Introducción

Se sabe que la sociedad siempre ha requerido preservar su memoria. Para ello, se ha auxiliado de diversos soportes para dar a conocer a las futuras generaciones su acontecer en este mundo.

Es imprescindible que esa labor de preservación y legado sea precedida por actividades profesionales que tiendan no sólo a la realización práctica, sino al análisis de dicha actividad para poder elaborar modelos y teorías que apuntalen a mejores prácticas en el futuro.

Es relevante señalar que todas las profesiones, incluida la disciplina bibliotecológica, están en constante labor para constituirse como entidades más sólidas. Para este fin, apuntalan la práctica y el quehacer profesional con una carga de teoría, la cual servirá, además, como un lente a través del cual se entenderá mejor la realidad. Esta realidad a simple vista se podría presentar como incomprensible, difícil, ardua o sin significado, pero esta visión está determinada únicamente por su falta de herramientas teóricas. Sin embargo, contar con un cúmulo teórico permitirá mejorar la formación bibliotecológica, además de dirigir al investigador para que tenga una mirada que le permita delinear, configurar y tomar mejores decisiones; es decir, que pueda articular todos estos elementos en una idea que sintetice o interprete la naturaleza de cada documento, medio de información o comportamiento de los usuarios ante dichos recursos de información.

Los libros sobre el concepto de recursos de información son muy escasos y no los abordan a profundidad. En este libro, el primer paso consistió en hacer la revisión conceptual y su tratamiento en el corpus teórico en diversas disciplinas sociales y humanísticas para determinar cómo se podía aplicar en la disciplina bibliotecológica.

Las discusiones alrededor del concepto de recursos de información se han enfocado en los últimos tiempos principalmente en un análisis del entorno digital. Después de revisar a fondo la literatura, se pudo observar que no hay consensos en las definiciones que se han desarrollado en la teoría relativa a esta temática, por lo que el objetivo general de esta obra será aportar elementos para su delimitación teórica. Uno de los objetivos específicos de la obra es describir el estado del arte tanto de los recursos impresos como de los recursos digitales de información con el fin de contribuir al conocimiento del uso y el acceso a los recursos de información independientemente de su formato, así como conocer su impacto en diferentes ámbitos.

Esta obra también aporta una gran cantidad de información con respecto a temas relacionados con los recursos de información, entre ellos la evolución histórica y social de cada civilización, pues no hay que dejar de resaltar que es un signo de los tiempos contemporáneos el que se produzcan recursos digitales de diversa índole; es necesario, por lo tanto, hacer un recuento histórico de su creación y desarrollo, así como entender su modo de producción. Esta labor analítica le corresponde a la disciplina bibliotecológica.

Los productos impresos han sufrido grandes transformaciones desde la aparición de la imprenta, hasta nuestros días; la industria editorial está en una revolución constante. Antes de la aparición de la imprenta, se sabe que la edición era una práctica artesanal en la que estaban implicados diversos actores como autores, editores, impresores, etcétera. Al transcurrir los siglos y llegar los tiempos de la era digital y la automatización, se diversificaron los tipos de documentos, así como su producción, comercialización y distribución. Con estas premisas, otro objetivo de esta obra será realizar el recuento y el análisis de esta evolución histórica de los recursos de información.

Un aspecto importante es la aplicación de la tecnología para el diseño, la organización y la preservación de nuevos contenidos en distintos soportes; por ejemplo, la tecnología del sonido ha tenido relevancia en algunas profesiones como la antropología, donde se generan diversos recursos de información dado que la mayoría de los antropólogos han tenido que emplearla para grabar ellos mismos sus más recientes hallazgos en el momento en que ocurren. Esto ha sucedido durante largo tiempo; como este ejemplo, vemos que muchas profesiones se están auxiliando de distintos recursos para dar a conocer sus más recientes innovaciones, creaciones o descubrimientos.

A lo largo de este libro, se podrá conocer cómo han sido plasmados en distintos soportes y medios digitales grandes acontecimientos generadores en texto, sonido, imagen fija o en movimiento, etcétera.

El libro estará integrado en tres capítulos que permiten al lector tener una idea más clara y precisa de la temática. En el primero, se abordará una articulación entre los diversos aspectos teóricos tratados por diversos autores que giran alrededor del concepto “recursos de información”; por otra parte, se hablará de la naturaleza de los recursos de información; es decir, sus características, tipología e historia.

