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Tutankhamón

sus orígenes y misterios

Dinastía XVIII de Egipto

 

Narciso Casas

 

 

 

El Imperio Nuevo. Esta etapa fue un momento de esplendor, gracias a la labor de los príncipes tebanos de la Dinastía XVIII para fortalecer el Estado, expulsar a los hicsos, restablecer las relaciones internacionales y reabrir las rutas comerciales, iniciando además una época de conquistas en el exterior.

 

 

© Narciso Casas

© Tutankhamón: sus orígenes y misterios. Dinastía XVIII de Egipto

 

Creación del Diseño: Narciso Casas

Fotografía y maquetación: Gustavo Adolfo Casas Díez

 

ISBN ePub: 978-84-685-3535-7

 

Obra Registrada en el Registro de la Propiedad Intelectual de Madrid

 

Impreso en España

Editado por Bubok Publishing S.L.

 

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Este libro quiere ser una expresión de mi cariño a todas las personas relacionadas con la Arqueología y Antiguo Egipto, a mi esposa, a mis hijos, Gustavo Adolfo, Raquel, y en especial a mi nieta la princesita Alma. También a todos mis queridos amigos que siempre siguen mi trayectoria.

 

 

 

 

 

 

PRÓLOGO

 

 

 

Estimados lectores. Permitirme que os diga que tenéis en vuestras manos una joya. Una joya del antiguo Egipto transformada en palabras bien esculpidas, en palabras perfectamente cinceladas por quien después de muchos estudios, muchas lecturas y muchas investigaciones, ha sabido transformar la historia que comprende las diferentes dinastías egipcias, en algo tangible, algo palpable, que podemos tocar y acariciar con nuestras propias manos. Podemos leer y recrearnos con nuestros exclusivos ojos, en nuestra intimidad y, podemos disfrutar de esta maravilla llamada Cultura Egipcia. Y todo ello sin duda lo podemos degustar gracias a su autor Narciso Casas, que ha dedicado muchas horas de su tiempo para poder ofrecernos su trabajo, para compartirlo con todos nosotros amantes de la lectura, amantes de la historia y de la cultura. Hoy tenemos la oportunidad de iniciar esta bella lectura descubriendo y adentrándonos en los pasadizos siempre sorprendentes de Amenofis I y sus monumentos.

Narciso, a través de sus letras, a través de su melodía plástica y como no, a través de sus cualidades de pedagogo, nos hace viajar en el tiempo muchas veces oscuro, escondido, silencioso y misterioso del mundo de los faraones, que él, con su tacto y habilidad, nos sabe transportar a los aposentos de Neferneferuatón y descubrir por ejemplo como vestían los faraones. Cómo fueron los inicios de su enigmática escritura y sus siempre misteriosos jeroglíficos.

Cómo eran sus pinturas y sus espectaculares esculturas y cuáles fueron algunos de sus autores.

Sin duda estimados lectores, estáis a punto de viajar en el tiempo, de recorrer 1500 años en el pasado y de descubrir en primera mano al incomparable Tutankhamón y su familia, de conocer cómo eran sus dos hijas gemelas, de cómo se descubrió su tumba y otros muchos detalles de ésta sin duda extraordinaria civilización que fue la XVIII dinastía del Imperio Nuevo egipcio.

Su autor, con un amplio bagaje en escritura de libros de arte, como artista en primera persona por sus múltiples exposiciones que ha realizado a lo largo de su vida y, conocedor sin duda de la historia del arte, su pasión más elocuente, ha sabido conducir estas páginas para impregnarnos del bello encanto del mundo de los faraones.

Es de agradecer su arduo trabajo en la elaboración de ésta su última obra escrita, y le deseamos toda suerte de éxitos que seguro los tendrá. Su trabajo y su fe en él, son su estandarte para conducirle siempre al buen puerto donde se ha propuesto llegar.

Queridos lectores; no me queda más que deciros que, disfrutad de esta joya que nos regala Narciso; merece la pena descubrir y saborear los múltiples escondrijos históricos que hay en ella que a buen seguro no conocíamos y, ser guardada a buen recaudo en nuestro más preciado joyero.

