Composición visual
Análisis de variables en la construcción de imágenes
Agradecimientos y reconocimientos
Los procesos de enseñanza y aprendizaje del diseño son singulares por la necesidad de racionalizar la creatividad, con el fin de lograr un registro metódico y unívoco de las trasformaciones que se dan en las variables formales de los objetos de diseño y sus implicaciones en las relaciones de interacción entre humanos y sistemas artificiales. Esto para hacer del diseño una disciplina enseñable y aprendible con un alto nivel de eficacia al transformar elementos de la naturaleza en dispositivos coherentes con las lógicas de la producción industrial.
El presente texto recoge reflexiones que surgen en el ejercicio académico y logradas en la implementación de dispositivos que buscan efectivizar las maneras de agenciamiento de la información empleada en procesos de diseño; realizado específicamente con estudiantes del primer semestre de Diseño Visual de la Fundación Universitaria Bellas Artes de Medellín, Colombia, concretamente entre los años 2011 y 2019. Es por esta razón que a ellos dirigimos nuestro agradecimiento, en primer lugar, ya que han posibilitado probar experimentalmente la efectividad del mapa de variables como instrumento para el análisis y la síntesis de variables y nos han permitido nutrir sus procesos de aprendizaje como diseñadores. Agradecemos especialmente a Carolina Tamayo Carlucci, quien se convirtió en una de las principales motivadoras del ejercicio que llevó posteriormente a la reflexión. Agradecemos también a Sebastián Antonio Restrepo Sierra, Alexander Corrales Ospina, Guillermo Federico Rey y Pablo Santamaría Álzate, compañeros docentes y profesionales de diferentes disciplinas, por su acompañamiento, participación y validación de los ejercicios académicos que han consolidado el mapa de variables como instrumento de análisis y síntesis para la composición visual.
Asimismo, queremos agradecer a la Fundación Universitaria Bellas Artes, especialmente a la Decanatura de la Facultad de Artes Visuales, por permitirnos hacer de la Institución el escenario para la investigación a través del diseño, un ejercicio arriesgado pero que ha brindado frutos satisfactorios tanto para nosotros en nuestro rol de docentes e investigadores, como para los estudiantes de diseño y para la Institución por la incidencia de este proyecto en el currículo. Finalmente, queremos agradecer a la Institución Universitaria de Envigado por el respaldo y el apoyo en la publicación de este documento que recoge el ejercicio académico e investigativo.
Los autores
Caso de estudio
La enseñanza del diseño pasa por unas necesidades puntuales que requieren, como lo plantea Luis Rodríguez Morales (2004), el desarrollo de una serie de habilidades que permitan a los diseñadores en formación enfrentarse a la recolección de información del mundo para traducirla en objetos, generalmente de creación industrial. Así como un acervo de herramientas que le permitan al diseñador enfrentarse a lo que Rodríguez (2004) denomina salto al vacío, mejor comprendido como la incertidumbre acerca de la exactitud del trabajo de diseño realizado.
De otro lado, con el fin garantizar la adecuación a procesos productivos iterativos, así como la búsqueda de un estatus acádemico, el diseño se ha valido de la adopción y adaptación de métodos de investigación, desarrollo y producción provenientes de diversos campos disciplinares. En conjunto, el miedo al salto al vacio y la necesidad de contar con lineamientos que garanticen el éxito de los resultados del diseño, son condiciones que han impulsado la implementación experimental de métodos e instrumentos en las instancias de formación acádemica.
Introducción
El diseño de comunicación visual desde su condición disciplinar encuentra fundamento en la construcción y proyección de códigos icónicos, que suelen obedecer a la síntesis de conceptos complejos, traducciones del entorno o codificación de datos en información de carácter visual, formas, colores, proporciones y relaciones compositivas.
López Carmona, Serna Usme y Molina Saldarriaga
A partir de la anterior afirmación se comprende que, en los procesos de enseñanza y aprendizaje del diseño de comunicación visual,1 específicamente aquellos en los que están implicados resultados icónicos, sea necesario aplicar procesos de reducción o síntesis con la finalidad de establecer un repertorio adecuado de variables. Sin embargo, como lo plantea William Ospina (2016), son precisamente estos instrumentos los que parecen no garantizar una síntesis adecuada, ya que desconocen variables relacionales y simbólicas, y se quedan únicamente en la reducción de elementos formales.
