



Debates contemporáneos sobre el turismo. Tomo VI : lugares turísticos: una aproximación desde los imaginarios sociales del turismo, las narrativas y las sensorialidades / Tannia Álvarez Meneses [y otros] ; Edna Rozo, Martha Vélez (editoras). – Bogotá : Universidad Externado de Colombia. 2019.
306 páginas : ilustraciones, fotos, mapas, gráficos ; 24 cm.
Incluye bibliografía al final de cada capítulo.
ISBN: 9789587900873
1. Turismo – Colombia 2. Turismo cultural – Colombia 3. Turismo -- Aspectos sociales – Colombia 4. Interacción social – Colombia 5. Turismo literario -- Colombia I. Rozo, Edna, editora II. Vélez Rivas, Martha Lucía, editora III. Universidad Externado de Colombia IV. Título
338.4791 SCDD 21
Catalogación en la fuente -- Universidad Externado de Colombia. Biblioteca. EAP.
Febrero de 2019
ISBN 978-958-790-087-3
© 2019, EDNA ROZO Y MARTHA LUCÍA VÉLEZ RIVAS (EDITORAS)
© 2019, UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA
Calle 12 n.º 1-17 este, Bogotá
Teléfono (57 1) 342 0288
publicaciones@uexternado.edu.co
www.uexternado.edu.co
Primera edición: febrero de 2019
Diseño de cubierta: Departamento de Publicaciones
Corrección de estilo: María del Pilar Osorio
Composición: Marco Robayo
Impresión y encuadernación: Digiprint Editores S.A.S.
Tiraje: de 1 a 1.000 ejemplares
Prohibida la reproducción o cita impresa o electrónica total o parcial de esta obra, sin autorización expresa y por escrito del Departamento de Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia. Las opiniones expresadas en esta obra son responsabilidad de los autores.
Diseño epub:
Hipertexto – Netizen Digital Solutions
TANNIA ÁLVAREZ MENESES |
MANUEL EDUARDO OLARTE |
LEONARDO CASTELLANOS RAMÍREZ |
REBECA OSORIO GONZÁLEZ |
JEFFER CHAPARRO MENDIVELSO |
JOSÉ ALEJANDRO OSPINA NIÑO |
KELLY ESCOBAR |
LUIS RUBÉN PÉREZ |
SILVIA LEONOR GALINDO |
PATRICIA RAMPELLO |
IRAIS GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ |
EDNA ROZO |
YORLEDIS GUERRA |
ORLANDO ARTURO SOCHIMILCA SOCHA |
LUZ ADRIANA IRIARTE |
YILMAR URUETA MENDOZA |
LINA MARÍA MARTÍNEZ |
MARTHA LUCÍA VÉLEZ RIVAS |
SILVIA NATALIA ZAPATA |
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PRESENTACIÓN
EJE TEMÁTICO 1: EVOCACIONES QUE APORTAN A LA PROYECCIÓN DE LUGARES TURÍSTICOS
CAPÍTULO 1
Los planes estratégicos de turismo en la construcción de la imagen turística de Bahía en Brasil
Luz Adriana Iriarte
CAPÍTULO 2
Imaginarios sociales sobre Santander (Colombia) promovidos desde el turismo literario.
Luis Rubén Pérez
Manuel Eduardo Olarte
Silvia Leonor Galindo
Silvia Natalia Zapata
Lina María Martínez
Yorledis Guerra
EJE TEMÁTICO II: SENSORIALIDADES EN LAS CIUDADES TURÍSTICAS
CAPÍTULO 3
Modelos sensoriales e imaginarios sociales del turismo: Barranquilla, ciudad de olores.
Kelly Escobar
Yilmar Urueta Mendoza
CAPÍTULO 4
Imaginarios sociales de los habitantes del centro histórico de Usaquén, Bogotá, como lugar turístico contemporáneo. Colombia
Edna Rozo
EJE TEMÁTICO III: CONFIGURACIONES SOCIOESPACIALES E HISTÓRICAS QUE APORTAN EN LA CONSTRUCCIÓN DE LOS IMAGINARIOS TURÍSTICOS
CAPÍTULO 5
Villa de Leyva en el imaginario del ocio y el descanso en la época de la Colonia
Tannia Álvarez Meneses
CAPÍTULO 6
Migración internacional en el municipio de San Agustín: prácticas socioespaciales y construcción de territorialidades
José Alejandro Ospina Niño
Jeffer Chaparro Mendivelso
CAPÍTULO 7
Análisis de los imaginarios sobre la ciudad y el turismo en Girardot, Cundinamarca
Orlando Arturo Sochimilca Socha
EJE TEMÁTICO IV: PRÁCTICAS TURÍSTICAS E IDENTIDADES EN ÁREAS NATURALES
CAPÍTULO 8
Reflexión teórica sobre los imaginarios socioturísticos en Reserva Iriapú, Argentina
Rebeca Osorio González
Irais González Domínguez
Patricia Rampello
CAPÍTULO 9
Imaginarios territoriales desde la identidad campesina: Turismo rural en Usme y defensa del territorio. Colombia
Leonardo Castellanos Ramírez
CAPÍTULO 10
Construcción social de los imaginarios turísticos. Algunas reflexiones para el trapecio amazónico
Martha Lucía Vélez Rivas
LOS AUTORES
NOTAS AL PIE
En el año 2017 en la ciudad de Bogotá, el grupo de investigación Turismo y Sociedad y el Programa de Maestría en Planificación y Gestión del Turismo de la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras de la Universidad Externado de Colombia, llevaron a cabo el “Congreso Internacional de Investigación: Turismo y Buen Vivir”, en el cual se reunieron académicos, investigadores, profesionales, docentes y estudiantes quienes han abordado el turismo desde las ciencias sociales, humanas y de la naturaleza, así como las áreas de desarrollo, paz, posconflicto, imaginarios sociales, memoria histórica y soberanía alimentaria.
