Elogios para Dirigir Funerales Centrados en el Evangelio
Dirigir Funerales Centrados en el Evangelio es un libro lleno de consejos sabios y sensatos, que van desde cómo relacionarse con el director de funerales hasta cómo aconsejar a la familia afligida. Lo más importante es que los autores nos recuerdan que el evangelio debe ser el tema central de los funerales. Pero ellos no sólo nos instruyen para proclamar el evangelio; sino que también lo ilustran, por medio de incluir un conjunto de sermones fúnebres. Es un libro altamente recomendado para pastores ocupados, y tengo la sospecha de que la mayoría de los pastores van a recurrir a este libro en repetidas ocasiones.
Thomas R. Schreiner, Profesor James Buchanan Harrison de Interpretación del Nuevo Testamento en The Southern Baptist Theological Seminary
¡Yo necesitaba este libro hace treinta y cinco años! En una época en la que es probable que los funerales y las bodas sean las únicas ocasiones en las que se escucha el evangelio, la necesidad de ver un funeral como una ocasión para compartir el evangelio es algo primordial. Todo ministro centrado en el evangelio necesita leer este libro.
Derek W. H. Thomas, Profesor John E. Richards de teología sistemática y práctica en el Reformed Theological Seminary
Dirigir Funerales Centrados en el Evangelio es un libro asombrosamente práctico y útil. Los autores han oficiado cientos de funerales centrados en el evangelio y aquí comparten con nosotros las lecciones que han aprendido en las trincheras. Si estás llamado a oficiar funerales, te darás cuenta de que este recurso es algo invaluable. Yo estoy seguro de que es un libro que voy a estar consultando una y otra vez.
Mike McKinley, pastor principal en la Sterling Park Baptist Church, en Sterling, Virginia, y autor de Church Planting Is for Wimps [La plantación de iglesias es para los débiles]
Los funerales nos proveen de las mejores oportunidades para proclamar el evangelio de Jesucristo, porque nos recuerdan que la muerte es “el fin de todos los hombres.” Brian Croft y Phil Newton conocen bien el evangelio, y en este libro nos comparten su experimentada sabiduría pastoral.
Tom Ascol, pastor de Grace Baptist Church, en Cape Coral, Florida, y director ejecutivo de Founders Ministries
Esta guía con fundamentos teológicos es digna de recomendación por la forma en que lleva a los lectores a comprender el papel central que el evangelio debe tener en los sermones fúnebres, las elegías, y la selección de la música. Es un libro digno de ser leído de manera cuidadosa y reflexiva por pastores, líderes de la iglesia, y estudiantes de seminario.
David S. Dockery, presidente de Union University
Brian Croft y Phil Newton son guías fieles y confiables, que están capacitados para ayudar al pastor con todo lo referente a la planificación antes del funeral y el cuidado pastoral después del funeral. El capítulo 3 es particularmente útil, ya que guía al pastor en la elaboración de mensajes centrados en el evangelio para varios tipos de funerales. En pocas palabras, este es el primer libro que los pastores deberían consultar para planificar funerales y para predicar en ellos.
Bruce Ashford, decano de The College at Southeastern y profesor asociado de filosofía y estudios interculturales en el Southeastern Baptist Theological Seminary
Este es un libro sobresaliente que desearía que hubiera estado disponible hace algunas décadas. Cada pastor, anciano, y hombre que se está preparando para el ministerio debería leer y aplicar los consejos que aquí se encuentran.
Paul Tautges, pastor-maestro en el Immanuel Bible Church, en Sheboygan, Wisconsin, y autor de Consuelo a los Afligidos
No todo lo que leas en Dirigir Funerales Centrados en el Evangelio encajará con cada situación pastoral o contexto cultural, pero cada pastor encontrará una muy necesaria guía sobre lo que se debe decir y hacer a medida que camina con cuidado y en oración a través de los campos minados de la pérdida, el luto y los arreglos funerarios.
David Murray, profesor de Antiguo Testamento y teología práctica en el Puritan Reformed Theological Seminary
Brian Croft y Phil Newton escriben a partir de su pasión por Cristo y su anhelo de ver a los perdidos salvados y a los creyentes edificados en Dirigir funerales centrados en el evangelio. Los pastores nuevos, se verán especialmente beneficiados por sus conocimientos prácticos con respecto a la planificación, la preparación, la predicación, y la práctica de funerales. Y los pastores veteranos serán desafiados a asegurarse de que los que se lamentan están siendo consolados con la Palabra de Dios pura, y con una clara visión de Cristo a través de las palabras y las acciones del pastor.
