COLECCIÓN 440
EDICIONES USTA
Farrés Delgado, Yasser
Ciudad, subjetividad y juventudes en Villavicencio: narrativas desterritorializadas. / Yasser Farrés Delgado, Edgar Oswaldo Pineda Martínez, José Vicente Ospina Sogamoso, Rodiel Rodríguez Díaz, Carlos Humberto Benavides. / Villavicencio, Universidad Santo Tomás, 2021.
144 páginas, figuras y tablas
Incluye referencias bibliográficas e indice temático
ISBN: 978-958-782-422-3
ISBN e-book: 978-958-782-423-0
1. Ciudad. 2. Territorio. 3. Juventud. 4. Comunidad Urbana. 5. Sociología urbana. 6. Percepción espacial. I. Farrés Delgado, Yasser. II. Pineda Martínez, Edgar Oswaldo. III. Ospina Sogamoso, José Vicente. IV. Rodríguez Díaz, Rodiel. V. Benavides, Carlos Humberto. VI. Universidad Santo Tomás (Colombia)
SCDD edición 23 CO-ViUST
305.2
© Yasser Farrés Delgado, Edgar Oswaldo Pineda Martínez, José Vicente Ospina Sogamoso, Rodiel Rodríguez Díaz, Carlos Humberto Benavides, autores, 2020
© Universidad Santo Tomás, Sede Villavicencio, 2020
Ediciones USTA
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Hecho el depósito que establece la ley
ISBN: 978-958-782-422-3
E-ISBN: 978-958-782-423-0
Primera edición, 2020
Universidad Santo Tomás
Vigilada Mineducación Reconocimiento personería jurídica: Resolución 3645 del 6 de agosto de 1965, Minjusticia Acreditación Institucional de Alta Calidad Multicampus: Resolución 01456 del 29 de enero de 2016, 6 años, Mineducación Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la autorización expresa del titular de los derechos.
Esta obra tiene una versión de acceso abierto disponible en el Repositorio Institucional de la Universidad Santo Tomás: https://repository.usta.edu.co/
Figura 1. Esquema del proceso de planificación para el desarrollo local autosostenible
Figura 2. Esquema de crecimiento de Villavicencio
Figura 3. Edificio Torre 33
Figura 4. Un restaurante chino en el barrio La Grama
Figura 5. Una maloca urbana para uso comercial
Figura 6. Centro comercial Dollar City
Figura 7. Obra demolida frente al Parque Infantil
Figura 8. Ocupación informal a orillas del río Guatiquía
Figura 9. Edificio de la Fiscalía en “El Barzal”
Figura 10. Plano de la influencia/dependencia directa
Figura 11. Esquema interpretativo de la motricidad y la dependencia de las variables
Figura 12. Mapa de influencias/dependencias directas. Estudio prospectivo sobre la realidad socio-espacial de Villavicencio con estudiantes de Arquitectura
Figura 13. Parque de los Estudiantes
Figura 14. La vida a la Plaza-Parque
Figura 15. Descanso en hamaca
Figura 16. Lectura al banco
Figura 17. Conjuntos y glorietas
Figura 18. Narrativas biográficas de jóvenes indígenas
Figura 19. Cartografías sociales sobre espacio público en Villavicencio
Figura 20. Puesto de venta indígena en plaza pública
Tabla 1. Metodología del taller de estudios prospectivos
Tabla 2. Definición de variables
Tabla 3. Matriz de influencias directas
Tabla 4. Definición de variables. Estudio prospectivo sobre la realidad socio-espacial de Villavicencio con estudiantes de Arquitectura
El presente libro expone los resultados de varias investigaciones realizadas sobre la ciudad de Villavicencio, que han sido posibles gracias al compromiso con esta ciudad –tanto de parte de los investigadores como de la propia institución, que ha tenido a bien apoyar dichos proyectos en sus convocatorias internas de financiación–; así como por el consenso del equipo de investigadores respecto a la concepción de la ciudad como algo más que un cúmulo de edificaciones e infraestructuras. La ciudad se entiende aquí como un sistema socio-espacial de larga duración, condicionado por distintos factores que, grosso modo, podrían agruparse como socio-culturales, físico-espaciales y técnico-económicos. En ese sentido, el texto y las investigaciones que le dan origen se interesan por abrir debates sobre temas cruciales para el desarrollo futuro de la ciudad de Villavicencio, centrados en el proceso de desterritorialización de la metrópoli.