A partir de las investigaciones presentadas durante el congreso, el Grupo de Investigación Turismo y Sociedad de la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras de la Universidad Externado de Colombia realizó una convocatoria con el objetivo de publicar los trabajos expuestos, y así darlos a conocer a la comunidad académica y científica ampliando la serie “Debates contemporáneos sobre el turismo”. En esta ocasión, la serie presenta los ejes temáticos abordados en el evento, en cuatro tomos:
Tomo IV. Ética y buen vivir: Reflexiones actuales para la planificación y gestión del turismo.
Tomo V. Turismo en territorios en posconflicto: una oportunidad latente para la reparación social.
Tomo VI. Lugares turísticos: una aproximación desde los imaginarios sociales del turismo, las narrativas y las sensorialidades.
Tomo VII. Turismo gastronómico: experiencias y análisis.
En este libro se presenta el tomo VI de esta segunda serie de debates: “Lugares turísticos: una aproximación desde los imaginarios sociales del turismo, las narrativas y las sensorialidades”.
Esta segunda entrega relacionada con la comprensión de los imaginarios sociales del turismo presenta diez casos de estudio que se exponen desde cuatro ejes temáticos. Los casos abordan distintas perspectivas: el análisis simbólico del poder, el acceso y derecho al uso del territorio y los sujetos que interactúan en la experiencia turística, en los que se evidencian tensiones y confluencias entre unos y otros. Las múltiples territorialidades se van construyendo y deconstruyendo con el uso turístico a partir de los imaginarios y narrativas, generando encuentros y desencuentros.
Pasado, presente y futuro emergen en algunos de los lugares analizados, configurando una amalgama de múltiples posibilidades en la medida en que los imaginarios constituyen un potente vehículo de evocación: narrativas, personajes, sensaciones, hitos históricos y sociales, construyen y resignifican la memoria histórica de sus habitantes y desarrollan renovadas formas de relación entre turistas y residentes de los destinos.
El contenido imaginario de los lugares evidencia las tendencias en las prácticas contemporáneas de los turistas, quienes se ven motivados por vivir experiencias asociadas con paisajes bucólicos, a la búsqueda de la identidad, del patrimonio, del pasado o de elementos identificatorios del lugar.
En los siguientes capítulos se registran también apuestas teóricas y metodológicas diversas para reconocer los imaginarios sociales y turísticos según la escala territorial: se abordan regiones, ciudades, pequeños municipios y espacios naturales, desde diversas perspectivas teóricas y desde distintas fuentes que construyen tales imaginarios de los lugares y alimentan la creación de productos turísticos, permeando la experiencia del visitante. Es así que se alude, por una parte, a los diferentes enunciadores de las narrativas e imágenes a través de los cuales se evidencian intereses y tensiones; por otra, se menciona el inmenso caudal de elementos materiales e inmateriales que contribuyen de manera decidida a la construcción de los imaginarios turísticos.
De otro lado, está presente la reflexión sobre el papel que desempeña el turismo en los cambios territoriales, cambios que sacan a la luz tendencias contemporáneas o clásicas de los usos turísticos, que además se ven influidos por el imaginario turístico que se ha forjado a lo largo del tiempo.
El primer eje temático, denominado Evocaciones que aportan a la proyección de lugares turísticos, se construye a partir de los imaginarios sociales en dos casos: el estado de Bahía (Brasil) y las provincias de Santander y Norte de Santander (Colombia).
Este eje inicia con el capítulo “Los planes estratégicos de turismo en la construcción de la imagen turística de Bahía, Brasil”, de Luz Adriana Iriarte, se centra en analizar los últimos instrumentos de política pública que utilizan una metodología de carácter exploratorio-descriptiva para identificar cuál es la imagen que se proyecta del lugar. Los resultados permiten evidenciar que estas imágenes no dan cuenta de la amplia riqueza natural, cultural e histórica del estado de Bahía, centrándose especialmente en la proyección de la capital, Salvador, e invisibilizando su gran diversidad territorial.
El segundo capítulo de este eje es: “Imaginarios sociales sobre las provincias de Santander (Colombia) promovidos desde el turismo literario”, de Luis Rubén Pérez, Manuel Eduardo Olarte, Silvia Leonor Galindo, Silvia Natalia Zapata, Lina María Martínez, Yorledis Guerra, autores que se centran en el análisis del turismo literario, como nueva expresión de los turistas contemporáneos motivados por encontrar las huellas materiales que han quedado como legado de los acontecimientos de los textos de ficción, la vida del autor o los contextos comunes de una generación o movimiento literario. Para ello, se basan en dos metodologías descriptivas para la construcción de rutas de turismo literario e identifican los imaginarios y representaciones de obras narrativas de Santander publicadas durante la primera mitad del siglo XX, asociadas a las provincias de Vélez, Mares, Guanentá, Comunera, Soto, García Rovira y Pamplona (Norte de Santander, Colombia). Como resultado de la investigación, describen las relaciones entre las obras literarias y los espacios de la memoria o de la recreación ficcional, relacionados con el movimiento social de “Los Comuneros”, que se dio en esa zona entre 1781 y 1782 como antecedente fundamental para la comprensión del proceso de independencia, la configuración del Estado – Nación y del ethos santandereano.
El segundo eje Sensorialidades en las ciudades turísticas analiza los imaginarios desde las ciudades y conglomerados urbanos, particularmente, Barranquilla y Bogotá (Colombia).
