Mª ÁNGELES GARCÍA-CARPINTERO SÁNCHEZ-MIGUEL
Simone Weil
educadora
Tras los ecos de su voz
Editorial Claret es miembro de
Claret Publishing Group
Bangalore • Barcelona • Buenos Aires • Chennai
Colombo • Dar es Salaam • Lagos • Macao • Madrid
Manila • Owerri • São Paulo • Varsovia • Yaoundé
Primera edición: abril de 2019
© Mª. Ángeles García-Carpintero Sánchez-Miguel, 2019
© de esta edición:
Editorial Claret, SLU, 2019
Roger de Llúria, 5 – 08010 Barcelona
www.editorialclaret.es – editorial@claret.es
ISBN: 978-84-9136-223-4
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser efectuada con la autorización de los titulares, con excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).»
Todos los derechos reservados.
No he nacido para compartir el odio, sino el amor […].
–¡Bien!, ve a la tumba, y ama a los muertos si necesitas amar.
Weil, 2007, Escritos Históricos y Políticos,
p. 276, Antígona.
A Joan
OL |
Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social |
|
EHP |
Escritos Históricos y Políticos |
|
RP |
¿Nos dirigimos hacia la revolución proletaria? |
|
RG |
Reflexiones sobre la guerra |
|
DE |
Diario de España |
|
GT |
No empecemos de nuevo la guerra de Troya |
|
IL |
La Ilíada o el Poema de la fuerza |
|
RB |
Reflexiones sobre la barbarie |
|
CO |
La Condición Obrera |
|
DF |
Diario de Fábrica |
|
CP |
Condición primera de un trabajo no servil |
|
C |
Cuadernos |
|
FG |
La fuente griega |
|
IP |
Intuiciones Precristianas |
|
PVS |
Poemas seguido de Venecia Salvada |
|
ED |
A la espera de Dios |
|
AE |
Autobiografía Espiritual |
|
PD |
Pensamientos desordenados acerca del amor de Dios |
|
CS |
Conocimiento Sobrenatural |
|
CR |
Carta a un religioso |
|
EL |
Escritos de Londres y últimas cartas |
|
PS |
La persona y lo sagrado |
|
ER |
Echar Raíces |
|
SC |
Sobre la ciencia |
|
TQ |
A propósito de la teoría de los quanta |
|
GO |
El geni d’Oc. Reflexions sobre la civilització occitana medieval |
|
SP |
PÉTREMENT, S., La vida de Simone Weil |
|
AP |
CANCIANI, D.; VITO, M. A., Simone Weil, La amistad pura |
|
HP |
OTÓN CATALÁN, J., Història i Pedagogia en l’obra de Simone Weil |
* * *
Para citar a Simone Weil utilizaremos las abreviaturas de las obras y escritos citados y no el año de edición de la obra en España ya que nos parece que resultará más ágil así.
Deseamos con este escrito alentar a la lectura directa de los textos de nuestra autora.
El padre: Bernard Weil, doctor (1872-1955). De origen alsaciano y familia religiosa tradicional, él se declara agnóstico. Familiarmente: Biri.
La madre: Salomea Weil (Selma) (1879-1965). De origen eslavo, se nacionalizó belga. De familia culta y liberal. Familiarmente: Mine.
El hermano: André Weil (París, 1906 - Princeton, 1998). Matemático brillante conocido por sus contribuciones a la geometría algebraica.
Alain: Seudónimo de Émile-Auguste Chartier (1868-1951), filósofo, educador y periodista francés.
SP: Simone Pétrement (1907-1992). Amiga y biógrafa. Filósofa francesa especializada en el gnosticismo.
* * *
Albertine Thévenon (1905-1993). Maestra y amiga de Simone Weil.
Urbain Thévenon (1901-1973). Sindicalista, maestro y amigo de Simone Weil. En Saint-Étienne una calle lleva su nombre.
Simone Gibert. Alumna de Le Puy con quien Simone Weil mantuvo correspondencia.
Boris Souvarine (1895-1984), en realidad Lifschitz Souvarine, Boris es un seudónimo que utilizó como periodista. Secretario del comité de la III Internacional, fue expulsado del partido comunista en 1926 por su espíritu crítico. En 1929 rompe con Trotski. Fundador de la revista La Critique Sociale y autor de una biografía sobre Stalin (1935).
Victor Bernard (1884-1944). Ingeniero de las fábricas Rosières, director de la revista Entre Nous.
