¡si yo te contara!
Sobre cómo comunicaren ciencia y otras hierbas
Emili Montserrat
¡si yo te contara!
© Emili Montserrat Costa, 2022.
© de esta edición: RBA Libros y Publicaciones, S.L.U., 2022.
Avda. Diagonal, 189 - 08018 Barcelona.
rbalibros.com
Primera edición: abril de 2022.
ref.: obdo025
isbn: 978-84-1132-016-0
el taller del llibre, s. l. • realización de la versión digital
Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito
del editor cualquier forma de reproducción, distribución,
comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida
a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro
(Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org)
si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra
(www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).
Todos los derechos reservados.
para pilar y nuestra armada invencible
J. B. Donovan (el abogado) —¿Nunca se pone nervioso?
R. Abel (el espía) —¿Ayudaría?
El puente de los espías,
steven spielberg
I keep six honest serving-men
(they taught me all I knew);
their names are What and Why and When
and How and Where and Who.
Tengo seis fieles servidores
(me enseñaron todo lo que sé);
sus nombres son Qué y Por qué y Cuándo
y Cómo y Dónde y Quién.
«Just so Stories», The Elephant’s Child
rudyard kipling
Contenido
Introducción15
1. ¿Qué es la comunicación?21
Concepto23
La reunión como ámbito para la comunicación y sus tipos24
La comunicación no verbal27
Consideraciones sobre la participación en conferencias31
¿De qué hablar?39
La audiencia42
¿Cuánta información se puede asimilar?44
2. Cómo preparar una conferencia47
Generalidades49
El lenguaje: algunas recomendaciones58
Sobre las diapositivas 62
«Mis» diapositivas65
El número y orden de las diapositivas66
El formato de las diapositivas69
contenido
12
Buenas y malas diapositivas76
Nos piden las diapositivas, ¿qué hacer?79
Diapositivas: ¿amigas o enemigas?81
3. Nuevas tecnologías y comunicación85
Generalidades87
Educación a distancia y modelos educacionales88
Las nuevas tecnologías y los modelos educacionales91
Las e-herramientas y la brecha digital93
Las videoconferencias98
4. Cómo hacer que una conferencia sea un éxito101
Factores para tener en cuenta antes de dar una conferencia103
¿Cómo hablar?111
¿Leer o memorizar?117
La duración de la conferencia121
Ensayar, ensayar, ensayar130
El día D133
Las preguntas de los asistentes134
La importancia de los presidentes de las sesiones138
Donde fueres haz lo que vieres141
Y la audiencia, ¿qué opina?142
5. La imperiosa necesidad de publicar145
Generalidades147
Algunas nociones sobre el periodismo científico150
Sobre resumenes (abstracts) y artículos152
¿Quién es un autor?156
Epílogo. Bajando el telón
13
Epílogo. Bajando el telón161
Para saber más165
Agradecimientos169
ANEXO 1. Bases de datos de artículos y libros científicos171
ANEXO 2. Qué hay que saber sobre cómo preparar una conferencia175
ANEXO 3. Neolenguaje, angloguay, vocablos y expresiones innecesarias179
ANEXO 4. Palabras y expresiones inglesas innecesarias en la enseñanza y la comunicación183
ANEXO 5. «Falsos amigos» en el idioma inglés187
ANEXO 6. Qué hay que saber sobre las diapositivas191
ANEXO 7. Cómo dar una conferencia con éxito197
ANEXO 8. Cómo responder a las preguntas203
ANEXO 9. Cómo ser un buen presidente de una sesión científica207
ANEXO 10. Criterios de la Comisión Nacional evaluadora sobre la autoría de trabajos académicos213
15
Introducción
La Humanidad ha progresado en los últimos cien años mucho más de lo que lo hiciera en los anteriores sesenta mil. Los saberes crecen exponencialmente. Se calcula que en 1900 los conocimientos se duplicaban cada cien años; hoy lo hacen cada dos. El presente y el futuro de la socie-dad, así como el de las personas que la conforman, de-penden de la transmisión y aprehensión de conocimien-tos, de la comunicación.
Como parte de ese proceso, las personas intercam-biamos información y debatimos conceptos e ideas. Las primeras reuniones para discutir y transmitir conoci-mientos científicos (los embriones de las conferencias y congresos de hoy en día) se sitúan en el siglo xviii y se multiplicaron muy rápidamente al igual que lo hacían las sociedades científicas.
