ENCICLOPEDIAFITOTERAPIA
Y PLANTAS MEDICINALESde
ENCICLOPEDIAFITOTERAPIA
Y PLANTAS MEDICINALESDR. JOSEPLLUÍS BERDONCESde
5ContenidoPresentación6IruCCIó8Breve historia de la fitoterapia 10El mundo vegetal 20Los principios activos 24La fitoterapia farmacéutica 30La fitoterapia en casa: cultivo, recolección y conservación 32¿Cómo tomar las plantas medicinales? 34Preparaciones en agua 38Preparaciones en alcohol como disolvente 42Preparaciones en vinagre como disolvente 43Preparaciones en aceite como disolvente 44La toxicidad de las plantas medicinales 48Cómo utilizar este libro 50Plaas mICIals52raamIs232Sistema nervioso 234Inmunidad y alergia 238Ginecología240Urología 244Reumatología 248Cardiovascular 252Respiratorio 256Otorrinolaringología260Digestivo 262Sistema hormonal 270Oftalmología 273Dermatología274Boca y dientes 280Diccionario de efectos terapéuticos 282Índice por nombre común 288Índice por nombre científico 296
6PeentcinE
ste libro representa la culminación de mi experiencia clínica y docente tras cuarenta años de dedicarme a la fitoterapia.Su redacción me ha llevado a rememorar mis primeras experiencias, en mi juventud, buscando plantas en el campo y leyendo libros de medicina popular. Tiempo después me percaté de que muchos de estos libros presentaban indicaciones parciales, o incluso incorrectas. También me llamó la atención el hecho de que a menudo mostraban visiones algo supersticiosas o mágicas del uso terapéutico de las plantas. Sin embargo, o quizá precisamente por ello, su lectura me resultaba fascinante. Y lo cierto es que las plantas medicinales y la fitoterapia son verdaderamente mágicas, también si las estudiamos desde una perspectiva mucho más científica. La fascinación por el uso medicinal de las plantas me llevó a embarcarme en el posgrado de Fitoterapia de la Facultad de Farmacia de la prestigiosa Universidad de Montpellier, en Francia, cuna de grandes botanistas y de insuperables fitoterapeutas. De su mano obtuve el diploma europeo en Plantas Medicinales y Fitoterapia. De esta etapa, debo una gran consideración al profesor Jacques Pellecuer y al señor René Pical, quienes, desde la perspectiva científica el primero, y desde la popular y de identificación el segundo, me ilustraron tanto en mis principios en esta disciplina.La segunda parte de mi formación en plantas medicinales la debo sin duda alguna al diploma de posgrado en Medicina Naturista de la Universidad de Barcelona, del cual fui director durante doce años. Esta labor me permitió estructurar la enseñanza de fitoterapia de la manera como he tratado de plasmar en este y en mis libros anteriores. En esta ocasión, la Enciclopedia de fitoterapia y plantas medicinales no está orientado a los estudiosos ni a los terapeutas, sino al gran público interesado en utilizar las plantas como remedios caseros. Por eso no se trata de un libro técnico ni de una obra estrictamente enciclopédica —ya he publicado dos, que han sido consideradas como las más exhaustivas escritas en castellano—. Presentación
7PresentaciónHe querido huir del inconveniente de exponer una excesiva cantidad de plantas, porque entonces se hace difícil escoger entre las más efectivas o las más fáciles de encontrar. Efectivamente, si incluyéramos todas las plantas útiles en el tratamiento fitoterápico nos quedaríamos cortos reuniendo más de 5.000 plantas medicinales de todo el mundo… cuando, sin embargo, en la práctica apenas utilizamos un centenar. He realizado el esfuerzo de reducir el libro a las plantas medicinales que considero más útiles en la vida diaria. Así, empecé reseñando 700 plantas medicinales, que se fueron reduciendo a 600, 500, 400… y finalmente a cerca de 350, asumiendo el riesgo que puedan quedar fuera plantas que algún lector considere importantes.Los criterios fundamentales para esta reducción han sido la proximidad y la disponibilidad. Muchos libros enciclopédicos —entre ellos, los míos— pecan de dar excesivo protagonismo a las plantas exóticas frente a las más comunes que tenemos en nuestro ámbito. En esta ocasión prescindo de muchas plantas chinas, de la India, africanas... que sin duda son interesantes y eficaces, pero que quedan lejos de nuestra cultura, y que son difíciles de encontrar, o bien, si nos hacemos con ellas, no siempre podemos estar seguros de que sean de calidad. Aunque parezca una paradoja, la frescura de una planta seca es muy importante a la hora de obtener un remedio fitoterapéutico de la máxima calidad. Por otra parte, lejos de ser un simple diccionario de plantas medicinales, he intentado redactar un buen libro de fitoterapia que nos permita elaborar nuestros tratamientos caseros con las plantas que podemos tener a nuestro alcance. Doy tanto peso e importancia a las enfermedades y a las preparaciones de fitoterapia como al estudio de la planta aislada. Y me he esforzado por ofrecer una formulación de fitoterapia coherente, con escaso o nulo peligro para la salud, y sobre todo con una utilidad práctica y eficaz sobre los padecimientos más comunes. Existen más formulaciones y preparaciones que plantas, y este es el espíritu del libro.Precisamente debido a su orientación a la medicina casera, se han evitado las preparaciones galénicas complejas como extractos, cápsulas, supositorios, etc., que sin duda suponen un gran avance en la farmacia natural, pero que creo que han de estar en el ámbito médico o fitoterapeuta. Reseño solo unas pocas como muestra testimonial. He de advertir que muchas enfermedades tienen mejor tratamiento con los fármacos ortodoxos que con los tratamientos caseros; sin embargo, estos tratamientos alternativos pueden ser de gran utilidad para complementar un tratamiento prescrito por un médico ortodoxo. Existen, por ejemplo, plantas útiles para el cáncer, pero el tratamiento del cáncer ha de dejarse en manos del oncólogo, y es importante no interferir en esos tratamientos tan agresivos.Para hacer un libro aún más práctico, en el apartado referente a los tratamientos se resaltan en negrita las principales plantas de la lista de las candidatas posibles o más útiles. De este modo, el lector que busque información sobre una dolencia podrá acudir luego a las especificaciones de dichas plantas y sus remedios concretos. Las encontrará fácilmente buscándolas en el diccionario alfabético o bien recurriendo al índice final. El apartado de las imágenes es otro de los grandes orgullos del autor. La gran mayoría de las fotografías son de factura propia, y las ilustraciones están extraídas de grandes obras botánicas que son creaciones artísticas insuperables. Espero que el lector las disfrute como yo he disfrutado al tomar las fotos y escogerlas.Finalmente, querido lector, agradezco que hayas comprado este libro que estoy seguro de que te va a ser muy útil para aconsejarte a ti y a tu familia sobre el tratamiento de los pequeños padecimientos caseros y de las grandes enfermedades agudas y crónicas. También incluyo algunas indicaciones sobre costumbrismo y medicina popular y curiosidades que espero que amenicen la lectura.
