Elogios para Visitar a los Enfermos
¿Qué hacen los pastores cuando visitan a los enfermos? Brian Croft ha escrito una maravillosa obra para ayudarnos. Su libro está fundamentado teológicamente, centrado en el evangelio y lleno de sabiduría práctica. Lo recomiendo con gran entusiasmo.
Thomas R. Schreiner, Profesor James Buchanan Harrison de Interpretación del Nuevo Testamento en el The Southern Baptist Theological Seminary y pastor maestro en Clifton Baptist Church
Las visitas son un tema oportuno para los pastores y los cristianos de hoy en día. Y Brian Croft hizo un trabajo maravilloso. Nos provee de consejos sensibles, centrados en el evangelio, y que honran a Dios, para pastores y cristianos en general. Si eres como yo (alguien que no se siente muy capacitado para decir las palabras correctas ni para hacer las cosas correctas delante de alguien que está en cama) este libro será un deleite para ti.
Thabiti Anyabwile, Pastor Principal de First Baptist Church, Grand Cayman, y autor de The Faithful Preacher [El Predicador Fiel]
“¿Qué debo decir? ¿cuánto tiempo debo quedarme? ¿por qué tengo que ir? ¿cómo debo orar? ¿y si la persona está muriendo? ¿y si la persona no es cristiana?” Esas son solo algunas de las muchas inquietudes que las personas tienen con respecto a la tarea de visitar a los enfermos. Brian Croft nos da una ayuda práctica para eliminar esos sentimientos de insuficiencia, y nos motiva a cumplir la comisión de Cristo: “Estuve enfermo, y me visitasteis.” Aquí tenemos un manual bíblico muy práctico para cuidadores cristianos, este libro perspicaz puede leerse en pocos minutos, pero su consejo práctico te permitirá visitar con confianza a los enfermos en los años venideros.
Bob Russell, Ex Pastor Principal de Southeast Christian Church, Louisville, Kentucky
Raramente se encuentran recursos pastorales de naturaleza práctica que tengan un rico fundamento bíblico y teológico. Este excelente libro de Brian Croft nos presenta algo más que una mera “guía” para visitas pastorales. Nos ofrece el evangelio de la gracia y el poder necesarios para el tipo de ayuda práctica que trae honor a Dios y lleva a la gente a Cristo. Está lleno de sabiduría y arraigado en la teología, lo cual lo convierte en un recurso que proporciona la mezcla perfecta que es necesaria para la iglesia de hoy en día.
Bruce A. Ware, profesor de teología cristiana en The Southern Baptist Theological Seminary y autor de God’s Lesser Glory [La menor gloria de Dios]
Muchos pastores y líderes de iglesia pasan tiempo visitando a los enfermos. Algunos sienten que sus visitas son tiempos fructíferos de su ministerio; pero otros se sienten muy incómodos. Sin embargo, muy pocas personas tienen las habilidades intuitivas y la experiencia pastoral para hacer esta tarea de manera exitosa sin ningún tipo de entrenamiento previo. Te invito a que leas Visita a los Enfermos de manera personal, que lo estudies con otros pastores, o que lo utilices como un recurso para entrenar a las personas de tu iglesia que visitan constantemente a los enfermos. Este libro puede ayudarte a transformar una responsabilidad rutinaria en un tiempo de ministerio eficaz.
Donald Whitney, profesor asociado de espiritualidad bíblica en The Southern Baptist Theological Seminary y autor de Spiritual Disciplines of the Christian Life [Disciplinas espirituales de la vida cristiana]
Muchos pastores jóvenes (y también los que no son tan jóvenes) nunca han recibido una instrucción práctica como la que Brian Croft ofrece en Visita a los Enfermos. Ahora éste será un texto recomendado en mi clase de ministerios pastorales, y lo recomiendo de corazón a todos.