Más cerca en el tiempo, decía el escritor, filósofo y periodista Eugenio d’Ors hace casi un siglo que, «a par-tir de las ocho de la tarde o das una conferencia o te la dan». Pues bien, estamos en el siglo xxi. ¿Cuántas reu-niones, presentaciones de negocios, conferencias o rue-
introducción
16
das de prensa se celebran cada día? Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que decenas de millones.
Sin embargo, para muchas personas, incluso para aquellas cuya profesión contempla, en buena medida, la exposición pública de sus ideas o hallazgos profesionales, hablar en público es algo que les resulta muy difícil.
Tengo buenas noticias para ellas: hablar bien en pú-blico es algo que se puede aprender. Y resultar, además, divertido.
Debido a mi trayectoria profesional como profesor de universidad y al generoso reconocimiento de muchos co-legas a mi tarea como docente, investigador y divulga-dor, a lo largo de mi vida he impartido y escuchado cien-tos de conferencias. Mi experiencia, pues, abarca las dos orillas: la del conferenciante y la del oyente. Doy confe-rencias y me las dan, como le ocurría —salvando todas las distancias— a Eugenio d’Ors.
Hace ya algún tiempo empecé a escribir unos apuntes sobre todo lo aprendido acerca de cómo hablar bien en público y, también, algunas anécdotas por mí vividas ilustrativas sobre el arte de comunicar a todo tipo de públicos. Con el transcurrir de los días pensé que mi ex-periencia podría ser útil para otros, y es por ello que aquellos apuntes, esquemas y notas se han convertido en este libro que tienes en las manos.
He querido conservar el tono inicial de mis apuntes y utilizar un lenguaje sencillo y claro. Lo que pretendo es hablar, puesto que de hablar se trata, con el lector. Y, so-bre todo, serle de utilidad, que mi experiencia pueda ser-virle como una guía o ayuda a la hora de preparar y dar una charla, de hablar en público.
Introducción
17
He añadido también algunas historias, aforismos y unos pocos aguijonazos, por tres razones La primera, escribir un libro ameno, cosa que espero haber consegui-do. La segunda, por el poder de las anécdotas para evocar lo que se ha escuchado o leído. Y, por último: espolear el espíritu crítico de los lectores ante algunas de las gra-ves cuestiones que nos afectan como sociedad en el si-glo xxi.
El texto está dividido en distintos apartados para que el lector pueda encontrar aquello que más le intere-se fácilmente. Inevitablemente, sin embargo, ello ha comportado cierto grado de reiteración, por el que pido disculpas.
En la parte inicial de este libro se exponen las genera-lidades sobre las modalidades de comunicación y sus ele-mentos comunes. También se resumen algunos concep-tos clave sobre cómo se asimila y, en consecuencia, debe transmitirse la información. En la segunda parte se ex-plica, paso a paso, cómo preparar una charla. Y en la úl-tima se detalla cómo hacer que una exposición sea un éxito y cómo escribir un resumen o artículo científico. Asimismo, al final del libro figuran anexos donde se pue-den consultar por separado las claves sobre cómo prepa-rar y dar una charla.
Cuando se habla de comunicación hay algunos aspec-tos que no se pueden soslayar. Cada día recibimos cientos de mensajes sobre los más diversos asuntos, de forma que podría decirse que vivimos inmersos en información (que en ningún caso debiera confundirse con conoci-mientos), pero tanto o más cierto es que también somos víctimas de la desinformación o, para decirlo más cruda-
introducción
18
mente, de la mentira y el engaño (eso que algunos llaman «posverdad»). Es un fenómeno mundial. Se estima que en la actualidad un 30% de la información de la presti-giosa cadena de televisión CNN es errónea. En el caso de la FOX (la preferida del señor Trump) es del 60%. Mien-tras escribo este prólogo ha estallado lo que puede cali-ficarse como «el escándalo de Facebook», que ha llega-do hasta el mismo Congreso de los Estados Unidos de América.
Es difícil encontrar fuentes de información fiables en cualquier ámbito y poder así forjarse un criterio propio, lo que viene agravado por la escasa cultura científica de gran parte de la población. Por ejemplo, los movimien-tos antivacunas o la creencia acrítica en curas o dietas milagrosas solo pueden explicarse por la falta de esa tan deseable cultura científica. Es esta una carencia que de-biera corregirse cuanto antes.