Inicia con el capítulo, “Modelos sensoriales e imaginarios sociales del turismo: Barranquilla, ciudad de olores”, escrito por Kelly Escobar y Yilmar Urueta Mendoza, quienes la describen a través del sentido del olfato, poniendo de presente su papel en la construcción de imaginarios colectivos y narrativas urbanas sociales. Para esto, los autores aplican la etnografía olfativa en el análisis de la construcción participativa de dos dispositivos de comunicación: un itinerario turístico multisensorial y un audiovisual sobre los olores de Barranquilla. La investigación pone de relieve la intersubjetividad que permite comprender la ciudad como una experiencia compartida a través de la práctica de oler y de mapear los olores. Por otra parte, se hace el reconocimiento de los conflictos socioambientales de la ciudad que se evidencian a través de los olores de la misma, apreciados desde el dark tourism, en el que además se puede desarrollar un turismo social transformador. La valoración turística desde lo sensorial permite dar a conocer diferentes puntos de vista de una ciudad así como exponer los conflictos, la memoria histórica y también las potencialidades del destino, en este caso: Barranquilla.
El capítulo que sigue es “Imaginarios sociales de los habitantes del centro histórico de Usaquén, Bogotá, como lugar turístico contemporáneo. Colombia”, cuya autora Edna Rozo presenta los resultados de la encuesta aplicada a los habitantes de Usaquén, en la que se recogen los contenidos simbólicos, emocionales y sensoriales a través de los cuales aquellos se relacionan con el lugar que habitan. Los resultados dan a conocer sobre la construcción social de los habitantes con el lugar y cómo las prácticas turísticas han transformado significativamente la zona en los últimos años y se han generado nuevas dinámicas y tensiones.
En el tercer eje Configuraciones socioespaciales e históricas que aportan en la construcción de los imaginarios turísticos, se analizan tres destinos turísticos: San Agustín, Villa de Leyva y Girardot, con amplia afluencia turística. El primero es visitado principalmente por su pasado con vestigios arqueológicos; el segundo por su arquitectura colonial y su cercanía a Bogotá, y el tercero por su clima cálido y también por su ubicación a corta distancia de la capital. Desde la perspectiva de los imaginarios, se analizan los efectos reales de tales construcciones sociales: se evidencia la reconfiguración de las relaciones productivas, los cambios socioespaciales y paisajísticos en los municipios y la creación de productos turísticos que responden a los imaginarios creados. La metodología utilizada está centrada en fuentes secundarias: crónicas, guías, promoción turística que evidencian la construcción de imaginarios sobre los municipios en mención y sobre sus habitantes. Las fuentes primarias recogen las perspectivas cotidianas de las relaciones con la ciudad o entre visitantes y residentes.
José Alejandro Ospina Niño y Jeffer Chaparro Mendivelso, autores del capítulo “Migración internacional en el municipio de San Agustín: prácticas socioespaciales y construcción de territorialidades” nos ilustran sobre las transformaciones socioespaciales que se surten como consecuencia de la actividad turística, puesto que se posibilita que los migrantes de amenidades –entendidos como aquellas personas que buscan en su nuevo destino aquello que les falta en sus lugares de residencia habituales– se establezcan en destinos primero como objeto de una visita turística y luego se convierten estos en su lugar de residencia. Tales migraciones no son solo de las personas sino también de estilos de vida, lo cual genera tensiones con los habitantes locales, quienes siguen viendo a los migrantes como extranjeros, a pesar de los muchos años de residencia en el destino. Sin embargo, los autores resaltan el hecho de que tales migrantes han aportado a San Agustín con la introducción de nuevos procesos productivos y han sido un factor decisivo de innovación social, política y cultural, por tanto es un grupo influyente e importante de este lugar que además participa en actividades productivas asociadas con el turismo y ejerce un liderazgo social a favor del ambiente, la educación y la equidad social.
El capítulo “Villa de Leyva en el imaginario del ocio y el descanso en la época de la Colonia”, de Tannia Álvarez Meneses, busca comprender las transformaciones socioespaciales producidas con el turismo a una ciudad colonial, patrimonial e histórica; en este caso, Villa de Leyva.Tal análisis de los imaginarios sobre la ciudad se realiza a partir de un estudio que involucra aspectos temporales, espaciales y culturales que demuestran la influencia decisiva del imaginario colonial sobre el desarrollo de productos turísticos y sobre la experiencia misma del turista. Villa de Leyva se caracteriza como un destino multidiverso, dirigido a turistas nacionales e internacionales, que viven la experiencia mediante su amplia oferta de eventos, gastronomía y hospedaje. También la autora pone el acento en los cambios estructurales que se perciben a partir de la introducción del turismo como actividad económica, lo cual se evidencia en los cambios paisajísticos rurales y en las actividades conexas al turismo.
En cuanto al tema “Análisis de los imaginarios sobre la ciudad y el turismo en Girardot, Cundinamarca”, Orlando Sochimilca se enfoca en comprender los imaginarios sobre los cuales se ha configurado una pequeña ciudad de Colombia, Girardot, históricamente visitada por turistas especialmente provenientes de Bogotá, motivados por el clima cálido, la recreación y el descanso. Apoyándose en la metodología de Armando Silva, identifica las múltiples narrativas de residentes y visitantes, en que se pone en escena ese doble juego entre ese otro, “el calentano” quien habita el lugar y el “rolo” o extraño al lugar. Los resultados muestran cómo se evocan los lugares simbólicos, los personajes, los escenarios, la memoria colectiva, lo que más gusta y menos gusta del lugar, así como la percepción que sobre los turistas tienen sus habitantes. Por último, plantea los múltiples futuros posibles producto de los imaginarios asociados con el devenir de la ciudad, identificando los retos que desde las políticas públicas locales del turismo se deben abordar.
En el cuarto eje, Prácticas turísticas e identidades en áreas naturales, se presentan tres casos de estudio: la Reserva Iriapú en Iguazú, Argentina; Usme en la zona rural de Bogotá y, de manera breve, el trapecio amazónico colombiano.