10IntroducciónBeve hitoi de fitotepiD
esde sus inicios, el hombre ha tratado de reducir sus sufrimientos con la utilización de remedios a su alcance procedentes del reino vegetal, el principal proveedor de medicina en todas las culturas. Cualesquiera de las numerosas civilizaciones antiguas, desde la mesopotámica y la egipcia a la china, la india, la precolombina o la africana, por citar las más relevantes, tienen una panoplia impresionante de remedios vegetales que constituye una farmacopea nada desdeñable. Poco a poco, el hombre ha ido comprobando ciertas utilidades de las plantas, así como su toxicidad. Es este conocimiento empírico tradicional el que ha dado paso al estudio científico de las mismas.Sin embargo, no es hasta mediados del siglo xix cuando se acuña el término «fitoterapia». Deriva del griego phyton, «planta» y therapeia, «tratamiento», e incluye también otras terapias especiales como la aromaterapia (con aceites esenciales) y la gemoterapia (con yemas de tejidos vegetales). Hacia 1865, el doctor Auguste Soins define de este modo la terapia que utiliza las plantas medicinales, y a principios del siglo xx, el doctor Henri Leclerc, el maestro de la escuela de fitoterapia francesa, populariza el término entre la clase médica y científica. Un enorme adelanto, gracias al desarrollo de la química, la física y la fisiología, fue el que permitió en el siglo xix evidenciar los principios activos presentes en las plantas. Se iniciaron los procesos de extracción y purificación que, en consecuencia, permitieron confirmar su actividad y el acierto o no de las utilizaciones empíricas tradicionales. En esta época se aíslan sustancias como la atropina de la belladona (Atropa belladonna), la colchicina (Colchicumautumnale), la teofilina (Thea sinensis), la quinina (Cinchona sp.), los glucósidos digitálicos (Digitalis sp.), etc. 9000-5000 a.C.Paleolítico-NeolíticoElementos mágico religiosos3000 a.C.SumeriosPrimer testimonio escrito2000-1500a.C.EgipciosInicio del racionalismo terapéutico500 a. C.-100 d. C. Griegos (Dioscórides)Primeros grandes catálogos de plantas400 d.C.Herbarius ApuleiusTranscripciones de Plinio y Dioscórides1450-1650RenacimientoGrandes obras impresas en toda Europa1700-1850Escuela sistemáticaLinneo, clasificación binómica1777-1808J. C. MutisExpediciones botánicas al Nuevo MundoBREVE ESQUEMA CRONOLÓGICO DE LA HISTORIA DE LA FITOTERAPIA (hasta el siglo xix)Sekhmet, símbolo egipcio de la fuerza y el poder, diosa de la guerra y de la venganza, pero también de la curación.
11Breve historia de la fitoterapiaEn esta época, posiblemente las mujeres se dedicaban a la preparación de los remedios, individualizados para caso o persona, mientras que los hombres se dedicaban a la recolección o cultivo. Asimismo, el uso de las plantas, como de los diferentes remedios medicinales, iba siempre acompañado de rituales mágico-religioso-energéticos. Tanto la recogida de las plantas como su terapia estaban regidas por rituales mágicos, y no es hasta la época de los egipcios cuando se empieza a hablar de una fitoterapia con base racional.meopoti y giptoLa historia propiamente dicha de las plantas se inicia con la realización de los primeros herbarios y su constatación por escrito. Según Campbell, los primeros herbarios como tales habrían sido elaborados por los antiguos asirios. El primer texto escrito sobre la terapia con plantas se encuentra en unas tabletas de arcilla grabada en escritura cuneiforme, de la época de los sumerios, datadas aproximadamente en el año 3000 a. C., donde se citan las propiedades calmantes de la adormidera (Papaver somniferum).Con la cultura egipcia se inicia la fitoterapia más «racional», que conlleva una sistematización de los diferentes remedios vegetales.El papiro de Ebbers (1500 a. C.) y el de Edwin Smith (1600 a. C.) son quizá los más conocidos que hacen referencia al uso de las plantas medicinales. El más antiguo es el papiro Kahun (1900 a. C.) que describe remedios en relación con las enfermedades femeninas y cómo asistir un parto. Se tiene constancia por estos papiros del conocimiento y uso de muchas plantas, como sen (Cassia senna),tomillo (Thymus vulgaris), enebro (Juniperus communis), comino (Cuminum cyminum), coloquíntida (Citrullus colocynthis), raíz de granado (Punica granatum), ajenjo (Artemisia absinthium), lino (Linum usitatissimum), agallas de roble (Quercus robur), alquitrán de pino (Pinus sp.), laurel (Laurus nobilis), amni (Amni majus), alkana (Alkanna tinctoria), asafétida (Ferula asafoetida), acanto (Acanthusmollis), áloe (Aloe sp.), alcaravea (Carum carvi), cedro (Cedrus sp.),l edicin ágicEl tratamiento de las enfermedades se inició por medios mágicos, fundamento de algunas religiones primitivas. Ciertas personas, los hechiceros, brujos o chamanes, atendían a los enfermos con todo tipo de sustancias con fines medicinales, a veces con éxito. Aún hoy en día quedan vestigios de esta medicina mágica en civilizaciones primitivas. En una primera fase se utilizaban todo tipo de elementos, incluso