El mundo empresarial, como el resto de los ámbitos de nuestras vidas, es vertiginoso, y una de las cosas que no hacemos casi nunca es pararnos a reflexionar o analizar el porqué y el cómo realizamos nuestro trabajo o influimos en nuestros equipos.
Con este libro, el lector podrá descubrir cómo llegar al éxito propio y al de sus equipos, partiendo desde la estructura de la empresa, su ambiente y las posibilidades de esta.
Según la RAE, el significado de ÉXITO es «el resultado, en especial feliz, de una empresa o acción emprendida, o de un suceso». Para alcanzarlo hay dos formas: una rápida, con poco aprendizaje y conseguida gracias a factores casuales; la otra, pasando por todos los procesos y aprendiendo de ellos. Este segundo, que no depende de la levedad del azar, sino de la acumulación reflexiva sobre las experiencias vividas, es el que aporta los conocimientos para influir en el futuro estratégico de una empresa y ampliar sus posibilidades de éxito.
Con el método desarrollado por Silvia García Pérez, comprobará que se puede lograr que ciertas personas de su organización consigan mayores éxitos, incluidos los personales, gracias a conocer en qué posición de la empresa están, cuál es su valor, qué papel desarrollan en su estructura organizativa y lo que se pide de ellas.
Crear una estructura de personas fuertes, en lo profesional y personal, es la base fundamental, los cimientos, para después poder llevar a cabo sus labores diarias con la máxima eficiencia. Conocer modelos de trabajo, disponer de las herramientas e ideas para que su intervención en la empresa sea más influyente son los mejores caminos para alcanzar esas aspiraciones, tan imprescindibles en cualquier empresa moderna.
Esta herramienta desarrollada por Silvia García, y que el lector encontrará en este libro, es una pirámide que nos llevará desde donde estamos hasta actualizar organigramas y definir objetivos con otra mirada.
Si busca cómo influir en la estructura de su empresa y cómo hacer crecer el liderazgo natural de las personas, este es su libro, que le invito a leer con entusiasmo, aceptando que tal vez no todo es como creía y que es hora de cambiar para llegar al éxito.
Einstein dejó escrito que si aspiras a obtener resultados distintos es imprescindible no continuar haciendo las mismas cosas. Hay que cambiar. Y hacerlo con organización, método y disciplina.
Ricardo Céspedes García
Director Comercial de La Voz de Almería, Cadena Ser.
El objetivo de este libro es que conozcas una herramienta visual, «La pirámide de la excelencia», y la utilices para comprender desde una nueva perspectiva la estructura de tu empresa. Con ella podrás intervenir de forma precisa y diseñar ambientes de éxito. Este método te propone una hoja de ruta, para comenzar a actuar desde el nivel 1 de la pirámide hasta el 6.
Deseo que al aplicar estos aspectos aumente tu bienestar en la empresa, como tantas personas ya lo han experimentado. Gran parte de nuestra vida transcurre en las organizaciones; hoy más que nunca merece la pena diseñar ambientes de éxito que influyan en nuestra calidad de vida profesional y personal.
En los capítulos 1 y 2 trabajaremos sobre los tres primeros niveles de la pirámide: la estructura del éxito. Probablemente sea la fase más compleja de esta herramienta, ya que requiere de una minuciosa definición de cada una de sus partes. Pero una vez actualizada esta etapa, notarás que el clima cambia y hay más energía en el ambiente.
También encontrarás modelos de trabajo, con los pasos que yo sigo cuando trabajo acompañando a una empresa. El tiempo estimado en una empresa para actualizar estos niveles puede ser de uno a tres meses. Si programas esta actualización distribuyéndolo en semanas, te resultará muy fácil incluirlo en el día a día.
Los capítulos 3 y 4 contienen herramientas y recursos para que tu intervención en la empresa sea más influyente y favorezca el crecimiento interno. Las leyes sistémicas que rigen las organizaciones y las cuatro miradas que todo líder debe desarrollar, serán dos grandes aliados para diseñar ambientes de éxito y desarrollar el potencial interno de la empresa.