En los espacios geográficos descritos prima un importante componente natural. En estos se han construido imaginarios sociales desde narrativas encontradas, superpuestas y en conflicto que provienen de los habitantes locales y de los foráneos, en las que se hacen evidentes las relaciones complejas entre identidades locales, territorios y turismo. En ellas se advierten relaciones de poder, algunas veces contrarrestadas por acciones de resistencia que reivindican las identidades locales para protección de sus territorios, objeto de intereses de mercado. El turismo, en algunos casos, es una buena excusa para resignificar territorio y, en otros momentos, cumple la función de catalizador de procesos de cambio del uso de la tierra, de las prácticas culturales, del paisaje y de la propiedad de la misma generando disputas territoriales significativas, reales o simbólicas, que repercuten en la experiencia turística, en la vivencia en el lugar de la visita, y en la construcción de nuevos imaginarios.
Este cuarto eje inicia con el capítulo “Reflexión teórica sobre los imaginarios socioturísticos en la Reserva Iriapú, Argentina”, cuyos autores Rebeca Osorio González, Irais González Domínguez y Patricia Rampello, parten de las concepciones teóricas sobre los imaginarios sociales y turísticos que soportan el análisis en la Reserva Iriapú, cercana al Parque Nacional Iguazú, en Argentina. Tales imaginarios se han construido desde narrativas de científicos, literatos y viajeros, a comienzos del siglo XX. En el texto se expone el contraste de la visión romántica y sublime de estos relatos frente a aquella racional-utilitarista del espacio selvático, visiones defendidas por los habitantes originarios, poblaciones guaraníes, por los turistas, por los empresarios que hacen la promoción turística. Estas visiones encontradas generan tensiones entre actores frente a los territorios en disputa sea esta real o simbólica.
Leonardo Castellanos, por su parte, en “Imaginarios territoriales desde la identidad campesina: Turismo rural en Usme y defensa del territorio. Colombia”, plantea cómo estos imaginarios aportan a una apropiación del lugar por parte de sus habitantes. Para esto, el turismo se constituye en un instrumento de valoración sociocultural e histórica, que se concreta con la puesta en valor de una ruta turística en la que los locales tienen un papel central de liderazgo, autogestión y autonomía. El autor demuestra cómo esta estrategia ha facilitado la defensa de la ruralidad y el buen vivir de sus comunidades, las cuales se han visto avasalladas históricamente por propuestas de urbanización, dada la cercanía de la zona a la ciudad capital.
El capítulo que cierra este eje es “Construcción social de los imaginarios turísticos. Algunas reflexiones para el trapecio amazónico”, de Martha Lucía Vélez, en el que la autora relaciona los distintos elementos que finamente se entrelazan para la construcción de los imaginarios turísticos: viajes de exploradores y científicos, formas escriturales como crónicas, cuadernos de viaje e ilustraciones que acompañan los textos, nutren los imaginarios; así como también el arte, el cine y la literatura son una fuente, cada uno de ellos, en la creación de productos turísticos, recrean la construcción social que desde siglos atrás configuran un territorio y sus habitantes. América y la Amazonía han sido re-creadas desde la llegada de los españoles y aún hoy las descripciones entre la fantasía, el exotismo y la seducción siguen siendo la base de la promoción turística y, por ende, de la experiencia del turista, como lo refiere brevemente la autora, en el caso del trapecio amazónico.
De esta manera, con la presentación de estas investigaciones, esperamos contribuir a la circulación de conocimiento sobre los imaginarios sociales y turísticos de los destinos de diversa escala, lo que permitirá comprender las dinámicas contemporáneas del turismo, sus retos y desafíos. Es un camino que se abre a medida que se ahonda en esta perspectiva en Latinoamérica con frutos inspiradores para los investigadores que quieran explorar esta senda.
CAPÍTULO I
LUZ ADRIANA IRIARTE LÓPEZ
La planificación estratégica consiste en la definición de un proceso de toma de decisiones para obtener un fin deseado; esta se utiliza en los planes estratégicos de turismo para obtener un modelo deseado por los actores implicados en la gestión del mismo, proponiendo acciones para el desarrollo de este sector de la economía en los territorios. En este artículo se presenta una revisión crítica de las estrategias propuestas en los diferentes documentos de planeación del sector turismo en Bahía, en el Brasil. Además, se analiza cómo estas han contribuido en la consolidación de la imagen del territorio. Los resultados permiten concluir que para construir la imagen de un territorio se deben comprender las dinámicas socioambientales, el tiempo y el espacio que se pretende hacer visible; el estudio de caso detectó que la imagen que se muestra en la promoción de Bahía centra su interés en la ciudad de Salvador, dejando a un lado importantes destinos turísticos como son: el Parque Nacional Chapada Diamantina, Puerto Seguro (ciudad donde inicia la historia de Brasil), entre otros. Esta cuestión limita el imaginario turístico del lugar para los interesados en visitar el destino.
Imagen, turismo, planeación estratégica, imagen turística, imaginario turístico.
Eje temático: Imaginarios sociales del turismo.
The strategic planning is the definition of a decision-making process to obtain a desired end; this is used in strategic tourism plans to obtain a desired model for the actors involved in the management of it, proposing actions for the development of this sector of the economy in the territories. This article presents a critical review of the strategies proposed in the different planning documents for the tourism sector in Bahia - Brazil. The results allow us to conclude that in order to construct the image of a territory one must understand the socio-environmental dynamics, the time and the space that is intended to be visible. In addition, it is analyzed how these have contributed in the consolidation of the image of the territory. It was detected that the image shown in the Bahia promotion focuses its interest on the city of Salvador, leaving aside important tourist destinations such as: Chapada Diamantina National Park, Puerto Seguro (City where Brazil story begins), among others. This question limits the tourist imaginary of the place for those interested in visiting the destination.
Image, tourism, strategic planning, tourism image, tourist imaginary.
Con el devenir de los años, en el sector turístico se han producido importantes cambios, motivados por la competitividad en destinos y productos. Además, se suma el constante deseo de los turistas de cambiar de hábitos y de vivir experiencias únicas que llenen sus expectativas; intereses que deben ser atendidos por quienes tienen el poder de decisión en el territorio, a través de un trabajo mancomunado con el sector productivo, sector educativo y comunidad en general que consoliden desde un punto de vista estratégico el turismo en su territorio con una visión sostenible; al respecto, Crompton et al. (1979) consideran que el conocimiento de los elementos que hacen parte de la imagen ayudará a los responsables a promocionar y dar a conocer el destino turístico para proyectar la imagen de acuerdo con el mercado objetivo mediante la selección de los medios de comunicación más adecuados.
