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NEOFASCISMO
EN
CHILE
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EN HOMENAJE A LOS HÉROES CAÍDOS EN LA LUCHA POR LA LIBERACIÓN
DE LA HERMANA REPÚBLICA DE CHILE Y AL ETERNO PRESIDENTE DE CHILE
DOCTOR SALVADOR ALLENDE
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FRANCISCO RIGAIL AROSEMENA
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2020
Quito - Ecuador
NEOFASCISMO EN CHILE
©Francisco Rigail Arosemena
e-mail: fxrigail@yahoo.es
Primera Edición: 1974.
Se concluyó de imprimir la Primera Edición de esta Obra, en el Departamento de Publicaciones de la Universidad de Guayaquil, Ecuador, el día 9 de septiembre de 1974; siendo actual Vicerrector Encargado del Rectorado el Dr. Antonio Andrade Fajardo, y Regente el Sr. Enrique A. Proasio Álvarez.
Segunda Edición: 2020.
La Segunda Edición fue publicada como libro electrónico, en Quito, Ecuador.
ISBN: 978-9942-36-900-0
Quito-Ecuador
“LA LIBERACIÓN DE LOS PUEBLOS ES UNA CONSTANTE LUCHA CONTRA LAS ESTRUCTURAS CADUCAS IMPUESTAS POR EL IMPERIALISMO Y LAS CLASES DOMINANTES. CHILE EJEMPLO VIVO DE REVOLUCIÓN NO SE DOBLEGARÁ AL FASCISMO, SUS HOMBRES Y MUJERES SEGUIRÁN EN SUS PUESTOS DE COMBATE, COMO HOY LO HACE UN COMPAÑERO QUE ESCRIBE ESTE LIBRO PARA SEÑALAR LA VERDAD Y A LOS CULPABLES DEL GENOCIDIO CHILENO”
MARIO ARTURO RENDON S.,
Presidente de la Asociación Escuela de Medicina. 1974.
