Bibi Albert
A Pocho: toda la música de mi letra, toda la letra de mi música.
A mis padres: mis propios y magníficos autores.
A mis hijos (María letra, Pepito música): mis temazos.
A Coco, mi hermano, soñando con que vuelva a escribir y a cantar.
A Héctor Viel Temperley, por y para quien esto se volvió libro.
¿Por qué la gente
no es de plastilina?
Así
no podrían golpearse...
Qué strip-tease la poesía.
“Nunca nadie necesitó
que le recuerden
que está
enamorado." Luis Berraute
“Nothing’s gorma change
my love for you. ”Glenn Madeira
“Es muy cursi lo que te voy a decir, pero, nosotros...,
somos el uno para el otro. ” P.L., 1981
Al principio era claro
que el libro sería oscuro.
Pero ahora no sé.
Porque sos como un hamilton
poniendo luz muy tenue
pero blanca, blanquísima
en todo lo contrario
a una instantánea.
Mi vida
en fondo neutro,
infinito, de estudio.
Y el libro
allí,
creciendo,
hablando en media lengua
que todavía no entienden
los señores jurados.
Te decía
que ahora
no sé.No sé su nombre.
El título era bueno
pero en clave de sombra
y obvia dedicatoria
para queja solista.
El libro y vos
allí,
creciendo.
¿Cómo se llama esto?
Estás
del otro lado
de un larguísimo puente.
Pero,
¿qué me atrae más?
¿Ganarte
como premio por el cruce
o el inconmensurable
vacío
provocando a mis alas?
Te hago amanecer
todos los días
en el firme horizonte
del carro de mi máquina.
Por eso es siempre bueno
tu pronóstico.
Sos todo el resplandor
de mi página en blanco.
(proyecto pequeñil que te disparo)
Una canción de los dos.
Música y letra
besándose
abrazándose.
Todos haciendo
sin saber
oídos sordos.
Sin embargo aplaudiendo.
Nosotros
sonriendo
sin que nadie imagine
por cuál de nuestros éxitos.
Un abrazo
tan cauto, tan de día
pero tan inagotable
de palabras calladas
que todavía me camina
por el cuerpo,
me divide en renglones,
me cubre de promesas
que están equivocadas
y
como es un tatuaje
me tacha para siempre.
¿Tendré
este tiempo
que me estoy tomando
para enfrentar
tu indescifrable
realidad?
* * *
¿Estamos jugando juntos
o
cada uno
está jugando con el otro?
* * *
¿Estarás
aún allí
cuando yo,
sádica y aterrada,
saboreadora y loca,
resuelva
levantar la mirada?
* * *
Esta espera nuestra
construida de magia,
sobredesentendidos
y paciencias,
¿será espera
o será
toda la historia
que protagonicemos?
* * *
¿No te da
un poco de vértigo
asomarte
tan peligrosamente
a mis secretos?
* * *
Aquí, entredurmiendo,
tapada hasta la nuca,
no enfrento a los espejos
poniendo en evidencia
las bolsas en que Junto
todo lo que no lloro,
la pintura corrida,
lo poco que me gusto.
Me abrazo tibiamente.
Me entrego a fantasías.
Es fácil encontrarte
en esta almohada
blandamente apretada.
Sueño que estoy cantando
nuestra estrofa y despierto
y la sigo cantando
como una pesadilla
dulcísima que acuna
de nuevo a mi vigilia.
Las horas pasan, pasan.
Ya casi no entra el sol
por las hendijas.
Nadie me espera.
Aqui voy a quedarme
todo hoy y su noche.
La mañana vendrá,
histérica, expectante,
sonando despiadada,
desnudando en temblor
todos mis sueños.
A echarme de la calma.
A lavarme la espera.
A enfrentarme con vos,
real, desconcertada.