Este artículo analiza la imagen turística de Bahía, un estado ubicado al nordeste de Brasil, desde su concepción como destino turístico, a partir de la crítica de los planes estratégicos de turismo propuestos desde 1991 hasta el documento en vigencia publicado en el año 2011.
Se parte de la hipótesis de que los turistas suelen tener un conocimiento limitado del destino que piensan visitar, por ende, la imagen tiene una importante función en la medida en que aquellos destinos que poseen una identidad definida, diferenciada, positiva y reconocible tienen mayores oportunidades de ser seleccionados; por esta razón, los entes promotores del turismo en las ciudades deben consolidar una imagen diferenciada que atraiga al turista.
Nada más presente en la vida de un ser humano que la imaginación, el imaginario y con ellos las imágenes, sin embargo, tal como afirma Pallasmaa (2011, p. 7), estas palabras se utilizan habitualmente “sin pensar en profundidad en su sentido y significado”.
El estudio sobre el imaginario ha sido tema de autores como el filósofo francés Jean-Jacques Wunenburger (2008), quien considera que este debe ser entendido como un mundo de representaciones complejas teniendo en cuenta su dinámica creadora, su carga semántica, su eficiencia práctica y su participación en la vida individual y colectiva.
En correspondencia y procurando una relación entre imaginarios y turismo, el geógrafo español Aritz Tutor Anton (2015, p. 118), afirma que “el imaginario turístico –uno de los trazos del imaginario total– significa sitios, motiva deseo(s) y condiciona el ocio y el desplazamiento”. El imaginario turístico (o imaginarios turísticos, más incluyente y pragmático) “[...] es el motor de atracción hacia un lugar y el que hace que este se proyecte de manera fiable, coherente y familiar en la mente”. Igualmente, Hiernaux-Nicolas (2002, p. 8) considera que el imaginario turístico “es entonces aquella porción del imaginario social referido al hecho turístico, es decir, a las numerosas manifestaciones del proceso societario de viajar”.
Entendiéndose que el imaginario turístico se forma a través de efectos subjetivos, perceptivos y la recopilación de informaciones transmitidas por los medios de comunicación y el voz a voz sobre las vivencias de personas que viven o visitan un lugar.
Por tanto, para analizar las propuestas de creación de la imagen de la Bahía, el primer paso será estudiar y comprender el concepto de imagen y luego será la construcción de la imagen del lugar. A través de sus procesos de formación y de sus elementos de fuerza se requiere el entendimiento desde diferentes ópticas provenientes de diversas ramas del conocimiento. Teniendo en cuenta, asimismo, que el estudio de la imagen requiere de sistemas de representación de fenómenos urbanos, que se presentan como interdisciplinares en su esencia, de manera que es necesario orientar el discurso sobre diversas dimensiones, procurando profundizar en algunos abordajes.
Para empezar, el concepto de imagen se revela después de un estudio de difícil precisión, teniendo en cuenta que está constituido por diversas dimensiones o tipologías como imágenes visuales, plásticas, sociales, públicas y hasta psicológicas.
Autores como Jean Paul Sartre y Charles S. Peirce, entre otros, estudiaron la imagen; Sartre (1997) considera que “[...] es un acto que trata de alcanzar en su corporeidad a un objeto ausente o inexistente, a través de un contenido físico o psíquico que no se da propiamente sino a título de ‘representante analógico’ del objeto considerado”; asimismo, Peirce (2005) presenta un enfoque hacia la semiótica y sus estudios relacionados con la percepción, los cuales nos permiten realizar una lectura de las imágenes en las más diversas formas de creación.
Dicho sea esto, la imagen se define como el conjunto de representaciones visuales cuyo objetivo está centrado en selecciones de situaciones sensoriales, percepciones y entidades de la imaginación que llegan a constituir formas gráficas, estableciendo en esencia la idea central de una ilustración.
Ahora, aterrizando al tema de la imagen turística se entiende que es un concepto mental que se desarrolla sobre la base de una serie de impresiones a partir de múltiples fuentes de información como son los folletos promocionales, revistas, la opinión de otras personas (amigos, familia, agentes de viaje) y los medios de comunicación en general; los cuales presentan una respuesta al desafío de la representación de esa imagen construida del destino que obliga a sus creadores a mantener actualizada la información del lugar, debido a las transformaciones propias y colectivas que va adquiriendo el mismo. Crompton (1979) determina que:
la imagen turística está constituida por un componente congnitivo/perceptivo, vinculado a los elementos tangibles del destino, y un componente afectivo, relacionado con los sentimientos que evoca el destino. De modo que ambos componentes son los que contribuyen a la formación de la imagen turística total (Camprubi, Guia e Comas, 2009, p. 258).
Rob Shields (1992) trabaja la imagen del destino teniendo en cuenta “la lógica de las percepciones espaciales comunes aceptadas en una cultura”; sin embargo, su propósito no es mostrarnos simplemente el estudio de la percepción meramente subjetiva e idiosincrática de un lugar, la cual procura analizar esa “ficción” colectiva y cultural que acompañan a los conceptos espaciales. Además, incluye en su discurso el concepto de “geografías imaginarias” las cuales relaciona con valores particulares, eventos históricos e incluso sentimientos de sitios que pueden convertirse en símbolos.
Camprubí, Guia e Comas dan a conocer la clasificación de los dos tipos de imágenes turísticas que autores como Bramwell y Rawding (1996), Galí y Donaire (2005), Gunn (1972) y Miossec (1977) denominan a las imágenes turísticas percibidas y las imágenes turísticas emitidas; la primera de ellas corresponde a aquella creada por la mente del individuo (turista) e incluyen un alto nivel de subjetividad; y la segunda se refiere a “una reproducción de signos con significado que ha sido socialmente construida y diseminada”.