Andrew Davis, pastor principal de First Baptist Church, en Durham, North Carolina
Otros libros en la serie Pastoreo Práctico
Prepararlos para pastorear
Visitar a los enfermos
Publicaciones Faro de Gracia
P.O. Box 1043
Graham, NC 27253
www.farodegracia.org
ISBN 978-1-629462-86-8
Originally published in English in the U.S.A. under the title:
Conduct Gospel-Centered Funerals
Copyright © 2014 by Brian Croft and Phil Newton.
Previously published in 2011 by Day One Publications under the same title. Spanish edition © 2021 by Publicaciones Faro de Gracia with permission of Zondervan,
3900 Sparks Dr. SE, Grand Rapids, Michigan 49546. All rights reserved. Represented by Tyndale House Publishers, Inc.
©2021 Publicaciones Faro de Gracia. Traducción al español realizada por Victor Velasco; edición de texto, diseño de la portada y las páginas por Benjamin Hernandez. Todos los Derechos Reservados.
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación de datos o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —electrónico, mecánico, fotocopiado, grabación o cualquier otro— excepto por breves citas en revistas impresas, sin permiso previo del editor.
©Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina–Valera ©1960, Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas, a menos que sea notado como otra versión. Utilizado con permiso.
A nuestros padres,
Bill Croft y Joe E. Newton
Contenido
Prólogo
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1: PLANEACIÓN (PHIL NEWTON)
Capítulo 2: PREPARACIÓN (BRIAN CROFT)
Capítulo 3: PREDICACIÓN (PHIL NEWTON)
Capítulo 4: EJECUCIÓN (BRIAN CROFT)
Agradecimientos
Apéndice 1: Ejemplos de sermones fúnebres (Phil Newton)
Apéndice 2: Ejemplos de elegías apropiadas (Brian Croft)
Apéndice 3: Ejemplos de música apropiada (Phil Newton con Jim Carnes)
Apéndice 4: Ejemplos de la estructura de un servicio funerario (Brian Croft)
EN OCASIONES LAS COSAS GRANDES vienen en paquetes pequeños. Sin duda alguna, este libro es un ejemplo de eso. Los ministros tienen dos oportunidades únicas para compartir el evangelio: cuando hay una boda, y cuando hay un funeral. La primera es casi siempre un momento feliz en el que se reúnen familiares y amigos. Sin embargo, la segunda oportunidad es un momento que tiene una mezcla de emociones y sentimientos diferentes. Evidentemente, la tristeza es algo que siempre está presente. El evangelio tiene un lugar apropiado en cada una de esas oportunidades, pero resulta ser mucho más necesario cuando somos confrontados con la muerte de alguien más y con la realidad de nuestra propia mortalidad. Las personas necesitan escuchar que hay esperanza en Cristo, que la muerte no es el final, que el pecado no tiene la última palabra. Con sabiduría y preparación cuidadosa, el ministro fiel debe ser capaz de señalarle a aquellos que están frente a él que la salvación sólo puede ser encontrada en Jesucristo. Debe llevarlos hacia una cruz sangrienta y hacia una tumba vacía. Debe predicarles la buena noticia del evangelio.
Y el objetivo de este libro es aclarar cuál es la manera correcta para hacer eso, y en ese sentido, Brian Croft y Phil Newton han logrado su cometido. Esta pequeña obra es pastoralmente rica, teológicamente fiel, y prácticamente útil. Es un libro que debería ser usado en institutos bíblicos y en seminarios, y debería estar en el librero de cada ministro que, como dijo John Baxter, predica como un hombre mortal que le habla a hombres mortales. Brian y Phil nos muestran cómo podemos ministrar a los que están heridos, a medida que les señalamos la victoria que tenemos en Cristo. Durante los tiempos de aflicción y tristeza, las personas necesitan escuchar acerca de Dios. Necesitan escuchar el evangelio.
Los funerales nos proveen de una rara oportunidad para hablarles de la verdad bíblica a muchas personas que nunca han leído la Biblia, que difícilmente asisten a la iglesia, o que hacen todo lo posible por evitar los asuntos espirituales. No debemos perdernos esta gran oportunidad que se nos ha dado como pastores y evangelistas. Este libro es un maravilloso regalo para el cuerpo de Cristo, que nos ayudará a honrar fielmente ambos llamados. Espero que tenga una amplia distribución. Me alegra poder darle mi más sincera recomendación.