Auguste Detœuf (1883-1947). Fundador del grupo Alsthom. En 1936 crea un grupo de debate para mejorar las condiciones laborales. Funda la revista Nouveaux Cahiers, de la que Souvarine será secretario.
René Belin (1898-1977). Miembro de la CGT, crea la revista Syndicats. Dejará la CGT y será secretario de Trabajo en el gobierno de Vichy.
Antonio Atarés. Soldado republicano español, anarquista, confinado en campos de concentración franceses, con quien Simone Weil, al enterarse de que no tenía a nadie, se carteó enviándole también algunas provisiones.
Georges Bernanos (1888-1948). Escritor francés con preocupaciones cristianas y psicológicas. Escribió, entre otros, Los grandes cementerios bajo la luna. A raíz de esta publicación, en 1938, Simone Weil le escribe una carta compartiendo sus impresiones sobre la guerra. Bernanos siempre llevó esa carta con él.
Jean Ballard (1893-1973). Autodidacta, contribuyó en 1913 a la creación de la revista Cahiers du Sud, de la que fue director a partir de 1924. Canciani y Vito, en AP, 2010, nos dicen de J. Ballard:
Sabe hacer compatibles dos sensibilidades culturales: la inspiración propiamente mediterránea […] y la espiritualidad de ascendencia cátara. […] La revista había sabido acumular un patrimonio de ideas derivadas del humanismo ético en el que confluían la filosofía griega, las religiones mistéricas y la tradición monoteísta. Distanciándose del «genio latino» exaltado por Vichy, los Cahiers du Sud privilegiaban la «fuente griega» que, de un lado, había elegido al hombre como medida y conciencia de todas las cosas, pero del otro, como testimoniaban sus tragedias y sus poemas, había desenmascarado la hybris, la desmesura, la ceguera ante los propios límites.
Déodat Roché (1877-1978). Filósofo conocido por sus estudios sobre el catarismo, fundador de Cahiers d’Études Cathares.
Joë Bousquet (1887-1950). Poeta. Tetrapléjico desde los 21 años a causa de la «Gran Guerra». Simone Weil fue a verle a Carcassonne y pasó alguna noche con él creando una profunda amistad que prosiguió epistolarmente.
Maurice Schumann (1911-1998). Político y escritor francés, compañero de Simone Weil desde el Lycée (instituto) Henri IV, le ayuda a venir a Londres para trabajar en la «Francia Libre». No puede aceptar el proyecto de «enfermeras de primera línea» o el de darle una misión arriesgada. Simone se muestra dura con él por ello. La acompañará en sus últimos días.
Joseph-Marie Perrin (1905-2002), dominico, ayuda a judíos y anima círculos de amistad judeo-cristiana. Simone Weil acude a él por mediación de Helenne Honorat, hermana de un compañero suyo. Perrin la envía a la granja de Thibon. Mantienen largas conversaciones, ella le confía algunos escritos.
Gustave Thibon (1903-2001), filósofo y escritor católico en cuya granja se alojó Simone Weil durante su estancia en Marsella y su trabajo en la vendimia. Le dejó los once cuadernos, de los cuales él extrajo la recopilación de GG.
Jacques Maritain (1882-1973). Filósofo católico francés, exponente del «humanismo cristiano». Simone Weil se entrevistó con él en Nueva York pidiéndole, como hizo con otras personas, su intervención para poder regresar a Francia con una misión peligrosa.
Marie-Alain Couturier (1897-1954). Nombre de pila: Pierre. Dominico a quien visitó en Nueva York enviándole, posteriormente, la Carta a un religioso. Le confía la instrucción religiosa del hijo de su cuñada Eveline.
André Philip (1902-1970), nombrado en 1943 Comisario del Interior en la «Francia combatiente», conoció personalmente a Simone Weil en Nueva York y le adjudicó el trabajo de revisión de los proyectos que se gestaban para la nueva Francia liberada. Philip, antiguo socialista y cristiano convencido (protestante) fue siempre un defensor del proyecto europeo.
François-Louis Closon (1910-1998), superior directo de Simone Weil en Londres, redactor jefe de una publicación mensual titulada Volontaire pour la cité chrétienne, cercana a los Cahiers du témoignage chrétien. Su familia mantuvo una estrecha amistad con Simone Weil hasta el final.
¿Por qué no va a ser la contemplación de las contradicciones esenciales de la condición humana el ejercicio de la facultad más elevada? (C, 165).