Dr. Ray Van Neste, profesor asociado de estudios cristianos y director del R. C. Ryan Center for Biblical Studies, Union University
Los sufrimientos causados por la enfermedad tienen el poder de preparar el corazón para la semilla de la Palabra como otras pocas cosas pueden. Brian Croft ha hecho un excelente trabajo mostrando cómo el pastor puede hacer que la Palabra de Dios sea central en su ministerio para con los enfermos y moribundos.
Dr. Andrew Davis, Pastor Principal de First Baptist Church en Durham, North Carolina, y autor de An Approach to Extended Memorization of Scripture [Un método para la memorización extensiva de las Escrituras]
Brian Croft nos ha proporcionado una guía práctica y teológica para el cuidado de nuestras congregaciones. Es un libro altamente recomendado para aquellos interesados en conocer los principios teológicos para visitar a los enfermos.
Dr. George D. Barnett, consultor de recursos ministeriales de la Convención Bautista de Georgia
Publicaciones Faro de Gracia
P.O. Box 1043
Graham, NC 27253
www.farodegracia.org
ISBN 978-1-629462-91-2
Originally published in English in the U.S.A. under the title:
Visit the sick: ministering God´s grace in times of illness.
Copyright © 2014 by Brian Croft and Phil Newton.
Previously published in 2011 by Day One Publications under the same title. Spanish edition © 2021 by Publicaciones Faro de Gracia with permission of Zondervan, 3900 Sparks Dr. SE, Grand Rapids, Michigan 49546. All rights reserved. Represented by Tyndale House Publishers, Inc.
©2021 Publicaciones Faro de Gracia. Traducción al español realizada por Victor Velasco; edición de texto, diseño de la portada y las páginas por Benjamin Hernandez. Todos los Derechos Reservados.
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación de datos o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —electrónico, mecánico, fotocopiado, grabación o cualquier otro— excepto por breves citas en revistas impresas, sin permiso previo del editor.
©Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina–Valera ©1960, Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas, a menos que sea notado como otra versión. Utilizado con permiso.
Para mi padre,
quien me enseño el valor de esta
obra a través de muchas visitas y
llamadas a sus pacientes—
gracias por permitirme
amablemente acompañarte —
&
Con gran afecto para la memoria
de Ferrill Gardner, quien era
conocido por sus amistades más
cercanas como “el maestro de los
cuartos de hospital”
Contenido
Prólogo
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1- EL CUIDADO DE DIOS POR LOS ENFERMOS: TEOLOGÍA BÍBLICA
Capítulo 2 – CUIDADO ESPIRITUAL PARA LOS ENFERMOS: PRECISIÓN TEOLÓGICA
Capítulo 3 – EL SABIO CUIDADO DE LOS ENFERMOS: IMPLICACIONES PASTORALES
Capítulo 4 – CUIDADO ESPECIALIZADO PARA LOS ENFERMOS: NECESIDADES PRÁCTICAS
Capítulo 5 – CUIDADO CORPORATIVO DE LOS ENFERMOS: EQUIPANDO A LOS SANTOS
CONCLUSIÓN
Epílogo
Agradecimientos
Apéndice 1: LISTA DE VERIFICACIÓN – Visitar a los enfermos: categorías teológicas, pastorales y prácticas
Apéndice 2: Conversaciones espirituales
Apéndice 3: Preguntas frecuentes
Apéndice 4: “La enfermedad” por J. C. Ryle (versión reducida)
Bibliografía
RECUERDO LA PRIMERA VEZ que hice una visita de hospital. Tenía veintiún o veintidós años. Acababa de empezar a trabajar en una iglesia, y el pastor principal me pidió que visitara a algunos miembros mayores en el hospital. Y permítanme aclararlo. Eran miembros realmente mayores. Me refiero a que eran literalmente personas del siglo anterior. Yo no los conocía. Y obviamente ellos tampoco me conocían. ¿Qué cosa podía ofrecerles? ¿de qué manera podía contribuir con mi visita? En ese momento me invadió un profundo e incómodo sentimiento de inutilidad.