ÍNDICE
ÍNDICE
DEDICATORIA Y HOMENAJE
INTRODUCCIÓN DE LA PRIMERA EDICIÓN
EN EL DINTEL DE LA SEGUNDA EDICIÓN
PRIMERA PARTE
I. “No Voy A Renunciar. Pagaré Con Mi Vida La Libertad Del Pueblo”.
II. “Tres Horas De Angustia En Tomas Moro” …
III. ¡Bombardeo En Las Poblaciones Marginales!
IV. ¡Los Hawker Hunter Sobre Las Fábricas De Santiago!
V. ¡La Infame Agresión A La Cultura!
VI. ¡“Se Advierte A La Prensa, Radio Y Canales De Televisión…”!
VII. ¡El Odio Mancha De Sangre Los Centros De Salud!
VIII. ¡“Hay Que Emplear Todos Los Medios De Que Disponemos Para Liquidar, Sofocar…”!
IX. ¡Persecución Implacable! ¡Campo De Concentración En El Estadio Nacional! ¡Prisioneros Incomunicados!
X. ¡Miles De Prisioneros Y Refugiados En Todo Chile!
XI. “Solicité La Misma Libertad De Acción, Que La Iglesia Gozó Con El Anterior Gobierno”
XII. ¡Cesantía Y Miseria En Aumento!
XIII. “Representamos Una Línea Justa, En La Justa Medida: ¡A Dios Lo Que Es De Dios Y Al Cesar Lo Que Es Del Cesar!” …
SEGUNDA PARTE: VÍA PACÍFICA AL SOCIALISMO Y LA GUERRA CIVIL EN CHILE
I. El Constitucionalismo Y Su Proceso Histórico
II. La Conspiración Derechista De Los 50 Días
III. “No Soy Su Excelencia El Presidente De La República, Sino Que Soy El Compañero Presidente”
IV. “Cristianos Por El Socialismo”: ¡Un Encuentro En La América Que Despierta!
V. Parlamentarios De La Democracia — Cristiana: ¡Proxenetas De Los Anarquistas!
VI. “¡Desobediencia Civil!”
VII. El Pueblo, Con Disciplina Y Unidad, ¡Defiende A Su Gobierno Revolucionario!
VIII. Primer Gabinete Cívico — Militar
IX. ¡Allende En Las Naciones Unidas!
X. Derechas, Al Acecho
XI. ¡El Complot Del 4 De Marzo!
XII. ¡El Plan A La Orden!: “Unidad Popular Con Más Del 42 Por Ciento… Enfrentamiento Y La Guerra Civil”
XIII. ¡El Golpe Militar Abre La Puerta!: Aclama El Congreso
XIV. ¡El Tancazo!: Documento Oficial Del Ejército
XV. “El Movimiento No Puede Perecer” …
XVI. “Organización Y Unidad Para Derrotar A La Reacción!”
XVII. “Gabinete De La Seguridad Nacional; Tarea: ¡Defender A Chile!” …
XVIII. Fascistas Uniformados: ¡A Las Jefaturas De Los Institutos Armados!
XIX. “Ocho Medidas Para Derrocar Al Gobierno”
XX. “¿Quién Financia Esto?”
XXI. Niños Y Mujeres Gestantes: ¡Más, Víctimas Inocentes!
XXII. Renuncia, El General Prats: ¡Camino Abierto!
XXIII. “Carta Al General Prats”
XXIV. “La Nueva Ley Maldita”
XXV. “Soldado, No Obedezcas Al Oficial Golpista Y Reaccionario”
XXVI. ¡Tercer Aniversario Del Triunfo Popular En Las Urnas!
XXVII. “Se Nos Disparó Sin Razón Alguna”
XXVIII. Los Coroneles Fascistas Acuerdan: ¡Dictadura Militar — Oligárquica!
ANEXO
TERCERA PARTE: ADENDA 2020
La Muerte De Salvador Allende Gossen
Allende Fue Acribillado Y Rematado
CUARTA PARTE: CONFESIONES DE UN AGENTE DE LA C.N.I.
La Tortura En El Chile De Pinochet
La Preparación
El Primer Prisionero
La Captura Del MIR
Las Casas De Seguridad
El Amigo Informante
Todavía Delatan
Un Muerto Personal
El Viaje En Helicóptero
Muerte De Un Comunista
El Juramento De La FACh
La Estructura Del Terror
Tratamiento Para Los Nervios
Hay Miedo
La Máquina
Ahora, El Futuro
La Muerte en la Calle…
Por Tanta Sangre Derramada…
Interrogantes en los Secuestros
Hermanos Vergara Toledo
“En Defensa De La Vida”
AL ETERNO PRESIDENTE DE CHILE SALVADOR ALLENDE GOSSEN;
A LOS HÉROES CHILENOS, CONOCIDOS Y ANÓNIMOS, CAÍDOS EN LA LUCHA POR LA LIBERACIÓN DE LA HERMANA REPÚBLICA DE CHILE;
A LOS COMPAÑEROS ECUATORIANOS: JOSÉ FÉLIX GARCÍA FRANCO, SÓCRATES PONCE PACHECO, ALFREDO LOYOLA GANGOTENA VALLEJO, FELIPE PORFIRIO CAMPOS CARRILLO, FREDDY JIMMY TORRES VILLALBA, Y JUAN CARLOS SEVILLA BARAHONA.
DESAPARECIDOS Y ASESINADOS POR LA DICTADURA EN 1973.
Hablar del Fascismo Nuevo, es un imperativo y una objetividad por la necesidad histórica de separarlo del molde Alemán – Italiano; en su alcance económico – militarista desarrollado dentro de las características geo-socio-políticas de la época; y derrotado en 1945.
El Neofascismo, mantiene el raciocinio y pragmatismo de la metodología del clásico; su origen reside, —como en el predecesor— en la contradicción inherente de la Economía Capitalista de Explotación Humana; y hace su aparición en el máximo grado direccional del estado, cuando las “reglas legales” jurídico—represivas, en el juego de la “Democracia Representativa” –per sé—, no son capaces de contener el Vertiginoso Crecimiento de los Trabajadores-obreros y campesinos-. Que, con Organización y Conciencia de Clase, fortalecen los cimientos del Poder Proletario: para la Estructuración del Nuevo Orden Social: el régimen de la Libertad Económica – Social – Política del Socialismo.
En la Patria Araucana, el “germen” mantendrá su latencia en esporádico brote de aparición; después del efímero esplendor y la derrota de las escuadras del Tercer Reich y las tropas de los “camisas negras”, en la Europa de ayer.
Con el triunfo electoral de la Unidad Popular, el 4 de septiembre de 1970, materializado por un millón setenta mil, trescientos treinta votantes – población civil activa—; la manifestación se pronuncia en variados artífices durante los Tres Años del Gobierno Democrático; para culminar en el Sacrificio Heroico de la vida de cientos de miles de Patriotas, la agonía de la Libertad de un Pueblo, la Institucionalización de la Orfandad, el Hambre y la Miseria.
El Neofascismo en Chile, cumplirá la misión de preservar y continuar la Dictadura de la “Democracia” Burguesa, beneficiaria de la Aristocracia y el Privilegio de los caducos esquemas; tras la implantación de “nuevas reglas”, en la Garra de los Generales, con el inicio del Reinado del Terror y de la Estulticia.