El segundo capítulo está dedicado al estudio de los medios digitales. Resulta relevante para la Bibliotecología buscar hilos conductores en áreas como el periodismo y las Ciencias de la comunicación, pues es posible encontrar indicios que constituyan áreas de oportunidad laboral y académica para nuestro gremio como los servicios de información en las cadenas de medios, tema poco tratado en el ámbito mexicano, no así en países europeos; concretamente, en España.

En el último capítulo, se dan a conocer los hallazgos a los que se ha llegado en torno a los usos que diferentes sectores de la población hacen de la información contenida en los medios. Fue necesario estudiar cómo la dinámica suscitada dentro de las cadenas de medios influye en la calidad de la información que les llega a los usuarios o audiencias, especialmente en las noticias; por ello, el lector interesado en aproximarse a los estudios en medios desde la Bibliotecología hallará aquí un punto de partida. Parte del capítulo también son los medios públicos, entendidos como aquellas formas de comunicación que emanan del Estado y se dirigen a los ciudadanos.

Todo el discurso de la investigación se fundamenta en el método documental; está basado en una selecta bibliografía de lo que distintos expertos ya han dicho o escrito sobre la temática pero utilizando el tipo de estudio explicativo puesto que se requirió de una gran capacidad de análisis, síntesis e interpretación de la información localizada. A pesar de que la bibliografía seleccionada tomó como principios la profundidad en el tema y su actualidad, no se descartó la consulta de los diccionarios debido a que son una fuente de acercamiento inicial a los términos abordados; por este motivo, fueron un recurso fundamental en el desarrollo de los conceptos que se analizaron a lo largo de la obra, desde el clásico diccionario de Martínez de Souza y de Domingo Bounocore, hasta trabajos de áreas afines a la Bibliotecología, como periodismo y comunicación. Se consultaron diversos libros, capítulos y artículos de revistas científicas; mucha de la información se obtuvo de recursos electrónicos disponibles de manera libre por la web o a través de las bases de datos de la unam. La búsqueda de información para este trabajo se realizó a través de un índice tentativo de temas a tratar, los cuales que se fueron ajustando a lo largo del desarrollo según la documentación encontrada.

Una parte fundamental del libro aborda aspectos de las ciencias de la comunicación, para lo cual se utilizaron autores reconocidos como Van Dijk y Marshall McLuhan, cuyo pensamiento en torno a los medios digitales de información fue contrastado con otras lecturas del área de Bibliotecología para así plantear pensamientos propios en torno a cómo deben ser concebidos hoy en día los medios digitales y qué implicaciones tienen dentro de nuestra profesión.

Se espera que esta obra pueda ofrecer a sus lectores información interesante sobre el panorama de los recursos y medios digitales, así como su desarrollo y devenir en el contexto actual y global de la sociedad desde una perspectiva bibliotecológica.

Capítulo 1. Los recursos digitales de información

Conceptos y definiciones

Las investigaciones en torno a los recursos digitales de información sugieren analizar por separado las palabras que componen dicho término y, enseguida, diferenciarlo de conceptos similares, tales como fuentes de información.

La palabra recurso se identifica con cualquier bien tangible o no que se utiliza para alcanzar un fin determinado en una organización, con o sin fines de lucro. Por su parte, se habla de información cuando existe una representación coherente de datos que se han obtenido del interior o exterior de una institución. Finalmente, lo digital alude a aquella información que ha sido codificada en lenguaje binario, por lo que cualquier dispositivo electrónico puede leerla y mostrarlo de forma comprensible para el ser humano mediante una pantalla, onda de sonido o impresión.

El Cuadro 1 ofrece un panorama de las definiciones en la literatura académica sobre el concepto de recurso de información. Se puede observar que van desde aquellas que lo comprenden con un bien, hasta aquellas que lo ven como un medio para el almacenamiento y transporte de la información. En líneas más adelante se discute en torno a estas definiciones.

Cuadro 1.
Definiciones sobre recursos de información
Autores Definiciones
(Moscoso 1998, 329). Medios y bienes que permiten adquirir, precisar o comunicar conocimientos, con el fin de resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa.
(Berestova 2016, 86). Una forma de almacenamiento a largo plazo, es decir, una manera para replicar y transportar el significado expresado en caracteres legibles por el ser humano y por una máquina.
(Villaseñor 1998, 30). Instrumentos que usa o crea el profesional de la información para satisfacer las demandas y necesidades informativas de los usuarios de cualquier unidad informativa, ya sea un archivo, una biblioteca o un centro de documentación.
(Soy I Aumatell 2012). El concepto de recurso de información comprende fuentes formales o informales (un individuo, una organización o un documento), servicios y sistemas de información.
Fuente: elaboración propia, 2017.