Este estudio ha procurado mantener una estrecha relación entre los conceptos de imagen turística (IT) y planeamiento estratégico desde el territorio; en este sentido consideramos que la IT es multidimensional y se utiliza como herramienta estratégica. Crompton (1979) expresa que el conocimiento de todos los factores que influyen en la formación de la imagen ayudará a las instituciones responsables de promocionar los destinos turísticos a proyectar la imagen adecuada a sus mercados objetivos a través de la selección del mix de comunicación más apropiado.
Ahora ¿qué tiene que ver el marketing de ciudad o marketing urbano con el tema en cuestión?, indudablemente mucho, dicho sea esto como que su principal finalidad “[...] por una parte es responder a las necesidades de los ciudadanos y de la actividad de la región, y por otra, mejorar a corto plazo la calidad global de la ciudad y su posición competitiva” (Elizagarate, 2003, pp. 20-40), de igual manera Friedmann, consideran que “El marketing urbano es visto como una efectiva herramienta de gestión urbana, como instrumento fundamental de estrategia de ciudades, de su competitividad” (2000, p. 2), “La finalidad última del marketing urbano es el aumento del atractivo y [el] desarrollo de una imagen positiva de la ciudad” (Friedmann, 2003, p. 5), con esto la ciudad deberá hacer reflexiones de lo que pretende lograr en el futuro a partir de sus sus propias fortalezas en vista de los desarrollos del entorno y así construir su imagen objetivo, la cual se define así:
... una comprensión intuitiva de la futura situación, que entrega dos conceptos claves: a) La idea de que debemos diseñar un sueño, en forma seria y “realista“, ya que debe ser un sueño basado en las oportunidades de desarrollo que se detecten y en las posibilidades que se tengan de aprovecharlas; y b) las acciones que hoy emprendamos deben ser congruentes con ese sueño (Friedmann, 2003, p. 22).
Bahía, es uno de los veintiséis estados de Brasil, dividido políticamente por 417 municipios; se encuentra localizado en el sur de la región nordeste del territorio nacional. Limita al norte por los estados de Pernambuco y Piauí; al sur con Espíritu Santo y Minas Gerais, al este con el océano Atlántico1 y al oeste con Goiás y Tocantíns (ver Figura 1); su ciudad capital es Salvador. Según el último censo del Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística (IBGE) en 2010, el estado contaba con una población de 14.016.906 de habitantes y, para el 2016, el IBGE estimó que la población sería de 15.276.566 de habitantes.
FIGURA 1.
LOCALIZACIÓN DE BAHÍA EN SUDAMÉRICA Y BRASIL

Fuente: Tomado del Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística. [Editado por la autora).
En esta investigación se utilizó una metodología de carácter exploratorio-descriptivo. La búsqueda de datos se hizo por medio de la revisión de documentos, consulta bibliográfica, descripción y análisis crítico-documental y observación no participante indirecta, la cual consiste en estudiar el objeto a investigar por medio de documentación relacionada (fotos, documentos gráficos e investigaciones relacionadas).
Debido a que el objetivo propuesto es el análisis y el desarrollo de la imagen turística de Bahía, generada por los organismos de poder, se utilizó también el método de interpretación iconográfico expuesto en “La caja de herramientas del joven investigador” de Jocelyn Létourneau (2007) en el que se definen tres etapas previas: “En la primera se observa el documento; en la segunda se identifica el contenido de la imagen; y en la tercera se establece la red de relaciones en que se inscribe un documento particular por medio de la contextualización” (Létourneau, 2007, p. 96).
De esta manera, se estudiaron las estrategias turísticas de Bahía realizadas por BAHIATURSA2 entre los años de 1991 hasta 2007. El primer documento estudiado fue La estrategia turística de Bahía, 1991-2005, publicado en Salvador en el año 2000, nueve años después de su creación. El segundo documento publicado en 2005 llamado Siglo XXI: Consolidación del turismo. Estrategia turística de la Bahía, 2003-2020, el cual pretendía plantear una estrategia a largo plazo que fortaleciera el plan anterior; sin embargo, la nueva administración del gobierno de estado lo eliminó. Por último, la denominada Estrategia turística de Bahía: El Tercer Salto 2007 – 2016, aún en vigencia, demuestra que algunas de las estrategias planteadas han sido actualizadas.
Después de revisar los planes estratégicos de turismo, realizamos un análisis crítico para buscar los métodos que nos condujeran a la verificación de las acciones particulares encaminadas a la construcción de la imagen de Bahía como destino turístico y las estrategias de marketing propuestas para tales fines, pero se encontraron pocas evidencias.
La planificación del turismo en Bahía nace en la década de 1960 con la creación de BAHIATURSA; sin embargo desde 1940 Salvador, la capital del estado, ya contaba con políticas para el turismo; desde 1990 la industria sin chimeneas en Bahía se proyecta como esa actividad estratégica capaz de fortalecer su economía, de generar empleos, divisas, renta e impulsar la estructura productiva del territorio; producto que los organismos encargados de la planificación del turismo denominaron “[...] una política sectorial exitosa, posibilitando el crecimiento de la actividad a tasas superiores a la media de la economía bahiana”3; en esta también pretendían dar a conocer otros atractivos turísticos además de Salvador que era su postal en el mundo. Con el fin de conseguir los objetivos propuestos y consolidar un destino competitivo, se propusieron fortalecer las estructuras de apoyo al desarrollo turístico, al tiempo que implementaron una política promocional agresiva.