 

José Luis Buils

2019

 

 

 

 

 

 

PRESENTACIÓN

 

 

 

Después de escribir varios libros relacionados con el arte, quería ampliar mis conocimientos de Egiptología, y decidí realizar hace varios años un Master sobre Egipto, fue apasionante, y mereció la pena, desde entonces soy un enamorado eterno de dicha cultura egipcia.

En este libro he querido resumir y destacar El Imperio Nuevo. Esta etapa fue un momento de esplendor fue el “Siglo de Oro” de la literatura egipcia, y también hablar de los orígenes y misterios sobre el rey Tutankhamón.

Se complementa con fotografías, imprescindibles para estimular la curiosidad del lector, que proceden de diversas fuentes. El contenido de textos que aparece en este libro es de elaboración propia, pero en algunos temas y apartados es una reelaboración a partir de otras fuentes y que menciono en los capítulos de bibliografía y agradecimientos.

Egipcio, es la tierra de Dioses y Faraones, el territorio más fascinante de la Antigüedad, para alcanzar la eternidad, los egipcios levantaron pirámides y construcciones de grandes magnitudes, tesoros llenos de riqueza. Pero para lograr esa infinitud era imprescindible la momificación, es decir, conservar el cadáver del individuo.

Muchos de los secretos del Antiguo Egipto quedaron ocultos bajo las tumbas. Para saber lo que hay en el interior de cada sepulcro sin necesidad de abrirla, recurren a un aparato radiológico que, con una radiografía, muestra si hay o no una momia. Es un trabajo muy importante porque lo que hacen es extraer ideas de las enfermedades que sufrieron o habían pasado los egipcios y las técnicas de momificación que habían usado.

Tras quince años de trabajo y mil millones de dólares de inversión, entre 2019 y 2020 se inaugura el Museo Egipcio que alberga 5.000 años de historia frente a la meseta donde están las pirámides de Guiza, se termina de afinar el edificio que albergará el mayor museo de arqueología de Egipto. Su construcción se hunde bajo las arenas del desierto, con más de la mitad de su edificio bajo tierra, con el fin de resaltar el paisaje con las pirámides.

El edificio del Gran Museo Egipcio de Guiza (GEM) abraza el desierto y refleja las tres pirámides de 4.000 años de antigüedad. La construcción se emplaza en un terreno de 117 hectáreas y se continúa levantando con extrema seguridad, oculta tras una alta muralla y custodiada por fuerza militares egipcias.

El esperado museo será cinco veces mayor que el viejo Museo Egipcio de El Cairo. Tendrá 25.000 metros dedicados solo a exponer, dentro de 100.000 metros construidos. Exhibirá 100.000 piezas arqueológicas, 50.000 de ellas nunca antes mostradas al público. La monumental estatua de Ramsés II, con 3.200 años de antigüedad, de 11 metros de alto y 83 toneladas de peso, dará la bienvenida al público. Esa esfinge es del tercer faraón de la dinastía XIX, quien condujo a Egipto a un último período de esplendor. Los tesoros de Tutankhamón, serán exhibidos en una de las enormes salas del museo las casi 5.000 piezas del ajuar funerario encontradas en su tumba.

Lo que ya está en funciones en el museo es el avanzado y enorme laboratorio de restauración. Trabajan 160 especialistas, distribuidos en 16 salas. Es el mayor centro de conservación y restauración del mundo.

Tengo el honor y me congratulo de agradecer infinitamente a mi buen amigo José Luis Buils, que haya realizado el prólogo de este libro, con su sabiduría, sencillez, bondad y gran maestro en la pintura, la escritura, autor y actor teatral. Estas diversas actividades que son los pilares de sus sentimientos artísticos.

Doy por anticipado las gracias al lector por su comprensión al leer este libro. Espero que le sea de utilidad cuando lo consulte y que le estimule a reflexionar sobre el Imperio Nuevo de Egipto. Si lo consigo habrá tenido sentido el esfuerzo realizado.