materias repulsivas, como excrementos, restos biológicos, tierra. En la Baja Edad Media se creía que la rabia se curaba con la aplicación de excremento de lobo, una curiosa relación epidemiológica con uno de los agentes transmisores de esta enfermedad. El empleo de las plantas medicinales supuso un adelanto frente a esta primera utilización de remedios casi escatológicos. Con el uso empírico de las plantas se empiezan a unir ciertas reglas mágicas. Se creía que en sus virtudes curativas no solo influía la planta en sí, para lo que se elegían las de aspecto más apropiado o con propiedades especiales, sino también un conjunto de reglas que se daban para recogerlas y conservarlas, y los rituales y las palabras empleadas en el momento de la administración y que se creía que acrecentaban sus virtudes. Transcurrido largo tiempo, tal como cita Delatte, juntamente con una mezcla de concepciones religiosas y prescripciones mágicas, se adquirieron ciertos conocimientos científicos y se desarrolló una botánica y una herboristería astrológica, a la que había de seguir una botánica científica y una farmacología eficaz.Inicio pehiticoEntre el milenio ix y vi antes de nuestra era se produce la transición desde el Paleolítico al Neolítico, y se pasa de la época de recolectores a la de agricultores. Con ello se empiezan a producir plantas medicinales para uso doméstico. Existen evidencias arqueológicas del uso de ciertas plantas medicinales como el yezgo (Sambucus ebulus L.), la fumaria (Fumaria officinalis), la verbena (Verbena officinalis), la saponaria (Saponaria officinalis) o el trébol de agua (Menyanthes trifoliata L.). Bajorrelieve de la antigua Babilonia (actual Irak), c. 3500 a. C.
12Introduccióncoriandro (Coriandrum sativum), saúco (Sambucus nigra), hinojo (Foeniculum vulgare), ajo (Allium sativum), lechuga salvaje (Lactuca sativa), mastuerzo (Nasturtium officinale), cebolla (Allium cepa), menta (Mentha sp.), papiro (Papyrus sp.), adormidera (Papaver somniferum),azafrán (Crocus sativus), higos (Ficus carica), etc. Sabemos, por ejemplo, que para el sistema digestivo se utilizaba sen, coloquíntida, comino, tomillo y enebro, y que para tratar los parásitos intestinales administraban ajenjo y raíz de granado.Geci y roGran parte del conocimiento de los griegos deriva de los egipcios. Algunas de las recetas que propone Dioscórides ya estaban en el papiro de Ebbers, con las mismas indicaciones. En la época griega clásica existieron numerosas recopilaciones o herbarios, y se sabe de la existencia de algunos herbarios hoy en día perdidos irremediablemente como el de Diocles de Caristo o el de Cratevas. Se considera que este último, Cratevas (o Krateus), fue la primera persona en escribir un herbario ilustrado de plantas medicinales. Plinio nos habla también de su herbario ilustrado, que sin embargo no ha llegado hasta nuestros días. Su influencia sin duda orientó el trabajo posterior de Dioscórides y de otros libros de plantas medicinales. Destaca la obra de Teofrasto, nacido en el siglo iv a. C., discípulo de Aristóteles. Existen numerosas traducciones de su libro en los siglos xv y xvi.A caballo de los siglos v y iv a. C., Hipócrates, el «padre de la medicina», atribuye el desarrollo de los medicamentos a «Observación, molienda, mezcla, cocción... combinando los remedios débiles para adaptarlos a la constitución y fuerza del individuo». El tratamiento hipocrático estaba basado, entre otras cosas, en el hecho de que todos los alimentos tienen propiedades y reaccionan con el organismo: algunos enfrían, otros calientan, algunos suavizan, otros, como los laxantes, ofrecen muestras casi dramáticas de su efectividad. El principio hipocrático «Que tu alimento sea tu medicina» incluye la recomendación de múltiples plantas medicinales. Por ejemplo, en Sobre las afecciones internas sugiere: «Dale raíces efectivas contra las secreciones, rallando centaura (Erythraea centaura) sobre el vino, o dándole raíz de aro del dragón (Arum dracunculus), y adminístralo. Para la tos, da también raíz del aro (Arum maculatum) con miel». En caso de fiebre recomienda «la bebida hecha de cebada, a veces con zumo de manzana o de granada, y jugo de lentejas tostadas, todo frío».Hipócrates da especial importancia a las afecciones ginecológicas y al control de la menstruación, porque considera que su bloqueo puede ser mortal para la mujer y peligrosa para su pareja, por ello prescribe una gran cantidad de emenagogos como semillas de granada (Punica granatum), ruda (Ruta graveolens), menta (Menthasp.), belladona (Atropa belladonna), lirio (Iris sp.), etc. De las 257 plantas mencionadas en los trabajos hipocráticos, tan solo 27 no se siguen utilizando como tales hoy en día.Tratado médico MagniHippocratis Coi opera omnia, del griego Hipócrates (siglos v-iva.C.),edición del siglo xvii.Versión árabe (siglo xiii) del tratado De Materia Medica, de Dioscórides, médico griego del siglo i.Litografía francesa del siglo xvii con retrato de Plinio el Viejo, naturalista latino del siglo i.