El deseo es la energía que nos mueve. La necesidad impone el deseo. Alcanzamos lo que deseábamos y deseamos más. Cesa el dolor que sufríamos y nos olvidamos del deseo de que aquello remitiera, seguimos deseando más. Siempre estaremos insatisfechos. Es una verdad que no podemos obviar. Mirarla de frente nos hace sentir desdichados ya que nos acerca a la verdad de la muerte de la que pretendemos huir, como nos resulta intolerable nos instalamos en la mentira, pero sólo «quienes rechazan la mentira y, sin rebelarse contra el destino, prefieren saber que la vida es intolerable, acaban por recibir desde afuera, desde un lugar situado fuera del tiempo, algo que permite aceptar la vida como es».
El encuentro con este texto en el inicio de PD me permitió poner palabras precisas a mi propia vida y marcó el inicio de un recorrido que ha seguido el doble deseo de comprender y de explicar lo que dice Simone Weil.
Robert Chenavier[1] nos indica que el pensamiento de Simone Weil no debe ser considerado como un sistema, ya que es inclasificable, sino como un itinerario.[2] Así lo entendemos. De aquí que el cauce escogido para hablar de ella sea el de una guía. Una guía es un formato apropiado para una obra que no se deja categorizar, pero sí seguir. Una guía recoge diferentes opciones y las ofrece, «indica», no demuestra nada, sólo muestra de una manera abierta. Una guía intenta superar errores del pasado sabiendo humildemente que, además de ofrecer un camino, ella misma formará parte del camino, siendo, sin duda, superada por otras obras más orientadoras, más abiertas, más concretas…
Lo primero que encontramos cuando accedemos a las diferentes lecturas de Simone Weil es que todo lo que se ha vertido sobre su vida y su obra está sumamente revuelto: resúmenes de su vida más o menos certeros con los que se justifican creencias del autor, descalificativos con los que se la sigue estigmatizando, sobrevaloraciones acerca de su persona… entre artículos y obras de pensadores y autores que la conocen bien y nos hacen de guía.
Si ellos ya son una buena guía ¿por qué ésta? Porque aún está todo muy disperso y porque es necesario acercar su obra y lo acertado de lo que los buenos conocedores de ella explican –a veces de manera un tanto académica– a sus verdaderos destinatarios: el común de los mortales en nuestro ahora y aquí. Nos parece especialmente interesante desvelar, con la ayuda de esos buenos guías, el lenguaje y el método weilliano para traerla a un tema complicado: lo espiritual y acercarla a un tema fundamental: lo educativo.
Ambos temas nos resultan motivadores y en ambos tenemos un amplio bagaje experiencial y reflexivo. Recoger información, ordenarla, y transmitirla de manera que se entienda es lo que he hecho toda mi vida, por eso me atrevo, por eso y por la cercanía entre sus palabras y mi vida. No al revés. No es una vida sobre la que osaré hablar, lo haré sobre su pensamiento y su obra, desde el análisis de mi propia vida que aquí reflejaré de forma mínima imprescindible.
Situaremos su obra, como ella nos indica: en la atención a la verdad, la belleza y el bien. En esas coordenadas me inscribo, salvando todas las distancias, desde la vida vivida en un barrio obrero y desde la desdicha sobrevenida, en forma de enfermedad crónica, sin renunciar a la verdad, la belleza y el bien. Me hago eco de lo que dice su amiga y biógrafa Simone Pétrement:
… la seriedad de su búsqueda de la verdad le granjeaba la amistad de aquellos otros que también la buscaban, aunque fuera con menos energía que ella. Provocaba la discusión, obligaba a aclarar aquello que se pensaba y una se sentía embargada en una empresa común (SP, 85).
La cercanía no necesita un mismo grado de intensidad, sólo una misma dirección. Esa «empresa común» en la que me siento embargada, junto a los que la quisieron, junto a los que la quieren, es la de reconocer la verdad de su obra y hacerla más accesible a sus verdaderos destinatarios: los empobrecidos, los desdichados, los frágiles, desde la verdad que ellos mismos (nosotros) conocen (conocemos), por «desgracia» muy bien.
Es el deseo que me ha impulsado a escribir esta guía mientras sigo su rastro.