¡La Denuncia de la Barbarie, se impone! …
… Es el propósito de Este Análisis— Documento.
Al balbucear complicitario de la Clase – Poder corrupta, en América,
… Es, ¡una Verdad!
A la lucha de los Pueblos Oprimidos, en la deshonra de la servidumbre,
… un aporte.
A los Compañeros Trabajadores, Obreros, Campesinos, Estudiantes, Intelectuales progresistas, …
… Un Mensaje.
¡La Sangre Chilena derramada, Es la Eterna Acusación ante la Historia!
El Análisis—documento, y su aporte en el Mensaje de la Verdad; lo dedicamos con emotiva fraternidad, a los Héroes Chilenos caídos en la lucha; emprendida por los Pueblos de la Gran Patria Americana.
Santiago de Chile, septiembre de 1973.
Francisco Rigail Arosemena
PROLEGÓMENO HISTÓRICO Y ANECDÓTICO
El almanaque deshojaba noviembre de 1972, y en la capital Azteca me encontraba cursando mi último año de especialidad médica en postgrado de anatomía patológica; cuando es recibido con grandes muestras de admiración, el presidente de Chile, Salvador Allende Gossen, ganador en las urnas un 4 de septiembre de 1970, y portador del mensaje: (de) “La Vía Pacífica al Socialismo”. Se dirigía a las Naciones Unidas con el fin de denunciar ante el mundo, el bloqueo financiero económico, impuesto por el gobierno norteamericano.
Después de ser investido del título académico, y con el pensamiento de ejercer mi profesión y contribuir hacia la transformación de una América Latina y del Caribe forjada en torno a la justicia e igualdad libertaria, el derrotero estaba señalado, y en unción con la marea del cambio, después de visitar a mi familia en la porteña ciudad de Guayaquil-Ecuador, desembarque en el puerto de Valparaíso en abril de 1973. El Gobierno de la Unidad Popular estrenaba su tercer año, y en la elección parlamentaria de marzo obtuvo – con el 44% de votantes –, una nueva victoria electoral (En sept./70 llegó al poder con el 36%).
Y es que el proceso revolucionario “con vino tinto y empanada chilena”, había logrado consolidar la economía mejorando la distribución del ingreso nacional de un 54% a 60%, creando 194 mil nuevas plazas de trabajo con una cesantía de 3.1% –la más baja de la historia republicana– (datos del Instituto de Economía de la U. de Chile, mayo/72).
Las medidas gubernamentales enmarcadas en la constitución, empero, movilizaron a compañías multinacionales como la International Telephone and Telegraph, y al gobierno de Richard Nixon para imponer el “bloqueo económico”, suprimiendo préstamos externos bajo la orden del F.M.I y del B.I.D..; que complotaron con sectores políticos contrarios a través del Congreso Nacional, Corte Suprema de Justicia y Contraloría, mediante mercado negro, salidas de capital, paros patronales, terrorismo, sabotaje, dinamitazos y el crimen.
En el vórtice de los acontecimientos, bajo el lema: “No a la Guerra Civil”, los partidos políticos de izquierda y democráticos, los frentes de poder obrero-campesino-estudiantil e intelectuales progresistas defendieron a su gobierno como “Voluntarios de la Patria”; establecieron mayor disciplina laboral y de producción con el espíritu fortalecido en los objetivos revolucionarios trazados.
En tanto la nueva cúpula militar en contubernio con la derecha fascista, al fracasar sus oscuros intereses político-depredadores, acordó la ruptura constitucional y establecieron una dictadura encabezada por el Comandante en Jefe del Ejército, general Augusto Pinochet Ugarte. El martes 11 de septiembre de 1973, tras el bombardeo de la Casa de la Moneda, sede presidencial, y el asesinato de Allende, comenzó la “Guerra Interna” a lo largo de país.
Estado de guerra, fusilamientos, asesinatos, confinamientos, torturas, campos de concentración en estadios, barcos y poblaciones-prisión, desapariciones, xenofobia, saqueo, cesantía, hambre, miseria y terror, fueron prácticas generalizadas ejercidas a miles de seres humanos de toda condición, sexo y edad, que persistieron durante los 17 años de la genocida dictadura fascista.
Tal el testimonio de quien relata estas crónicas; y se hace preciso descollar que se iniciaron como cartas-denuncias, cuyos documentos originales impresos en añosa máquina de escribir y desde la clandestinidad, fueron enviados por correo publico utilizando el diario “Él Mercurio” en forma de cartucho abierto en las extremidades y albergando en su interior una o dos páginas-denuncia. Sus destinatarios fueron al inicio contactos personales, diarios y revistas en Ecuador, Colombia, Venezuela y México. En el caso específico de Guayaquil, son receptados – uno a uno, en un período de tres meses – por dirigentes estudiantiles de la Asociación Escuela de Medicina de la Universidad de Guayaquil; mismos que armaron y editaron, en 1974, en el departamento de publicaciones, la obra intitulada Neofascismo en Chile.