13Breve historia de la fitoterapiaPedacio Dioscórides Anazarbeo, médico griego de las legiones romanas de Nerón, fue el gran recopilador de la fitoterapia en el siglo i de nuestra era. Le debemos la publicación del primer libro completo de plantas medicinales, que hoy podríamos llamar de «farmacología y terapéutica», en que se recogen caracteres, efectos y tipos de plantas utilizadas con fines medicinales. Es una recopilación de más de 600 especies, principalmente vegetales, aunque, siguiendo la tradición histórica, también recoge el uso de animales.El tratado primitivo de Dioscórides constaba de cinco libros. Se discute si el sexto, que publican entre otros Mattioli y Andrés de Laguna, se debe a su pluma o bien ha sido añadido por otros, aunque prevalece esta segunda opinión. En definitiva, los trabajos de Dioscórides fueron la base de la farmacopea de la Edad Antigua hasta bien entrado el Renacimiento, cuando la invención de la imprenta permitió el desarrollo editorial. Las recopilaciones, traducciones y adaptaciones del libro de Dioscórides supusieron la base teórica de la farmacología europea hasta bien avanzado el siglo xvii. Su trabajo era considerado insuperable, y en la época de los manuscritos, sus obras fueron copiadas y recopiadas y comentadas durante más de dieciséis siglos. Una de las transcripciones más antiguas es el Codex Vindobonensis, del año 512, con más de 400 páginas ilustradas. Por lo que respecta a los romanos, contemporáneo a Dioscórides debemos citar a Plinio el Viejo, quien escribe su Historia Natural en 37 volúmenes, de los que dedica al estudio de las plantas los siguientes:• Libro XX: Las medicinas de las cosas que se siembran en los huertos.• Libro XXI: La naturaleza de las flores y coronamientos.• Libro XXII: Autoridad de las hierbas.• Libro XXIII: De los árboles labrados.• Libro XXIV: Las medicinas de los árboles silvestres.• Libro XXV: La naturaleza de las hierbas espontáneas, su autoridad, origen y uso.• Libro XXVI: De las demás medicinas por los géneros de enfermedades, de nuevos males.• Libro XXVII: Los demás géneros de hierbas. Se debe a Plinio la recopilación de plantas más exhaustiva que nos queda de la Antigüedad; mayor incluso que la de Dioscórides, pero menos orientada hacia el tratamiento de las enfermedades.l dd mediEn la Edad Media se siguió el saber de los antiguos clásicos como Galeno, Cratevas, Dioscórides o Plinio. En el siglo iv se escribió el Pseudo-Apuleius (también llamado Herbarium Apuleii Platonici),compuesto con datos tomados de Plinio y de Dioscórides, del que ALGUNAS DE LAS PLANTAS CITADASEN EL CORPUS HIPPOCRATICUMPntfecto tepéticoEléboro blanco (Veratrum album)Diurético, emético, purgante, gran rubefaciente que puede provocar ampollas.Aro (Arum maculatum)Diaforético, expectorante y vermífugo. La raíz y hojas solo son comestibles cuando se han hervido, ya que crudas son tóxicas.Zanahoria (Daucus carota)Planta aromática que actúa como diurético, calma el tracto digestivo y estimula el útero. Es antihelmíntica, carminativa, desobstruyente, diurética, galactogoga, oftálmica, estimulante.Ortiga (Urtica dioica)Tónico o purificante de la sangre, antiasmática, anticaspa, astringente, depurativa, diurética, galactogoga, hemostática, hipoglucémica y tónica estimulante.Mostaza(Sinapis sp.)Se utilizan sus semillas por su capacidad antiinfecciosa, aperitiva, carminativa, diaforética, digestiva, diurética, emética, expectorante, rubefaciente, estimulante, catártica. Se utiliza más por vía externa.Ruda (Ruta graveolens)Tiene acción sobre los ojos, es abortiva, antihelmíntica, antídoto, antiespasmódica, carminativa, emética, emenagoga, expectorante, hemostática, oftálmica, rubefaciente, estimulante potente, estomacal y uterotónica.Silphium(Ferula asafoetida)Planta de la familia de las apiáceas. Su resina seca y pulverizada se utiliza como condimento. Es catártica.
14Introducciónraíz de valeriana como anticonvulsivante, ya que él mismo tuvo la ocasión de utilizarla para tratar su epilepsia. Colonna introduce en su libro una nueva forma de grabado de plantas que consiste en hacer dos impresiones de la misma hoja para realzar algunos detalles que con la talla de madera quedaban demasiado gruesos. • El médico flamenco Rembert Dodoens (1517-1585) publicó un libro sobre las flores y la historia herbaria, y otro sobre el estudio de las plantas utilizadas como alimentos. • El escritor alemán Leonhart Fuchs (1501-1566) publicó dos tratados de botánica y fitoterapia: Efigies plantarum y De historia stirpium commentarii insignes. En su época estuvo casi prohibido en España por razones políticas, y muchas de las traducciones que se hicieron de sus libros al castellano fueron quemadas o destruidas. • El médico y naturista italiano Pietro Andrea Mattioli (1500-1577),contemporáneo y conocido de Andrés de Laguna (ver pág. 16), llegó a tener una gran reputación, lo que le permitió hacer fortuna con rapidez. En Viena fue médico del archiduque Fernando, más tarde emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Acerca de Mattioli, Laguna apunta: «Sirviéronme no poco en este trabajo tan importante los comentarios de Andreas Mathiolo Sené, médico excelente de nuestros tiempos, el cual con increíble destreza trasladó el mismo Dioscórides en lengua toscana». Efectivamente, en su solo se conoce un manuscrito, y que luego fue impreso en Leiden en 1481. Este herbario fue uno de los más utilizados en toda la zona de Europa central, y contiene descripciones y recetas con más de 100 plantas medicinales.A la escuela de traductores de Toledo se deben numerosas obras, especialmente traducciones del árabe al latín de los clásicos de la literatura árabe. Entre los clásicos de la medicina árabe hay