La desterritorialización de la metrópoli es un concepto propuesto por Alberto Magnaghi (2011) para describir ciertos procesos territoriales, urbanos y arquitectónicos que conducen a la destrucción, descontextualización, desarraigo y homogenización tanto del paisaje cultural como de los modos de vida. Estos procesos se explican por la implantación del discurso desarrollista y su ruptura con los ciclos históricos de territorialización del poblamiento humano y de los ecosistemas, que podrían revertirse si oportunamente se actúa de forma reterritorializadora. Para ello, será necesario, por una parte, identificar las huellas territoriales históricas que han definido la tipología territorial y el paisaje, así como su milieu; y por otra, relacionar coherentemente estas con energías innovadoras.
El trabajo reconoce que existe en Villavicencio una tendencia a la desterritorialización de la metrópoli y, por tanto, busca abrir líneas de análisis sobre el impacto de dicho fenómeno, la percepción que se tiene de este y la posibilidad de construir modelos alternativos. Estos últimos deberán tener en cuenta lo que el equipo de trabajo considera una manifestación importante de las “energías innovativas y emergentes” del lugar: su población juvenil. Justamente, el hilo conductor de la sistematización que se expone gira en torno a cómo la vida cotidiana de la juventud se ve afectada por la desterritorialización.
De acuerdo con este propósito exploratorio, se desarrolla una investigación basada en el método hermenéutico que recaba información mediante técnicas cualitativas (lectura hermenéutica de textos, observación, entrevistas) o cuali-cuantitativa (MICMAC). Por tal razón, las narrativas que se presentan no tienen pretensión de universalidad, se es consciente del carácter parcial y limitado de la muestra y de las conclusiones, que giran en torno a las visiones que sobre la realidad urbana actual de Villavicencio tienen unos grupos específicos de jóvenes. Además, el interés está definido y situado: trabajar por una teoría urbana operativa con vocación de futuro, es decir, pensada para generar modelos de futuro urbano para Villavicencio que busquen mejorar la realidad urbana actual.
Tal enfoque, afín con el paradigma de investigación sociocrítico, se inserta en una filosofía urbana que cuestiona las prácticas de la modernidad –fundadas en un supuesto sujeto abstracto de validez universal– y propone a la diversidad como antídoto frente a las tendencias homogeneizadoras mencionadas. Esta es la razón para cotejar las percepciones de jóvenes indígenas y no indígenas, con lo cual no solo se aporta una perspectiva etaria sobre la vida en la ciudad, sino, además, se pone sobre el tapete la interculturalidad, una de las variables ignoradas por la modernización urbana, especialmente en América Latina y, sin duda, en Villavicencio.
En concordancia, el texto se estructura de la siguiente manera:
• El primer capítulo expone el concepto “desterritorialización de la metrópoli”, desarrollado por la Escuela Territorialista; evidencia su propuesta teórica y metodológica e identifica las manifestaciones de este fenómeno en el caso de la ciudad de Villavicencio.
• El segundo capítulo presenta las percepciones de los jóvenes sobre la ciudad de Villavicencio, las formas como construyen resistencias y re-existencias desde sus corporeidades y emociones en lugares de ciudad y espacios públicos, quebrando así el cómo se ha concebido la ciudad.
• El tercer capítulo profundiza en el rol de los sujetos en la formulación de alternativas, y explora la percepción que tiene sobre la ciudad un grupo de jóvenes estudiantes seleccionados para tal fin.
• El cuarto capítulo, desarrollado a partir del análisis de narrativas de jóvenes indígenas, presenta una ciudad que busca la inclusión y la interculturalidad desde el reconocimiento de formas ancestrales de habitar.
Para la comprensión de la sistematización en su conjunto, cada capítulo destina un apartado a los aspectos metodológicos específicos.
La conjunción de los resultados sugiere que la ciudad de Villavicencio está inmersa en un proceso creciente de desterritorialización que no solo rompe las lógicas tradicionales de conformación del espacio público –definido en su integridad socio-espacial–, sino que lo hace sin reconocer las necesidades de sus jóvenes habitantes, que se debaten entre topofilias y topofobias mientras resisten e innovan.