Por consiguiente, surge la necesidad de establecer instrumentos que permitan a los diseñadores de comunicación visual en formación realizar un análisis holístico de los fenómenos de estudio para posteriormente sintetizar de manera sistémica una serie de variables interconectadas que tengan en cuenta no solamente los aspectos fundamentales de la imagen, sino también elementos de carácter simbólico e identitario. El presente texto explora la implementación de un instrumento para el análisis de variables en un contexto de aprendizaje académico: dentro de una institución de educación superior, espacio que se constituye en el escenario adecuado para probar el mapa de variables como herramienta de clasificación y análisis.
El diseño de comunicación visual —término que abarca todas las denominaciones profesionales en las que se les da importancia a la configuración formal de discursos visuales—; tiene como condición la necesidad de tomar información del mundo sensible para transformarla en discursos que siguen unas lógicas relacionadas con intencionalidades comunicativas, funcionales y estéticas; para lograr este objetivo se vale de la proyección de las mediaciones en lógicas dictadas por la industrialización. Si bien existen modelos e instrumentos para el manejo de variables formales no existe claridad en la manera como se estructuran los discursos visuales desde sus condiciones narrativas, teniendo en cuenta que es importante también la relación que los elementos formales tienen con aspectos simbólicos, sintácticos, culturales y sinestésicos que además resultan ser contextuales y definen las particularidades de los modos de comunicación en un contexto específico.
Lo que se obtiene como resultado de lo anterior son composiciones que, aunque puedan obedecer a unos criterios de adecuación icónica adecuados, como una buena composición o un buen manejo de los recursos plásticos, no termina de ser una representación conectada con la identidad del entorno. Esta situación resulta poco conveniente para la búsqueda de efectividad comunicativa del diseño, ya que las imágenes en su papel de representaciones del mundo son un eslabón importante entre las dimensiones sensibles y aquellos procesos fundamentales que se dan en el universo del pensamiento humano.
En consecuencia, es necesario que el diseño de comunicación visual se concentre en la búsqueda de efectividad comunicativa a través de la síntesis racionalizada y categorizada de variables que pertenecen a universos formales y conceptuales diferentes, pero que se interrelacionan en el hecho de la experiencia estésica o experiencia visual para los intereses de este texto.
A este respecto conviene revisar lo planteado por López, Molina y Serna (2018), cuando mencionan los elementos problematizadores acerca de la construcción de imágenes representativas en el diseño de comunicación visual:
a. La configuración de mensajes visuales usa referentes que buscan la eficiencia de la composición, sin relación con la función comunicativa, el repertorio visual, el contexto cultural o receptor.
b. La cercanía que tienen las representaciones icónicas con la expresión plástica tiene el potencial de cargarlas de un componente ornamental, cuya conexión simbólica resulta vaga, en algunos casos problemática o sobrante; ya que suele prestarse especial atención al resultado técnico antes que al papel de las imágenes icónicas como traducciones de un entorno.
c. Lo anterior también produce que la elección de imágenes en el diseño de comunicación visual suele proceder de un inadecuado entendimiento del signo y su relación con el entorno, esto debido al énfasis en la visualidad (p. 434).
Estas condiciones correspondientes a los procesos académicos de selección de información para las configuraciones icónicas de las imágenes dejan clara la necesidad de contar con un instrumento para que los diseñadores de comunicación visual en formación interpreten un fenómeno en toda su complejidad, teniendo en cuenta los imaginarios otorgados por la experiencia estésica, la cultura visual y el simbolismo.
En este orden de ideas, este texto explora las condiciones en las que una imagen se construye en un doble camino, uno que se proyecta desde el fenómeno y debe ser analizado teniendo en cuenta las particularidades de la percepción y la experiencia estésica, y otro correspondiente al mundo de las representaciones formales o las imitaciones de la realidad. El primero ha de ser comprendido por los diseñadores como el universo de afectaciones perceptuales que constituyen los imaginarios y que requieren de una altísima exactitud a la hora de analizar relaciones más o menos unívocas o claras para un gran número de personas. En segundo lugar, las traducciones de los conceptos deben aludir también a las ideas existentes detrás de los elementos netamente formales, con el fin de garantizar que, ante la lectura de una imagen diseñada, sin importar su nivel de abstracción, un lector pueda interpretar de la manera más clara posible el fenómeno que es representado.
1 Proceso de intercambio de información en el cual están implicados elementos definidos desde la iconicidad o la naturaleza de las imágenes en el mundo como color, forma, textura, sintaxis visual, retórica visual, entre otras.