 

Narciso Casas

2019

 

 

 

 

 

 

DINASTÍA XVIII DE EGIPTO

 

 

 

 

 

 

ETAPAS HISTÓRICAS DEL ANTIGUO EGIPTO

 

 

 

 

EL Antiguo Egipto atravesó diferentes momentos históricos a lo largo de sus 3000 años de existencia y treinta y una dinastías faraónicas. Los egiptólogos han establecido ocho etapas principales en su período de existencia como civilización. Los primeros habitantes de Egipto se establecieron en las riberas del Nilo huyendo del desierto. Estos primeros indígenas, aislados y sin enemigos cercanos, eran gobernados por seres divinos a los que siguieron dinastías los descendientes de Horus. Era el dios celeste en la mitología egipcia. Se le consideraba como el iniciador de la civilización egipcia. Estos habitantes se fueron organizando en provincias llamadas Nomos y con su unificación surgieron dos reinos: el Alto y el Bajo Egipto.

 

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Corona doble del Alto y Bajo Egipto

 

El Bajo Egipto (al norte) estaba formado por veinte provincias y sus ciudades más importantes eran Buto y Sais. Tenía un faraón propio, sus reyes llevaban una corona roja y alargada y su divinidad era la cobra.

 

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Nomos del Bajo Egipto

 

 

El Alto Egipto, con veintidós provincias, tenía como ciudades principales Hieracómpolis y Nejeb. También con un faraón propio, la corona de sus reyes era blanca y su diosa era un buitre. Hacia el 3100 a. C., el rey Menes del Alto Egipto invadió el Bajo Egipto unificando ambos reinos.

 

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Nomos del Alto Egipto

 

Menes se convirtió en el primer soberano de la I dinastía y fue calificado como el “unificador de ambos países”.

La historia egipcia se divide en ocho etapas. Hubo épocas de esplendor. Las épocas de crisis fueron los periodos intermedios; eran periodos de anarquía, desconcierto y debilitamiento. Las crisis se debieron a causas internas, provocadas por el aumento de la influencia de funcionarios que competían por el poder con el propio rey o por dificultades económicas y sociales o, por último, externas, causadas por la ocupación de extranjeros en el territorio.

 

 

Períodos históricos de Egipto

 

Me he basado por la cronología del manual de Ian Shaw. Es un egiptólogo británico, catedrático de arqueología egipcia en la Universidad de Liverpool. En la siguiente lista se muestran los distintos periodos por orden cronológico junto con las dinastías que gobernaron dentro de cada uno:

 

Período Predinástico (3200-3000 a.C) 200 años.

Período dinástico temprano (3000-2686 a.C): Dinastías I y II. 314 años.

Período del Imperio Antiguo (2686-2125 a.C): Dinastías III - VI. 561 años.

Primer Período Intermedio (2181-2055 a.C): Dinastía VII al XI. 126 años.

Imperio Medio o Tebano (2055-1650 a.C): Dinastía con la época final XI y XII. 405 años.

Segundo Período Intermedio (1650-1550 a.C): Dinastías XIII al XVII. 100 años.

Imperio Nuevo (1550-1070 a.C): Dinastías XVIII al XX. 480 años.

Tercer Período Intermedio (1069-664 a.C): Dinastías XXI, al XXV. 405 años.

Período Tardío (664-332 a.C): Dinastías XXVI al XXXI. 332 años.

Período Helenístico (332-30 a.C): Dinastías Macedónica y Ptolemaica. 302 años.

Período Romano (30 a. C. -395 d. C).

 

La primera dinastía de faraones comenzó en el denominado Periodo Arcaico, allá por el año 3000 a. C., y se la conoció como Dinastía I. A partir de ahí, comenzaría una sucesión del trono que terminaría en el Periodo Helenístico. Hubo un total de treinta y tres dinastías. La cronología de Egipto es muy complicada y no siempre coinciden todos los historiadores en ella.

La expulsión de los hicsos, iniciada durante la última dinastía XVII por Seqenenra, o por Kamose y completada por el monarca de la dinastía XVIII Amosis I en 1522, fue el comienzo de una serie de conquistas que traerían prosperidad a Egipto.