que citar los Medicamentos simples, de Ibn al-Baytar.En el siglo xiii, destaca la aportación de Arnau de Vilanova, quien descubrió el sistema de destilación de las esencias de las plantas. Se le ha considerado como un alquimista, pero ciertamente fue el médico más importante de su tiempo y escribió numerosas obras sobre filosofía, religión y medicina. Su obra más conocida, RegimenSanitatis, es posiblemente una buena revisión de la obra del mismo nombre que se publicó en la Escuela Médica de Salerno un siglo antes. renciientoCon la llegada de la imprenta, se desarrollan incontables textos de fitoterapia, muchos de ellos compilaciones exhaustivas de manuscritos mucho más antiguos. Se produce un desarrollo importante del estudio y tratamiento con plantas medicinales.Estas fueron sus figuras fundamentales: • El botánico alemán Hyeronimus Brunschwig (1450-1512) se dedicó especialmente a la preparación de formulaciones empíricas a base de plantas medicinales. Es uno de los primeros en explicar la destilación de los líquidos, y hace una primera aproximación a la fitoquímica y a los aceites esenciales de las plantas. • El holandés Carolus Clusius (1526-1609) relató el viaje de sir Francis Drake alrededor del mundo. Clusius conoció a Drake en Inglaterra y este le proporcionó especímenes traídos de América; gracias a ello es el primer escritor que reporta la existencia de la patata. En otro libro se dedicó a las exquisitas especies que llegaron a España y Portugal procedentes de América. Su herbario tuvo más de 600 especies, y no lo dedicó exclusivamente a las plantas con flor, como era habitual, sino que incluyó también helechos y hongos, por lo que se le considera el padre de la micología. Sus grabados en madera fueron luego utilizados por otros autores como Lobel o Dodoens. Clusius fue el primer sistemático de las plantas medicinales, y su obra es una precursora de los géneros vegetales. • El napolitano Fabio Colonna (1567-1650) escribió el Phytobasanos, en el que intentaba encontrar una clave para la identificación de las plantas medicinales (de ahí el término phytobasanos, o «piedra angular de las plantas»). Colonna es el primero que recomienda la Lámina dedicada al lúpulo (Humuluslupulus) del tratado De historia stirpium commentarii insignes de Leonhart Fuchs, 1542.
15Breve historia de la fitoterapiaCubierta de Liber de arte distillandi de simplicibus (1500), en alemán, del botánico Hyeronimus Brunschwig.De arriba abajo, retratos de Charles de l’Ecluse (más conocido por su nombre en latín, Carolus Clusius), Leonhart Fuchs y Pietro Andrea Mattioli.
16IntroducciónCompendium de plantis omnibus, publicado en Verona, Mattioli hace una de las más extensas traducciones del griego Dioscórides, en un trabajo en el que posiblemente colaboró con de Laguna, cada uno de ellos en su propia traducción. Incluye 921 grabados de plantas. • El médico y botánico flamenco Matías Lobel (1538-1616) publicó Stirpium adversaria nova a partir de obras anteriores como la de Clusius, ya que los dos tenían el mismo editor, Christopher Plantin. • El médico inglés Nicholas Culpeper (1616-1654) publicó un curioso herbario que mezcla la alquimia, la astrología y el conocimiento de las plantas medicinales. Muy crítico con los médicos de la época, explica las propiedades de las plantas medicinales con irónicas manifestaciones sobre la ineficacia de la medicina de su tiempo.La aportación española a la fitoterapia del Renacimiento• El sevillano Nicolás Monardes (1512-1588) escribió la Historiamedicinal, «Historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras indias occidentales que sirven en medicina: tratado de la piedra Bezaar, y de la yerva escuerconera, dialogo de las grandezas del hierro y de sus virtudes medicinales, tratado de la nieve y del bever frio.» Se le debe una de las primeras descripciones de las plantas del tabaco y del girasol. Nos explica en su libro: «Así como se descubren nuevas regiones, nuevos reinos, nuevas provincias, por nuestros españoles, se descubren nuevos remedios y nuevas medicinas». • El segoviano Andrés de Laguna (1499-1559) estudió Medicina en la Universidad de Salamanca, y posteriormente se trasladó a París para ampliar sus estudios, posiblemente por su condición de judío converso. De su magna obra destaca la traducción del Dioscórides al castellano. Sus anteriores traducciones de algunos libros de Aristóteles y Galeno le familiarizaron con los nombres de las plantas y sus propiedades en griego. Comenta Laguna: «Quiero pasar por silencio, cuántos y cuán trabajosos viajes hice, para salir con la tal empresa honorablemente; cuántos y cuán altos montes subí, cuántas cuestas bajé, arriscándome por barrancos y peligrosos despeñaderos, y, finalmente, cuán sin duelo gasté la mayor parte de mi caudal y substancia en hacerme traer de Grecia, de Egipto y de Berbería, muchos simples exquisitos y raros para conferirlos con sus historias, no pudiendo por la malignidad de los tiempos ir yo mismo a buscarlos a sus propias regiones, aunque también lo tenté...». En Amberes completó y perfiló su libro y en 1555 publicó la primera edición, única hecha en vida del autor, que dedica al príncipe Felipe, futuro Felipe II, y que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. La segunda edición se publicó en Salamanca en 1563. Incansable viajero, recorrió Inglaterra, Países Bajos, Italia, etc. Murió por una complicación hemorroidal.Arriba, cubiertas de la edición de 1760 de Systema naturae (1735) y de la primera edición de Species plantarum (1753), de Linneo.Abajo, ilustración de los sistemas de reproducción de las plantas elaborados por el botánico alemán Georg Dionysius Ehret en 1736 siguiendo la clasificación sexual de Linneo.