En un intento de separar el grano de la paja, he hecho una incursión por los estudios y trabajos en los que se sustentan los paradigmas actuales sobre la comunica-ción y la enseñanza, sobre todo con respecto a las nuevas tecnologías. Como veremos, queda mucho camino por recorrer, y los peligros son muchos: en un par de décadas podríamos acabar uniformados, robotizados y reeduca-dos. Tenemos que estar alerta.
Como los libros tienen vida propia, el texto que está en tus manos ha acabado siendo ecléctico, a caballo entre la información, el análisis, el ensayo y los recuer-dos. Pero sin desviarse de su intención inicial: la de re-sultar una herramienta práctica para comunicar (bien) en ciencia.
Introducción
19
No pretendo en modo alguno pasar por un reputado especialista en el arte de hablar en público (un «gurú», dirían algunos). Después de más de treinta años dando charlas creo que sigo siendo un aprendiz. Bastantes de mis conferencias han tenido cierto éxito; otras han sido justamente criticadas; y varias han acabado en un autén-tico fracaso. Pero de todas he sacado provecho. También he aprendido de magníficos oradores a los que he tenido la inmensa suerte de escuchar. Y de los escritos de ex-pertos, ellos sí, en el arte de comunicar. Jamás se deja de aprender.
En cualquier caso, este es el libro que me hubiese gus-tado leer cuando me inicié hace ya muchos años en el arte de comunicar. Si consigue ahora ayudar de forma amena a quienes no se les da bien hablar en público o la comunicación científica, mi propósito al escribirlo se ha-brá cumplido.
Palafrugell, diciembre 2020 - octubre 2021
1 ¿Qué es la comunicación?
23
Concepto
La comunicación consiste en la transmisión e intercam-bio de mensajes entre seres vivos. El proceso comunica-tivo es esencial para la Humanidad: permite que las per-sonas compartan información, se relacionen entre sí, debatan, lleguen a acuerdos y los lleven a cabo.
Toda comunicación incluye tres elementos: un emisor (por ejemplo, profesor, orador, científico, corporación, gobierno) que transmite un mensaje o información (no-ticias, avances científicos, nuevos productos, proyectos) a un receptor (estudiantes, clientes, ciudadanía), valién-dose de diversos medios de comunicación (orales, escri-tos, redes sociales).
El receptor espera recibir una información que le sea útil.
A su vez, el emisor aspira a obtener un resultado e infor-mación sobre cómo se ha recibido la información (figura 1).
Los objetivos son enseñar, informar, inspirar y con-vencer.
¡si yo te contara!
24
Este proceso, sin embargo, puede verse distorsionado por interferencias («ruido») (por ejemplo, múltiples e in-necesarios mensajes, complejidad inadecuada del len-guaje), que deben evitarse.
Figura 1. Toda comunicación parte de un emisor o conferenciante y se dirige a una audiencia determinada (estudiantes, profesionales, público en general); la comunicación puede adoptar diversas formas (clase, seminario, conferen-cia) en función de lo que se quiere transmitir, cómo hacerlo y a qué audiencia se dirige. En la mayoría de las ocasiones es deseable que la audiencia valore el contenido y la forma de la charla y lo haga llegar al emisor o para que pueda mejorar sus futuras clases o comunicaciones.
La reunión como ámbito para la comunicación y sus tipos
Existen muchos tipos de reuniones cuyo objetivo princi-pal es comunicar, transmitir o intercambiar información, pero en estas páginas me referiré sobre todo a aquellas que se suelen mantener en el entorno docente, académi-co o científico.
Valoración
Medios
Emisor/Conferenciante
Objetivos
Audiencia
Clase
Seminario
Conferencia
Exposición
Mesa redonda
TV
Online
Características
Formación
Necesidades
¿Qué es la comunicación?
25
Congresos y conferencias: características y diferencias
Los congresos son reuniones que tienen como fin difun-dir, intercambiar y discutir conocimientos.
Los términos congreso y conferencia son hasta cierto punto sinónimos, si bien existen algunas diferencias: los congresos pueden tener un ámbito regional, nacional o internacional.
A diferencia de las conferencias, los congresos tienen carácter permanente y se celebran periódicamente.
Los congresos se estructuran en:
Conferencias magistrales
Conferencias plenarias
Conferencias invitadas
Simposios
Comunicaciones orales
Mesas redondas
Sesiones de pósteres
Sesiones educacionales
Reuniones con un experto
Debates
Las conferencias tienen una estructura flexible y pueden consistir tan solo en una serie de charlas sobre una deter-minada cuestión o temas afines.