El botín traído de las campañas militares por los muchos estados conquistados aumentaron la riqueza y la prosperidad de Egipto, lo que se tradujo en una tremenda actividad de edificación: se construyeron nuevos templos, se restauraron y ampliaron los más antiguos. Especialmente fueron el dios Amón y su gran templo en Karnak, en la capital Tebas.

La estabilidad de Egipto se rompió estrictamente cuando el rey de la dinastía XVIII, Amenofis IV, también conocido como Akenatón, cambió la religión egipcia y cerró la mayoría de los templos, a un nuevo dios, la deidad solar Atón. Durante este período la llamada revolución de Amarna, Egipto perdió la mayor parte de su antigua influencia en Asia y Nubia.

 

 

 

 

 

 

EL IMPERIO NUEVO DE EGIPTO.
DINASTÍA XVIII

 

 

 

 

El imperio Nuevo (1570-1070 a. C). La dinastía XVIII la integran el conjunto de faraones que gobernó Egipto entre los años 1550 y 1295 a. C. Esta época se considera el periodo de máximo esplendor de la civilización faraónica, así como un momento de gran expansión territorial. Es el comienzo del período denominado por los historiadores Imperio Nuevo de Egipto. Tutmosis III es considerado el Faraón más glorioso de todo Egipto. Extendió el imperio hasta límites nunca antes alcanzados, venció a todos los enemigos de Egipto, y emprendió una tarea constructora en los templos de Luxor y Karnak. Los nombres que figuran a continuación son los más comunes, seguidos de las transcripciones en castellano de sus títulos: el Nombre de Trono o de Nesut-Bity, significa literalmente El de la Abeja y el Junco y su traducción es El Señor de las Dos Tierras ya que los jeroglíficos hacen referencia a la abeja, como símbolo del Bajo Egipto, y al junco como representación del Alto Egipto. Normalmente se traduce como rey del Alto y Bajo Egipto. Y el Nombre de Nacimiento o de Sa-Ra, los más utilizados por estos faraones en inscripciones y monumentos.

Durante la época del Imperio Nuevo en Egipto, los más poderosos faraones eran enterrados en tumbas repletas de oro, un metal divino considerado como “la carne de los dioses”.

Nos remontaremos a las guerras entre los príncipes egipcios locales y sus infames gobernantes extranjeros, los reyes hicsos. Después de la expulsión de los hicsos de Egipto, los faraones ordenaron derrotar a los cushitas al sur de Egipto, en cuya tierra se encontraban las más valiosas minas de oro.

Con la derrota de los cushitas, Egipto se convirtió en el más grande y próspero imperio de la antigüedad.

 

 

Situación geográfica

 

Egipto está situado al noreste del continente africano. Limitaba en la antigüedad, por el norte con el mar Mediterráneo; por el sur con la región de Nubia; por el este con el mar Rojo y el istmo de Suez y por el oeste con el desierto de Libia.

 

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El valle y el delta del Nilo, los fértiles parajes donde se desarrollará la cultura del Antiguo Egipto

 

Geográficamente tiene dos regiones de origen egipcio son “Las Dos Tierras” el Alto Egipto cuya capital era Tebas y Bajo Egipto cuya capital era Menfis. Estas dos zonas van a estar representadas de forma iconográfica en dos flores: la flor del papiro representa el Bajo Egipto, mientras que la flor de loto representa el Alto Egipto. La primera región se encuentra al sur. Comprende desde Asuán hasta El Cairo. Esta zona es montañosa en donde el río Nilo exhibe seis cataratas. La segunda región se encuentra en el norte y se extiende desde El Cairo hasta el mar Mediterráneo. Forma un valle muy fértil, regado por el Nilo que desemboca en el Mar Mediterráneo. El río Nilo recorre el territorio de sur a norte haciendo prosperar la agricultura, la ganadería y la navegación.

División de Egipto: Alto Egipto (Sur): Territorio montañoso (Rey: Corona Blanca), Bajo Egipto (Norte): Territorio fértil (Rey: Corona Roja).