Algunas relaciones breves y personales vienen a mi memoria, durante los cuatro meses siguientes al sangriento golpe fascista, entre ellas que no pasó por mi mente refugiarme en ninguna embajada como me lo pidieron coterráneos y amigos locales, tampoco concurrí como extranjero a la estación de carabineros más cercana a reportarme – así lo exigía un bando militar a través de ondas radiales – y opté por permanecer en tierra Chilena en la espera de una posible guerra popular defensiva de su gobierno. En tanto, unos compañeros de ideales pertenecientes a la Izquierda Cristiana, me alojaron de manera provisional, en un cuarto de una destartalada y semiabandonada casa de la periferia que me sirvió de alberge durante los mencionados meses de ocultamiento. Ponían candado por fuera de la habitación y una vez en diferente horario me proveían de algunos periódicos, revistas, y algún libro para el cometido propuesto, además de alimentos y agua potable. Para fines de diciembre, había terminado el escrito, transformado –por su extensión– en una evidencia política y llegado a la Asociación Escuela de Medicina para su publicación por la Universidad de Guayaquil, y a pesar del incierto destino que me esperaba, sabía que habría logrado –por lo menos– “lanzarle una verdad más en la atrocidad de Pinochet” y la barbarie que representaba. Para entonces los fraternos y valientes compañeros que colaboraron –nunca supe sus verdaderos nombres, por razones de seguridad–, me indicaron que el “cerco se les estaba cerrando”, y no podían continuar esta protección, y que aprovechando la época festiva del fin y el nuevo año, había posibilidad de ayuda para el escape por sendas y pasos secundarios y llegar a la frontera con el Perú, difícil trajinar que se cumplió permitiéndome pisar “tierra libre” para llegar a mi país natal.
Ha caído del tiempo, 46 años de luchas fragmentadas en tierras de la Araucanía, y en octubre de 2019, en el decir de la prensa progresista… “Chile Despertó” sumando fuerzas sociales y populares en las calles y plazas de Santiago y más ciudades a lo largo de su geografía, exigiendo al no representativo gobierno de la burguesía de turno, las exequias de la manchada Constitución engendrada desde las fuerzas de facto, que ha cobijado y acrecentado el crimen de estado, la pobreza, la miseria, la concentración de capitales, el desempleo, la desigualdad y la injusticia social, y por ende demandando la apertura hacia una democracia representativa y participativa. Ésta gesta, como antaño, ha sido reprimida por carabineros y en menor número por militares con docenas de personas asesinadas, miles de heridos, encarcelados, y torturados, abusos y violaciones, reconocidos y repudiados por la organización de derechos humanos de la propia Naciones Unidas, y de estructuras sociales de trabajadores y gobiernos progresistas del mundo; más el sacrificio está dando sus frutos en una respuesta a los temas exigidos. Y es de esperar que tenga apertura, en tierras del sur el capítulo patriótico a un proyecto de vida, que trascienda hacia el progreso social e independencia.
Frente a todos los trágicos y cruentos acontecimientos, de ayer y de hoy, como humanistas y revolucionarios unimos nuestra altiva voz frente al sacrificio de nuestros hermanos chilenos, editando esta Segunda Edición online, en la que vertimos nuevos acontecimientos a los ya consignados en la primera edición, y que se complementan con esta segunda crónica documentada.
Queremos rendir, una vez más, nuestro homenaje al eterno presidente de Chile, Salvador Allende y a los millares de patriotas por su sangre derramada, reafirmando a las generaciones presentes y futuras, nuestro Mensaje de Paz, Justicia y Libertad, fraguada en el Abrazo Fraterno para todos los Pueblos del Mundo.
Quito, enero de 2020.
Francisco Rigail Arosemena
Martes 11 de septiembre: 9:20 horas.
Es la vibrante palabra del Presidente Allende, a través de las ondas de Radio Magallanes –última en transmitir—. —prosigue—, “Posiblemente es la última vez que escuchen mi voz; tengo la certeza que mi sacrificio no será en vano”.
Minutos antes, Allende se asomó al balcón de su despacho, en la Moneda, y mirando al grupo de partidarios que empezaban a reunirse; levantó una mano saludándolos.
