicia L. Gates en Hispanoamérica y España y Kevin Turner en Asia.
Al dar las gracias a algunos soy consciente de que olvido a otros que también merecen aprecio. Tan solo pido a los muchos que habéis contribuido a hacer posible este libro que tengáis presente que pasados los ochenta no recuerdo a todos los que merecen ser recordados.
Recuerdo, sin embargo, a aquellos cuya visión y apoyo resultó vital en los primeros años de la Fundación. Entre ellos están Norman y Michael Benzie, Dorothy S. Lyddon y su hija Martha, David Corbin, Nan Moss, David Rockefeller, Jr., y el siempre joven, intrépido y clarividente Laurance S. Rockefeller.
Por último, agradezco cariñosamente la invitación a publicar en North Atlantic Books por parte de su fundador, Richard Grossinger, y también expreso mi aprecio a Doug Reil, Kathy Glass y el resto del equipo. Saludo y le doy las gracias a mi excepcional editora en North Atlantic Books, Wendy Taylor; su profesionalidad y consideración han sido un gran regalo.
Después de que este libro fuera enviado a imprenta recibí una copia de Spirit Talkers, la nueva obra de mi colega antropólogo William Lyon. Quiero felicitarle por abordar paralelamente la necesidad de que los espíritus sean tomados en serio.