Los egipcios llamaban a su país Kemet, que en la lengua egipcia significa “tierra negra”, en alusión al color del limo rico en minerales y otros nutrientes traídos por la inundación tras las crecidas anuales del río Nilo. Esto sucede varias veces al año por lo que Egipto se convierte en un territorio muy rico y fértil.

Es un río enclavado en la parte este del continente africano cuya cuenca alberga Uganda, Etiopía, Tanzania, Ruanda, Burundi, Kenia, Sudán, Sudán del Sur, Eritrea, República Democrática del Congo y, por supuesto, Egipto. Está conformado por dos ramales: el Nilo Azul en Etiopía y el Nilo Blanco en Burundi. Tiene una longitud de 6853 km. Durante siglos fue considerado el río más largo del mundo.

 

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Río Nilo por su paso por el Cairo

 

Los antiguos egipcios construyeron sus ciudades en las fértiles riberas del río por lo que hay muchas ciudades en sus márgenes o en sus proximidades. Los egipcios fueron capaces de cultivar trigo, cebada y lino, además de aportar el río abundante pescado y papiro. Todo esto posibilitaba obtener alimento suficiente para toda la población.

Heródoto dice Egipto es un don del Nilo”. Al Nilo le llaman río de los dioses ya que tiene un carácter sagrado y es honrado por los egipcios. El dios Hapy, es el nombre del dios asociado a la crecida Nilo, el gran río de Egipto que tenía a la vez realidad física y mitológica que junto al Faraón controlaba la crecida.

 

 

 

 

 

 

EL IMPERIO NUEVO COMPRENDE LAS DINASTÍAS XVIII A XX (1570-1070 A. C)

 

 

 

 

Esta etapa fue un momento de esplendor, gracias a la labor de los príncipes tebanos de esta Dinastía para fortalecer el Estado, expulsar a los hicsos, restablecer las relaciones internacionales y reabrir las rutas comerciales, iniciando además una época de conquistas en el exterior.

Se caracteriza este período por la gran importancia de la mujer y su protagonismo en los problemas sucesorios. Por primera vez, una mujer es nombrada faraón con todos los títulos masculinos: Hatshepsut, y también otra reina, Nefertiti.

Con la llegada del Imperio Nuevo. Capital en Tebas. Experimenta un periodo de esplendor de cinco siglos. Fue una época en la que se desarrollaron intensas relaciones internacionales con el Cercano Oriente y hubo importante comercio exterior con los territorios conquistados. Durante este periodo se potencia de nuevo la arquitectura, la escultura y la pintura alcanzaron un notable desarrollo y han sido valiosas fuentes estudiadas por los egiptólogos.

Se ampliaron y enriquecieron las construcciones religiosas de tumbas excavadas en las rocas, en el llamado Valle de los Reyes necrópolis del antiguo Egipto, en las cercanías de Luxor, donde se encuentran las tumbas de la mayoría de faraones del Imperio Nuevo (dinastías XVIII, XIX y XX).

Es un periodo de gran expansión exterior, desde Amosis I hasta Tutmosis III y Tutmosis IV. En el reinado de Amenofis III se detuvo la expansión y se inició un período de paz interna y externa.

Tras la expulsión de los hicsos, y por primera vez en más de cien años, todo Egipto volvía a estar dirigido desde un único centro. Amosis I, gobernante de todo Egipto, ubicó la capital en la ciudad de Tebas. Considerado el fundador de la dinastía XVIII y del Imperio Nuevo de Egipto llegó al trono con diez años de edad, por lo que su madre, Ahhotep, fue regente hasta su mayoría de edad su reinado fue de veinticinco años.