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Desde las siete de la mañana, (en el Puerto de Valparaíso a las 5:30 horas); comienza el operativo militar, sincronizado a lo largo y ancho del país. Las Fuerzas Armadas, primero, y luego, el Cuerpo de Carabineros, con todo el material de fuego: armas cortas y pesadas; ametralladoras, cañones, bazucas, morteros, tanquetas y tanques de Guerra; controlan los lugares estratégicos, las vías de camino, arterias importantes de ciudades; lugares de acceso a las poblaciones marginales y centros fabriles. Frente al hormigón de los puertos, las Naves de Guerra, muestran sus baterías, amenazantes.
¡El Día “D” del plan estratégico fascista desde Arica a Punta Arenas!
A las 8:30, irrumpe una marcha militar en los programas de la radio reaccionaria “Agricultura”; instantes después un locutor, anuncia: “¡Esta es la cadena de las Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile…!”
“Teniendo presente –continúa—, la gravísima crisis social y moral que atraviesa el país; las Fuerzas Armadas y de Carabineros, deciden: que el Presidente de la República, debe proceder a la inmediata entrega de su cargo, a las Instituciones Armadas”. Las radios golpistas: “Minería”, “Balmaceda” y “Santiago”, se unirán integrando la “Red Democrática.
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Allende, en su residencia de Tomás Moro, es informado telefónicamente a tempranas horas, por un oficial leal de Carabineros de Valparaíso: que la situación en el Puerto era “anormal”. La Escuadra Naval que, en la tarde del lunes pusiera proa al mar, para junto a los Barcos de la Marina Norteamericana, en visita “de Amistad”, hacer maniobras de ejercicio, en la “Operación Unitas”; —hecho, visto por miles de porteños, y abundantemente publicitado en los medios informativos derechistas—; regresaba pocas horas después de su partida. Se sumaba al inusual acto (por primera vez en la Marina, desde la firma del convenio con EE. UU.); la movilización de Infantería.
El Mandatario, se trasladó al Palacio de La Moneda. Por teléfono, hace un llamado a las FF. AA., que “deben cumplir con su deber”.
El cinturón de Carabineros, con tanquetas, que “protegen” la Casa Presidencial; se retiran a la orden emanada por el General Mendoza, Director de la Institución policial.
¡Es cuando habla por “última vez”, al pueblo!
Allende se dispone a resistir, solo con varias docenas de la leal Guardia Personal; ocho detectives y algunos funcionarios de su régimen.
Las tropas y blindados del Ejército, rodean el lugar. Son las 9:45 de la mañana. El tiroteo se produce.
Un miembro del GAP –grupo de amigos personales—; encargados de la seguridad del Primer Mandatario, instala una ametralladora “punto 30”, en una ventana de las oficinas que dan hacia la “Plaza de la Constitución”. –periodista gráfico con teleobjetivo impresiona su foto; revelada después, en los diarios—; un cañonazo de un tanque apostado en calle Agustinas lo derriba, con fuerte estruendo.
A la muerte del miembro de su escolta, prosigue la encarnizada defensa del compañero presidente.
Desde los edificios colindantes a la plaza: “El Ministerio de Obras Públicas; Intendencia; Seguro Social; Telégrafos y Telecomunicaciones y diario “La Nación”; a favor del gobierno se responde, con revólver y pistola, en suicida contienda contra los batallones.
El Comandante en Jefe de la FACh, Gustavo Leigh, da el ultimátum: ¡o se rinde, o a las 11 horas, bombardea La Moneda!
Después de una corta tregua: Daniel Vergara, Subsecretario del Interior; Fernando Flores, Secretario General de Gobierno; y Oswaldo Puccio, Secretario de la Presidencia; con bandera blanca llegan al Ministerio de Defensa; portadores de un mensaje de Allende dirigido a las Directivas Sublevadas: “solicitando que cesara el fuego, que no fuesen atacadas las poblaciones (barrios de gentes de bajo ingreso), que se designara a un civil para integrar la Junta y que iniciaran conversaciones con él”. “El Comando de la Junta rechazó estas propuestas”. (de la entrevista exclusiva, celebrada, al ex-Ministro del Interior, Carlos Briones, —bajo arresto domiciliario—; por el corresponsal del diario “The Times”, de Londres; y publicada el 12/nov./73.
Pero, les “aseguran que respetarán sus vidas y familias” (“El Mercurio”, 23/sep./73).
Puccio, retorna con el respectivo informe. Los funcionarios que lo acompañaron, quedaron detenidos como rehenes.
Los Militares, por altavoces, advierten: “las mujeres que están en La Moneda, tienen cinco minutos para retirarse”.
Allende pide a las compañeras, hacerlo, y enfatiza “yo no me voy a rendir, y no quiero que el de Uds. sea un sacrificio estéril”.