El primer documento estudiado fue La estrategia turística de la Bahía 1991–2005 (LETBa, 1991-2005), publicado en Salvador en el año 2000, contenía las primeras propuestas de una nueva geografía turística en la que subdividieron el territorio en siete áreas de turismo de acuerdo con sus atractivos y potenciales para desarrollar e impulsar el sector. Asimismo, tres grandes ejes marcaron esta propuesta: infraestructura turística, marketing turístico y educación para el turismo.
Otro de los planes estratégicos revisados fue el publicado en 2005 denominado: Século XXI: Consolidação do Turismo. Estrategia Turística da Bahia, 2003-2020 (ETBa, 2003-2020), el cual fue concebido para darle continuidad a las estrategias del plan anterior y proponer otras nuevas que le permitieran al estado fortalecer el sector turístico gracias al éxito que el anterior plan había conseguido. En consecuencia, se propuso un modelo “anclado en principios que llevan en consideración la eficiencia económica, la equidad social y el respeto al medio ambiente y a los bienes culturales-materiales e inmateriales” (2005, p. 64); producto de estos principios surgieron las macroestrategias (gestión municipal, estructura pública, educación para el turismo, integración y marketing) y para una mejor ejecución de las mismas, se reforzaron con estrategias específicas “teniendo en cuenta el aseguramiento de la sostenibilidad socioambiental del turismo y la competitividad mercadológica de los núcleos receptores bahianos” (2005, p. 82).
De estas acciones es interesante destacar las macroestrategias que no estaban incluidas en el plan anterior como la de “gestión municipal” en la que pretendían intensificar el apoyo técnico-administrativo de las prefecturas de los municipios turísticos fundamentados en los consejos municipales de preservación de cultura y el medio ambiente, así como el soporte en intervenciones urbanísticas y paisajísticas, acción que se inserta en uno de los pilares de los planes propuestos: la infraestructura. También procuraban apoyar mecanismos que ayudaran a consolidar la identidad del municipio y asimismo la del estado; esto se vislumbraba como una oportunidad que con el trabajo en equipo hubiese sido una fortaleza de todo el estado.
Llama la atención que en la macroestrategia “Educación para el turismo”, no hubo continuidad de la apuesta por el Centro de Estudios Avanzados del Turismo. Se presentaron proyectos puntuales que favorecían solo a unos pocos y no al grueso de la población potencialmente beneficiaria del turismo4. Un destino que cuente con mano de obra calificada contará con la prestación de un servicio de calidad y de esta manera se fideliza al turista y lo convierte en un destino más competitivo con una imagen turística mejor posicionada.
El último plan estratégico revisado, aún en vigencia, es la denominada Estrategia Turística de Bahía: El Tercer Salto 2007-2016 (ETBa, 2007-2016), la cual evidencia un mayor trabajo a partir de diagnósticos, lo que ha permitido la producción de propuestas más dirigidas a fines puntuales. Este plan estuvo enmarcado en tres grandes ejes:
El primer eje fue la cualificación de los destinos, ya que según estudios, una de las debilidades que presentaba el turismo en Bahía era la deficiencia en la calidad de los servicios, la que pretendían solucionar con la innovación a través del surgimiento de nuevos productos, así como la integración económica encaminada a la vinculación con la economía regional con el fin de trabajar unidos para buscar la sostenibilidad del turismo en el estado. En este plan, las estrategias como la educación y la infraestructura estaban representados de manera transversal.
En la consecución del eje Innovación, BAHIATURSA destacaba entre otros aspectos la oferta de productos distribuidos en segmentos como turismo náutico, étnico (afro e indígena); GLS (gays, lesbianas y simpatizantes); religioso, entre otros; igualmente propusieron e implementaron el SIT (Sistema Integrado de Información Turística), además de los SAT (Servicio de Atendimiento al Turista), el DBT (Disque Bahía Turismo)5 y el portal en Internet https://www.bahia.com.br con el propósito de abrir el abanico de segmentos del turismo y así obtener una imagen de destino diverso e incluyente.
Para finalizar, es preciso resaltar que en los planes estratégicos de turismo estudiados la estrategia de mayor importancia para el gobierno del estado ha sido la “territorialización” 6 del turismo en Bahía. Para ello, subdividieron Bahía en siete áreas de planeamiento turística, con la finalidad de organizar mejor las inversiones, promoción y educación del sector en todo el estado y no tener preferencia por un solo municipio. Las áreas fueron: Costa dos Coqueiros, Bahia de Todos os Santos, Costa do Dendê, Costa do Cacau, Costa do Descobrimento, Costa das Baleias e Chapada Diamantina (ver Figura 2).
De igual forma, se observó que el plan estratégico Século XXI – Consolidação do turismo: estratégia turística da Bahia 2003-2020 consiguió presentar lo que denominaron una “Nueva Geografía Turística del Estado”, en la cual además de las siete zonas anteriormente mencionadas, gradualmente se incorporaron cuatro más: Caminhos do Oeste, Lagos do São Francisco, Vale do Jiquiriçá, Caminhos do Sertão e incluído dentro del área de la Chapada Diamantina el área de expansión denominada Chapada Velha (ver Figura 3).
FIGURA 2.
ZONAS TURÍSTICAS DE BAHÍA SEGÚN LA ESTRATEGIA TURÍSTICA DE LA BAHÍA 1991-2005

Fuente: tomado de SEI/SUINVEST.
FIGURA 3.
ZONAS TURÍSTICAS DE BAHÍA SEGÚN EL PLAN ESTRATÉGICO SÉCULO XXI - CONSOLIDAÇÃO DO TURISMO: ESTRATÉGIA TURÍSTICA DA BAHIA 2003-2020

Fuente: tomado de SEI/SUINVEST.
El Plan Estratégico 2007-2016 también expuso la “descentralización territorial del turismo”. En esta nueva propuesta, el estado aumentó de once a trece zonas turísticas, y se conformó la “geografía turística” de Bahía actual (Costa dos Coqueiros, Bahia de Todos os Santos, Costa do Dendê, Costa do Cacau, Costa do Descobrimento, Costa das Baleias, Chapada Diamantina, Caminhos do Jiquiriçá, Vale do São Francisco, Lagos y Canyons do São Francisco, Caminhos do Oeste, Caminhos do Sertão, Caminhos do Sudoeste), (ver Figura 4).