En el capítulo 5 encontrarás recursos que puedes aplicar a nivel personal ––una persona que cuenta con herramientas y recursos internos sabrá liderar mejor cada intervención que haga en la empresa desde su puesto–– así como pautas sobre cómo es el proceso de desarrollo en una empresa.
He incluido ejemplos en los que he colaborado como consultora, y que espero te ayuden a integrar cada uno de los recursos.
Sentir la empresa
Como consultora me relaciono con empresas cada día. Uno de los momentos más importantes en nuestra relación es el primer contacto. Es un momento donde se pueden percibir muchos aspectos de la organización a nivel emocional e inconsciente: su potencial, su estado de ánimo, su enfoque, incluso sus principales recursos internos.
Aprendí esta forma de «sentir» la empresa mientras me formaba como coach integrativo y sistémico; aprendí a percibir sensaciones cuando entraba por primera vez en una organización, sin ponerles nombre. Hoy sigue siendo una gran herramienta para mí, y procuro retener esa sensación hasta que los datos comienzan a aparecer para darle sentido.
Tiempo después, diseñé una herramienta gráfica que he llamado «pirámide de la excelencia», que me ayudaría a analizar la estructura de una empresa y las actualizaciones que necesitaban cada uno de sus niveles. Al principio surgió como una hoja de ruta y un método muy eficiente para crear programas de desarrollo profesional para la empresa.
Meses más tarde comprobé la importancia de que los equipos también aprendan a verse en la pirámide, y comprendieran cómo afectaba su funcionamiento en el resto de la organización. A medida que aumentaba el nivel de consciencia, había más predisposición para trabajar en su propio liderazgo, y se convirtió en la herramienta de base con la que acompaño a cada empresa.
Era tan fascinante lo que producía en las personas, que decidí compartir nuestra herramienta, la «pirámide de la excelencia», a través de charlas y talleres. Hoy en día, cientos de profesionales han asistido a estas conferencias con el objetivo de aprender a verse desde otra perspectiva en su sistema organizativo y en su puesto. Los comentarios al finalizar son muy emocionantes: «Ahora comprendo las actitudes de algunas personas, ahora sé por dónde empezar a trabajar». Se nota comprensión en sus miradas.
El siguiente paso ya lo conoces; tienes en tus manos este libro porque un día soñé que todos podíamos construir empresas donde diseñar ambientes de éxito fuera solo el principio de un mundo de posibilidades.
Este libro habla de éxito, y este término puede tener millones de interpretaciones, todas igual de válidas. Pero estarás de acuerdo conmigo en que el verdadero éxito surge desde el interior.
Son muchas las empresas que han dejado pasar años sin conectar con sus posibilidades de éxito, porque el día a día no les permitía salir de lo urgente. Esa es una forma triste de existir.
Otras, en cambio, decidieron salir de la inercia y explorar su mejor versión. Y hoy disfrutan de un ambiente de éxito, aprovechando cada año las posibilidades que ofrece el entorno.
Seguramente tú, como tantas personas, sientes que tu equipo tiene recursos para estar en otro nivel. Eso es algo que se intuye, aunque no siempre sepas cómo llegar a él. Si estás leyendo este libro es porque deseas conectar con ese potencial que tiene tu organización, y estás dispuesto a buscar nuevas herramientas que te ayuden a transformar cada reto en una oportunidad.
El primer reto que debe conquistar todo líder es el de bajar el ruido mental y aprender a escuchar lo que le dice la estructura de su organización. En ella se encuentra toda la información necesaria sobre el potencial no explorado, las áreas de mejora y las nuevas posibilidades que existen. Pero hay que aprender a descifrar esos síntomas que aparecen en la estructura, porque a veces un síntoma en una parte nos está indicando que es necesario intervenir en otra. La «pirámide de la excelencia» nos enseña a comprender la estructura y a actuar de forma eficiente en ella.
Las posibilidades de éxito de una empresa están directamente relacionadas con la calidad y el orden de su estructura, la energía disponible para nuevas estrategias y el conjunto de capacidades de las personas que la integran.