Once mujeres salen, entre ellas sus dos hijas; de quienes se despidió en el sótano. –En el exilio en México, contarán: “llevaba puesto un suéter y el casco militar, con la ametralladora a la espalda”.
Por teléfono, se despide de su esposa, Hortensia Bussi; y le afirma: “voy a resistir aquí”.
11.30 horas, ¡el plazo se cumple!; sobre Santiago aparecen dos aviones Hawker Hunter y al tercer vuelo rasante, secos impactos de los “rockets” remecen los alrededores. Las bombas retumban. Los ataques se repiten y 18 proyectiles dejan destrucción a su paso. Densas columnas de humo negro se elevan.
“El Presidente combatió con casco y ametralladora, y después, cuando llegó la hora del bombardeo, nos refugiamos en el sótano de los edificios” (de la entrevista al ex-Ministro Briones; “The Times”, 12/nov./73).
12.30: concluye el bombardeo. Intercambio de disparos con la Fuerza de Tierra. Intensa y prolongada “cortina” de bombas lacrimógenas y el asalto definitivo.
Por la puerta No. 80 de la calle Morandé; algunos funcionarios salen con las manos en alto y en fila; Oswaldo Puccio; Clodomiro Almeida, Ministro de Relaciones Exteriores; Carlos Briones, Ministro del Interior; Miriam Contreras, Secretaria de la Presidencia (única mujer que no abandonó el Palacio); René Largo y Jorge Uribe, periodistas; Patricio Guijón, médico. Junto al garaje, hay, “25 hombres de cúbito abdominal. Estaban sucios (heridos) y en mangas de camisa o con chalecos”. (Revista “Ercilla” No. 1991, 26/sep./73).
Los vehículos blindados, al mando del General Javier Palacios Rhuman—Jefe de la operación—; se apoderaron de La Moneda, a las cuatro horas de iniciada la lucha.
A la prensa dirá:
“Cuando penetré al Palacio, las llamas lo habían convertido en un infierno”.
“Él (Allende) estuvo disparando todo el tiempo, porque tenía las manos llenas de pólvora. El cargador de la metralleta estaba vacío. Había numerosas vainillas en la ventana y cerca de su cuerpo. A su lado también estaba un revólver, y cuando pasé a identificarlo tenía un casco y una máscara de gases”.
(Relato a la Agencia Latina— reproducido en la revista antigobiernista “Ercilla”, No. 1991, 26/sep./73).
¡El fusilamiento se había efectuado!1.
“El General tenía una mano vendada” “me explicó que ésa es la obra de quién prefirió suicidarse a rendir cuentas”.
(Entrevista del reportero Claudio Sánchez, del canal derechista, 13 de televisión; publicado en “Ercilla”, No. 1991, 26/sep./73).
¡La Ignominia sigue al Crimen!
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La Versión Oficial de la Junta Militar, intenta, justificar la Villanía al tejer una maraña de falsedades en torno al supuesto “suicidio” de Salvador Allende.
El “testigo presencial”, es el médico Patricio Guijón —Hoy, confinado en la Isla Dawson—. Bajo el temor y presión de los Generales, dirá:
“Cuando íbamos bajando para la puerta de Morandé 80…; recordé que había dejado mi máscara de gases y volví a buscarla. En ese momento vi, como el Dr. Allende se sentaba en un mueble de felpa roja y apoyándose su metralleta en la barbilla, la disparaba” (“El Mercurio”, 1/nov./73); y, en los diarios y revistas oficialistas, como “Ercilla”, la versión de la Dictadura, se repite:
“…recordé que había dejado mi máscara de gases, y volví a buscarla. En ese momento vi…”—continúa la crónica—; “la declaración corresponde al doctor Carlos Patricio Guijón, médico personal de Salvador Allende y único testigo de su muerte, actualmente detenido en la Isla Dawson”. “Ercilla”, No. 1997, 7/nov./73).
Lo extraño del caso, es que el mismo “testigo”, “único”; a la prensa y medios de comunicación derechistas (que son los que circulan en el país); a la semana siguiente del golpismo, decía, que “había escuchado la detonación”. Así en el reportaje de la misma revista “Ercilla”, en el número 1991, del 26 de septiembre, intitulado “El día D”, relató:
“Uno de sus médicos personales, el doctor Patricio Guijón (apellido textual), al sentir los disparos volvió y entró al Salón de la Independencia. El cuerpo de Allende yacía semi recostado sobre el diván”.
Los periodistas Emilio Filippi y Hernán Millas, Demócratas – Cristianos; en su libro “Anatomía de un Fracaso” (1ra. Edición Nov./73); escriben: “El médico de la presidencia, doctor Patricio Guijón, se percató de repente que Allende ya no estaba con ellos. En ese momento escuchó dos disparos que provenían del Salón denominado “La Independencia”.