FIGURA 4.
ZONAS TURÍSTICAS DE BAHÍA SEGÚN ESTRATEGIA TURÍSTICA DE BAHÍA: EL TERCER SALTO 2007-2016

Fuente: tomado de SEI/SUINVEST.
Es preciso destacar que el objetivo de esta estrategia en los tres planes se define como la descentralización territorial del turismo en pro del desarrollo socioeconómico de municipios deprimidos económicamente y en donde se debían constituir mecanismos de articulación entre los miembros de poder (gobierno, sector público y privado) y se requiere reforzar la gestión del territorio. Para la definición de ese mapeamento fueron tenidos en cuenta criterios como la existencia de un destino ancla consolidado, la calidad de los atractivos, las características geográficas que permitieran al menos una mínima instalación de equipamientos para el funcionamiento del turismo y que no comprometieran ni afectaran el medio ambiente.
Dar forma visual a la ciudad constituye un tipo especial
de problema de diseño; un problema bastante novedoso,
dicho sea de paso (Lynch, 1984).
Una de las características principales de los planes estratégicos del turismo en Bahía fue la construcción de la imagen del destino, la cual se trabajó desde diferentes frentes: en primer lugar, se empieza definiendo una identidad del estado. La estrategia planteada en LETBa 1991-2005 estuvo definida desde la segmentación de turistas nacionales y extranjeros. En el primer segmento se utilizaron tres conceptos que pretendían transmitirse de forma coherente a través de los diferentes medios de comunicación nacionales y que perduraran en el tiempo y en la memoria del público objetivo. Estos conceptos fueron:
Bahia – Terra da Felicidade, Bahia. É pra lá que eu vou, Bahia. O Brasil nasceu aqui.
FIGURA 5.
IMÁGENES OBJETIVO DE BAHÍA USADAS EN LAS PROPAGANDAS NACIONALES

Fuente: tomado de LETBa 1991-2005.
Así mismo ocurrió para el mercado de turistas extranjeros, pero solo utilizaron el concepto de: Bahia – Terra da Felicidade.
FIGURA 6.
IMÁGENES OBJETIVO DE BAHÍA USADAS EN LAS PROPAGANDAS PARA ATRAER TURISTAS EXTRANJEROS EN LOS IDIOMAS INGLÉS, ESPAÑOL Y ALEMÁN

Fuente: tomado de LETBa 1991 – 2005.
Contar con una imagen objetivo era apenas el inicio que permitía a Bahía ir en busca de una identidad turística que debía ser visible; para conseguir este propósito, según el documento publicado LETBa 1991-2005, BAHIATURSA produjo una diversidad de material publicitario que incluía un CD-Card especial para las agencias tour operadoras y compañías áreas; además de flyers, presentaciones en ferias y demás medios de comunicación donde se tuviese oportunidad de presentar el destino.
No obstante, al momento conseguir pruebas de estas estrategias en las oficinas de la Secretaría de Turismo, no fueron halladas tales evidencias, pues los funcionarios argumentan no tener un archivo de publicidades de administraciones pasadas; teniendo entonces que cambiar la fuente de datos, recurriendo a agencias de viajes destacadas de Salvador y a las bibliotecas públicas del estado y a universidades en donde fueron encontrados algunos ejemplares de la revista Viver Bahia. Cultura, Turismo, Lazer creada en 1999, la cual pretendía divulgar periódicamente7 los atractivos turísticos e información del sector turístico de Bahía con parte de ese material publicitario que propusieron elaborar.
A partir del análisis iconográfico de tres publicaciones Viver Bahia, durante 1999, se encontraron en su portada y contenido elementos referentes a la gastronomía, fiestas populares y el Candomblé (reconocida religión de procedencia africana); se concluye entonces que la imagen pensada por los entes oficiales estaba direccionada a difundir el patrimonio cultural de Bahía (ver figura 7), a través de sus raíces africanas muy marcadas y resaltando la presencia e importancia de esta comunidad en la historia y el desarrollo del territorio bahiano, tal como lo menciona (Shields, 1992, p. 22): “hay muchos lugares que adquieren variadas connotaciones simbólicas (…) pues transcurren por circunstancias únicas, y cada lugar pasa por procesos que dicen respecto a la historia del propio lugar”.
Posteriormente, el diagnóstico presentado en el plan Século XXI: Consolidação do Turismo exponía que la aceptación del destino, las estrategias de ese primer plan fueron mejoradas, contando con la participación del sector productivo considerado como “experto” en la realidad del turismo en el estado. Igualmente, se reconocen los logros obtenidos por el plan anterior, ETBa 2003-2020, por tanto plantearon dar continuidad a las propuestas de marca e imagen del destino, pero con una descripción mejorada del concepto:
La marca “Bahía – Tierra de la Felicidad” debe retratar la autenticidad y la riqueza de la cultura bahiana, con sus industrias creativas; representar la forma de ser del bahiano, de vivir y su filosofía de vida; mostrar la exuberancia y la diversidad natural de Bahía en sus diversas zonas turísticas (Bahía, 2005, p. 89) (traducido por la autora).
FIGURA 7.
PORTADAS DE LA REVISTA VIVER BAHIA PUBLICADAS EN 1999. CULTURA, TURISMO E LAZER

Fuente: tomado de Biblioteca Central do Estado da Bahia, 2018.
Siguiendo a Shields (1992) sobre las relaciones que hacen parte del imaginario de cada lugar, estas se entienden como ese espacio que afecta la vida de las personas y sus decisiones. En este aspecto, aparece otra estrategia cuyo objetivo estaba dirigido a posicionar la marca “Vivir Bahía”, expresión acuñada por BAHIATURSABahía, 2005