17Breve historia de la fitoterapiasistema de clasificación para los reinos animal, vegetal y mineral. Los vegetales aparecían ordenados según su sistema sexual, método que ideó Linneo y que continúa en vigor por la rapidez con que permite clasificar un espécimen determinado, observando únicamente sus órganos de fertilización. Al regresar a Suecia, Linneo fue nombrado médico en el Almirantazgo y participó activamente en la fundación de la Academia de Ciencias Sueca, hasta que en 1741 ocupó la cátedra de medicina práctica de la Universidad de Uppsala, y luego la de botánica, dietética y materia médica. En Species plantarum (1753) aplicó sistemáticamente su nomenclatura binomial, que consistía en designar cada especie por un término doble: un sustantivo que indicaba el género y un adjetivo que designaba la especie, con lo que el género servía como denominador común de todas las especiesque formaban un grupo natural. De esta manera denominó más de 7.000 especies vegetales. En 1758, en la cuarta edición de su Systemanaturae, aplicó el sistema binario a más de 4.000 especies animales. • El naturalista francés Jean Baptiste de Monet, chevalier de La Marck (Lamarck) (1744-1829) fue un precursor de la teoría de la evolución de Darwin; afirmó que los animales y las plantas cambian su estructura de acuerdo con el medio, desarrollando ciertos órganos y atrofiando otros por desuso, y que tales cambios se heredan. En 1778 acabó Flore française, que maravilló al naturalista Leclerc, conde de Buffon. Esta obra le puso en contacto con los círculos de naturalistas de su tiempo y le permitió entrar como adjunto en la Academia de las Ciencias. Se dedicó a la investigación botánica publicando numerosos estudios relacionados con la identificación y clasificación de especies vegetales y a la elaboración del Dictionnairede Botanique de l’Encyclopédie méthodique. En 1789 fue nombrado guardián de los herbarios del rey. En 1792 funda junto con algunos otros sabios el Journal d’Histoire Naturelle y publica durante dos años diferentes estudios botánicos en los que se detecta un cambio de actitud con respecto al significado del término «especie». Critica las clasificaciones artificiales y pasa a defender las sistemáticas, que tienen en cuenta las relaciones naturales que muestran las especies. La llegada de la Revolución Francesa dio un giro a su vida intelectual; se convirtió en zoólogo y a sugerencia de él la Convención reformó el Jardin des Plantes y lo transformó en el Museo de Historia Natural. Lamarck publicó Flore française (1778); Dictionnaire de botanique (1782); Encyclopèdie botanique (1783); Illustrations de genres; Système des animaux sans vertèbres (1801); Phylosophie zoologique (1809); Histoire naturelle des animaux sans vertèbres (1815-1822), entre otras obras. Fue un sabio incomprendido y terminó sus días en la pobreza. • El botánico suizo Augustin Pyramus de Candolle (1778-1841) formó parte de las principales academias científicas del mundo, reunió un herbario de cerca de 80.000 especies y, entre otras obras, escribió Introducción al sistema natural del reino vegetal (1824-1874).• Francisco Hernández (1515-1587), médico de Cámara de Felipe II y protomédico de todas las Indias, fue uno de los más grandes naturalistas hispanos. Se interesó por la botánica y tradujo los 37 tomos de la Historia Natural de Plinio. Por ello ha sido llamado el tercer Plinio. Se embarcó hacia el Nuevo Mundo en 1570. Hizo escalas en las islas Canarias, en Santo Domingo y Cuba, donde comenzó sus estudios sobre la flora y la fauna. Al llegar a Nueva España, consiguió la ayuda de médicos locales y de tres dibujantes, a quienes nombra en su testamento. Viajó por la altiplanicie central, al mar del Sur, Oaxaca, Michoacán y Panuco. Publicó en 22 volúmenes escritos en latín la Enciclopedia de Materia Médica más importante del mundo. En ella describe cerca de 3.000 especies vegetales incluyendo árboles, arbustos, frutos y hierbas, muchas de ellas plantas exóticas como el achiote, el ají o chili, el cacao, el maíz, la papaya, el peyote, el tabaco, el tomate y el estramonio. La primera edición de su gran obra apareció en México en 1615: Quatro libros de la Naturaleza y Virtudes de las Plantas... por el Dr Francisco Hernández. La enciclopedia sigue las pautas trazadas por Dioscórides en la traducción de Andrés Laguna, con su relación clásica de 200 plantas del Viejo Mundo. El doctor Hernández no solamente hizo la descripción de las plantas, sino que también las usó en los hospitales de su época y se las aplicó a sí mismo. En una ocasión sufrió una reacción tóxica intensa después de la ingestión de una de ellas. igo xviii: inicio de ece iteáticMuchos autores contribuyeron al inicio de la botánica sistemática, intrínsecamente ligada a la sistematización de todas las especies de seres vivos. Destaca por encima de todos ellos Linneo, aceptado como el padre de esta clasificación. Otros autores contribuyeron al desarrollo de la sistematización; en el campo de la botánica citaremos a los franceses Lamarck y De Candolle. • El naturalista sueco Karl von Linneus (1707-1778) fue el autor de una clasificación de todos los seres vivos conocidos e introdujo una nomenclatura binaria que constituyó la base de toda nomenclatura botánica durante dos siglos. Linneo era hijo de un sacerdote rural, amante de las plantas, que había cambiado su apellido, Ingermarsson,por el de Linneus, el nombre sueco del tilo, y creció en la vicaría de Stenbrohult. Su interés por la historia natural le impulsó a estudiar medicina y, en 1727, se matriculó en la Universidad de Lund, para trasladarse al año siguiente a la de Uppsala. Después de varios viajes de exploración científica, algunos de ellos a Laponia, se doctoró en Medicina en la pequeña Universidad holandesa de Harderwijk, y luego se trasladó a Leiden. Allí vio la luz Systema naturae (1735), la primera de sus publicaciones, pieza clave en el conjunto de su obra; se trata de una serie de folios que presentan esquemáticamente su