El periodista Luis Álvarez B., del ultramontano Partido Nacional; en su libro “Auge y Caída de Allende” – primera edición 4/nov./73); narra: “su médico personal, el doctor Guijón—enviado después a la Isla Dawson—, sintió los balazos, y volvió a ver qué ocurría”.
¡La reacción se confunde, y desvanecen al único testigo!
Comprendemos, que la tortura, hace “ver” al galeno, lo que los Dictadores le ordenan.
Pero; ¡no solo hay esto!
Un informe “Técnico y Científico”, publicado en el diario golpista “El Mercurio” (1/nov./73), en que participan: “Jorge Quiroga Mardones, Ingeniero Jefe de la Sección Balística; Carlos Davidson Letelier, perito balístico; Luis Cavada Ebel, Jefe de Laboratorio de la Policía Técnica y Jorge Almazábal Mardones, perito balístico”, y del “Médico Legista Tomás Tobar”, indican:
“El hecho acaecido por las condiciones de la herida de entrada, de la trayectoria interna, herida de salida y otros antecedentes obtenidos en el sitio del suceso (manchas en las manos, posición del cuerpo y del arma, etc.), tiene la característica del suicidio”.
Los informes Nro. 2.782 y 2.783 de la Policía concluyen que el disparo provocó “la muerte inmediata”, y que los análisis de la piel de las manos “demuestran la existencia de pólvora”.
¡Torpes argumentos, que por inconsistentes se deshacen! Primero; señores “técnicos y “científicos”, ¿es suicidio?... o ¿“tiene las características del suicidio”? ¡Pónganse de acuerdo!
Luego, preguntamos:
Acaso una bala destinada a “rematar” una víctima, de disparos previos; ¿puede producir o no “la herida de entrada, su trayectoria interna y la herida de salida”?
¿Acaso esa misma bala o las balas anteriores, no llevan a la “muerte inmediata”?
¿“Las manchas en las manos” y “la existencia de pólvora”?
La respuesta la dio, el General Palacios, a la Agencia Latina; en cuánto a que el presidente “estuvo disparando todo el tiempo”; el propio General Verdugo, tenía una herida en la mano (vendada), “obra de quién prefirió suicidarse” (!!)
“El presidente combatió” … también dirá el ex Ministro Briones.
¿“Posición del cuerpo y del arma”? artificio de la Falsía!
¿Se han mostrado pruebas de que, en su cuerpo había o no, otras heridas de bala?
¿Hizo alusión alguna al “informe técnico y científico oficial”? ……
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Juan Enrique Lira, Editor gráfico del diario, “El Mercurio”, y el reportero Hernán Farías; fueron solicitados por el General Javier Palacios, para que “tomaran fotografías del Presidente muerto, la tarde del 11 de septiembre”.
En su relato dicen:
“El general para certificar lo que allí había y ante el posible incendio de todo el lado de Morandé, llamó a fotógrafos de Investigaciones y del Servicio de Inteligencia Militar, y fue, según parece por la angustia del tiempo y del fuego que fui llevado junto a Hernán Farías a fotografiar lo que dispusiera el General Palacios” …
Al referirse, al Presidente:
“Aparecía recostado sobre un sofá de felpa, con la cabeza totalmente destrozada, tenía una ametralladora hacia un lado”. “Vi, que se había suicidado” y “cuando ya nos aprontábamos para captar las fotografías, aparecieron en forma rapidísima los fotógrafos de Investigaciones y del Ejército. Por lo tanto, no tuve la oportunidad y el acuerdo para tomar las fotos”.
(Relato publicado en “El Mercurio” en septiembre, y reimpreso el 1 de nov./73; como una “prueba” más, de que “S. Allende se suicidó” –título con que encabeza la crónica—).
Siguen, nuestras preguntas fluyendo.
¿Un cadáver “recostado sobre un sofá, “con la cabeza totalmente destrozada” –nada se dice del resto del cuerpo—; y con “una ametralladora hacia un lado”; ¿es prueba de suicidio?......
… Pero, hay otro “testigo”, que “vio” que se había suicidado” … Claro, que dicho reportero, no tuvo “la oportunidad”, y peor “el acuerdo”, para “tomar las fotos”; además fue a fotografiar “lo que dispusiera el General”.
Obviamente el General Verdugo, no quería fotografías captadas por civiles; pero sí un “testigo” de la prensa conservadora, que colabore en sus innombrables mentiras.