Dios fue muy amable conmigo en ese primer día de visita. Y en las semanas y meses siguientes, hice muchas más visitas a ese hospital y a otros en la costa norte de Boston. ¡Oh, cómo desearía que en ese entonces hubiera existido este pequeño libro! ¡De cuántas frustraciones me habría librado! ¡De cuántos momentos incómodos me habría salvado! ¡Cuán útil hubiera sido para aquellos a los que yo intentaba animar en sus enfermedades!
Brian Croft está bien calificado para ayudar a los pastores en esa área. Él es un pastor fiel que está acostumbrado a visitar a los enfermos en los hospitales. Conozco a Brian desde hace varios años. Su padre, Bill Croft, es un médico y un maravilloso hombre cristiano. Eso quiere decir que Brian creció entre personas que mostraban preocupación por el bienestar de los enfermos. Su hermano, Scott Croft, ha servido conmigo como parte del personal de la Iglesia Bautista Capitol Hill en Washington, DC, y durante años fue el presidente de nuestros ancianos. Scott ha sido un estímulo, un instructor y un estudiante de Brian. La hermana de Brian, Beth Spraul, es miembro de nuestra congregación, y ha servido en capellanías de hospitales. Así que, desde diferentes ángulos, Brian es un hombre muy adecuado para aconsejarnos en estos asuntos.
En este pequeño volumen, Brian nos ayuda a pensar directa y fielmente acerca de la verdad de Dios y el pueblo de Dios. Su consejo es sólido y simple. Algunas partes del libro pueden tocar temas que tú ya has sabido cómo resolver. ¿Pero acaso no es mucho mejor escuchar la misma cosa dos veces que no escucharla nunca? Dejemos que sea la voz de Brian la que nos refuerza esos conocimientos. Pero no te sorprendas si lees algunas cosas en las que no habías pensado antes. Lee este libro, y deja que Brian te ayude a ayudar a otros.
Mark Dever, Pastor Principal de la Iglesia Bautista Capitol Hill de Washington, DC
SOMOS VÍCTIMAS DE nuestra propia cultura. El siglo XXI ha traído consigo una serie de demandas, presiones, y momentos que nos hacen sentir como si nuestras vidas estuvieran constantemente girando fuera de control. Todos hemos sentido esa clase de tensión en nuestros tiempos con Dios, en el trabajo, en la familia, en la iglesia, en la escuela, en las reuniones sociales, en las reparaciones de la casa, en los encargos personales y aún en nuestros sueños cuando estamos dormidos, y todas esas cosas necesitan de nuestra atención diaria. Desafortunadamente, a menudo llegamos al final de un día, y terminamos exhaustos, preguntándonos a dónde se fue todo nuestro tiempo. Nuestras vidas diarias se parecen a un hámster que vive corriendo en su rueda, siempre ocupado, pero sin llegar a ninguna parte. Y esa tensión de la vida es la que nos lleva a descuidar ciertas responsabilidades esenciales de la vida cristiana. Una de esas tareas esenciales es la de visitar y cuidar a los enfermos de nuestra propia iglesia.
Mi objetivo con este libro es instruir y motivarnos para recuperar esta práctica que honra a Dios, y hacerlo alcanzando un estándar que, francamente, es extraño para nosotros hoy en día. Eso significa que necesitamos ser enseñados por personas que vivieron en un tiempo diferente y en una cultura diferente. Necesitamos aprender de aquellos que ejemplificaron una asombrosa dedicación en lo que respecta a este llamado. Debemos aprender a partir de sus experiencias y sus convicciones. Necesitamos ser instruidos por los héroes de la historia de la iglesia.