Las contribuciones al congreso (y alguna vez las de las conferencias) se publican en forma de actas o como su-plementos de revistas especializadas.
Reuniones en el entorno educativo y universitario
Las universidades y sus facultades o escuelas tienen como
¡si yo te contara!
26
una de sus principales misiones la de enseñar. Sus activi-dades se organizan en torno a:
Clases
Seminarios
Talleres
Másteres
Educación continuada
Cursos en línea
Otras formas de reunión
Con frecuencia, también se llevan a cabo tareas de co-municación y divulgación del conocimiento para la po-blación en general, más allá del ámbito académico, educacional o científico. Estos actos, muy variados, in-cluyen:
Conferencias políticas
Teleconferencias
Videoconferencias
Conferencias de prensa
Entrevistas
Actos sociales
Es importante destacar que, hoy en día, prácticamente todas las formas de comunicación pueden llevarse a cabo de forma presencial, telemática o mixta (esto es, combi-nando la comunicación presencial y la telemática).
De la comunicación telemática, cada vez más presente en nuestras vidas, se hablará con detalle a lo largo de este libro.
¿Qué es la comunicación?
27
La comunicación no verbal
No solo comunicamos con la voz, sino también con los gestos. Por lenguaje no verbal se entiende la comunica-ción que se establece por medio de la apariencia, gestos y signos. Dicho de otra manera, es comunicación no ver-bal toda aquella que no se basa en la palabra, sino en la gestualidad.
Antropológicamente, el lenguaje corporal antecede al verbal. Sin embargo, los primeros estudios sobre la co-municación no verbal fueron llevados a cabo por Char-les Darwin en 1872 en trabajos titulados «La expresión de las emociones en el hombre y en los animales», subra-yando las similitudes de los gestos entre primates.
Existen hoy cientos de libros, artículos y blogs sobre la comunicación no verbal. Algunos no son más que pseudociencia: la mayoría son sobre todo textos de au-toayuda; otros, una forma de entretenimiento inteligen-te; pocos, textos de provecho. Sin embargo, para sus apóstoles la comunicación no verbal viene a ser una es-pecie de Santo Grial que permite descubrir lo que los demás nos quieren ocultar: qué piensan, sus intenciones, sinceridad, ambiciones y deseos. Al mismo tiempo, según algunos, la comunicación no verbal permitiría influir en los otros y en su toma de decisiones: conseguir una cita con la vecina del cuarto, un préstamo o cerrar un negocio...
Los «sinergólogos», cuya disciplina, nos dicen, «está anclada en un campo multidisciplinario en la encrucija-da de las neurociencias y las ciencias de la comunica-ción» (https://institutoespanoldesinergologia.com / http://
¡si yo te contara!
28
www.synergologie.org/), afirman, por ejemplo, que existen quince maneras distintas de tocarse la nariz y otras cin-cuenta de tocarse la cara, cada una de ellas con un signi-ficado distinto. Lo revelador, explican, son los «micro-movimientos». Pero a renglón seguido aclaran que su saber no se puede sistematizar ni es comparable a nin-gún otro. Y, como no podría ser de otra manera, no pue-de analizarse científicamente ni está sujeto a empirismo alguno. ¡Acabáramos!
Dejando a un lado las interpretaciones forzadas y exageraciones, la importancia de la comunicación no verbal es obvia: todos somos capaces de captar el estado de ánimo de los demás, sobre todo de aquellos que nos son más próximos, sin necesidad de hablarnos. Es esta una capacidad que viene de lejos, profundamente arrai-gada en el ser humano. Las expresiones del rostro, los gestos, la posición del cuerpo, la forma de caminar, dón-de y cómo nos sentamos, el contacto físico, la forma de peinarnos o de vestirnos..., todo ello forma parte de la comunicación. El lenguaje no verbal va de la mano con la palabra.
La manera más potente y a la vez más sutil de comu-nicación no verbal es la mirada. Lo primero que dibujan los niños son caras con grandes ojos. Cuando tenemos algo importante que decir lo hacemos cara a cara, prefe-rimos las videollamadas a las llamadas convencionales. Mientras escribo estas líneas seguimos utilizando, debi-do a la COVID-19, las mascarillas en espacios públicos cerrados; nos molestan física y anímicamente. No pode-mos vernos las caras, no podemos comunicarnos como desearíamos.