18Introducción• Expedición de Malaspina que dio la vuelta al mundo (1789-1794) Botánicos: Luis Neé y Thaddaeus Haenke. Países: Uruguay, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Panamá, México, golfo de Alaska, archipiélago de Nootka, Guam, Filipinas, Sondas, Molucas, Nueva Guinea, Nueva Zelanda, Nueva Holanda. Resultados: 370 dibujos y 30.000 plantas. Misión político-científica con el fin de visitar las posesiones españolas y otros territorios de América, Asia y Oceanía. La expedición partió al mando del capitán de fragata Alejandro Malaspina, célebre navegante italiano al servicio de la armada española.Luis Neé (1734-1803), francés naturalizado en España, fue un infatigable recolector de plantas en la mayor parte de la Península. • Real expedición botánica del Virreinato de Nueva Granada(1783-1808) Botánicos: José Celestino Mutis, Francisco José de Caldas, Sinforoso Mutis.Países: Colombia, Ecuador, Venezuela. Resultados: 6.717 dibujos y ¿6.000? especies. 306 taxones de Mutis fueron publicados por Linneo, Linneo fil., Humboldt & Bonpland, Cavanilles y otros botánicos del siglo xx. Carlos III fue uno de los grandes promotores del estudio botánico de las especies americanas, y para ello apoyó la creación de esta real expedición, que a lo largo de muchos años se dedicó a recoger datos sobre las incontables especies exóticas de la América colonial. El rey pensó en José Celestino Mutis (1732-1808), un joven médico, al constatar su formación renacentista, su amplia sabiduría y su intenso interés por la flora. En 1783, fue nombrado director de la expedición botánica del reino.Mutis encabezó numerosas expediciones a fin de recoger los datos de la inmensa flora del nuevo reino de Granada, que abarcaba lo que hoy es Colombia, Venezuela y Ecuador, un terreno inmenso hasta entonces solo explorado inicialmente en el aspecto botánico. Y proyectó la soberbia Flora de Bogotá, de más de 50 tomos bien gruesos, con espléndidas láminas, textos e ilustraciones difíciles de igualar incluso hoy en día. Para ello contaba con una gran cantidad de colaboradores: pintores, ilustradores, escritores, guías, etc., la mayoría nacidos allende los mares. Las expediciones botánicas al Nuevo MundoLas exploraciones en América permitieron incorporar a los herbarios un abanico inmenso de nuevas especies y el saber fitoterápico de los indígenas. A pesar de que la colonización española de América estuvo llena de claroscuros, tras una primera fase en que la leyenda negra tuvo su apogeo —puesto que los colonizadores eran hombres rudos, a veces bestiales—, luego hubo una segunda parte en la que la cultura se implantó al otro lado del océano y en la que la investigación y las ciencias prosperaron al abrigo y protección del reino. Apuntamos las expediciones botánicas españolas más relevantes:• Expedición botánica al virreinato de Perú y Chile (1777-1788) Botánicos: Hipólito Ruiz, José Pavón, Joseph Dombey y Juan Tafalla. Países: Perú, Chile y Ecuador. Resultados: 2.264 dibujos y 3.000 especies. Publicados por Ruiz y Pavón: 1.900 descripciones y 658 dibujos. Esta expedición partió del deseo de instituciones botánicas francesas de explorar la flora de las regiones bajo dominio de la corona de España. La persona elegida por la corte francesa fue el médico Joseph Dombey, un botánico que contaba con el apoyo del Jardin du Roi de París. En abril de 1777, se extienden en Aranjuez las reales cédulas acreditativas para los botánicos (H. Ruiz y J. Pavón), y los dibujantes (J. Brunete e I. Gálvez). El francés J. Dombey viajaría «en calidad de acompañado de los españoles de la misma profesión».Las primeras recolecciones, apenas un mes después de la llegada, fueron realizadas en las proximidades de Lima; más tarde se adentraron en la cordillera andina. Su enclave logístico fue Lima, allí volvían periódicamente para ordenar lo herborizado y preparar sus envíos a las dos cortes europeas. En 1780, los expedicionarios prepararon una visita a Huánaco, en la entrada de la Amazonía; allí debían encontrar quinos. Al año siguiente se adentraron en Chile.Hipólito Ruiz (1754-1816), boticario y botánico, fue discípulo de Gómez Ortega y Palau. En 1777 fue nombrado jefe de la expedición. En 1792 publicó el primer resultado de la expedición, Quinología, ó tratado del árbol de la quina ó cascarilla. Seis años después del inicio de los trabajos con Pavón, verá la luz el primer volumen de una colosal aventura editorial: Flora Peruviana et Chilensis, Prodromus con las descripciones de los nuevos géneros descubiertos. • Real Expedición Botánica a Nueva España (1787-1803) Botánicos: Martín de Sessé, José Mariano Mociño, Juan Castillo, Jaime Senseve. Países: México, Guatemala, Cuba, Puerto Rico, California. Resultados: 1.335 dibujos y 3.500 especies (200 géneros nuevos y 2.500 especies nuevas para la ciencia). Cavanilles, Lagasca, Gómez Ortega, De Candolle y otros botánicos publicaron nuevas especies sobre plantas y dibujos de Sessé y Mociño. En 1893-1894 se publicaron en México los manuscritos de Sessé y Mociño. José Celestino Mutis acuñado en los billetes de 2.000 pesetas.
19Breve historia de la fitoterapiaL PLN, N NEV MERCNCí: l Cas la quIaLa obra favorita del botánico José Celestino Mutis, donde acrecentó su aportación a la historia de la farmacia, fue Quinologa o Historia de los árboles de la quina. La utilización de la corteza de quina data de muchos siglos antes de la colonización española, puesto que los indígenas hacían uso de ella, y la primera descripción conocida del árbol de la cinchona se debe a fray Antonio de Calancha quien, en 1633, ya relató los efectos sorprendentes de la corteza del «árbol de las calenturas». Pero fue Mutis quien insistió en la utilidad comercial de la planta, con la propuesta de cultivar y comercializar los quinares que sembraban los valles y montañas de Nueva Granada y del virreinato del Perú. Quienes sacaron provecho de la idea de Mutis fueron los ingleses, los holandeses y los franceses, quienes a las puertas de la Segunda Guerra Mundial vieron que la quina podía ser un bien estratégico y decidieron plantar quinas en sus colonias de la India, Indonesia, y Sudeste Asiático, de manera que así aseguraban un remedio febrífugo por excelencia sin tener que depender de los españoles. Bien hicieron, porque en el decurso de la guerra recurrieron a la quinina en numerosas ocasiones, aunque, con la toma de las colonias por las tropas japonesas, tuvieron que retomar la quina originaria de Sudamérica.