El deseo corre, en primer lugar, a calmar las necesidades físicas: el hambre, el sueño, el frío, el espacio y el orden que permiten el movimiento, los tiempos y sus rutinas con las que organizamos el mundo… Calmar un deseo implica una insatisfacción hacia un nuevo deseo no colmado, así es nuestro ser en un mundo en el que sentimos la necesidad como deseo de conseguir y de conseguir más, de saciarnos y vaciarnos en unas circunstancias en constante movimiento. Sabemos que ni los excesos ni los defectos nos convienen. Habremos de atender estas necesidades básicas intentando mantener el equilibrio sobre un inestable océano.
Con las necesidades físicas más o menos cubiertas trataremos de calmar las afectivas con sus oscuras ambivalencias, buscaremos la seguridad de unos brazos cálidos y nos alejaremos con fuerza de ellos para ser «yo mismo» y así pasaremos el resto de la vida. Si el equilibrio de las necesidades físicas es difícil, éste último es terrible porque la mayoría de las veces no lo reconocemos y al no hacerlo nos somete. Para mantenernos en esa tempestuosa zona a la que nos lanzamos alegremente y de la que salimos heridos, habremos de conocernos, como habremos de conocerlo que nos rodea y los instrumentos que tenemos a nuestro alcance. Más tarde que pronto nos daremos cuenta de que no conocemos a los seres en cuya compañía nos embarcamos.
El deseo de conocimiento es, pues, el más poderoso deseo en nuestro recorrido vital, un deseo al que creeremos que nos entregamos pero que, en realidad, se adueñará de nosotros, tanto, que nos olvidaremos de los fisiológicos y hasta los afectivos, si no es que la necesidad o el desequilibrio nos obliga a atenderlos. El deseo de poder va relacionado con el deseo de conocimiento, necesito saber más para dominar más. Ese es el equilibrio más difícil de soportar. El deseo del conocimiento del bien y del mal nos expulsó del paraíso, dice un antiguo mito, podíamos comer del árbol de la vida, pero no tuvimos –no tenemos– suficiente, siempre queremos saber más, lo que constituye nuestra gloria y nuestra condena. Esa es nuestra condición, no la podemos eludir. En base a esta condición somos arrojados al desierto y empieza nuestra angustia existencial.
En los desiertos hay maestros, los habremos de buscar.
Cuanto más horrible es el cúmulo de destrucción, más esencial resulta hacer una obra, más amor aporta la idea de hacer una obra (SP, 607).
Simone Weil (París, 1909 - Londres, 1943), filósofa, sindicalista, escritora, educadora, obrera, mística…, en su corta e intensa vida, escribió profusa y apresuradamente, dado el convulso tiempo que le tocó vivir, sobre diversos temas, siguiendo el método de escritura directa que había adquirido con Alain.
Aunque durante su vida se publicaron numerosos artículos de ella en revistas sindicales o culturales, no se editó ningún libro suyo hasta después de su muerte. Muchos de los textos que se encuentran en sus obras están inacabados y/o sin revisar por la propia autora.
El primer libro publicado, La Gravedad y la Gracia (GG) es una selección tematizada que hizo Thibon de once libretas de anotaciones que le dejó. Por otra parte, al mismo tiempo que se iba editando su obra, gracias al interés de Albert Camus, surgían diversas interpretaciones sobre su vida.
La obra de Simone Weil es, pues, una obra fragmentada, dispersa y, en su conjunto, no revisada por la propia autora. Una obra recogida desde diferentes posiciones y explicada desde diversas y contradictorias perspectivas que aquí intentaremos articular analizando el lenguaje que utiliza en los diferentes ámbitos temáticos y considerando una faceta suya, la educativa, que siempre la acompañó y que no ha estado suficientemente tratada.
La obra de Simone Weil consiste básicamente en:
Es significativo que sus obras más completas, las que ella consideró sus dos «grandes obras», son estos dos ensayos: OL, que pudo completar –sin llegar a publicarse en vida– gracias a la excedencia que pidió antes de incorporarse al trabajo en la fábrica y al que llamó su «testamento» y ER, escrito apresuradamente, sin poderlo completar por su prematura muerte y que realmente sería su testamento, ambos muestran contenidos históricos, sociales y políticos, aunque el último incluye también lo espiritual y lo educativo. Es como si ella misma nos dijera que debemos hacer ese esfuerzo de integración.
Simone dejó su material escrito a personas que las recopilaron y publicaron desde diferentes perspectivas. Básicamente las podríamos resumir en:
Listamos a continuación las primeras obras francesas según cronología y editoriales para ver la evolución de las publicaciones y su origen.