¿Qué es la comunicación?
29
Nos miramos para reconocernos, para intercambiar ideas, emociones y sentimientos. También para acom-pañar lo que decimos. Con una mirada invitamos al otro a acercarse, a hablar. Con otra podemos indicarle, por el contrario, que preferimos estar solos. Una mira-da distinta y le estaremos preguntando. Al jefe le basta una mirada para imponer silencio. Miramos a los otros para saber si en verdad nos escuchan y hacen caso. Nuestras abuelas nos hablaban del «mal de ojo» por-que creían que era posible transmitir el mal con solo una mirada.
La mirada nos abre puertas, con la mirada se inician idilios. El flechazo son dos miradas que se cruzan por-que, como decía Voltaire en su vena más lírica:
Una mirada, un suspiro, el silencio son suficientes para ex-plicar el amor.
Sin embargo, el lenguaje corporal está sujeto a importan-tes limitaciones y una decodificación certera del mismo es muy difícil, por no decir imposible (ni siquiera, como han intentado algunos, aplicando la inteligencia artificial).
El significado de un gesto depende de múltiples cir-cunstancias (genéticas, culturales, de género, de área geo-gráfica) y, en función de ellas, puede tener distintos sig-nificados.
Un ejemplo, aunque de brocha gorda, nos sirve para ilustrarlo:
—Veo que lloras de la emoción.
—No, me ha entrado una mota de polvo en el ojo.
¡si yo te contara!
30
¿Qué decir, a su vez, de la distancia entre personas como elemento de comunicación no verbal a la que algunos confieren mucha importancia?
Cuarenta y cinco centímetros se considera signo de intimidad (¡ojo, parejas!), 45-120 cm, una relación per-sonal; más de 120 cm, distancia social; y más de 360 cm, distancia pública... ¿Pero cómo casan estas distancias con los viajes en metro, las playas en verano, los concier-tos, las discotecas...? ¿Y con la COVID-19? Mejor lo de-jamos aquí.
De igual manera que como veremos con las herramien-tas TIC, no abundan los estudios rigurosos sobre la co-municación no verbal. No solo eso, sino que algunos errores de bulto llevan décadas repitiéndose. Por ejem-plo, algunos «expertos» afirman que el 93% de la co-municación (fijaros bien: el 93%, no el 92% ni el 94%, sino el 93%) se transmite mediante el lenguaje no ver-bal, y únicamente el 7% mediante el habla. Es falso. No obstante, es algo que algunos van repitiendo artículo tras artículo, libro tras libro, conferencia tras conferen-cia. Y eso a pesar de que ha transcurrido más de medio siglo desde que se publicase el artículo en el que se basa esta afirmación y su propio autor aclarase su significa-do (el estudio se refería a la comunicación de emocio-nes, no a la comunicación en general). Es, por otra par-te, la prueba fehaciente de que algunos citan artículos sin haberlos leído.
Debido, por tanto, a lo que acabamos de exponer, no está de más hacer un llamamiento a la prudencia en la
¿Qué es la comunicación?
31
interpretación del lenguaje no verbal en términos genera-les y, de forma muy particular, en la toma de decisiones.
Para acabar, el lenguaje no verbal no puede disociarse del oral y debe fluir de forma espontánea, sincrónica con el mismo, sin necesidad de pensar en él. Por lo general, quien bien habla, bien se mueve.
Los más curiosos podéis encontrar en la Red vídeos donde se analizan los gestos más habituales del lenguaje no verbal:
• https://www.significados.com/comunicacion-no-verbal/
• https://www.forbes.com/sites/carolkinseygoman/2017/ 11/05/10-body-language-myths-that-limit-your-success/
• https://carolkinseygoman.com/
Consideraciones sobre la participación en conferencias
Lo más frecuente es que se asista a una conferencia o congreso por propia iniciativa. El participante se inscri-be en ellas debido al interés que despiertan los temas que se van a tratar, mantenerse al día sobre un asunto o materia en concreto, ponerse en contacto con otros profesionales o colegas y, con muchísima frecuencia, para presentar a la comunidad científica sus propios trabajos, cosa que le ayudará en su promoción personal y científica.
En otras ocasiones se puede ser invitado directamente a pronunciar una conferencia. Empecemos por este últi-
¡si yo te contara!
32