Tutmosis I (1506-1494 a. C.) terminó de liquidar el Reino de Kush, ocupando hasta la quinta catarata y Nubia se integra finalmente a la cultura egipcia. Durante el reinado de Tutmosis III (1490-1436 a. C.) es el sexto faraón de la dinastía XVIII de Egipto; fue coronado, muy joven para asumir el gobierno del estado. Por ello, la reina viuda Hatshepsut (quien era descendiente de reyes y reinas por ambas partes) se encargó de la regencia. A la muerte de Hatshepsut, Tutmosis III fue por fin rey único de Egipto siendo uno de los monarcas más importantes y poderosos de los tres mil años de civilización faraónica. Bajo su reinado Egipto alcanzó su máxima extensión, con dominios en Siria, Canaán, el Sinaí y toda Nubia o Kush es la región situada al sur de Egipto y al norte de Sudán.

Amenofis III fue el noveno faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Sucedió a su padre, Tutmosis IV. Junto con la reina Tiy tuvo a su hijo, Akenatón, que le sucedió en el trono. Fue coronado siendo todavía un niño, Fue regido en su infancia por su madre, la reina Mutemuia, y por un consejo de regencia.

Amenofis IV, fue el décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Un reinado de diecisiete años. Hacia el cuarto año de su reinado, el faraón decidió cambiar su nombre, Amenhotep («Amón está satisfecho»), por el de Akenatón «el servidor de Atón», y trasladar la capital de Tebas a la nueva ciudad de Aketatón («el horizonte de Atón»), actual Tell al-Amarna.

En política exterior, Akenatón se despreocupó de Siria y Palestina, territorios que cayeron en manos de los hititas. Los últimos años de su vida estuvieron marcados por constantes intrigas. Tras su muerte, acaecida en 1362 a. C., Tutankhamón, su joven sucesor, renegó formalmente de la religión de Tell al-Amarna, considerada a partir de aquel momento como herética, recuperó los antiguos cultos egipcios y devolvió a los sacerdotes tebanos el absoluto poder de que antes gozaran.

Tutankhamón debe su fama a que su tumba fue la única sepultura del Valle de los Reyes que llegó a no ser saqueada hasta la edad contemporánea, su descubrimiento por Arqueólogo y egiptólogo británico Howard Carter en 1922 constituyó un acontecimiento arqueológico mundial, mostrando el esplendor y la riqueza de las tumbas reales. Los faraones posteriores Ay y Horemheb intentaron borrar toda mención de Akenatón y su herejía, ahora conocida como el Período de Amarna.

Después de un período de debilidad monárquica, llegaron al poder. Al periodo histórico que comprende las dinastías XIX y XX se le suele denominar época Ramésida, Seti I fue el segundo faraón de la dinastía XIX; y Ramsés II, es el tercer faraón de la misma Dinastía. Mandó construir más templos, más estatuas y obeliscos. Fue un líder militar, condujo su ejército contra los hititas de Muwatalli II en la batalla de Qadesh (en la actual Siria) el ejército hitita estaba organizado en torno a su eficiente fuerza de carros de combate y su poderosa infantería.

La batalla ocurrió en las cercanías de la ciudad de Qadesh, finalmente los egipcios aceptó un tratado de paz con el rey hitita Mutallu.

Ramsés II, construyo monumentos entre ellos los templos de Abu Simbel. Es un complejo de dos templos excavados en la roca, uno dedicado a Ramses II y otro a Nefertari, su primera esposa y su predilecta. Es uno de los seis hipogeos (excavados en roca) que se edificaron en Nubia durante el largo periodo de sesenta y seis años del reinado de Ramsés II.

 

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El templo Debod en la Montaña del Príncipe Pío. Madrid

 

La construcción de los templos tardó unos veinte años. Enterrados en arena durante siglos, los templos fueron descubiertos parcialmente en 1813 por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt. En 1817, el italiano explorador Giovanni Battista Belzoni descubrió el resto. Para evitar que desaparecieran bajo el agua al construir la presa de Asuán, se halla enclavada en la margen derecha del Nilo, junto a la primera catarata construida entre los años 1959 y 1970 por los gobiernos egipcio y soviético, con el fin de terminar con las inundaciones que ocurrían en el territorio del bajo Nilo, como consecuencia del repentino aumento en el caudal del Nilo. Los templos de Abu Simbel fueron reubicados entre 1964 y 1968. Con expertos ingenieros y fondos internacionales, durante cuatro años se desmantelaron y reconstruyeron en un lugar sesenta y cinco metros más alto. Por la ayuda recibida, Egipto donó importantes tesoros y templos a otros países, como el Templo de Debod en Madrid es uno de los grandes tesoros que esconde la capital de España.