Imagina que estás frente a tu nuevo hogar por primera vez. Tras varios años visualizándolo, plasmándolo sobre planos y acompañando cada detalle de su obra, por fin puedes entrar a vivir en tu casa. Al abrir la puerta encuentras todo en perfecta armonía, orden en su distribución y en cada espacio. Es fácil saber dónde buscar cada cosa porque planeaste hasta el último detalle, la estructura de la vivienda es firme y con acabados muy elegantes, es un lugar seguro y agradable donde habitar. Ahora solo queda llenar de planes tu vida y disfrutar dentro de ella.
Ahora imagina que tu vecino no tuvo la misma suerte que tú. Contrató a un equipo de dirección de obra menos experto, y además contaba con poco tiempo para la misma. El diseño de la vivienda fue improvisado y la ejecución de obra vino acompañado de varios disgustos, pero por fin, igual que tú, está listo para entrar a su nueva casa.
Ambos vecinos se encuentran frente a su nueva vivienda, ambos con sensaciones muy diferentes, y ambos tendrán posibilidades distintas a partir de ahora dentro de ellas.
Las posibilidades de éxito y expansión han sido diferentes en cada uno de nuestros protagonistas, y probablemente lo seguirán siendo. Esto también se puede percibir en una organización observando su enfoque, sus capacidades, sus planes y la forma de ejecutarlo. A partir de esa mirada observadora, es cuando una persona puede empezar a influir en la organización.
Entonces, ¿se puede influir en las posibilidades de éxito de una empresa? Definitivamente sí; independientemente de las circunstancias, una empresa puede encontrar la forma de influir cada año en su propio desarrollo, aumentando sus posibilidades de éxito. De hecho, son muchas las pequeñas y medianas empresas que, cuando más crecieron, fue cuando se vieron en serias dificultades. Esto ocurrió porque utilizaron todos sus recursos creativos para abrir nuevos caminos.
No es necesario esperar una crisis o verse en apuros; merece la pena comenzar a expandir ese potencial desde hoy. La herramienta que te presento en este libro surge de la necesidad de encontrar una forma rápida y sostenible de influir en una empresa y ampliar sus posibilidades de éxito.
Antes de introducirnos en la herramienta principal y desarrollar el método que te propongo, permíteme diferenciar estos tres conceptos: estructura del éxito, ambientes de éxito y posibilidades de éxito, ya que tienen matices importantes para que elijas tu forma de abordarlos.
La estructura del éxito de una empresa es aquella que aporta orden y dirección a todas las personas que la integran. Se basa en la coincidencia entre la definición formal de los principales componentes de la empresa (organigrama, definición de puestos, definición de objetivos) con la forma en que cada persona percibe estos elementos. Es decir, coincide lo que está definido y la forma real de relacionarse cada una de esas partes.
Ejemplo: Una empresa donde todos saben cuál es su lugar, conocen sus funciones y comparten objetivos comunes.
Un ambiente de éxito se refiere a la forma en la que se relacionan todas las partes de una empresa y el resultado emocional que surge de esa relación. Contar con una estructura de éxito es el primer paso para que «surja un ambiente de éxito». Para las personas es más fácil relacionarse y llevar a cabo su trabajo porque hay orden y definición en la empresa, se deja atrás el sobresfuerzo diario para lograr tareas coordinadas, disponen de más energía para atender lo diario y resolver imprevistos. El ambiente es ligero, fácil y propicio para que las cosas salgan bien siempre.
Ejemplo: Una empresa donde comparten objetivos y la comunicación es fluida. Todos tienen en cuenta la excelencia, la coordinación y conocen sus prioridades.
Las posibilidades de éxito de una empresa se ven influidas directamente por los dos puntos anteriores, además de la influencia del entorno, las estrategias y las nuevas capacidades que los miembros de la empresa adquieren en cada etapa.
Ejemplo: Una empresa que está en contacto con su entorno y las nuevas necesidades de este, que sabe crear estrategias para unir su producto o servicio con las necesidades del mercado. Otra de sus características es que tiene una excelente capacidad de comunicación e influencia. Sabe transmitir su mensaje y tiene capacidad de influir en su entorno.