LOS AUTORES
Hoy el mundo asiste a un proceso global de homogenización y pérdida de identidad de las ciudades y los territorios que puede explicarse como el resultado del desarrollismo insensato que domina sobre las prácticas de diseño urbano y ordenamiento territorial. La alerta sobre este hecho ya la hacía el arquitecto alemán Ludwig Hilberseimer en 1927, cuando señalaba la cantidad de rasgos que compartían las grandes ciudades y hablaba de la internacionalización de sus aspectos. Hilberseimer se refería a un modelo de “gran ciudad” marcado por el crecimiento no planificado, destructivo, artificial e innecesario que tenía lugar en beneficio de la especulación privada, cuyo orígen se situaba en las lógicas económicas del imperialismo capitalista. Como comenta Farrés (2017), a partir de Hilberseimer (1999):
a diferencia de las ciudades feudales, la producción en la gran ciudad no se contentaba con cubrir las necesidades propias, sino que estaba «más interesada en crear necesidades que en satisfacerlas», modelo que clasificó como despilfarrador y destinado al colapso, «porque su duración viene determinada por su capacidad de funcionar y rentabilidad (sic)», de ahí que clamara por abandonar el principio de la especulación. En ese sentido, le resultaba preocupante que los poderes económicos de la gran ciudad hubieran traspasado la economía nacional para alcanzar la economía mundial. (p. 53)
La economía mundial es hoy un hecho incuestionable y el modelo de la gran ciudad continúa expandiéndose –ahora se habla de “ciudad global” (Sassen, 1991)– a pesar de la crítica realizada durante décadas por diversos autores, de los cuales cabe destacar a Mumford (1966), Jacobs (1961) y Choay (2009), por referirse a este proceso como “la muerte de la ciudad”.
En este sentido, no parece existir suficiente conciencia sobre los impactos sociales y ambientales de tal modelo, pues se afirma, como lo hizo Edward Glaeser (2011), que la ciudad contemporánea es el gran triunfo de la humanidad; afirmación antropocéntrica que sirve a los intereses de la especulación urbanística pero que, además, es posible por la persistencia de un imaginario colectivo en el que, como indica Riechmann (2004), se resaltan conceptos como “crecimiento” o “desarrollo”.
Actualmente, explicar la existencia del modelo de ciudad desde el argumento económico del capitalismo resulta limitado, pues este modelo de ciudad también se reproduce en los países del llamado socialismo real (China y Vietnam, con más fuerza); de ahí que parece más razonable marcar como origen al “capitaloceno”, que subyace en las lógicas económicas tanto del modo de producción capitalista como del socialista, y que consiste en “la coacción forzada del trabajo (tanto humano como no humano), subordinada al imperativo del beneficio a cualquier precio (la acumulación ilimitada del capital), lo que provoca la ruptura del equilibrio del ecosistema planetario” (Toledo, 09 de abril de 2019, p. 1). Aplicar este concepto, propuesto originalmente por Moore (2016), es una precisión teórica y conceptual que abre una nueva pregunta: ¿por qué el capitaloceno es una lógica subyacente tanto en el capitalismo como el socialismo real?
Sobre Glaeser (2011), cabe señalar su postura como representativa de las teorías tradicionales del desarrollo que consideran la metrópoli occidental contemporánea como
la cúspide evolutiva del poblamiento humano, que avanza siguiendo un trayecto lineal, de las débiles señales del nomadismo al poblamiento tribal, a la aldea, a la polis, a la ciudad romana, medieval, renacentista, barroca y moderna, y que propugna consecuentemente su expansión a escala mundial. (Magnaghi, 2011, p. 53)
Estas teorías, fundacionales de las prácticas generalizadas en el diseño territorial, urbano y arquitectónico moderno, conducen a una globalización entendida como occidentalización del mundo (Latouche, 1994), antagónica con toda práctica tradicional de conformación y uso del territorio. Además, responden a una idea de desarrollo “que se revela cada vez más inexportable, insostenible y ecocatastrófica” (Magnaghi, 2011, p. 53) –evidente, por ejemplo, en el incumplimiento de las metas y plazos de los Objetivos de Desarrollo de Sostenible ODS (Organización de las Naciones Unidas, 2015), que todavía son una quimera– y se materializan en lo que Magnaghi (1989) llama “forma metrópoli”:
una estructura urbana generada enteramente por las leyes del crecimiento económico; con un carácter fuertemente disipativo y entrópico; sin confines físicos ni límites al crecimiento; desequilibradora y fuertemente jerarquizadora; homologante del territorio que ocupa; ecocatastrófica; devaluadora de las cualidades individuales de los lugares; privada de calidad estética, y reduccionista en cuanto a los modelos de vida. (p. 115)
La forma metrópoli está marcada por la desmesura en la ocupación del suelo, el consumo voraz de energía y recursos no renovables, la concentración de agentes contaminantes y en la huella ecológica, explica Magnaghi (2011), quien agrega que su imposición en los países del sur del mundo, como parte del discurso de modernización, tiene por símbolo principal la presencia de asentamientos informales que contrasta con “un skyline de rascacielos de cemento, acero y vidrio cuyos cimientos físicos y culturales están basados en la necesidad de arrasar una gran parte de la ciudad tradicional” (p. 53). Al respecto, convoca a realizar análisis críticos de las “reglas genéticas” de esta forma de poblamiento humano, para poder desarrollar nuevas reglas de proyecto y producción del territorio y la ciudad que conduzcan a la autosostenibilidad local.