El templo, fue un regalo de Egipto a España por su colaboración en el salvamento de los templos de Nubia. Gracias a la ayuda internacional Egipto consiguió salvar, entre otros, el Templo de Abu Simbel, templo que de otro modo hubiera quedado sepultado en la construcción de la gran presa de Asuán. El Templo de Debod fue inaugurado el 20 de julio de 1972 tras dos años de reconstrucción.

Los faraones del Imperio Nuevo iniciaron una campaña de construcción a gran escala para promover al dios Amón, cuyo creciente culto se asentaba en Karnak. “ciudad fortificada”. Era la zona de la antigua Tebas que albergaba el complejo religioso más importante del Antiguo Egipto.

Ramsés III, es el segundo faraón de la dinastía XX, durante los treinta años que duró su reinado. Egipto tuvo que enfrentarse a las invasiones de los Pueblos del Mar, se conoce a un grupo de pueblos de la Edad del Bronce que migraron hacia Oriente Próximo durante el 1200 a. C.

Navegaban por la costa oriental del Mediterráneo y atacaron Egipto durante la dinastía XIX del reinado de Ramsés III, originarios de diversas áreas del Mediterráneo oriental (Egeo, Anatolia también llamada Asia Menor) y de los libios. Después de recuperar su poder, los sumos sacerdotes del templo de Amón en Tebas habían acumulado grandes extensiones de tierra y mucha riqueza, debilitando al Estado. El país terminó dividido, dando inicio al Tercer Periodo Intermedio.

 

 

La expansión territorial en el Imperio Nuevo

 

A partir de la XVIII Dinastía (1570 a.C) y tras la expulsión de los hicsos por Amosis I, los faraones llevaron a cabo una expansión territorial sin precedentes que perduró hasta 1070 a.C, fecha en la que se produjo el hundimiento del Imperio y el surgimiento del Tercer Período Intermedio. Además, se restauró la unidad del Alto y Bajo Egipto, y se fortaleció el Estado. Hubo un crecimiento de la economía y una mayor riqueza y prosperidad de la población, un aumento de la construcción de monumentos y edificios. Los egipcios se lanzaron a conquistar territorios con el fin de garantizar su seguridad territorial y asegurar el aprovisionamiento exterior de los bienes importantes para el desarrollo económico de Egipto.

Diferentes faraones fueron sometiendo diversos pueblos en Asia y África, exigiendo tributos, y favoreciendo que sus súbditos pudieran importar los bienes, productos y materias primas que necesitaban para garantizar su prosperidad.

Estas conquistas atrajeron que Egipto se convirtiera en la dominación en el terreno del Próximo Oriente y Norte de África en esta época.

Los primeros Tutmósidas (Dinastía XVIII), Tutmosis I (1524-1518 a.C) y sobre todo Tutmosis III (1504-1450 a.C) realizaron una política expansionista sin precedentes en la historia de Egipto. Tutmosis I penetró en Nubia, es la región situada al sur de Egipto y al norte de Sudán, y estableció la frontera egipcia al sur de la III Catarata del Nilo. Además avanzó hasta Palestina y Siria, donde comenzó a cobrar tributos de algunos de los reyes locales.

Tutmosis III, fue el faraón que llegó más allá de la IV Catarata, sometió a las ciudades presentes en Palestina y sur de Siria, y consolidó el dominio, estableciendo guarniciones.

Tras las conquistas de los Tutmósidas, los faraones controlaron un extenso territorio que se extendía a lo largo de 3200 km. de distancia, y que iba desde el Reino de Kush en Nubia (Sudán) hasta el río Éufrates (Siria).

 

 

 

 

 

 

EGIPTO DURANTE EL IMPERIO NUEVO