1947 |
La Pesanteur et la Grâce (Thibon) |
Plon |
1949 |
L’Enracinement |
Gallimard |
Prélude à une Déclaration des devoirs envers l’être humain |
||
1950 |
Attente de Dieu (Thibon y Perrin) |
La Colombe |
1950 |
La connaissance surnaturelle |
Gallimard |
1951 |
Intuitions pré chrétiennes (Perrin) |
La Colombe |
1951 |
Cahiers, I (1933-1941) |
Plon |
1951 |
Lettre à un religieux |
Gallimard |
1951 |
La condition ouvrière |
Gallimard |
1953 |
La Source grecque |
Gallimard |
1953 |
Cahiers, II (1941-1942) |
Plon |
1955 |
Oppression et liberté |
Gallimard |
1955 |
Venise sauvée |
Gallimard |
1956 |
Cahiers, III (1942) |
Plon |
1957 |
Écrits de Londres et dernières lettres |
Gallimard |
1957 |
Oppression et liberté |
Gallimard |
1960 |
Écrits historiques et politiques |
Gallimard |
1962 |
Pensées sans ordre concernant l’amour de Dieu |
Gallimard |
1966 |
Sur la science |
Gallimard |
1968 |
Poèmes suivis de Venise sauvée |
Gallimard |
Los Cahiers o Cahiers de Marsella (I, II y III) publicados en la editorial Plon entre 1951 y 1956 se debieron al cuidado de S. Pétrement y André Weil.
André depositó en 1955 en la Biblioteca Nacional de Francia el conjunto de manuscritos de su hermana.
En 1972 se crea la «Association pour l’étude de la pensée de Simone Weil», dirigida por André A. Devaux, que empieza emitiendo boletines para, a partir de 1978, editar una revista trimestral denominada Cahiers Simone Weil, además de organizar encuentros y coloquios.
André A. Devaux reunió un grupo de colaboradores que, gracias a la alianza entre la Biblioteca Nacional y el Centro de Estudios Científicos de Francia, permitió a Florence de Lussy editar unas Obras completas[3] atendiendo a la cronología más que a los temas, ya que la reflexión o «lectura de la realidad» de nuestra autora, si bien puede tratar de muy diversos temas moviéndose entre diferentes planos, lo hace siempre siguiendo una dirección: la de la «espera de la verdad», nos dice Robert Chevanier.
Gallimard ha ido actualizando la obra en nuevas ediciones siguiendo el recorrido cronológico. Está prevista la edición de 16 volúmenes.
1988 |
Tome I |
Premiers écrits philosophiques. |
1988 |
Tome II |
Écrits historiques et politiques, vol. 1: L’engagement syndical (1927 - juillet 1934). |
1989 |
Tome II |
Écrits historiques et politiques, vol. 3: Vers la guerre (1937-1940). |
1991 |
Tome II |
Écrits historiques et politiques, vol. 2: L’expérience ouvrière et l’adieu à la révolution (juillet 1934 - juin 1937). |
1994 |
Tome VI |
Cahiers, vol. 1 (1933 - septembre 1941). |
1997 |
Tome VI |
Cahiers, vol. 2 (septembre 1941 - février 1942). |
2002 |
Tome VI |
Cahiers, vol. 3 (février 1942 - juin 1942). |
2006 |
Tome VI |
Cahiers, vol. 4 (juillet 1942 - juillet 1943). |
2008 |
Tome IV |
Écrits de Marseille, vol. 1: Philosophie, Science, Religion, questions politiques et sociales (1940-1942). |
2009 |
Tome IV |
Écrits de Marseille, vol. 2: Grèce - Inde - Occitanie (1941-1942). |
2012 |
Tome VII |
Correspondance, vol. 1: Correspondance familiale. |
2013 |
Tome V |
Écrits de New York et de Londres, vol. 2: «L’Enracinement». |
Tome VII |
Correspondance, vol. 2: Correspondance générale. |
Además de sus escritos recopilados por diferentes personas y desde distintas perspectivas, tenemos obras de personas que la conocieron y nos transmiten sus observaciones, reflexiones, correspondencia y documentos propios. Citaremos sólo los iniciales.