La diferencia entre un recurso y una fuente de información es que la segunda es un tipo de recurso. Así, Burke (1998) la entendió como cualquier persona u organismo que, entre otras funciones, tiene la facultad de informar a un usuario.

Las aseveraciones de la autora citada han sido sostenidas por estudiosos del tema en investigaciones de mayor actualidad. Glushko et al. consideraron que un recurso es parte de un todo, por lo que, en ocasiones, resulta complicado identificar cuál de todas las partes puede o no ser calificado como recurso; como prueba de ello, los autores escribieron:

Un periódico puede considerarse como un recurso único, pero éste también incluye secciones múltiples, las cuales contienen notas por separado y cada una se compone por párrafos. Desde el punto de vista del tipógrafo cada carácter puede considerarse un recurso distinto, seleccionado de entre un conjunto de fuentes de recursos similares. (Glushko, 2013: 97).

De manera que recurso de información es una evolución del concepto fuente de información, entendida por Moscoso (1989: 328) como la “herramienta principal en el acceso y recuperación de información” producto del “despliegue de sistemas informáticos y tecnologías para la comunicación, así como el desarrollo de las llamadas autopistas de la información”. El Cuadro 2 muestra la comparación entre ambos términos.

Cuadro 2.
Diferencias entre recursos y fuentes de información
Criterio de comparación Recurso de información Fuente de información
Naturaleza Su análisis es difícil si se intenta hacer por aislado, ya que forma parte de un sistema. Posee valor por sí sola, no depende de otra fuente o recurso.
Clasificación o estructura Lo integran fuentes tanto primarias como de tipo secundario. Sólo son primarias o bien, secundarias, pero no son ambas a la vez.
Propósito Almacena o gestiona a la información. No está pensada para el almacenamiento.
Fuente: elaboración propia con base en la información de Moscoso (1998).

Los recursos de información son conjuntos de soportes con el contenido sobre un tema particular o varias de ellos, presentados o no, a través de medios electrónicos. Se dice que gestionan información porque la muestran de una manera ordenada para que el usuario pueda seleccionar aquellos pasajes que le son útiles para resolver su necesidad. Como ha podido notarse, pueden o no ser materiales, por lo cual una forma más apropiada de referirse al concepto sería:

Un recurso de información es una forma de almacenamiento a largo plazo; es decir, una manera para replicar y transportar el significado expresado en caracteres legibles por el ser humano y por una máquina que está diseñado para utilizarse como un recurso/instrumento en cierta actividad y por lo tanto posee fuertes valores de consumo, los cuales a menudo permiten entender a este producto como una comodidad en el mercado de la información. (Berestova, 2016: 86).

Moscoso (1989: 329) también consideró que son “medios y bienes que permiten adquirir, precisar o comunicar conocimientos, con el fin de resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa.” Mediante estas dos nociones, se ha logrado un mejor acercamiento al concepto de recurso de información desde nuestra disciplina sin dejar del lado otras acepciones que son tan válidas como la que a nosotros nos interesa, pero responden a las necesidades particulares de otras áreas.

Antes de continuar con un estudio más orientado hacia lo digital, vale la pena detenerse en algunas de las clasificaciones de los recursos de la información. Burke (1998) es uno de los autores a quienes se cita en algunos artículos que apoyaron la elaboración de este capítulo. De acuerdo con él, existen las siguientes categorías de recursos de información:

López (2004) establece una clasificación similar. Para dicho autor, los recursos de información se pueden agrupar en fuentes, servicios y sistemas. Tal como lo señaló Burke (1998), una fuente es aquella institución o persona que provee información a otra organización. Dicho en palabras de Moscoso (1998), se trata de una fuente de procedencia de la información.

Por otra parte, el servicio conlleva una infraestructura que permite brindar información dentro o fuera de la organización y se entiende que un sistema de información devuelve resultados o flujos de salida de información como respuesta a una demanda o entrada de información.

A continuación, se verán algunos términos que se han utilizado como sinónimos de recursos de información que son utilizados de manera constante e indistinta en el ámbito bibliotecológico.

Recursos digitales de información