IntroducciónP
uesto que el mundo vegetal es muy complejo, en primer lugar, es necesario tener el conocimiento de qué es y qué representa en la naturaleza una planta.Las plantas son el centro de la vida en nuestro planeta. Se podría decir que el planeta está hecho a medida de las plantas (las últimas teorías de la evolución de la Tierra dicen que ellas son las protagonistas en ese proceso) y que los demás seres vivos se adaptan a este hecho. El ser humano tiene la tendencia a creerse el centro del mundo, pero no es así, lo es la planta de la cual depende.Resaltemos el papel de la planta. Los principales elementos que constituyen la atmósfera que respiramos pasan siempre en su ciclo de recuperación a través de la planta (el aire tiene un 72 % de nitrógeno y un 21% de oxígeno). A su vez, el dióxido de carbono es un compuesto que también depende de la planta y ocupa el lugar central en los ciclos naturales de estos tres componentes del aire citados.Las plantas producen prácticamente todo el oxígeno que existe en el planeta y que nosotros respiramos. Respirar significa, para los animales, obtener una energía que sin este oxígeno no podrían producir.El nitrógeno es un componente fundamental de los aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos, etc., moléculas esenciales para la vida de la célula tanto vegetal como animal. Si el nitrógeno no tuviera un ciclo estrictamente regulado, no habría posibilidad de vida en el planeta. Las plantas, junto a algunas bacterias, se encuentran en el centro de su regulación. ndo veget20
21El mundo vegetalCada órgano tiene su personalidad propia, si bien está integrado en el conjunto armónico del vegetal.• l íz es el órgano mediante el cual la planta absorbe agua y sales minerales, entre otras cosas. La raíz está interrelacionada con su entorno, el suelo, del cual no solo capta, sino que mantiene un intercambio positivo. Además de sostener la planta, en algunos casos las raíces se convierten en una reserva, en otros emiten una red de raíces secundarias, etc. Todas estas diferentes formas significan, a su vez, diferencias en las sustancias que intervienen en las funciones internas de la planta.• to puede no existir en algunas plantas, puede ser muy corto o bien tener 150 m de altura, como en algunos árboles. Es el órgano encargado de transportar el agua y las sales minerales de las raíces hasta las hojas y, a su vez, de suministrar la savia elaborada a las raíces para su crecimiento. El tallo subterráneo se denomina izo.• l hoj tienen dos funciones esenciales en las plantas superiores: la fotosíntesis, o sea la transformación de la radiación solar, a través de los pigmentos (clorofila), en energía química y posteriormente en productos que nosotros utilizamos; y la transpiración, función que facilita la conducción del agua a través de la planta. • l foe, aparato reproductivo muy específico, se forman en el momento en el cual se dan las condiciones que van a favorecer esta reproducción. El conjunto de flor con otros elementos se conoce como sumidad florida.• l ye son los tejidos en fase de multiplicación ricos en sustancias de crecimiento.• lo fto pueden ser de muy diferentes tipos. Es la parte de la planta en que se transforma el ovario de la flor y que una vez madura se separa de la planta. Contiene las semillas.• l ei incluyen una reserva de nutrientes necesarios para la germinación. Están contenidas en el interior del fruto y dan origen a una nueva planta.• Los tubérculos tienen función de reserva; en realidad, son tallos subterráneos engrosados.• Los bulbos se parecen en cierta manera a los tubérculos, son tallos subterráneos con alimentos de reserva.Las plantas poseen ritmos diarios y ritmos de más largo plazo: es el llamado ciclo vegetativo. Estos ritmos influirán en su composición.Aparte de las plantas superiores, existen las algas, entre las cuales las hay enormes (de 50 m en el fondo del mar, p. ej., Laminaria) y hasta unicelulares. Al realizar la fotosíntesis, también contribuyen a la transformación de la energía solar en energía química aprovechable por otras plantas y animales. Por tanto, es muy importante su contribución, tanto en el mar como en agua dulce. A pesar de ser autótrofas, no se parecen en composición y funciones a las plantas superiores. Nos dan una idea de la gran variabilidad, versatilidad y poder que posee el mundo vegetal.Por último, recordar que el ciclo de la energía en el suelo pasa por la transformación de la radiación solar en energía química por las plantas. Con dicha energía se elaboran productos que serán aprovechados posteriormente por los animales.Es interesante remarcar que las plantas son consustanciales (naturales) al hombre, puesto que estaban en la tierra antes que él, y que este ha crecido junto a las plantas como un hecho natural.Otro aspecto importante que nos indica la posición central que ocupan las plantas en la vida es el hecho de que sean autótrofas, o sea, que se alimenten por sí mismas, a diferencia de los animales, que requieren alimentarse de otros seres vivos; son heterótrofos.La fotosíntesis es el proceso que produce la biomasa. Esta biomasa podrá ser convertida en otros tipos de materia. Por tanto, sin esta función no sería posible el funcionamiento de nuestro planeta.Teniendo presente que la vida del planeta gira alrededor de las plantas, no es extraño que se utilicen en multitud de aspectos: para alimentarnos, para la construcción, para comunicarnos, para obtener energía, para curarnos.ecipcin de o vegeteUnos conocimientos de biología vegetal básica son importantes para poder distinguir los diferentes órganos de la planta, los cuales van a tener a su vez diversas utilidades en fitoterapia. Es necesario saber diferenciar: raíz, tallo, hojas, flores, frutos, semillas y otros órganos que tendrán una función específica para la propia planta.