1952. PERRIN, J. M. y THIBON, G., Simone Weil, telle que nous l’avons connue. Ed. La Colombe. París.
1957. CABAUD, J., L’expérience vécue de Simone Weil. Ed. Plon. París.
1959. REYNAUD-GUÉRITHAULT, A., Leçons de philosophie. Ed. Plon. París. Apuntes de filosofía recogidos por su alumna de Roanne (1933-1934). Muestran, de forma más sistemática, aspectos filosóficos de Simone Weil.
1972. PÉTREMENT, S., La vie de Simone Weil. Ed. Fayard. París. Contiene muchos aspectos detallados de la vida de Simone Weil, así como mención y explicación de documentos escritos.
En la bibliografía recogemos otras obras en nuestros idiomas. No todas las que se han escrito sobre ella. Sólo las que nos han resultado relevantes, según criterios que iremos exponiendo.
El primer país de recepción de la obra de Simone Weil fue Italia, donde ha tenido mucha influencia, muchas obras y artículos sobre ella son de autores italianos. Otros países han ido haciéndose eco de su obra, como EEUU, Brasil o Japón.
En los años 60 editoriales latinoamericanas tradujeron las obras de Simone Weil al castellano. Ed. Trotta las está publicando con recopilaciones más completas y traducciones más fieles. Las exponemos a continuación desde una cierta cronología de los textos que contienen.
Añadimos algunas obras donde hemos encontrado otros textos traducidos a nuestros idiomas.
1921-1942. Poemas seguidos de Venecia Salvada. Poemas de distintas épocas, un cuento que escribió de niña: Los duendes de fuego y la obra de teatro inacabada Venecia Salvada.
1927-1939. Escritos Históricos y Políticos. Escritos sobre el movimiento sindical, Alemania, el nazismo, Rusia, el colonialismo, la guerra en general y la guerra civil española.
1931-1942. Sobre la ciencia. Tesis, artículos y cartas con su hermano sobre la ciencia y las matemáticas.
1934. Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social. Ensayo sobre el marxismo, la opresión y la libertad.
1934-1937. La Condición Obrera. Cartas sobre el tema, el diario sobre la vida en la fábrica de 1934-1935 y reflexiones sobre la vida sindical y la condición obrera redactadas entre 1936 y 1937, más: Condición primera de un trabajo no servil, de 1942.
1933-1942. Cuadernos o Cuadernos de Marsella.[4] Once libretas de apuntes escritas antes de partir de Marsella y entregadas a Thibon.
(La gravedad y la gracia. Selección tematizada de algunos párrafos de los Cuadernos realizada por Thibon).
1939-1941. La fuente griega. La Ilíada y otros escritos sobre Platón o la literatura y la filosofía griega. Algunos están recogidos también en EHP, otros son inacabados.
1941-1942. Intuiciones Precristianas. Textos de filosofía antigua y griega, especialmente, sobre el amor de Dios, escritos en Marsella y legados a Perrin.
1941-1942. A la espera de Dios. Cartas y textos recogidos por J. Perrin. Incluye la denominada Autobiografía espiritual.
1941-1942. El geni d’Oc. Escritos y cartas de Marsella sobre la civilización occitana.
1941-1943. Pensamientos desordenados acerca del amor de Dios y otros escritos. Incluye el poema La puerta, textos y cartas de los tres últimos años recogidos por la familia; algunos coinciden con ED.
1942. Carta a un religioso. Enviada al dominico Couturier. Contiene 35 objeciones para entrar en la Iglesia Católica.
1942. El conocimiento Sobrenatural. Siete cuadernos de América y una libreta de Londres, precedidos por un texto que se encontró entre sus papeles y que Simone había denominado Prólogo.
1942-1943. Escritos de Londres y últimas cartas. Incluye La persona y lo sagrado y Notas sobre la supresión general de los partidos políticos, entre otros.
1943. Echar Raíces. Borrador inacabado de un ensayo llamado inicialmente Deberes hacia el ser humano.
SP: La vida de Simone Weil. Incluye escritos de Simone Weil comentados por su amiga, biógrafa y filósofa, Simone Pétrement.
AP: Simone Weil. La amistad pura. Incluye cartas a A. Atarés.
PERRIN, J. M. y THIBON, G., Simone Weil. Tal como nosotros la conocimos. Observaciones y reflexiones de ambos y alguna correspondencia.
Rev. Ápeiron, 2016. Simone Weil: pensar con un acento nuevo. Revista con textos escritos en Marsella traducidos y presentados por E. Bea y A. del Río.
Rev. Anthropos, 211/2006. Los seis cisnes de Grimm.