* * *
Vengo de su mirada
de mi desesperación serena
de llevarme toda encima
su mirada
marrón claro
más profundo
que el centro
del mayor de los planetas
más profundo que el cielo
si pudiera ser marrón
como sus ojos
parecen dos laderas
sus ojos de vencidos
donde aún no se ahogan
el amor ni la Ira
yo
poniéndomelos
como si me metiera de cabeza
en un saco de dormir
de plumas
trato de ser su amiga
pero lo amo
y también soy su amiga
pero lo amo
y quiero que sienta
que acepte que crea
en las dos cosas
pero como lo amo
no sé si sé la forma
sus ojos
se me incrustan
sin bordes
son
dos nubes pesadas blandas
llenas de lluvia
marrones
de haberse tomado un río
por dulces y por marrones
su piel
hace muy poco
que dejó de ser joven
apenas unas horas
le reconozco
una duda
en cada poro
una impotencia
en cada rastro
opaco
y trabajos más duros
que los árboles duros
en sus manos de frio
de moverse al compás
de pentagramas
de inclementes corcheas
la demasiado blanca
claridad de la ventana
se abre camino en su pelo
hacia mi cara
coronándolo de estela
contraluz
para mirarlo casi en sombas
y tan nítidamente sin embargo
sus ojos me miraban
vengo de allí
vengo de ser su amiga
y de quererlo
y de darle el corazón
en una frase
pero también lo amo
y entonces
ya no sé si le sirve
poderme sostener
con la mirada
con sus haces de luz
oscura y clara
como dos pasamanos
con que surco el espacio
colgada floja
es fácil
hacer el ejercicio de pender
de su larga mirada
de volcán inundado
hasta el final del agua
vengo de su mirada
soy su amiga
lo amo
* * *
Ayer sufrí un ensayo
de mi muerte.
Y una atroz cuchillada
de los celos
que vivo desarmando.
Y me ahogaba no pedir
que no te fueras.
Y no supe evitarte
la Impotencia.
Pero volviste luego.
Cuando pasás a verme
sólo por un minuto,
tu dedo encallecido,
tu aliento improvisado,
tus ojos cansadísimos,
tu mirada dulcísima,
tus inocentes culpas,
yo te pido perdón
hasta porque me ames.
Esto no es un poema
ni una carta ni nada.
Apenas un suspiro.
Apenas
un suspiro.
* * *
Fuiste mucho más profundo
que tu sangre.
Lo que está en mí
es tu vida
que en vez de recorrerme
me agiganta
sin embargo tan mínima
que si respiro hondo
se me ahoga.
Lo que ha hecho el amor.
Lo que ha logrado
con su fuerza y su hartazgo
de palabras y miedos.
Mezclamos como arena,
como agua de dos olas,
como formas sin borde.
Ya no somos los dos
cada uno en su cuerpo
cada uno en su mente.
Sí, sé que no es prodigio,
que es común como el tiempo
este milagro,
que a cualquiera le pasa.
¡Pero que a vos conmigo!
Sin saber nada, nada.
Es más clara la muerte
que la vida.
Cuándo fue,
en qué suspiro,
en qué sensata negación
de lo Imposible,
en qué loca impaciencia
todo vos rebelándote
y huyendo hasta mi pecho,
toda yo desoyendo
lo que decía mi boca.
Lo que el amor ha hecho.
Ahora, ya no podemos separamos.
Iremos por la vida
(ni me atrevo a escribirlo)
iremos por la vida
pegados en un hijo.
Tu sonido
estalla en mí
como una ola
que me despedaza,
que me recompone
cuando se retira
suave como un beso.
Tengo que mirar para otro lado.
Tu cara es demasiado, demasiado,
mordiendo fuerte el aire hasta sangrarlo
porque no le perdonás
que albergue el tono
desparejo, incoherente
de tu amor y tu odio.
No sos asi conmigo.
¿Más sentimiento o menos
indica la constante,
sostenida dulzura
con que escribís en mí
tus movimientos?
Por más que haga el esfuerzo
de mirar a otro lado,
me aturdís, tan violento,
me inundas por completo,
te abrís tantos caminos
en mi mente y mi cuerpo
que no sé respirar
y me ahogo y muero
y me quiero escapar
porque me aterra
la fuerza con que siento.