Daniel L. Akin, presidente del Southeastern Baptist Theological Seminary, en Wake Forest, Carolina del Norte
¿Qué significa el término “centrado en el evangelio”? Es un término que actualmente escuchamos casi de manera incesante, pero eso no quiere decir que debemos suponer que todo el mundo sabe qué significa. Aquí tenemos una definición provisional: Centrarse en el evangelio es asegurarnos de que el fundamento de nuestra esperanza está arraigado en el plan misericordioso de Dios, a través del cual redime a los pecadores, quebrantando a Su propio Hijo en nuestro lugar, sobre una cruz; y proclamando el triunfo de Cristo en contra de la muerte a través de Su resurrección, y anunciando la promesa futura de nuestra propia resurrección cuando Cristo regrese.
En el contexto de un funeral, es muy importante estar centrados en el evangelio. Muchos pastores piensan que están siendo fieles al evangelio de Jesucristo, cuando en realidad no es así. Por esa razón decidimos escribir este breve libro. Existe una necesidad apremiante, no sólo de un libro que trate los asuntos prácticos relacionados con la organización de un servicio fúnebre, sino también de una guía que ofrezca una clara comprensión de lo que es el evangelio y su adecuada aplicación en el contexto de la muerte. Lamentablemente, es muy fácil confundir el claro mensaje del evangelio, incluso en el contexto de un funeral.
Los pastores frecuentemente oscurecen el evangelio cuando ofrecen los consuelos del cielo a las personas, sin explicar claramente cuál es la manera de recibir el cielo. El evangelio es distorsionado cuando el pastor predica acerca de la gloria eterna del difunto, sin que haya una clara evidencia de que esa persona fue transformada por el evangelio. El evangelio es presentado de manera contradictoria cuando el hombre encargado de organizar y dirigir el servicio fúnebre es una persona impaciente, sin amor, y sin interés por las almas de los familiares que han sufrido una pérdida. Como pastores, ambos compartimos la carga de ver el evangelio proclamado con claridad y sabiduría cuando se celebran los funerales. Nosotros hemos asistido a demasiados funerales en los que el evangelio ni siquiera es mencionado, y si fue mencionado, no fue presentado como el centro y la fuente de nuestra esperanza en Cristo. Lamentablemente, el evangelio de Jesucristo ha dejado de ser el propósito principal de los servicios funerarios, pero ahí es donde debería descansar nuestra verdadera esperanza. Centrarse en el evangelio es hacer que el evangelio de Jesucristo sea el propósito principal y el núcleo del funeral. Nosotros planificamos, preparamos, predicamos, y ejecutamos los funerales centrados en el evangelio de la misma manera en la que buscaríamos a Cristo y nuestra esperanza de salvación en Él, como el eje central de nuestras reuniones, nuestros hogares, nuestros matrimonios y todas las demás áreas de nuestras vidas. Los funerales plantean situaciones y desafíos únicos que pueden hacer que un pastor no esté seguro de cómo magnificar a Cristo entre la neblina de los detalles y las exigencias.
La intención de este libro es hacer algo más que simplemente informar al lector. Es verdad, vamos a cubrir aspectos de logística, dificultades, y asuntos prácticos relacionados con la organización y la dirección de un funeral. Sin embargo, también queremos mostrarles cuál es la manera de aplicar el poder del evangelio en medio de estos retos únicos. Así que, por ejemplo, si un funeral que tú estás dirigiendo es por causa de la muerte trágica de un joven que fue asesinado, te animamos a presentarle la esperanza de Cristo a sus familiares y amigos. Incluso cuando se trata de la muerte de un bebé, te animamos a exhortar a los padres para que miren a Cristo. Incluso cuando la familia del difunto esté teniendo conflictos entre ellos y el director de funerales no ha trabajado de la mejor manera posible contigo, te animamos a señalarles a Cristo en la manera en la que te conduces, de una forma que lo refleje a Él. Como ministros del evangelio de Jesucristo, nuestro principal objetivo (tal como lo planteamos en las páginas de este libro) es darle la gloria a Dios otorgándole la mayor importancia a Jesús en todas las circunstancias y situaciones, especialmente en los funerales.
Considera nuestras experiencias. Aprende de nuestros errores. Renueva un profundo amor por nuestro Salvador. Pero principalmente, queremos animarte a que el claro mensaje del evangelio de Jesucristo pueda y sea ministrado en cada funeral. Sé fiel y presenta claramente la esperanza que Jesús ofrece en Su muerte y resurrección.
Cuando escucha de aflicciones de cualquier tipo que vienen sobre los hogares, él [el ministro] no debe esperar a ser enviado, sino que debe apresurarse a ellos con los ricos consuelos que obtiene del evangelio.