Probablemente, el mejor ejemplo histórico de alguien que visitaba a los afligidos es el ejemplo del pastor puritano del siglo XVII, Richard Baxter. Baxter tenía una impresionante estrategia para visitar de manera constante y fiel, no sólo a los enfermos, sino a todos los de su congregación, en la ciudad inglesa de Kidderminster. Gracias a su rutina altamente disciplinada, Baxter desarrolló una cierta sensibilidad hacia aquellos de su congregación que estaban enfermos y confinados a su casa. Él escribe en su libro The Reformed Pastor [El Pastor Reformado]: “Debemos ser diligentes en visitar a los enfermos, y ayudarlos a estar preparados, ya sea para tener una vida fructífera, o para tener una muerte feliz.”1
Muchos otros, en los tiempos de Baxter, y aún después de esa época, dieron testimonio de ser diligentes en esta tarea; sin embargo, a medida que América comenzó a introducirse en los cambios del siglo XX, la iglesia local y sus prioridades comenzaron a cambiar. Debido a que los Estados Unidos se convirtieron en una nación industrializada, eso produjo ciertos cambios en la iglesia, y tristemente, el cuidado pastoral de los enfermos se convirtió en una tarea secundaria para muchas iglesias. Hoy en día tenemos muy pocos pastores que sean conocidos por ejemplificar con sus vidas este cuidado por los enfermos. Si queremos encontrar ayuda para recuperar esta práctica olvidada, necesitamos retroceder más allá del siglo XX, y debemos observar a los modelos históricos que nos pueden ayudar en lo concerniente al cuidado de los enfermos que glorifica a Dios en nuestros días.
Evidentemente, si decidimos adoptar es enfoque nos vamos a enfrentar a bastantes dificultades. Ya que nuestra cultura ha cambiado, y nuestras vidas son completamente diferentes a las vidas de los Puritanos a los que Baxter pastoreaba. Pero en lugar de simplemente imitar su ejemplo, nosotros vamos a ver algunos de los principios fundamentales de su práctica personal, y trataremos de plasmar una imagen de la manera en la que esos principios pueden aplicarse en nuestros días. Los pastores como Baxter y Spurgeon no tuvieron la necesidad de interactuar con personas del tipo hipersensible y con una mentalidad tan centrada en la privacidad, tal como lo vemos en nuestra desenfrenada cultura del siglo XXI. Por esa razón es necesario hacer algunos ajustes con respecto a las visitas a los hospitales, asilos, centros de rehabilitación, y hogares en general.
Antes de considerar los detalles prácticos de visitar a los enfermos, necesitas estar convencido de que esta tarea es importante para los pastores, y también para los miembros de la iglesia local. Comenzaremos por tomar un momento para considerar por qué el cuidado de los enfermos debe ser una prioridad en nuestras vidas.
En primer lugar, es bíblico. Santiago exhorta a aquellos que están enfermos a que llamen a los ancianos de la iglesia para que oren por ellos (Santiago 5:14). Incluso los que no eran ancianos fueron animados a orar de manera similar (Santiago 5:16). Y Jesús mismo enseñó y ejemplificó esta práctica de cuidar a los enfermos. Él indicó que esa era la principal manera de mostrarle amor tanto a Él como a nuestro prójimo (Mateo 25:36, 40). Jesús predicó con el ejemplo (Marcos 1:31). Los apóstoles también siguieron este patrón de cuidar a los enfermos (Hechos 3:7; 28:8). Las viudas, especialmente, debían ser atendidas (1 Timoteo 5:3-10). Cuidar de los enfermos es un aspecto del cuidado de las almas, algo por lo que los líderes darán cuenta (Hebreos 13:17). Aunque aquí solo estoy enlistando de manera rápida algunos pasajes, es evidente que Jesús y los apóstoles cuidaban de los enfermos y los afligidos, y ellos exhortaban a otros para que hicieran lo mismo.
Visitar a los enfermos también es una excelente oportunidad para ministrar y amara a nuestros hermanos cristianos. Charles Spurgeon dijo sabiamente: “Me atrevería a decir que la mayor bendición que Dios nos puede dar aquí en la tierra es la salud, con la excepción de la enfermedad. La enfermedad, en muchas ocasiones, ha sido de más utilidad que la salud para los santos de Dios.”23