La puerta está muy cerca,
a la derecha,
a la misma distancia
que, a la izquierda,
tu guardiana vigila
y se da cuenta
de todo lo que pasa.
Entonces
dibujás
en un platillo
una raya sonora,
serena, decisiva
que me marca los limites
con firmeza y ternura,
y no me muevo.
Sos dueño de mi huida
Inmóvil, seducida.
Arriba tuyo
un hombre,
desde un cuadro, me gruñe
porque no debo amarte.
Las luces Juegan tanto
borrachas de tu música
que dan un arcolrls
a tu pantalón blanco,
y le ponen al Flaco
una media rosada
pero una sola media.
El Flaco me sonríe,
me dedica una nota.
Mi amigo me acompaña,
me mira, baila quieto.
Lo demás, lo de menos.
Tu guardiana vigila,
me empuja hacia la puerta,
la única salida
que por suerte no alcanzo.
Ya no tengo salida.
Vos me lo impedís todo
con los ojos cerrados,
y aplacas mi locura
acariciando apenas
el gemido de bronce
que se quedó flotando.
Cuántas cosas
te aplaudo.
* * *
Hoy fui yo la que miraba
y tejía una red
de humedad y ternura
para el salto mortal
de tu tristeza.
Porque hoy eras vos el de los ojos.
Y vos el del amor a borbotones.
Y el de ser abrazado y refugiado.
Qué matrimonio el nuestro.
Qué amantazgo perfecto.
Como un tul primoroso
que el arcón del recuerdo
nunca amarilleará.
Aislados por barrotes
de acíbares y mieles
invitando advirtiendo
acerca de lamidas.
Yo te escribí una vez sobre el suicidio
del guardián de tu alma.
Yo te pronostiqué
tus toipes alas.
Con mis ojos de ahora
en tu mirada,
me acomodo, extasiada,
en el palco avant-scéne de tus ensayos
cada vez más audaces,
cada vez más virtuosos,
cada vez más arriba.
Se te ha puesto musculoso el sentimiento.
Tanto
que estás a punto
de torcer pentagramas
y cualquier otra cosa.
Yo te nombro el Istonio
del sueño destrazado
y los cuadernos curvos.
* * *
Lo que escriba de vos
es tautológico.
Porque sos el poema
de tu quieta estatura
magnífica, soberbia.
descomunal, profunda,
misteriosa, tremenda.
Y no soy quien te crea,
te traduce o te goza.
Sólo te paso en limpio.
(Para mi amor valiente,
orgulloso, tozudo,
es honor suficiente.)
Hay nombres de lugares.
Barcelona, Dublin,
Pinamar, Isla Negra,
Tenerife, St. Lucia,
Salta, Oslo, Versailles,
Tokyo y Agua de Oro.
Opuestos, discordantes,
coloreados de altura
con magia exuberante
de atlas y de dedo.
Que me llaman, me buscan,
que yo sé que me tienen
sorpresas preparadas,
recuerdos de mí misma,
pedazos de mi alma.
Hay nombres de lugares.
Hay lugares —presiento—,
decenas de lugares
donde puedo rastrearte,
donde puedo encontrarte,
donde estás esperándome,
donde estoy esperándote.
* * *
“La mentira importa siempre.
Vos, pavo real, que me mentís
seguro de vos mismo
adiviná
a cuántos hombres he mentido
riéndome en silencio
de su pavorrealada,
viéndolos debutar
en mi íntimo escenario
del ridículo.
* * *
Las mentiras
que sentás a nuestra mesa,
que arropás en la cama,
que ponés en mis orejas
como aros,
esperan a que te vayas
para contármelo todo
porque quieren recibirse
de verdades.
* * *
Cada vez
que me mentís
pensá
que así
como te creo
podes vos estar creyendo
mis mentiras.
* * *
A tus mentiras
les pasó
como a Pedro y el Lobo.
Ahora quieren ser verdad
y yo.
necesitada como estoy
de tus mentiras,
me las como.
* * *
Hoy han vuelto al rebaño
pero bien esquiladas
tus ovejltas negras,