Thomas Murphy, Pastoral Theology: The Pastor in the Various Duties of His Office [Teología Pastoral: El Pastor en los diversos deberes de su oficio]
LOS FUNERALES TIENDEN A LLEGAR a la puerta de un ministro con poco tiempo de anticipación. Aunque a veces se puede anticipar un funeral en el caso de una enfermedad prolongada, la mayoría de las veces ocurre de manera repentina e inesperada. Un accidente, un ataque al corazón, una enfermedad devastadora, un cáncer que crece rápidamente, una enfermedad que no se detecta a tiempo, un defecto de nacimiento, un suicidio: cualquiera de esas cosas tiende a llegar sin previo aviso. De manera que, un ministro del evangelio debe estar preparado.
Tu responsabilidad de Cuidado Pastoral
La principal responsabilidad del cuidado pastoral de la familia te pertenece a ti. Existen seis áreas de responsabilidad que necesitas considerar.
Ofrecer orientación y cuidado
La muerte de un miembro de la familia es un acontecimiento trascendente, es algo que provoca que los miembros de tu iglesia tengan la necesidad de ser pastoreados y orientados. Es un tiempo para aplicar el evangelio y sus promesas para ayudar a la familia afectada a conducirse a través de las aguas bravas y agitadas por las cuales tienen que navegar. Una de las familias de nuestra iglesia atravesó por una prueba difícil cuando vieron a su hijo recién nacido sufrir, por causa de un defecto de nacimiento que no fue detectado a tiempo. Ellos pasaron más de tres meses en un hospital infantil local, en los que tanto la mamá como el papá estuvieron constantemente al lado de su hijo. Yo los visitaba frecuentemente, y siempre leíamos las Escrituras, hablábamos de las promesas de Dios, meditábamos en el evangelio, y orábamos por ellos y por su pequeño niño. Derramamos bastantes lágrimas durante ese tiempo, y mi esposa y yo estuvimos con ellos cuando él exhaló su último aliento. En ese momento fuimos consolados por la suficiencia del evangelio. Después de eso, cuando dirigí los dos servicios fúnebres en memoria de este pequeño niño (uno en nuestra iglesia, y otro en el pueblo natal del padre, que se encuentra a varias horas de distancia), tuve la oportunidad de entablar conversaciones pastorales con la familia. Todos nos gloriamos en el evangelio de Cristo, y a pesar de la intensa tristeza que sentíamos por la pérdida, encontramos consuelo en la obra de Jesucristo.
Ofrecer Consuelo a través de la Palabra y Tu Presencia
Proporciónales consuelo a través de las Escrituras y a través de tu presencia física. El simple hecho de estar presente es algo que significa mucho para la familia afectada. En ocasiones el ministro piensa que necesita llegar con una frase apropiada o con un dicho sabio para ayudar a la familia enlutada. Pero en lugar de eso, es mucho mejor que el ministro les ofrezca su presencia consoladora, como uno que ama y cuida a la familia. Escúchalos, ofrece un brazo de consuelo sobre sus hombros, lee la palabra de Dios y ora con ellos. Todo eso será más significativo que una frase ingeniosa. Es muy poco probable que recuerden las cosas que les digas, pero ellos nunca van a olvidar que estuviste presente junto a ellos en el momento de su pérdida. Es mucho más probable que lo que se quede guardado en su memoria sean las palabras de un texto bíblico en particular que tú escojas para compartir con ellos, algunos miembros de la familia enlutada pueden llegar a recordar esos pasajes años más tarde. Hace poco experimenté eso, cuando uno de los miembros más antiguos de nuestra congregación me recordó un texto en particular que yo le había leído hace muchos años cuando estaba pasando por un periodo de duelo. Yo ya me había olvidado por completo de eso, pero ese recuerdo permaneció en su memoria durante muchos años.
Representar a Cristo, a la Iglesia, y al Evangelio
Como ministro del evangelio, tú representas a Jesucristo, a la Iglesia, y al evangelio que proclamas. El ministro representa visiblemente el ministerio de Cristo delante de la familia. Tu trabajo no es reemplazar a Cristo, ¡eso nunca podría ocurrir! Pero tú estás llamado a presentarte como uno que ha estado en la presencia de Cristo a través de la palabra y la oración, y que en ese momento está ahí para apoyar a la familia afligida. A menudo, los pastores son los primeros en estar presentes en los momentos de aflicción y los primeros en aplicar el evangelio a sus circunstancias para ayudarles a avanzar en esperanza y fe. Los ministros también deben estar atentos a las formas en que otros miembros de la iglesia pueden ayudar a una familia en apuros, ayudando al cuerpo a brindar atención a sus miembros necesitados.