Falta un problema por resolver; el reloj marca las 18 horas; y deben llevarse el cadáver del Eximio Presidente; e impedir que los periodistas —ávidos de noticias—, observen y fotografíen, las perforaciones del tórax y abdomen, huellas de la ejecución—. Una variedad de manta, que adornara el piso en el salón de “la Independencia” –respetado por el fuego—; servirá para cubrirlo.
Son las 18:15 horas; “una patrulla retira el cadáver de Allende envuelto en un choapino boliviano”. (“El Mercurio”, 23/sep./73).
Las únicas fotos impresas, serán las del Patriota envuelto en la improvisada mortaja; y de la ambulancia resguardada, cuando se lleva a la Egregia Figura.
¡El plan se derrumbó! ¡Hay fibras de Felonía, pero no Sustancia Gris!
Los Galoneados lo urdieron en el temor; frente al Hombre, que no fue derrotado en las horas del brutal asedio, pese al intenso poderío militar; y que con metralla en mano luchó contra los Traidores, hasta agotar sus municiones.
Los Pretorianos, no pueden perdonar la Valentía del Probo.
La Sombra del Héroe los humilla… ¡Lo Fusilaron por Eso!
Con el “suicidio” pretenden separarlo de la Historia… Sin Saber que Allende ha Entrado a Ella… ¡Por la Puerta de la Gloria!...
Y en el Siglo de los Pueblos… ¡Por Siempre Vivirá!
Declara: la Sra. Hortensia Bussi vda. de Allende; a su llegada de México: —país que le concedió asilo—
A las 11:40, sobreviene la agresión aérea.
“Había olor a pólvora, humo y destrucción por todas partes. En una interrupción del bombardeo, conseguí huir de la residencia a través del Colegio vecino”.
La que fuera residencia del Presidente, y su familia; la casa No. 200 de la calle Tomás Moro, quedó parcialmente en ruinas. Muertos y heridos, docenas de sus Defensores Nobles, que cumplieron la orden de Allende, de proteger a su esposa, hijas y nietos.
“Toda resistencia fue aniquilada de inmediato”. (“Ercilla”, No. 991, 26/sep./73).
En la inspección posterior:
“Solo queda el escenario y la utilería: Tomás Moro semi destruido, desvalijado y desordenado”.
“A la izquierda de la entrada hay una pequeña salita con libros, algunos adornos antiguos y un gran Cristo. El salón con su chimenea está con los anaqueles vacíos. Los adornos de porcelana y los marfiles desaparecieron en el saqueo, y solo quedan en gran desorden varios juegos de sillones”.
(Revista Derechista, “Qué Pasa”, No. 127, 27/sep./73).
Es que a la metralla, la bomba y al asesinato; siguió el vandalismo de la Turba Uniformada; valiéndose de camiones y jeep del Ejército, para el Despropósito Pirático. Vecinos, testigo del acto, lo confirman.
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El rincón de descanso del victimado ex—Presidente:
El Cañaveral; construido en la precordillera Santiaguina, en el valle de El Arrayán; estaba sin defenderse…
¡El Botín apacigua al Crimen!
En la provincia de Santiago (censo 1970), los campamentos poblacionales llegan a los 3.346, y en los alrededores de la capital, se levantan 521 poblaciones marginales. No todas cuentan con electricidad, y 120 de ellas tienen un precario servicio de alumbrado. En algunos hay una llave de agua para 20 o más familias. El alcantarillado es deficiente y se recurre a pozos negros situados a escasa distancia de sus viviendas.
Residen en ellas: 156.012 familias, que representan 636.886 pobladores –casi la tercera parte de los Santiaguinos— (1973).
Son barrios obreros; de trabajadores; empleados y subempleados; con fuertes núcleos de apoyo y participación, en el Gobierno de su Representación.
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Martes 11; ¡La Resistencia Civil, comienza!...
La red de las Fuerzas Armadas y de Carabineros “¡advierte!” – Bando No. 3— … “A la población no dejarse llevar por posibles incitaciones a la violencia”.
… Bando No. 4: “La población debe abstenerse de hacer cualquier tipo de manifestaciones”.
Y en el Bando No. 6, ¡imponen!: “Su decisión inquebrantable de luchar hasta las últimas consecuencias para derrocar al Gobierno” …
¡Explosiones en el centro de Santiago! ¡Ultimátum al Compañero Presidente!
Masas mayoritarias inspiradas en el Coraje Revolucionario, salen de sus moradas: las calles serán las trincheras, las fábricas las fortalezas, sus armas…. ¡las herramientas de trabajo!
… Bando No. 7, —en tono agrio—:
“Todas las personas que están ofreciendo resistencia al nuevo gobierno deberán atenerse a las consecuencias”.